El fin de las mamografias ? Eso creian…


Algo así titula un artículo de un periódico español sobre ésta práctica que ha dado más que hablar en las últimas semanas. Claro que las bases para ésta afirmación, no se basan en el famoso artículo del British Journal of Medicine, de éste mes, sino más bien que la propuesta se basa en 5 puntos de los cuáles algunos son más que objetables, como objetables son las propuestas. Luego de una búsqueda en google, me ha resultado imposible encontrar ( al menos desde el inglés y el castellano ), encontrar las razones por las que Suiza supuestamente ha decido terminar con ésta práctica, un tema que surge más de otro artículo publicado en El País ( España ), que han replicado otros medios. Algo muy común en el periodismo, y también en las revistas científicas, dónde un tema se pone de moda y todos hablan de él. Esto último, a diferencia de miles de otros artículos, no ha sucedido en las grandes revistas médicas, al menos por ahora.

Ciertamente es plausible que pequeños tumores se transformen en agresivos tras el tratamiento de los sobrediagnosticados ( un 22 % ) para el BMJ, del famoso estudio Canadiense. Qué evidencias encontramos para ello ? Por ahora ninguna, salvo la plausibilidad biológica, y por cierto que el sobrediagnóstico implica también avanzar con otras técnicas de diagnóstico, que aportarian más radiaciones. Nada de ésto figura aún en la literatura médica disponible.

Cómo también resultan discutibles al menos dos de las propuestas que ese periódico hace, tales cómo tomar metformina ( ya que parece prevenir varios cánceres, algo que para mi, en mi ignorancia, es nuevo ). O más contradictorio aún: tomar directamente Tamoxifeno en pacientes con alto riesgo de cáncer de mama. Lo que sin duda  nos lleva a plantearnos quienes están en alto riesgo de cáncer de mama, más allá de lo escrito, y con ciertas dudas para mi, en Annals of Internal Medicine, en estos dias, dónde se plantea el screening genético.

Desde varios blogs, con bastante dosis de optimismo, se ha planteado que éste artículo termina con el fin de la mamografia, cómo cribado. Algo en lo cuál no comparto desde estas tierras ya que los intereses, y la ignorancia siguen siendo muchos.

Casualmente una de las últimas medidas que propone ese artículo es la no toma de estrógenos, algo que SI tiene fundamento cientifico desde el estudio del Woman Health Iniative, que afirmó  que los estrógenos aumentaban el riesgo de cáncer de mama (entre otros efectos adversos) y  tres años después un estudio de Kaiser permanente, mostraba una reducción del 15% de en la incidencia de cáncer de mama, en pacientes menopáusicas que habian dejado de recibirlo. Algo no menor, cuándo sabemos que el uso de la mamografia disminuye en un 33 % la mortalidad por cáncer de mama, claro que viéndolos en números crudos, significa una reducción del 3% al 2%, es decir, una disminución cuánto menos pobre de tan sólo un 1%, sin tener en cuenta los efectos adversos.

Once años después, en Argentina, sigue siendo común el tratamiento con estrógenos durante el climaterio, y sin ser ésta una enfermedad, sino parte del ciclo de vida de la mujer ( en eso no hay libro que no esté de acuerdo ), luego dedican largas páginas a tratar el tema, y aún su tratamiento.

Diceisiete años después que apareciera en las guias preventivas de EE.UU. la falta de efectividad del screening, en éste caso para mujeres entre 40 y 49 años, parece que éste artículo fuera una novedad en él ámbito médico.

Y aquí, un detalle que no es menor, el artículo del BMJ, incluye también a éste grupo, lo que potencialmente podría sesgar el artículo. Me importaria mucho saber que pasó en las mujeres mayores de 50 años, que ya era el tema que se venía discutiendo desde años atrás.

No hace falta ningún ensayo clínico, para ver que el cáncer de mama, está estrechamente correlacionado con la edad, basta observar las estadísticas de mortalidad de cada país.

Los estrógenos han sido claramente identificados como causa. Lo que no se dice, es que aún no siendo prescriptos, constituyen parte de nuestros alimentos. El ejemplo más claro es la producción avícola, dónde el alimento contiene estrógenos para “engordar” más rapidamente a estos animales. Poco sabemos (los médicos) de la implicancia que puedan tener los alimentos modificados geneticamente, en éste y en muchos tipos de cáncer. Y menos aún del nivel de radiaciones a los que se encuentra expuesta cada mujer. Si bien esto está publicado en EE.UU, por ejemplo para las Resonancias Magnéticas Nucleares, qué podemos pensar que puede pasar en otros países, y no necesariamente subdesarrollados, sino en lugares dónde se utilizan distintos tipos de mamógrafos, aún móviles, para realizar este tipo de cribados. Son iguales todos los mamógrafos ? Al menos no en Argentina, dónde la disparidad de los mismos es totalmente desconocida. Mientras que los “financiadores” siguen pagando lo mismo por una mamografia realizada con un mamógrafo de hace 20 años, que con uno que llegó hace 1 año al país.

Los pacientes, no disponen de historias clínicas que reflejen toda la medicación que están tomando, y menos aún de su historia “radiológica”. Los pacientes no usan dosimetros, y ésto es más grave cuando de niños se habla, ya que son más susceptibles a éste tipo de exploraciones consideradas inócuas por no ser invasivas.

El Complejo Médico Industrial, no es una realidad sólo en los Estados Unidos, si no también en todos los países del mundo. Aún los países pobres, que se ven impuestos a ensayos clínicos, dónde con suerte, se firma un consentimiento informado ( aún en analfabetos ).

Y en cada país existen intereses económicos que sin duda les importa poco este estudio. Que ni siquiera ha trascendido aún a los medios más grandes de comunicación. Ni opositores, ni oficialistas. Nuestros gobernantes, aún en los ministerios, parecen estar más preocupados en otros temas, pero alejados de los cambios en la ciencia. Y en nuestras sociedades está más instalada la idea de la prevención ( a toda costa ), cómo algo que invariablemente es bueno. Malos tiempos para contradecir a la gente en sus creencias. Aún cuando no tenemos datos, en EE.UU sólo el 50% de las mujeres se realizan una mamografia.

Si con cuestiones, más cercanas en el tiempo, cómo el terrorismo mediático y sanitario, que se dió con la famosa pandemia de la OMS, todavia, y sin ensayos clínicos que haya encontrado, cada año se sigue vacunando contra la terrorífica gripe A. Sólo se necesita que un medio de comunicación dispare la noticia de un muerto posiblemente por gripe, para que generar nuevamente el pánico. España lo ha vivido semanas atrás.

La prevención cuaternaria es una realidad. Pero una triste realidad, no creo que nadie se pueda alegrar, o regodear, de que el marketing está venciendo a la ciencia. Y  que mucho de lo que publicamos, paraliza mucho a los médicos que ocasioalmente nos leen.

Nada es inocuo en medicina, ni siquiera la propia relación médico-paciente-familia. Los médicos, seguimos siendo la mayor tecnologia que existe dentro de la medicina. Para bien o para mal.

No dá lo mismo afirmar ésto en países con sistemas de seguridad social en crisis, pero aún de pie, que en un sistema de salud fragmentado como Argentina.

Tenemos conflictos de intereses ? Todos, algunos más que otros, depende dónde se trabaje. Y en Argentina la mayoria trabaja en sistemas de enfermedad, si la gente no se enferma, no hay dinero. Y en un contexto dónde se paga a 4 meses, cualquier aumento en el pago por prestación, queda diluido por la propia inflación.

Nuestros problemas son diferentes, hoy es cómo lograr que nuestros pacientes puedan acceder a la medicación que necesitan, cómo sostenerse en un país dónde la inseguridad está instalada y da lugar a graves problemas de salud mental. Poco alcanza decir que sómos un país más seguro que Sao Paulo o México. Los problemas de cada uno siempre son los más importantes, es la forma en que pensamos y sentimos. Pero de eso, los ensayos clínicos poco sirven, y es ahi dónde la medicina re aparece como arte, para curar a veces, y para acompañar siempre que podamos. Aunque también somos parte de esa misma sociedad, y no somos ajenos a sus paradigmas y creencias.

Lo más probable, es que éstos nuevos ensayos clínicos, tarden muchos años en impactar en argentina. Al fin y al cabo, la propia experiencia muestra que las mujeres que se hacen una mamografia, son siempre las mismas y se las indican cada 6 meses. Simplemente porque un ginecólogo “sabe más” que un médico de familia. Asi piensa nuestra sociedad, pero también nuestros gobiernos, y los medios. Por más que hace 40 años ya, nuestra especialidad empezó en algún lugar del norte argentino, promoviendo residencias y recurso humano que luego nunca fue utilizado para trabajar en atención primaria…..pero esa es otra historia.

Annals of Internal Medicine
Annals of Internal Medicine (Photo credit: Wikipedia)