Autor: Juan Gervas
REALISMO Y EMPIRISMO
La mayoría de los médicos son realistas: aceptan que el mundo es real, que existe independientemente de nosotros, y
que los objetos, estructuras y mecanismos de ese mundo son los que estimulan nuestros sentidos. El enfoque realista
impregna el pensamiento médico contemporáneo. Por el contrario, es raro encontrar a médicos empiristas que, sin negar ni afirmar la realidad del mundo, creen que los fenómenos observados son la única fuente de conocimiento.
El realismo se basa en un juicio ontológico y se ocupa de lo que existe, de la verdadera naturaleza de las cosas. El empirismo se basa en un juicio epistemológico, acerca de lo que pueda conocerse del mundo1.
El realismo lleva a un modelo mecánico, a un concepto biológico de enfermedad: los seres humanos se consideran como
meros organismos biológicos. Se entiende la medicina como una rama más de la biología. Las enfermedades existen por sí mismas; los factores de riesgo y las «preenfermedades», también. Enfermar se concibe como una desviación del diseño de la especie, como una simple alteración biológica. La salud y la enfermedad son conceptos biológicos, y los médicos, antaño sanadores, devienen científicos.
El empirismo encaja con la medicina que cree que «no existen enfermedades sino enfermos». La salud y la enfermedad no son conceptos biológicos sino estados cambiantes mal definidos, con un enorme componente cultural y personal. Por supuesto, admite que hay un fundamento biológico, pero el empirismo entiende la ciencia de la medicina subordinada al arte de la misma. Las enfermedades y «preenfermedades», así como los factores de riesgo, no existen como tales, sino como fenómenos variables y poco definidos, observables en los pacientes como individuos únicos….texto completo en PDF