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![]() Se repite la imagen del 2008: ciudades argentinas bañadas por un manto ceniciento que proviene del volcán chileno Puyehue. Las autoridades recomendaron usar barbijos y evitar salir de las casas, pero, si la situación se desarrolla como hace tres años, la lluvia gris puede durar varios días.
Respirar este aire viciado debe de tener alguna repercusión en el organismo, a pesar de que se ha dicho que no es tóxico. El Dr. Daniel Pérez Chada, Jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Universitario Austral (HUA), advirtió que las cenizas son “nocivas para la salud”; en el caso de quienes ya padecen complicaciones respiratorias como asma o bronquitis crónica, “la aspiración de cenizas aumenta los síntomas y eleva el riesgo de desencadenar crisis asmáticas”. A su vez, señaló que estos residuos del volcán no son inocuos para las personas sanas: “La exposición durante cortos períodos a la inhalación irrita la vías respiratorias”. Como el humo, pero peor Paliar los efectos Recomendaciones • Evitar la entrada de las cenizas en los hogares y lugares de trabajo |