A UN AÑO DE CANCÚN Y DÍAS DE DURBAN: MÁS DE 4º C:



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                                                                                                                                       Pablo Solón
Ha pasado casi un año desde que los resultados de las negociaciones de cambio climático en Cancún se impusieran con la sola objeción de Bolivia. Ha llegado la hora de hacer un balance y ver donde estamos.
En Cancún los países desarrollados listaron sus promesas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo 2012-2020. Estados Unidos y Canadá dijeron que iban a reducir sus emisiones en un 3% tomando en cuenta los niveles de 1990. La Unión Europea entre un 20% y un 30%. Japón un 25%. Rusia entre un 15% y un 25%[1]. Sumando todas las promesas la reducción de los países desarrollados la reducción de emisiones hasta el 2020 sería de un 13% a un 17%[2] tomando como referencia sus emisiones de 1990.
Estas “promesas” de reducción de emisiones según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente[3], el Instituto Medioambiental de Estocolmo[4] y la propia Secretaria Ejecutiva de la Convención de Cambio Climático [5] nos llevan a un incremento de la temperatura de alrededor de 4º C o más [6]. Es decir dos veces el objetivo que ellos establecieron en Cancún y que es limitar el incremento de la temperatura a solo 2º C.
Con un incremento de 2º C se incrementará a millones la cifra de 350.000 muertes por año que ya se produjeron el 2009 por desastres debidos al cambio climático[7]; entre un 20% y un 30% de las diferentes especies de plantas y animales desaparecerán; muchas zonas costeras e incluso estados insulares quedaran bajo el océano; y los glaciares de los Andes -que ya han perdido un tercio de su nieve con un incremento actual de la temperatura de 0,8º C- podrán desaparecer definitivamente.
¿Ahora se imaginan lo que significa un incremento promedio a nivel mundial de la temperatura de 4º C o mas[8]?
Nadie en las negociaciones de cambio climático defiende o justifica un incremento de tal magnitud. Sin embargo, Cancún abrió el camino para ello.
Cuando Bolivia se opuso a este resultado los negociadores nos dijeron que lo importante era salvar el proceso de negociación diplomática y que en Durban salvarían el clima. Ahora estamos a días de que empiece Durban y resulta que las cifras no se han movido ni un milímetro hacia arriba. Peor aun, algunos anuncian que podrían quedarse con el rango mas bajo de su promesa de reducción de emisiones.
Lamentablemente durante todo el año 2011 las negociaciones de cambio climático realizadas en Tailandia, Alemania y Panamá se han centrado en la forma más que en el contenido. Lo que se está negociando no es como subir las promesas de reducción de emisiones sino en como se las formaliza.
El “acuerdo” de Cancún es pasar de un régimen obligatorio y con metas globales de reducción de emisiones a un régimen voluntario y sin metas globales de reducción de emisiones. Es como si uno diría a los habitantes de un pueblito que puede ser arrasado por una inundación: “¡traigan las piedras que puedan y veremos cuan alto construimos una represa!” cuando en realidad lo que corresponde es definir primero la altura de la represa para contener el río que se avecina, y en función aello asignarle a cada familia la cantidad de piedras que debe traer para que la represa salve a todo el pueblo.
En Durban se discuten dos caminos para formalizar este “régimen voluntario de dejar hacer, dejar pasar”: uno es acabar en Durban con el Protocolo de Kyoto y listar las promesas de reducción de emisiones “que cada uno quiera” en una decisión de la COP 17. El otro camino es hacer lo mismo vaciando de contenido del Protocolo de Kyoto. En ambos casos el acuerdo es deshacerse definitivamente del Protocolo de Kyoto antes del 2020.
Para entender mejor este segundo camino, actualmente el Protocolo de Kyoto fija una meta global de 5,2 % de reducción de emisiones para el periodo 2007-2012. Lo que debería hacerse, para limitar el incremento de la temperatura a los 2º C que ellos han fijado, es reducir entre 25% y 40% las emisiones para el periodo 2013-2020 según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas[9]. Sin embargo, lo que quieren hacer es simplemente listar las “promesas de reducción voluntarias” sin hacer referencia a ninguna meta global que guarde relación con un determinado incremento de la temperatura.
Quienes abogan por mantener el protocolo de Kyoto como un cascaron vacío son los países que tienen miedo a una reacción de su opinión publica: “Al menos hay que dar la ilusión de que el Protocolo de Kyoto continúa para tranquilizar a nuestros electores”. Pero la otra razón que les lleva a continuar con un Protocolo de Kyoto vacío en reducción de emisiones son sus mecanismos de mercado de carbono que están colapsando.
El Protocolo de Kyoto tiene muchas debilidades, pero convertirlo en un cascarón vacío o hacerlo desaparecer en Durban es un suicidio. La única alternativa responsable con la vida es preservar el Protocolo de Kyoto con una meta de reducción de emisiones que no lleve a incendiar el planeta.
– Pablo Solón, analista internacional y activista social. Fue Jefe negociador para cambio climático y Embajador ante Naciones Unidas del Estado Plurinacional de Bolivia (2009-junio 2011). http://www.facebook.com/solonpablohttp://pablosolon.wordpress.com/
[1] Documento UNFCCC FCCC/SB/2011/INF.1
[2] 13% en el escenario de reducción de emisiones mínimas y 17% para las promesas máximas en el periodo 2013-2020
[6] 4° C es el promedio mundial, lo que implica que para algunos continentes como el África será 8º C.
[7] Datos del Foro Humanitario Global presidido por el ex Secretario de las Naciones Unidas Kofi Annan

Altos niveles de radiación en Japón


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Tokio, 17 de agosto, RIA Novosti.
Especialistas nipones detectaron un nivel alto de cesio radiactivo por primera vez en arroz, producto principal de la dieta japonesa, en la prefectura de Fukushima, informaron las autoridades locales.
El nivel excesivo de contaminación radiactiva fue detectado en arroz, recolectado en Onami, en las afueras del centro municipal de la prefectura de Fukushima.
El nivel de cesio radiactivo en las muestras de arroz fue de 630 becquerel frente a los permitidos 500 becquerel por kilogramo de arroz no procesado.
Anteriormente, las autoridades de la prefectura de Fukushima inspeccionaron las muestras de arroz en dos ocasiones tras la avería en la central nuclear, pero el nivel de contaminación no excedió las normas de seguridad.
El cesio radiactivo fue detectado después de que el agricultor que sembró el arroz pidió una inspección a las autoridades.
Mientras tanto, Japón continúa labores para paliar las secuelas de la avería en la central de Fukushima-1. Este jueves la agencia Kyodo reportó que las autoridades niponas enviarán fuerzas de autodefensa a las zonas de evacuación a 20 kilómetros de la central averiada de Fukushima-1 para preparar las labores de limpieza y desactivación de los territorios contaminados.
El temblor provocó una situación de emergencia en la central nuclear de Fukushima-1, donde los fallos en el sistema de refrigeración originaron explosiones en varios reactores con las subsiguientes fugas de radiación.
Las autoridades evacuaron a la población primero en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta y luego ampliaron la zona de evacuación hasta 30 kilómetros. Poco después se reportó sobre la contaminación radiactiva del aire, el agua marina y potable y los alimentos, como la leche, la carne, los hongos, en particular, con isótopos de yodo y cesio, inclusive en las zonas lejanas de la estación.

Glifosato: los beneficios públicos de salud en la Argentina


Monsanto stock price 2000-2010.Image via Wikipedia

Glifosato: los beneficios púbicos de salud en la Argentina 

Un post resucitado, de Junio de 2009, pero que sigue teniendo relevancia en un país que ha reemplazado su diversidad agricola por la soja de Monsanto
Publicado por Negin P. Martin, Ph. D 
Controversia en Argentina herbicidas pozos de salud contra la economía, pero un artículo del Financial Times no logra captar la importancia mundial del tema.
Un artículo de 29 de mayo publicado en el Financial Times cubre la controversia en torno a una petición ante la Suprema Corte de Argentina de prohibir el uso del herbicida glifosato, debido a problemas de salud.

Reporteros Jude Webber y Hal Weitzman da una excelente descripción de las repercusiones financieras que esta prohibición se impone a la economía de Argentina. Los escritores adecuadamente equilibrada en el artículo de proporcionar los problemas de salud del herbicida plantea un estudio reciente realizado en la Argentina.

La petición de prohibir el producto químico fue presentada después de científicos informó que el glifosato causa alteraciones genéticas que afectan especialmente al sistema nervioso y los resultados en la cabeza de malformaciones y calaveras en los anfibios. El autor principal, Andrés Carrasco dirige el Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires Facultad de Medicina. Es sorprendente que se refiere el señor Carrasco en todo el artículo en lugar del Dr. Carrasco.
El glifosato es el herbicida más usado en Argentina y el ingrediente activo en productos Roundup de Monsanto. Su prohibición supondría la reestructuración de las prácticas agrícolas. Desde Argentina se basa en gran medida de las exportaciones agrícolas para apoyar a su economía, esta reestructuración podría tener graves consecuencias fiscales.
Aunque el artículo tiene como objetivo informar los acontecimientos en Argentina, los problemas de salud de la residual de glifosato y otros ingredientes inertes en las formulaciones Roundup son generalizadas en todo el mundo. Estos productos químicos pueden encontrar su camino en las vías fluviales y el agua y los alimentos.
Por ejemplo, los científicos franceses, los Dres. Seralini y Benacour, han publicado una serie de trabajos científicos sobre los efectos nocivos del Roundup y sus componentes en células embrionarias humanas y de la placenta. Un equipo de científicos suecos llevar por el Dr. Akerman publicó un estudio epidemiológico de revelar que la exposición al glifosato es un factor de riesgo para el desarrollo de linfoma no Hodgkin. Dr. Busbee – un científico estadounidense – alteraciones demostrado en los genes regulados por estrógenos después de la exposición para diluir las concentraciones de glifosato.

Videos del V Congreso de Medicina Ambiental en España


Puerta del Sol (square) in Madrid (Spain).                        Image via Wikipedia

 Existen personas, muchas de ellas de buena fe, como un médico con el que comí hace unos días, que todavía dudan de la misma existencia de la Sensibilidad Química Múltiple y otras tantas patologías relacionadas con la contaminación ambiental. En junio, en Madrid, la Fundación Alborada y la Fundación Vivo Sano organizaron el V Congreso Internacional de Medicina Ambiental entre cuyos ponentes estuvieron científicos de la talla de William Rea, pionero de la medicina ambiental, fundador del conocido Centro de Salud Ambiental de Dallas (EE.UU.) y afectado él mismo de SQM; a la doctora Jean Monro, directora médica del Breakspear Medical Group, una clínica ambulatoria del Reino Unido especializada en SQM que es referencia para todo el continente; al director de la Academia Europea de Medicina Ambiental, el doctor Peter Ohnsorge, que trabaja en un proyecto de curriculum europeo de medicina ambiental; o al doctor Martin Pall, profesor de Bioquímica de la Universidad de Washington.
Sus ponencias pueden verse ahora, gratis, en Vealia TV, una televisión en Internet que grabó en video todas las intervenciones. No sólo pueden informarse de lo último en investigación científica sobre la SQM sino también los últimos avances en los tratamientos.
Por si alguien necesita conocer el posible conflicto de interés en esta información sepan que quien escribe estas líneas tuvo a bien ser co director del Departamento de Comunicación del Congreso.
Fuente: Miguel Jara
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¿QUO VADIS JAPÓN?


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   FUKUSHIMA SUPERA LOS NIVELES RADIACTIVOS DE CHERNOBYL

                                                                                        Por Javier Rodríguez Pardo (*)

El gobierno de Japón elevó de cinco a siete el nivel de gravedad en las instalaciones nucleares dañadas y destruidas en Fukushima, utilizando el arbitrario dictamen INES (Escala Internacional de Incidentes Nucleares) para medir la gravedad radiológica. Las contradicciones y omisiones oficiales sobre el desastre nuclear japonés nos  permitieron indagar el real impacto de los reactores que se hallan en vías de fusión o literalmente colapsados; en notas anteriores anunciábamos que las emisiones radiactivas de Fukushima superaban  holgadamente a las de Chernobyl. ¿Nos adelantamos a la decisión oficial que ahora se hizo pública? El síndrome de la evacuación, del gran éxodo,  pende sobre un pueblo que ha comenzado a perder su territorio y aparece la pregunta ¿adónde?

¿Quo vadis Japón?

Cómo fue posible semejante desgracia si los señores del saber nuclear habían ponderado la calidad de las centrales atómicas de Japón, capaces de resistir terremotos de magnitud nueve en la escala de Richter,  al mismo tiempo que culpaban a los profesionales locales de no haber sabido predecir un tsunami tan devastador, como si la culpa fuera de olas de quince metros cuando se esperaban algunas de un tamaño muy inferior.  En esta correlación, no explicaban que las piscinas refrigerantes de desechos  nucleares (combustible nuclear gastado que debe enfriarse por 25 ó más años), se habían agrietado debido al movimiento sísmico y no por el maremoto posterior, y que los tambores conteniendo los desechos radiactivos de alta actividad, ubicados en instalaciones contiguas, nunca fueron mencionados ni se aludía a su peligrosidad, ni  donde se hallaban o en que estado habían quedado después de la violenta ola que los sacudió y revolvió brutalmente como si fueran hojas de papel;  residuos que permanecerán activos por cientos de miles de años  -hay que recordarlo- y que aún el hombre no ha procedido a aislarlos de manera definitiva. (Esperamos conocer el destino de esos recipientes deletéreos o el estado en que se hallan después del cataclismo). Mientras tanto las imágenes develaban la verdad disimulada en innumerables contradicciones entre técnicos, especialistas y gobiernos de distintas latitudes que sentenciaban la gravedad de Fukushima.

La seguridad de las centrales japonesas  -en plena tragedia-  era única en su género, fue diseñada para soportar terremotos inimaginables, advertían sesudos peritos,  en el mismo instante en que, en el teatro de los sucesos, comenzaba la trama  heroica de un grupo de técnicos que se inmolaba para salvar a sus congéneres, intentando enfriar, cubrir y acorazar a un reactor fusionado, tarea que resultó insuficiente.  La proximidad del mar habilitaba el uso del agua, destructora de los metales del reactor, en último recurso para reducir la temperatura del núcleo averiado, a pesar de que aún se lo anunciaba como medianamente en estado de fusión, urdiendo de ese modo una de  las mayores mentiras de la historia nuclear.

Menos mal que pasó en Japón, repetían insistentes las cadenas internacionales de noticias, ignorando acaso que esa misma isla había padecido decenas de fugas radiactivas de gran intensidad, sin fenómenos de terremotos o tsunamis a la vista, pero con la presencia  -en un pasado reciente- de miles de manifestantes exigiendo el cierre de las centrales. Japón, al igual que los barones nucleares de occidente,  acudió a la indecencia discursiva para afirmar que “aquí no pasa nada que no esté controlado”.

Fukushima permite elaborar una lista interminable de falsedades, engaños digitados  por funcionarios, técnicos y expertos que minimizaban la tragedia convirtiendo al holocausto nuclear japonés en un genocidio justificado por una inconcebible adversidad. Fue la adversidad, proclamaron. 

La misma hipocresía cientificista, capaz de afirmar que sólo treinta y cinco fueron los muertos de Chernobyl, deambula por los medios informativos en países de distinto signo: que Fukushima no representa peligro para la salud, que todos los equipos de seguridad funcionaron normalmente, que el sistema japonés previó una última coraza de hormigón impidiendo que la vasija con el núcleo se expusiera a cielo abierto, que la emisión radiactiva es semejante a la producida por un par de radiografías, que la radiación está controlada, que con el agua de mar inutilizaremos a los reactores pero habremos sofocado las emisiones radiactivas, fue una muletilla constante que se superponía con imágenes de las gigantescas cajas de hormigón destruidas y humeantes cubriendo los reactores.  El viejo mensaje de que Fukushima no es Chernobyl demuele las argucias de la tecnocracia nuclear al reconocer ahora que ambas centrales se hallan en el mismo nivel siete en la escala INES.

De pronto la radiación alcanzó la vastedad del mar, primero a treinta kilómetros, enseguida superó los ochenta, leve y no significativa para la cadena trófica, argüían los voceros de la empresa y del gobierno, sin justificación alguna al reconocer elevados  índices de radiación registrados en continentes lejanos. El agua, vehículo que comunica todo a la biosfera, se suma a la nube tóxica que también trasporta los radionucleidos en la gran campana. Nuestros registros, -comparativos con infortunios semejantes-, nos permiten afirmar que el caso Fukushima es mucho más grave que el de Chernobyl, en tanto contiene por lo menos cuatro veces más combustible que la unidad nuclear ucraniana. Aprendimos de Chernobyl y de las miles de fugas radiactivas de las plantas nucleoeléctricas, a descreer de los cultores de una tecnología que definen como de punta, barata, limpia y segura.

Ahora resulta que es barata porque las empresas no invirtieron en la seguridad que requieren  las plantas (eso le achacan a la compañía eléctrica que gestiona Fukushima) y no dicen que es cara porque en realidad cuesta más la gestión del residuo radiactivo que la energía misma. Es sucia, por la misma cualidad anterior y porque en todo el proceso de la cadena nuclear se produce más escoria radiactiva que beneficios energéticos, en la molienda y colas de la minería, en la producción del dióxido de uranio, en los cementerios nucleares que quedarán vigilados eternamente, al ser decomisadas las centrales al cabo de su vida útil, en el reprocesamiento del combustible nuclear gastado, verdadero “licor de brujas” en opinión de quienes tienen la responsabilidad de reciclarlo, en las labores de las plantas nucleares en actividad y en la gestión de los residuos radiactivos, arrojados inescrupulosamente a los océanos o esperando repositorios  definitivos   que contengan los radionucleidos a perpetuidad. Al día de hoy no existe repositorio de residuos radiactivos de alta actividad en el mundo, y aquellos países que lo intentaron fracasaron.  Hasta el PRAMU argentino, Proyecto de Remediación de Minas de Uranio,  es una cruel falacia, con las minas de uranio abandonadas a sabiendas que contienen más del 70% del decaimiento del uranio 238, partículas cancerígenas expuestas a la complejidad climática, aún sin gestión definitiva.

Fukushima no puede ocultar la constante fuga radiactiva  ni el impacto radiológico que sufre el  planeta.

Hallan restos de yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio y de otras ciudades y altos niveles de radiación en la leche, en verduras y hortalizas producidas en la región afectada, fue un lacerante titular. Todo el territorio se vio impactado radiológicamente en la atmósfera, en suelos, agua potable y mar. Y esto continuará por muchísimo tiempo. Entonces es hora de advertir a la población de la gran mentira oficial que minimiza los niveles de radiación de alimentos como los hallados en la espinaca, “semejante a una quinta parte de la que puede recibir un humano en una placa de rayos X”, información que oculta deliberadamente el carácter acumulativo de la radiactividad.

Por lo pronto se están utilizando aeronaves sin piloto que fotografían y estudian las plantas nucleoeléctricas. Un helicóptero teledirigido francés se halla en camino de Fukushima, única forma segura de investigar las centrales dañadas y las que también recibieron impactos menores. Las piscinas de los reactores 5 y 6 aumentaron considerablemente la temperatura, las bombas de refrigeración no funcionan, hay escapes radiactivos y sus núcleos están en virtual desmadre. Otras informaciones avisan que las bombas  refrigerantes actúan pero que la temperatura no baja sustancialmente.

Los reactores 1, 2 y 3 se hallan en nivel máximo de gravedad, la propia empresa TEPCO anunció las dificultades para dotar de energía y de refrigeración a sus núcleos. El reactor 4 es otro de los averiados que también subió de categorización en la escala INES (ha superado 100.000 veces los niveles normales de radiactividad). “Las sustancias radiactivas parecen difundirse hacia el norte”, en opinión de la empresa propietaria de las plantas, Tokio Electric Company (Tepco), admitiendo que niveles importantes de estroncio 90, cesio 137 y yodo 131se registraron a 80 kilómetros de Fukushima.

Si hasta ahora el nivel de radiación equivale a un 10% del emitido por la planta soviética de Chernobyl (razonaba un agente de seguridad japonés), induce a pensar que lentamente Fukushima sobrepasará los niveles de aquella. Habrá que modificar la escala porque el nivel siete en la gradación INES fue superado.

¿Por qué aseguramos esto?

Porque cuatro unidades de Fukushima en estado de fusión, con piscinas rajadas y continuas emisiones de radiación, contienen casi mil toneladas de uranio, equivalente a cuatro veces la del reactor 4 de Chernobyl. Los escapes testeadas en territorio y aguas japonesas provienen de esas barras almacenadas que incluyen el combustible gastado refrigerándose en las piscinas y no tenemos en cuenta (porque lo desconocemos) la cantidad de residuos radiactivos de alta actividad alojados en los tambores contiguos a las plantas. El propio operador de la empresa Tepco, Junichi Matsumoto, reconoció que la cantidad  de radiactividad liberada podría superar a la de Chernobyl en caso de persistir las fugas, sin tener en cuenta, hasta el momento, que el yodo 131 emitido en Fukushima es el doble del liberado por la central ucraniana.

El territorio se reduce, la isla empequeñece, la naturaleza ejerce su dominio. Recorrer un mapa de la nación japonesa implica detener la mirada en las ciudades del sur, Hiroshima y más abajo Nagasaki, reflejo inevitable de la memoria. El norte de Tokio fue sacudido con violencia por el terremoto y los primeros anuncios apuntaban a la planta nuclear de Onagawa, envuelta en llamas. La costa norte del Pacífico (Sengai) fue la más golpeada por la triple tragedia que parece inacabable, terremoto, maremoto y radiación. La ciudad imperial, Osaka, aparece como el límite habitable hacia el sur, pero no alcanza para un pueblo que tendrá que repensar el país y bucear fuerzas en su vieja cultura, ahora occidentalizada y signada por una economía, la tercera mayor mundial después de Estados Unidos y China. ¿Es este el camino? Por eso nuestra pregunta ¿Quo vadis Japón?, también válida para el planeta. Por lo pronto habrá que ir imaginando nuevos sitios, otras islas y otro hábitat que suplante los territorios irradiados del norte.  No es ilógico pensar que Japón se ve obligado a delinear un nuevo camino partiendo de un kilómetro cero, no sólo evitando desarrollar energías destructivas o de efímera eficacia, sino replanteándose el sentido de la vida. Japón es también un caso testigo para todos,  punto de inflexión de un mundo cegado por el consumo, devorador de futuro.

(*) Javier Rodríguez Pardo, Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) Contacto: (011) 1567485340 Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE)-Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). machpatagonia@gmail.com(www.machpatagonia.com.ar)

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El mundo según Monsanto


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Monsanto es una empresa que provee de productos para la agricultura. Es conocida por producir el herbicida bajo la marca Roundup. También es productor de semillas genéticamente modificadas.

A lo largo de su historia, Monsanto ha ido evolucionando en sus negocios. En sus inicios, en 1901 distribuían sacarina, para 1938 tenían negocios químicos como plásticos y resinas, en 1976 incursionaron en el negocio de los herbicidas y en 1981 se sumaron a la carrera biotecnológica. En el año 2000 contribuyó a descifrar el código genético del arroz, y anunció que la información obtenida en la investigación sería compartida con la comunidad científica mundial.

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Pronostican un colapso de los ecosistemas marinos en 10 años


Fuente Original: IPSO
Via: Clarín


Crisis biológica en los océanos. Es una catástrofe que no ocurre desde hace por lo menos 55 millones de años. Crisis biológica en los océanos


La gravedad del diagnóstico es tal que resulta difícil imaginar los pormenores. Según una comisión integrada por alrededor de 30 especialistas, reunidos en la universidad de Oxford (Reino Unido) en un coloquio interdisciplinario, la magnitud de los cambios radicales que –como resultado de las actividades del hombre– afectan los oceános es inédita. No ocurría desde hace al menos 55 millones de años.
Las conclusiones de ese encuentro, organizado por iniciativa de dos organismos no gubernamentales –la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el International Programme on the State of the Ocean (IPSO)–, fueron difundidas esta semana. Serán objeto de un informe con recomendaciones, que será comunicado próximamente a las Naciones Unidas.
El objetivo del informe –cuya totalidad aún no se hizo público– es sintetizar trabajos recientes sobre cuestiones tan diversas como cambios en los parámetros químicos del océano, impacto de la contaminación local o global, pesca excesiva y aumento de la temperatura en las aguas de superficie.
Esta síntesis inédita ofrece una suerte de fotografía global sobre el estado de los mares del mundo, tildada como “grosera” por Alex Rogers, director científico de IPSO y profesor de Biología de la Conservación en la Universidad de Oxford.
Si las tendencias actuales se mantienen, es probable que entre 2020 y 2050 haya un desmoronamiento de ecosistemas marinos en gran escala , según los autores.
En especial, las aguas de la superficie del océano absorben una parte importante de las emisiones antrópicas de dióxido de carbono (CO2), que lleva a su acidificación. Esta se produce a una velocidad jamás registrada desde el máximo térmico del Paleoceno/Eoceno, que hace 55 a 56 millones de años registró una extinción masiva (Ver Antecedente ). Los miembros de la comisión aseguran que hay un “trío mortal”, bien conocido, que actúa en los océanos de nuestro planeta. Extensión de las zonas anóxicas (privadas de oxígeno, por efecto muchas veces de los efluentes agrícolas), suba de la temperatura y aumento de la acidez de los océanos.
Este trío que marca la situación actual es análogo al que prevaleció durante la mayoría de los cinco grandes crisis biológicas precedentes , ocurridas durante las eras geológicas. Pero los efectos son más rápidos. Los investigadores notan también que, en 1998, un hecho único de blanqueamiento de los corales –relacionado al parecer en forma parcial con una fuerte anomalía en las temperaturas– condujo a una destrucción del 16 por ciento de los corales tropicales mundiales. Estos son un reservorio crucial de la biodiversidad marina.
En la actual situación, las grandes modificaciones físicoquímicas de los océanos se ven agravadas por el hecho que la resiliencia de los ecosistemas marinos está alterada por la pesca excesiva y la contaminación global de los mares . La pesca redujo de hecho un 90 por ciento determinadas reservas de peces, mientras que, a nivel mundial, el 63 por ciento de las reservas se encuentran sobreexplotadas o reducidas gravemente .
En cuanto a la contaminación, los nuevos estudios muestran que sin duda alguna los plásticos y los retardadores químicos de llamas se instalaron firmemente hasta en las zonas polares, en donde los biólogos los encuentran en los órganos de los animales de estas regiones, alejadas de todos modos de toda actividad industrial.
El informe adelanta algunas recomendaciones clave: reducción de las emisiones de dióxido de carbono, reducción de muestras de los peces más frágiles, reglamentación de las actividades en alta mar y reducción del vertido en los océanos de residuos químicos.

TRADUCCION: Silvia S. Simonetti 

Las principales causas

Calentamiento global. 

Es el responsable del aumento del nivel del mar y provocará que algunas zonas costeras de islas (como las Maldivas) desaparezcan.

Acidificación del agua.
Se produce porque las aguas de la superficie absorben gran parte de las emisiones antrópicas de dióxido de carbono. Afecta a los corales.

Polución.
Los nuevos estudios muestran que los agentes más contaminantes son los plásticos y los retardadores químicos de llamas. Un peligro.

Pesca predatoria.
Según el informe, la pesca excesiva es un factor desestabilizante, tanto como la contaminación local o global y el aumento de temperaturas.




Memorias del presente: Fukushima


Son muchas cosas que vamos olvidando, desde Katrina, y aun un poco mas cercanos los terremotos en Chile y Haiti. La prensa no perdona, y marca la agenda de nuestras vidas, olvidando lo que pasó, y a veces recordando lo que está pasando. En este caso en Fukushima.

A tres meses del terremoto y posterior tsunami que asoló el archipiélago,decenas de miles de sobrevivientes viven todavía en refugios improvisados. No cede el temor a la radiación en las inmediaciones de Fukushima
Crédito foto: AP


Unos 15 mil muertos y 8 mil desaparecidos son, por ahora, las víctimas mortales del sismo y el tsunami que arrasaron Japón. Pero hay otro tipo de víctimas: son las queahora malviven en albergues espontáneos; son también las que viven en lasproximidades de la central nuclear de Fukushima.
Los primeros tratan de rehacer sus vidas en zonas desvastadas, como por ejemplo en la costa de Tohoku (nordeste). Los segundos son concientes de que los reactores de la planta de Fukushima siguen contaminando aire y tierra. El Gobierno del primer ministro japonés, Naoto Kan, considera que la zona deberá estar inhabitable al menos por 20 años, pero otras estimaciones científicas hablan de entre 60 y 100 años.
“Nosotros logramos escapar, pero continuamos viviendo con el temor a las radiaciones, incluso aquí”, comenta Tomi Shiga, de 59 años. Ella fue una de las que tuvo que abandonar su casa para respetar el perímetro de seguridad de 20 km alrededor de la central. Ahora vive en el refugio de una prefectura.”Sueño con regresar a mi hogar, pero no se sabe cuándo será posible. Nada ha cambiado desde el accidente”, agregó.
Muchas historias trágicas han vivido los japoneses después de la peor crisis nuclear que haya ocurrido desde la catástrofe de Chernobyl en 1986. Muchos agricultores tuvieron que abandonar sus granjas y sus animales terminaron por suicidarse. Más al norte, variosancianos también decidieron quitarse la vida antes de abandonar sus casas, que habían sido destruidas por el tsunami, antes de vivir en los refugios saturados de gente.Los hay quienes se negaron a abandonar su casa y todavía viven allí, aún sin gas ni electricidad.
Por si fuera poco, unos 25 millones de toneladas de desechos están esparcidos por todo el país, una dificultad más para un Gobierno que al que se le recrimina el haber sido muy lento en las tareas de limpieza.
“Nosotros continuamos limpiando todos los días, y con el calor, el olor de los peces que se pudren es insoportable”, explicaba un empleado del mercado de pescado de Otsushi, Toru Suzuki, de 41 años. Precisamente la actividad de la pesca, una de las actividades más importantes, se ha reducido al mínimo: sin olvidar que pocas embarcaciones se han salvado tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, un problema más angustiante es el del agua radioactiva que ha expulsado Fukushima y que puede haber contaminado toda la fauna y la flora.

Secos y mojados


Las evidencias están al alcance de quienes quieran considerarlas: algunas regiones de nuestro país sufren una sequía endémica, mientras otras se encuentran afectadas por dramáticas y cíclicas inundaciones. M. Grinberg.

Las evidencias están al alcance de quienes quieran considerarlas: algunas regiones de nuestro país sufren una sequía endémica, mientras otras se encuentran afectadas por dramáticas y cíclicas inundaciones. Ello afecta el ciclo normal de las cosechas y la producción de alimentos, causa la muerte de muchas cabezas de ganado y otras especies comestibles. No se trata de huracanes, tifones, monzones o tsunamis asociados con un famoso “desorden climático” que los políticos del mundo debaten día por medio sin lograr acuerdos significativos. Hoy se trata de algo usual, cotidiano. Casi burocrático.
Hace una semana, la Organización Meteorológica Mundial (OMM, que monitorea todo el tiempo la temperatura máxima y mínima del ambiente natural del planeta) verificó 46,5 grados en nuestro Santiago del Estero y casi 60 grados negativos en la base rusa Vostok, en la Antártida. O sea: una variable de más de cien grados de temperatura en el hemisferio Sur.
No me referiré a hielos crecientes o menguantes, ni a los gases de efecto invernadero, ni a presuntas culpabilidades del mundo industrial. Sabemos que varios miles de hectáreas se han quemado en la provincia de Córdoba, donde se ha impuesto el racionamiento de agua: hace meses que no llueve sobre alrededor de cinco millones de hectáreas cordobesas. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria informó que algo análogo afecta al oeste y el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el este de La Pampa, casi la totalidad de San Luis, Santiago del Estero, el Chaco y el norte de Santa Fe. Simultáneamente, las aguas del río Paraná (debido a lluvias torrenciales en sus cuencas superiores) anegan las costas de Corrientes y Entre Ríos: miles de vacas han muerto pues sus pastos están sumergidos. Las pérdidas materiales de los pobladores ribereños son cuantiosas.
Uno de los fenómenos climáticos más notorios de la última década se denomina tropicalización. Indica que las fronteras tropicales, cuyos paralelos pasan por determinadas latitudes conocidas como Trópico de Cáncer (en el hemisferio Norte) y Trópico de Capricornio (en el hemisferio Sur), vienen expandiéndose en ambas direcciones e incrementan las temperaturas de las regiones implicadas. Entre sus efectos más notorios el fenómeno lleva consigo plagas de mosquitos vectores de enfermedades como el dengue.
Una señal de los impactos económicos de tal alteración de la temperatura ambiental, aparte del pertinente impacto en la salud pública, surge del modo en que afecta sembradíos específicos como, por ejemplo, los viñedos. En consecuencia, hace una quincena, la entidad Consorcios del Vino, que agrupa a unas noventa grandes firmas viñateras de Chile, prestó atención a los consejos de una importante empresa consultora internacional y planea trasladar sus cultivos hacia el sur de ese país porque en las zonas tradicionales todo se está volviendo más cálido y más seco.
Para saber lo que nos espera, basta observar a Australia, que durante la última década padece duros impactos de sequías e inundaciones como las ya mencionadas antes. ¿Por qué? Porque si tomamos un planisferio y analizamos las coordenadas geográficas notaremos que estamos en la misma latitud, que es la distancia que existe entre un punto cualquiera y el Ecuador, medida sobre el meridiano que pasa por dicho punto. Buenos Aires (Argentina) se halla en 34o latitud Sur y Sydney (Australia) en 33o latitud Sur.
El proceso ambiental que reseca a unos e inunda a otros en un mismo país surge de una alteración del ciclo hidrológico (circulación de las aguas). Primero, la luz solar evapora la superficie del océano y el vapor condensado se convierte en nubes que flotan hacia los continentes. Al precipitarse como lluvia o nieve, el agua se escurre hacia ríos, arroyos o acuíferos, o queda contenida en la alta montaña, helada. Los bosques son los riñones del planeta y retienen el líquido como esponjas. La evapotranspiración de los árboles devuelve el agua al cielo pero, cuando son talados, el circuito se corta. La tierra se reseca, el suelo se desertifica. Las nubes se van. Allí donde no reaparecen, la arena gana el territorio. Allí donde sobran, la gente anda con el agua al cuello. Secos unos, mojados los otros.
¿Quién monitorea estos asuntos en la Argentina? ¿Dónde se compilan y clasifican para volcarlas al ámbito público las abundantes informaciones referidas a las macrooscilaciones inducidas desde el océano Pacífico por las corrientes del Niño y de la Niña, sin olvidar a la corriente del Golfo, a propósito de las convulsiones oceánicas y climáticas? La OMM lo hace desde su página web.
Cuando arden miles de hectáreas, ya es tarde. Sin una ecología preventiva, la buena tierra sucumbe sin remedio.
Fuente: Critica Digital. Noviembre 2009

Los fracasos de Copenhague


Los fracasos de Copenhague impactan de lleno en el sistema de la ONU Por Richard Ingham (AFP)

COPENHAGUE — Los esfuerzos para forjar una alianza mundial contra el cambio climático parecían a lo largo de la última década un descarrilamiento en cámara lenta, y durante la última semana en Copenhague muchas veces se tuvo la impresión de que la catástrofe iba a precipitarse. La ONU había marcado el 18 de diciembre de 2009 como la fecha en la cual todos los países se unirían bajo su bandera para enfrentar una de las mayores amenazas que pesan sobre la humanidad en el siglo XXI. Pero finalmente, el día será recordado como el de un caótico regateo entre un puñado de líderes de un selecto grupo de países. El grupo pergeñó un acuerdo no vinculante, de denominadores comunes mínimos, que dejó a las negociaciones sobre el clima en velocidad reducida y sembró cizaña en la comunidad internacional. El documento fue presentado ya envuelto y atado a la sesión plenaria, provocando la indignación de países en vías de desarrollo que se sintieron ignorados. La ONU sólo pudo alegar que de otra forma el “Acuerdo de Copenhague” hubiera nacido muerto. “Tal vez no sea todo lo que esperábamos, pero esta decisión de la conferencia de las partes es una etapa esencial”, dijo su secretario general, Ban Ki-moon. Diplomáticos consultados por la AFP se mostraban consternados por el ambiente caótico de las reuniones, por las consecuencias catastróficas del cónclave para el multilateralismo y por el fracaso de dos años de negociaciones ambiciosas para poner topes a las emisiones de gases contaminantes y al calentamiento del clima. Para algunos, la responsabilidad del fiasco recae en la extrema complejidad de las negociaciones, aunque para otros se debe al formato mismo de las discusiones entre Estados. “El mayor contragolpe se sentirá en el sistema de la ONU, no en el cambio climático”, aseguró un funcionario europeo. Los 194 involucrados en las negociaciones deben proceder por consenso, pero las divisiones entre ricos, emergentes y pobres acaban por afectar los compromisos necesarios para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Esos compromisos fueron preconizados desde la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro en 1992. Los países en desarrollo se muestran comprensiblemente reacios a renunciar a la flexibilidad que se les acordó en materia de control de emisiones, aunque en la lista fuguren aún países como Corea del Sur y Singapur, cuyo PIB per cápita se sitúa ahora entre los más elevados del mundo. Los temas tratados son además complejos y abarcan desde la financiación de la adaptación al cambio climático de las naciones pobres a los sistemas de verificación de emisiones, pasando por los créditos de carbono. Todos esos temas ofrecen mil oportunidades para darle largas a las discusiones o para tratar lisa y llanamente de bloquearlas. Cuando se firmó el Protocolo de Kioto, en 1997, las perspectivas de consenso eran alentadoras. Pero pocos podían suponer que la cuestión del cambio climático se volviera tan urgente y que países como China, India y Brasil figurarían tan rápidamente entre los mayores emisores de gas carbónico del planeta. Otra cuestión que quedó en evidencia es el conflicto que puede plantearse para los líderes del planeta entre la defensa de los intereses globales y de sus intereses nacionales. El presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Rajendra Pachauri, había afirmado que la cumbre de Copenhague sería un “test importante” para saber si las naciones son capaces de unirse ante una amenaza común. Alden Meyer, director de la ONG estadounidense Union of Concerned Scientists (unión de científicos comprometidos), afirmó que el fracaso de Copenhague “demuestra la fragilidad del sistema multilateral” para dar respuestas con la celeridad requerida por el cambio climático. Pero, agregaba Meyer, la clave reside en la falta de dinamismo político. En la primera Guerra del Golfo, en 1990, recuerda Meyer, Estados Unidos consiguió formar una amplia coalición de países “fuertemente interesados” en expulsar de Kuwait a las tropas del presidente iraquí Sadam Husein, que habían invadido el emirato.Los fracasos de Copenhague impactan de lleno en el sistema de la ONU Por Richard Ingham (AFP) – hace 7 horas COPENHAGUE — Los esfuerzos para forjar una alianza mundial contra el cambio climático parecían a lo largo de la última década un descarrilamiento en cámara lenta, y durante la última semana en Copenhague muchas veces se tuvo la impresión de que la catástrofe iba a precipitarse. La ONU había marcado el 18 de diciembre de 2009 como la fecha en la cual todos los países se unirían bajo su bandera para enfrentar una de las mayores amenazas que pesan sobre la humanidad en el siglo XXI. Pero finalmente, el día será recordado como el de un caótico regateo entre un puñado de líderes de un selecto grupo de países. El grupo pergeñó un acuerdo no vinculante, de denominadores comunes mínimos, que dejó a las negociaciones sobre el clima en velocidad reducida y sembró cizaña en la comunidad internacional. El documento fue presentado ya envuelto y atado a la sesión plenaria, provocando la indignación de países en vías de desarrollo que se sintieron ignorados. La ONU sólo pudo alegar que de otra forma el “Acuerdo de Copenhague” hubiera nacido muerto. “Tal vez no sea todo lo que esperábamos, pero esta decisión de la conferencia de las partes es una etapa esencial”, dijo su secretario general, Ban Ki-moon. Diplomáticos consultados por la AFP se mostraban consternados por el ambiente caótico de las reuniones, por las consecuencias catastróficas del cónclave para el multilateralismo y por el fracaso de dos años de negociaciones ambiciosas para poner topes a las emisiones de gases contaminantes y al calentamiento del clima. Para algunos, la responsabilidad del fiasco recae en la extrema complejidad de las negociaciones, aunque para otros se debe al formato mismo de las discusiones entre Estados. “El mayor contragolpe se sentirá en el sistema de la ONU, no en el cambio climático”, aseguró un funcionario europeo. Los 194 involucrados en las negociaciones deben proceder por consenso, pero las divisiones entre ricos, emergentes y pobres acaban por afectar los compromisos necesarios para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Esos compromisos fueron preconizados desde la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro en 1992. Los países en desarrollo se muestran comprensiblemente reacios a renunciar a la flexibilidad que se les acordó en materia de control de emisiones, aunque en la lista fuguren aún países como Corea del Sur y Singapur, cuyo PIB per cápita se sitúa ahora entre los más elevados del mundo. Los temas tratados son además complejos y abarcan desde la financiación de la adaptación al cambio climático de las naciones pobres a los sistemas de verificación de emisiones, pasando por los créditos de carbono. Todos esos temas ofrecen mil oportunidades para darle largas a las discusiones o para tratar lisa y llanamente de bloquearlas. Cuando se firmó el Protocolo de Kioto, en 1997, las perspectivas de consenso eran alentadoras. Pero pocos podían suponer que la cuestión del cambio climático se volviera tan urgente y que países como China, India y Brasil figurarían tan rápidamente entre los mayores emisores de gas carbónico del planeta. Otra cuestión que quedó en evidencia es el conflicto que puede plantearse para los líderes del planeta entre la defensa de los intereses globales y de sus intereses nacionales. El presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Rajendra Pachauri, había afirmado que la cumbre de Copenhague sería un “test importante” para saber si las naciones son capaces de unirse ante una amenaza común. Alden Meyer, director de la ONG estadounidense Union of Concerned Scientists (unión de científicos comprometidos), afirmó que el fracaso de Copenhague “demuestra la fragilidad del sistema multilateral” para dar respuestas con la celeridad requerida por el cambio climático. Pero, agregaba Meyer, la clave reside en la falta de dinamismo político. En la primera Guerra del Golfo, en 1990, recuerda Meyer, Estados Unidos consiguió formar una amplia coalición de países “fuertemente interesados” en expulsar de Kuwait a las tropas del presidente iraquí Sadam Husein, que habían invadido el emirato.

Con el clima no se juega


Este articulo fue escrito por Raúl Montenegro, biólogo argentino y Premio Nobel Alternativo en el año 2004, por su defensa del medio ambiente. Y publicado como uno de los primeros articulos en el viejo blog. Mucho ha pasado desde entonces. El propio gobierno Argentino en aquel tiempo, como ahora, lo ignoró. Eran tiempos donde todavia existia el Ministerio de Salud y Medio Ambiente, y el ministro Ginez Gonzalez Garcia. El subsecretario de medio ambiente por entonces era Alberto Sabino, quien habia manejado el “Cinturón Ecológico de Buenos Aires”. Hubo denuncias, hubo corrupción, pero ninguna causa se movió, y los propios medios de comunicación hasta hoy ignoran a uno de los cientificos, no solo brillante, sino también luchador, y que ganó un Premio Nobel. Solo recuerdo una pequeña mención en el Diario Clarin (el mismo que el gobierno actual dice que miente), donde se pudo leer que le habian otorgado un Premio Nobel. Como es de esperar, tuvo más prensa el propio Al Gore, con su “Verdad Incomoda”, quién luego se presentaria como un defensor del medio ambiente, cuando su propio pais no habia firmado, siendo el Vicepresidente de los Estados Unidos, los protocolos de Kyoto. 
Fueron Katrina y un Tsunami quienes llamaria la atención del mundo sobre lo que el mundo industrializado estaba provocando al medio ambiente. Desafortunadamente, el articulo sigue vigente. Argentina, el granero del mundo, vive hoy una sequia que abarca el 80% de su “pampa húmeda”, mientras en el Norte, inundaciones por rios desbordados siguen llevandose, periódicamente,  por encima a ciudades, alguna vez importantes, como Orán. 

Por Raúl A. Montenegro (1). 
Artículo aparecido en forma parcial en el diario La Voz del Interior el 2 de octubre de 2005, página 2 F (Sección Temas).
Todos los seres humanos vivimos en un planeta increíblemente bello y de color azul que sobrevive en un sistema Solar inhóspito y feroz. Aunque la Nasa envíe artefactos al espacio y unas pocas personas hayan podido vivir en incómodas estaciones orbitales, el 99,99% de la población y sus descendientes solo tenemos la opción de seguir viviendo en la Tierra. Haber llamado Homo sapiens a nuestra especie (“el que sabe”) muestra el involuntario sentido del humor que tuvo Linneo (2). Desde hace unos 60.000 años, que es nuestra edad aproximada como especie, nos empeñamos en vivir, y desde hace unos 10.000 en dejar huellas profundas. El planeta ya sufrió 5 grandes espasmos de extinción masiva en que la vida, tenaz, volvió a recomponerse. Por primera vez un espasmo, el sexto, no es producto de los meteoritos sino de nosotros mismos. No sabemos vivir con la naturaleza porque nuestro sofisticado experimento cerebral, neocorteza incluida, tampoco sirve demasiado para que vivamos en grupos solidarios. Cada bombardeo que decide George Bush, cada auto-bomba que estalla en Bagdad, cada derrame de petróleo, cada desmonte y cada luz encendida inútilmente en un hogar son muestra de la misma incapacidad. Tenemos sin embargo la posibilidad de cambiar, y de ser coherentes con el nombre en latín de nuestra especie. Pero lo que se acorta, y drásticamente, es el tiempo y las posibilidades ecológicas de hacerlo.
Está claro que las advertencias de expertos y ecologistas mueven muy poco a los políticos, y que la sociedad está demasiado ocupada en sobrevivir, ya sea por tener casi nada (pobreza), o demasiado (riqueza). Los humedales del sur de Nueva Orleáns en Estados Unidos podían reducir la energía de las grandes tormentas que venían del océano. En los últimos años los negocios inmobiliarios y la falta de planificación destruyeron un promedio de 100 kilómetros cuadrados de humedal por año. Por otra parte los diques, que mantenían artificialmente a la ciudad bajo el nivel de aguas acumuladas, redujeron drásticamente los aportes de sedimentos al delta del río Mississippi. En 1998 agencias federales y del estado, incluida la EPA, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, propusieron el Plan Coast 2050 “para recuperar los humedales de Louisiana” a un costo de 14 mil millones de dólares. Pero el plan nunca se implementó. Los funcionarios también sabían que los estudios realizados por Ivor van Heerden, un experto en huracanes de la Universidad Estatal de Louisiana, incluían un relevamiento social donde el 21,4% de la población de Nueva Orleáns declaró que ante la inminencia de un huracán no dejarían sus hogares aunque los obligasen a hacerlo. Al resto lo conoció el mundo entero. Katrina, los diques y la estupidez gubernamental se combinaron con matemática precisión. Irónicamente, mientras George Bush seguía descalificando el Protocolo de Kyoto un alto funcionario del Pentágono le encargaba a la consultora Global Business Network que definiera en un informe el peor escenario mundial ante un cambio climático abrupto.    
Geográficamente Argentina está lejos de Nueva Orleáns y de Bangladesh, pero vive el mismo cambio climático, y tiene sus propios riesgos. Lo primero y más importante es es asumirlos. En los últimos 100 años la temperatura terrestre aumentó 0,6 °C, y el nivel de los océanos creció, entre 1993 y 2005, a razón de 3 milímetros por año. En los próximos 100 años la temperatura podría aumentar de 1,4 a 5,8 grados centígrados. Los mayores aumentos se registrarán a mayores latitudes y alturas, por lo cual Argentina se ubica en zona crítica. La temperatura media de la Tierra para el 2004 fue de 14,6 °C, mientras que entre 1880 y 1900 las medias anuales estuvieron entre 14,0 y 13,4 °C. La principal causa es el aumento de dióxido de carbono, cuya concentración en la atmósfera subió, desde 1750, en un 31%, y continúa haciéndolo a una tasa del 0,4% anual. El Protocolo de Kyoto y su maquinaria de incentivos comerciales se acordó precisamente para reducir la descarga de seis gases de invernadero, entre ellos dióxido de carbono y metano. Pero sus mecanismos son sensibles a la corrupción administrativa, y tienen demasiados intermediarios que harán sin dudas muy buenos negocios.  
Aunque los huracanes no se forman en Córdoba, son una poderosa voz de alerta sobre los efectos del cambio climático, y de la mala preparación social y gubernamental para enfrentarlos. Internacionalmente se los clasifica siguiendo la escala de Suffir-Simpson, de 1 (el menor) a 5 (el mayor). En la gran cuenca del caribe su principal motor es la temperatura superficial del agua (TSS), que pasa a ser crítica desde los 26 °C. Kerry Emanuel, del MIT, estima que cada 2 grados de aumento de esa temperatura incrementan la velocidad del viento en un 10%. La evolución de los huracanes en los últimos 35 años fue estudiada por P. Webster y sus colegas, del Instituto de Tecnología de Georgia y del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (Estados Unidos). Comparando los períodos 1975-1989 con 1990-2004 observaron que su número creció de 38 huracanes a 49 en el Pacífico occidental, de 85 a 116 en el Pacífico oriental, de 16 a 25 en el Atlántico norte, de 10 a 22 en el Pacífico sudoeste, de 1 a 7 en el Índico norte y de 23 a 50 en el Índico sur. Aunque algunos autores son más cautos, la mayoría de los investigadores advierte que los huracanes se están haciendo más frecuentes y más intensos e incluso más prolongados. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos predijo para el 2005 unas 18 a 21 tormentas tropicales y 9 a 11 huracanes (de los cuales 5 a 7 con nivel 3 o mayor). Al 15 de septiembre, faltando más de dos meses y medio para la finalización del período de huracanes, ya se habían registrado 15 tormentas tropicales y 7 huracanes, tres de ellos con categoría 3 o mayor (Dennis, Emily y Katrina). 
Los llamados de atención están, y los estudios también. Más de 100 millones de personas en todo el mundo serían afectadas por la suba del nivel del los mares, y la mayoría sufre a distinta escala los cambios climáticos actuales. Aparentemente estamos en un período interglaciar cálido que ya lleva unos 10.000 años de duración. Es muy posible que el próximo período sea frío, y que el cambio climático haga aumentar, según los lugares, las lluvias y las sequías, o haga subir y descender las temperaturas regionales. Lo más previsible, sin embargo, es la irregularidad. Lo que habitualmente no se analiza es que los efectos son más desastrosos cuando los ambientes naturales están destruidos y modificados, y cuando se asientan personas en lugares de alto riesgo. Argentina es un muestrario de lo que lo que no debe hacerse, con tragedias ya ocurridas, como las inundaciones de Santa Fé y San Carlos Minas, y tragedias en suspenso. Resistencia en Chaco, por ejemplo, es una potencial Nueva Orleáns ante crecidas excepcionales de los ríos Paraná y Negro. Al cambio climático ya disparado no lo podemos detener mágicamente, pero sí podemos estar mejor preparados. La primera y más urgente medida es frenar todo tipo de desmonte y destrucción de ambientes nativo. Cada hectárea que se destruye reduce nuestra resistencia al cambio climático, y cuesta la vida de cientos de personas en el futuro. La soja, que salvó la economía post 2001, puede ser la peor inversión ambiental del siglo XXI. Lo segundo es ordenar el territorio para que en caso de inundación o sequía los impactos sociales se minimicen. Lo tercero es asumirnos como responsables, no solamente como afectados. Nuestro estilo de vida con desigualdades sociales y despilfarro es el mejor prólogo para desastres de todo tipo. Cuarto, debe reducirse la descarga de gases de invernadero e implementarse con transparencia el Protocolo de Kyoto (se advertirá que lo pusimos en cuarto lugar). Si todos trabajamos para que estas cuatro acciones se vuelvan realidades posiblemente no bajemos espectacularmente la temperatura del planeta. Pero estaremos mejor preparados para resistir los cambios que seguramente vendrán. No olvidemos, eso sí, que palabras muy parecidas fueron dichas por muchos especialistas antes de que Katrina y los diques rotos destruyeran Nueva Orleáns. Definitivamente, con el clima no se juega.
(1) Biólogo, presidente de FUNAM y Premio Nóbel Alternativo 2004.
(2) El sueco Carolus Linnaeus (1707-1778) desarrolló el sistema de clasificación de los seres vivos que todavía utilizamos.

Este material puede ser reproducido, citando el autor y la fuente. Se ruega remitir una copia de lo publicado a funam@funam.org.ar

QUIEN CONTROLA LAS SEMILLAS, CONTROLA LA COMIDA Y LA VIDA


Fuente: ATTAC

” Entrevista
Darío Aranda
–¿Cómo define a Monsanto?

–Monsanto es una Empresa Delincuente. Lo digo porque hay pruebas concretas de ello. Fue muchas veces condenada por sus actividades industriales, por ejemplo el caso de los PCB, producto que ahora está prohibido, pero sigue contaminando el planeta. Durante 50 años el PCB estuvo en los Transformadores de Energía. Y Monsanto, que fue condenada por eso, sabía que eran productos muy tóxicos, pero escondió información y nunca dijo nada. Y es la misma historia con otros 2 Herbicidas producidos por Monsanto, que formaron el cóctel llamado “Agente Naranja” utilizado en la Guerra de Vietnam, y también sabía que era muy tóxico e hizo lo mismo. Es más, manipuló estudios para esconder la relación entre las dioxinas y el cáncer. Es una práctica recurrente en Monsanto. Muchos dicen que esto es el pasado, pero no es así, es una forma de obtener ganancias que aún hoy está vigente. La Empresa nunca aceptó su pasado ni aceptó responsabilidades. Siempre trató de negar todo. Es una línea de conducta. Y hoy sucede lo mismo con los Transgénicos y el Roundup.

–¿Cuáles son las prácticas comunes de Monsanto en el orden global?

–Tiene prácticas comunes en todos los Países donde actúa. Monsanto esconde datos sobre sus Productos, pero no sólo eso, también miente y falsea estudios sobre sus Productos. Otra particularidad que se repite en Monsanto es que cada vez que Científicos Independientes tratan de hacer su trabajo a fondo con los Transgénicos, tienen presiones o pierden sus trabajos. Eso también sucede en los Organismos de Estados Unidos como son la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) o EPA (Agencia de Protección Ambiental). Monsanto también es sinónimo de Corrupción. Dos ejemplos claros y probados son el intento de Soborno en Canadá, que originó una Sesión Especial del Senado Canadiense, cuando se trataba la aprobación de la Hormona de Crecimiento Lechera. Y el otro caso es en Indonesia, donde Monsanto fue condenada porque corrompió a 100 Altos Funcionarios para poner en el mercado su Algodón Transgénico. No dudamos que hay más casos de Corrupción donde Monsanto es quien corrompe.

–Ud. también afirma que la modalidad de “puertas giratorias” es una práctica habitual.

–Sin duda. En la historia de Monsanto siempre está presente lo que en Estados Unidos se llama “la puerta giratoria”. Un ejemplo claro: el texto de reglamentación que regula los Transgénicos en Estados Unidos fue publicado en 1992 por la FDA, la Agencia Norteamericana encargada de la seguridad de alimentos y medicamentos. La cual se supone es muy seria, al menos siempre yo pensaba eso, hasta antes de este trabajo. Cuando decían que un producto había sido aprobado por la FDA pensaba que era seguro. Ahora sé que no es así. En el ’92, el texto de la FDA fue redactado por Michael Taylor, abogado de Monsanto que ingresó a la FDA para hacer ese texto y luego fue Vicepresidente de Monsanto. Un ejemplo muy claro de “puerta giratoria”. Hay muchos ejemplos, en todo el mundo.

–Monsanto fabricó el Agente Naranja, PCB y glifosato. Y tiene condenas por publicidad engañosa. ¿Por qué tiene tan buena prensa?
–Por falta de trabajo serio de los Periodistas y la Complicidad de los Políticos. En todo el mundo es igual.
–¿Por qué Monsanto no habla?
–¿Has probado llamarlos?
–Sí, pero no aceptaron preguntas.
–También es lo mismo en todo el mundo. Ante cualquier periodista crítico, Monsanto tiene una sola política: “No comments” (sin comentarios).

–¿Qué significa Monsanto en el mercado mundial de alimentos?

–La meta de Monsanto es controlar la Cadena Alimentaria. Los Transgénicos son un medio para esa meta. Y las patentes una forma de lograrlo. La primera etapa de la “revolución verde” ya quedó atrás, fue la de plantas de alto rendimiento con utilización de pesticidas y la contaminación ambiental. Ahora estamos en la 2ª etapa de esa “revolución”, donde la clave es hacer valer las patentes sobre los alimentos. Esto no tiene nada que ver con la idea de alimentar al mundo, como se publicitó en su momento. El único fin es aumentar las ganancias de las grandes Corporaciones. Monsanto gana en todo. Te vende el paquete tecnológico completo, semillas patentadas y el herbicida obligatorio para esa semilla. Monsanto te hace firmar un contrato por el cual te prohíbe conservar semillas y te obliga a comprar Roundup, no se puede utilizar un glifosato genérico. En este modelo Monsanto gana en todo, y es todo lo contrario de la Seguridad Alimentaria. De paso, recordemos, que la soja transgénica que se cultiva aquí no es para alimentar a los argentinos, es para alimentar a los puercos europeos. Y qué pasará en Argentina cuando las carnes de Europa deban etiquetarse con que fueron alimentadas con soja transgénica. Se dejará de comprar carnes de ese tipo y Argentina también recibirá el golpe, porque le bajará la demanda de soja.

–Estuvo en Argentina, Brasil y Paraguay. ¿Qué particularidades encontró en la Región?

–Hay que recordar que Monsanto entró aquí gracias al Gobierno de Carlos Menem, que permitió que la Soja Transgénica entrara sin ningún estudio. Fue el 1er País de América Latina. Luego desde Argentina se organizó un Contrabando de Semillas Transgénicas, de grandes Productores, hacia Paraguay y Brasil, que se vieron obligados a legalizarlo porque eran Cultivos que luego se Exportaban. Y luego llegó Monsanto a reclamar sus regalías. Fue increíble cómo se expandió la Soja Transgénica en la Región, y en tan pocos años. Es un caso único en el mundo

¿POR QUE MARIE-MONIQUE ROBIN? Periodismo y Denuncia
D. A.
Monsanto es la Empresa de Agronegocios más grande del mundo, presente en 46 Países, controla el 20 % del Mercado Mundial de Semillas Transgénicas y es Líder en la venta de Agrotóxicos. En sus 108 años de existencia impulsó el uso del PCB (Elemento Cancerígeno utilizado en Transformadores Eléctricos), fue proveedor en la Guerra de Vietnam del químico “Agente Naranja” (utilizado por las Tropas Estadounidense para arrasar el territorio enemigo) y cuenta con centenares de denuncias por afectar el Ambiente y la Salud de Campesinos e Indígenas. Con su Sede Central en Estados Unidos, fue fundada en el 1901 por John Francis Queeny, Empleado de la Industria farmacéutica que tomó el nombre de su esposa (Olga Méndez Monsanto) y creó una Pequeña Empresa, pero de rápido crecimiento: en la década del ’20 ya había convertido a la Compañía en una de las principales Químicas del País. En 1976 comenzó su escalada mundial, cuando fue autorizada a comercializar el Agrotóxico –a base de Glifosato– Roundup, “que pasaría a convertirse en el herbicida más vendido del mundo”, se ufana la publicidad corporativa. En 1981 la compañía se estableció como Líder en Investigación Biotecnología, pero recién en la década del ’90 fue aprobada una decena de sus Productos modificados genéticamente, entre ellos la “Soja RR (Roundup Ready)”. Marie-Monique Robin es Periodista y Documentalista. En 2004 realizó un Documental en el que explica de qué manera los Militares Franceses influyeron en sus pares Argentinos durante la Dictadura Militar (Escuadrones de la Muerte: La Escuela Francesa). Y en 2005 realizó un trabajo específico sobre el Monocultivo (Argentina, la Soja del Hambre). Fue su 1er acercamiento a las Multinacionales del Sector y, luego de 3 años de investigar el rol global de las Empresas, escribió El mundo según Monsanto –un libro de 528 páginas que se acaba de presentar en Argentina–, donde explicita basándose en pruebas el accionar silenciado de Monsanto, la empresa pilar del actual Modelo de Agronegocios.

QUIEN CONTROLA LAS SEMILLAS, CONTROLA LA COMIDA Y LA VIDA


Fuente: ATTAC

” Entrevista
Darío Aranda
–¿Cómo define a Monsanto?

–Monsanto es una Empresa Delincuente. Lo digo porque hay pruebas concretas de ello. Fue muchas veces condenada por sus actividades industriales, por ejemplo el caso de los PCB, producto que ahora está prohibido, pero sigue contaminando el planeta. Durante 50 años el PCB estuvo en los Transformadores de Energía. Y Monsanto, que fue condenada por eso, sabía que eran productos muy tóxicos, pero escondió información y nunca dijo nada. Y es la misma historia con otros 2 Herbicidas producidos por Monsanto, que formaron el cóctel llamado “Agente Naranja” utilizado en la Guerra de Vietnam, y también sabía que era muy tóxico e hizo lo mismo. Es más, manipuló estudios para esconder la relación entre las dioxinas y el cáncer. Es una práctica recurrente en Monsanto. Muchos dicen que esto es el pasado, pero no es así, es una forma de obtener ganancias que aún hoy está vigente. La Empresa nunca aceptó su pasado ni aceptó responsabilidades. Siempre trató de negar todo. Es una línea de conducta. Y hoy sucede lo mismo con los Transgénicos y el Roundup.

–¿Cuáles son las prácticas comunes de Monsanto en el orden global?

–Tiene prácticas comunes en todos los Países donde actúa. Monsanto esconde datos sobre sus Productos, pero no sólo eso, también miente y falsea estudios sobre sus Productos. Otra particularidad que se repite en Monsanto es que cada vez que Científicos Independientes tratan de hacer su trabajo a fondo con los Transgénicos, tienen presiones o pierden sus trabajos. Eso también sucede en los Organismos de Estados Unidos como son la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) o EPA (Agencia de Protección Ambiental). Monsanto también es sinónimo de Corrupción. Dos ejemplos claros y probados son el intento de Soborno en Canadá, que originó una Sesión Especial del Senado Canadiense, cuando se trataba la aprobación de la Hormona de Crecimiento Lechera. Y el otro caso es en Indonesia, donde Monsanto fue condenada porque corrompió a 100 Altos Funcionarios para poner en el mercado su Algodón Transgénico. No dudamos que hay más casos de Corrupción donde Monsanto es quien corrompe.

–Ud. también afirma que la modalidad de “puertas giratorias” es una práctica habitual.

–Sin duda. En la historia de Monsanto siempre está presente lo que en Estados Unidos se llama “la puerta giratoria”. Un ejemplo claro: el texto de reglamentación que regula los Transgénicos en Estados Unidos fue publicado en 1992 por la FDA, la Agencia Norteamericana encargada de la seguridad de alimentos y medicamentos. La cual se supone es muy seria, al menos siempre yo pensaba eso, hasta antes de este trabajo. Cuando decían que un producto había sido aprobado por la FDA pensaba que era seguro. Ahora sé que no es así. En el ’92, el texto de la FDA fue redactado por Michael Taylor, abogado de Monsanto que ingresó a la FDA para hacer ese texto y luego fue Vicepresidente de Monsanto. Un ejemplo muy claro de “puerta giratoria”. Hay muchos ejemplos, en todo el mundo.

–Monsanto fabricó el Agente Naranja, PCB y glifosato. Y tiene condenas por publicidad engañosa. ¿Por qué tiene tan buena prensa?
–Por falta de trabajo serio de los Periodistas y la Complicidad de los Políticos. En todo el mundo es igual.
–¿Por qué Monsanto no habla?
–¿Has probado llamarlos?
–Sí, pero no aceptaron preguntas.
–También es lo mismo en todo el mundo. Ante cualquier periodista crítico, Monsanto tiene una sola política: “No comments” (sin comentarios).

–¿Qué significa Monsanto en el mercado mundial de alimentos?

–La meta de Monsanto es controlar la Cadena Alimentaria. Los Transgénicos son un medio para esa meta. Y las patentes una forma de lograrlo. La primera etapa de la “revolución verde” ya quedó atrás, fue la de plantas de alto rendimiento con utilización de pesticidas y la contaminación ambiental. Ahora estamos en la 2ª etapa de esa “revolución”, donde la clave es hacer valer las patentes sobre los alimentos. Esto no tiene nada que ver con la idea de alimentar al mundo, como se publicitó en su momento. El único fin es aumentar las ganancias de las grandes Corporaciones. Monsanto gana en todo. Te vende el paquete tecnológico completo, semillas patentadas y el herbicida obligatorio para esa semilla. Monsanto te hace firmar un contrato por el cual te prohíbe conservar semillas y te obliga a comprar Roundup, no se puede utilizar un glifosato genérico. En este modelo Monsanto gana en todo, y es todo lo contrario de la Seguridad Alimentaria. De paso, recordemos, que la soja transgénica que se cultiva aquí no es para alimentar a los argentinos, es para alimentar a los puercos europeos. Y qué pasará en Argentina cuando las carnes de Europa deban etiquetarse con que fueron alimentadas con soja transgénica. Se dejará de comprar carnes de ese tipo y Argentina también recibirá el golpe, porque le bajará la demanda de soja.

–Estuvo en Argentina, Brasil y Paraguay. ¿Qué particularidades encontró en la Región?

–Hay que recordar que Monsanto entró aquí gracias al Gobierno de Carlos Menem, que permitió que la Soja Transgénica entrara sin ningún estudio. Fue el 1er País de América Latina. Luego desde Argentina se organizó un Contrabando de Semillas Transgénicas, de grandes Productores, hacia Paraguay y Brasil, que se vieron obligados a legalizarlo porque eran Cultivos que luego se Exportaban. Y luego llegó Monsanto a reclamar sus regalías. Fue increíble cómo se expandió la Soja Transgénica en la Región, y en tan pocos años. Es un caso único en el mundo

¿POR QUE MARIE-MONIQUE ROBIN? Periodismo y Denuncia
D. A.
Monsanto es la Empresa de Agronegocios más grande del mundo, presente en 46 Países, controla el 20 % del Mercado Mundial de Semillas Transgénicas y es Líder en la venta de Agrotóxicos. En sus 108 años de existencia impulsó el uso del PCB (Elemento Cancerígeno utilizado en Transformadores Eléctricos), fue proveedor en la Guerra de Vietnam del químico “Agente Naranja” (utilizado por las Tropas Estadounidense para arrasar el territorio enemigo) y cuenta con centenares de denuncias por afectar el Ambiente y la Salud de Campesinos e Indígenas. Con su Sede Central en Estados Unidos, fue fundada en el 1901 por John Francis Queeny, Empleado de la Industria farmacéutica que tomó el nombre de su esposa (Olga Méndez Monsanto) y creó una Pequeña Empresa, pero de rápido crecimiento: en la década del ’20 ya había convertido a la Compañía en una de las principales Químicas del País. En 1976 comenzó su escalada mundial, cuando fue autorizada a comercializar el Agrotóxico –a base de Glifosato– Roundup, “que pasaría a convertirse en el herbicida más vendido del mundo”, se ufana la publicidad corporativa. En 1981 la compañía se estableció como Líder en Investigación Biotecnología, pero recién en la década del ’90 fue aprobada una decena de sus Productos modificados genéticamente, entre ellos la “Soja RR (Roundup Ready)”. Marie-Monique Robin es Periodista y Documentalista. En 2004 realizó un Documental en el que explica de qué manera los Militares Franceses influyeron en sus pares Argentinos durante la Dictadura Militar (Escuadrones de la Muerte: La Escuela Francesa). Y en 2005 realizó un trabajo específico sobre el Monocultivo (Argentina, la Soja del Hambre). Fue su 1er acercamiento a las Multinacionales del Sector y, luego de 3 años de investigar el rol global de las Empresas, escribió El mundo según Monsanto –un libro de 528 páginas que se acaba de presentar en Argentina–, donde explicita basándose en pruebas el accionar silenciado de Monsanto, la empresa pilar del actual Modelo de Agronegocios.

Insecticidas peor que los insectos


En algunas actividades la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas.

La necesidad de controlar las plagas urbanas es obvia y creemos que no necesita de fundamentación especial. Baste recordar que la falta de higiene y la ausencia de control de ratas en las ciudades medievales desencadenaron la epidemia de peste bubónica que mató a la tercera parte de la población europea. O que las cucarachas son vectores en la expansión del cólera, para concluir que es necesario activar dicho control. No hay dudas sobre su urgencia, la única discusión posible es sobre la mejor manera de hacerlo.

Tenemos que recordar que un plaguicida es un contaminante obligado. Es decir, que en otras actividades, la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas, a pesar de lo que diga la publicidad orientada por intereses sectoriales. Sin embargo, habitualmente se maneja entre nosotros la ficción de que los insecticidas no dañan a los seres humanos y no se adoptan las necesarias prevenciones para evitar esos daños.

Se afirma, por ejemplo, que la mayor parte de los plaguicidas de uso en sanidad ambiental no implican serios peligros para la salud humana. Sin embargo, los plaguicidas suelen ser muy volátiles e intoxican también por inhalación. Esto hace que la frecuencia de daños a la salud humana sea elevada, y también requieren un mayor cuidado que con otras sustancias, cuyo nivel de toxicidad en las tablas parece semejante.

Hoy personas sin ningún conocimiento de los riesgos toxicológicos de las sustancias que aplican se meten en nuestras casas y fumigan nuestra cocina, casi siempre con productos cancerígenos que están prohibidos en sus países de origen. Esas personas dejan residuos tóxicos en la vajilla que usamos todos los días, en las latas de alimentos del supermercado, en los depósitos de harina de la panadería del barrio, o en los juguetes exhibidos en los comercios a la espera de que los llevemos para nuestros hijos. Todo esto configura un riesgo aún mayor del que se intenta prevenir con la fumigación.

Es tiempo de pensar en retirar del mercado un plaguicida de alta toxicidad sobre los seres humanos y demás animales de sangre caliente, que no debe ser utilizado como insecticida para usos domiciliarios. Se trata del DDVP, conocido como Vapona, y cuyo nombre químico es 2,2-Diclorovinil dimetil fosfato [1]. Alguna vez fue publicitado con la consigna singularmente profética: “Shelltox con Vapona no perdona”.

Dicho producto tiene un riesgo toxicológico elevado y es el responsable de la mayor parte de los accidentes que ocurren con plaguicidas en las áreas urbanas. Su toxicidad es mucho más elevada que la de los demás plaguicidas utilizados y se aproxima a la de aquellos de uso rural (es decir, que sólo se emplean a campo abierto).

Su empleo habitual es un buen ejemplo de la necesidad de que el Estado regule estrictamente el uso de sustancias tóxicas. En efecto, para la eliminación de las cucarachas, por ejemplo, basta con emplear plaguicidas de más baja toxicidad como son los piretroides (como la decametrina, por ejemplo). Sin embargo, el uso de piretroides afecta los hábitos de las cucarachas y éstas se desplazan a la luz y se hacen ver durante varias horas antes de morir por efectos del plaguicida.

Desde el punto de vista comercial, un local en el cual el público puede ver los insectos que habitualmente están ocultos tendrá dificultades con su clientela. Lo más lógico y más seguro sería cerrar el local hasta que las cucarachas acabaran de morir y hasta que el plaguicida perdiera su efecto tóxico sobre los seres humanos. En vez de esto, se agrega un plagicida más tóxico (el DDVP o Vapona), que asegura la muerte de los insectos en el momento de la fumigación. El comerciante mantiene su local abierto (no pierde uno o dos días de ventas), pero expone a su personal y a su clientela a los efectos de una sustancia tóxica que otros países han rechazado para estos usos.

Tenemos que destacar que las normas y especificaciones técnicas de los Estados Unidos establecen que los sitios fumigados con este producto permanecen peligrosos para los seres humanos por lo menos durante 24 horas. De modo que utilizarlo para facilitar un empleo inmediato de las instalaciones es una grave irresponsabilidad y, eventualmente, un acto criminal [2].

En febrero de 1988, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) inició la revisión de las autorizaciones para el uso de este plaguicida, las que quedaron completadas en marzo de 1992. Este producto provoca riesgos de cáncer y posee márgenes de seguridad inadecuados en la inhibición de la colinesterasa. Los productos que lo contienen deben llevar el rótulo “Peligro – Veneno”.

El DDVP o Vapona es un insecticida de la clase de los organofosforados. Esto significa que es de los de más alta toxicidad. Un insecticida de esta clase, el Parathion está prohibido en Argentina y en la mayor parte del mundo para cualquier uso.

El DDVP o Vapona es altamente tóxico por inhalación, absorción dérmica y por ingestión. Como es un producto volátil, la inhalación es la ruta de exposición más frecuente. Comparando con el envenenamiento producido por otros plaguicidas, la intoxicación con este producto provoca síntomas que aparecen con mayor rapidez, y asimismo, la recuperación de los afectados ocurre en menos tiempo. Esto se debe a que es rápidamente metabolizado y eliminado del cuerpo humano. Las personas con capacidad pulmonar reducida, antecedentes de convulsiones o reciente exposición a inhibidores de la colinesterasa tienen el mayor riesgo ante la exposición a esta sustancia.

Es altamente tóxico por todas las rutas de exposición. Cuando se lo inhala, sus primeros efectos son habitualmente respiratorios y pueden incluir ahogos, tos, exceso de fluido en los bronquios, etc. El contacto con esta sustancia puede causar contracciones musculares involuntarias. El contacto con los ojos causa contracción de las pupilas, visión borrosa, etc. A partir de la exposición por una vía cualquiera, pueden aparecer otros efectos sistémicos a los pocos minutos o a las 12 horas. Pueden incluir náuseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea, visión borrosa, contracción o dilatación de las pupilas, salivación, confusión mental, etc. Una intoxicación severa afectará el sistema nervioso central, produciendo incoordinación, baja en los reflejos, fatiga, contracciones musculares involuntarias, temblores, y, eventualmente parálisis en las extremidades y en los músculos respiratorios. En casos graves puede ocurrir defecación involuntaria, psicosis, pérdida del conocimiento, convulsiones y coma. Puede causar la muerte por paro cardíaco o respiratorio.

Estos síntomas pueden aparecer hasta 4 semanas después de una exposición aguda, por lo cual es difícil que los intoxicados asocien los síntomas con la contaminación que los provoca.

La exposición prolongada causa los mismos efectos que una intoxicación aguda. Los trabajadores sometidos a una exposición repetida de esta sustancia tienen síntomas tales como pérdida de memoria y concentración, desorientación, depresiones severas, irritabilidad, confusión, pesadillas, sonambulismo e insomnio.

Esta sustancia ha sido clasificada como carcinógeno por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) debido a los resultados de tests en ratas de laboratorio. Se notó en ejemplares de laboratorio un significativo incremento de casos de leucemia y también de tumores benignos en páncreas y glándulas mamarias.

También afecta el sistema nervioso a través de la inhibición de la colinesterasa, una enzima requerida para el funcionamiento del mismo [3].

Con respecto a este producto, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos lo ha prohibido, entre otros, para los siguientes usos, en una solicitud fechada el 28 de septiembre de 1995:

· Todos los usos en domicilios.

· Fumigación de plantas de tabaco.

· Jardines, campos hípicos, áreas comerciales, institucionales, industriales, aviones, camiones, barcos, vagones ferroviarios, etc.

· Embalajes de productos no perecederos [4].

En cuanto a la toxicidad de esta sustancia, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha estimado una dosis letal oral (DL 50) en roedores de 50 miligramos por kilo. Es decir, que basta la ingestión de 50 miligramos por cada kilo de peso del animal para matar la mitad de una población de roedores en 24 horas. O sea, la ingestión de 3.500 miligramos (es decir, apenas tres gramos y medio) es suficiente para matar a una persona de 70 kilos.

Para dar un término de comparación con otros productos también de uso habitual entre nosotros, la permetrina, se requieren 4.000 miligramos por kilo de peso para matar un roedor en laboratorio. Esto significa que se requiere la ingestión de 280.000 miligramos (es decir, 280 gramos) para matar a una persona de 70 kilos [5].

Un estudio de la Universidad de Texas destaca que algunos pesticidas usados hasta hace poco tiempo en los hogares son especialmente peligrosos para los niños, como el DDVP (Vapona). Explican que el DDVP sublima directamente de la fase sólida a la de vapor y que posteriormente recristaliza dejando depósitos tóxicos en pisos, paredes o muebles. “En 1988 –agregan- estudios de largo plazo mostraron que el DDVP causa daños en hígado y provoca tumores. EPA suspendió todos sus usos domiciliarios en 1989, aunque todavía hay casas que lo usan”. Estos datos creemos que son suficientes para prohibir los usos domiciliarios de esta sustancia.

Agregamos que la manipulación de sustancias tóxicas en viviendas habitadas significa un doble riesgo y que esta tarea sólo puede estar a cargo de personal calificado para ella. Sin embargo, lo habitual es que estas sustancias sean manejadas por personal de muy baja calificación, con los consiguientes riesgos de accidentes e intoxicaciones, tanto para dicho personal como para la gente que allí habita y confía en las empresas de fumigación.

Es sugestivo que se ponga en riesgo la salud y la vida de tantas personas para lograr un objetivo tan pequeño como lo es el conseguir que las cucarachas elijan la oscuridad para morirse. http://www.ecoportal.net

Notas:

[1] Comercializado en diversos países bajo los nombres: Apavap, Benfos, Cekusan, Cypona, Derriban, Derribante Devikol, Diclorvos, Didivane, Doom, Duo-Kill, Duravos, Elastrel, Fly-Die, Fly-Fighter, Herkol, Marvex, Nogos, No-Pest, Nuvan, Prentox, Vaponite, Vapona, Verdican, Verdipor, Verdisol, etc.

[2] Prof. Bastiaan M. Drees: “Insecto, ácaro y productos relacionados con la supresión del parásito”, Servicio de Extensión Agrícola de Texas: El Sistema Universitario de Texas, Sept. de 1997.

[3] A Pesticide Information Project of Cooperative Extension Offices of Cornell University, Michigan State University, Oregon State University

[4] Program Resources Branch, Field Operations Division (7506C), Office of Pesticide Programs, Environmental Protection Agency, 401 M St., SW., Washington, DC 20460.

[5] “Insecticides and Toxicities”. EPA, USA, 1998.

Fuente: Ecoportal.net – Buenos Aires, Argentina 8/11/2007

Insecticidas peor que los insectos


En algunas actividades la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas.

La necesidad de controlar las plagas urbanas es obvia y creemos que no necesita de fundamentación especial. Baste recordar que la falta de higiene y la ausencia de control de ratas en las ciudades medievales desencadenaron la epidemia de peste bubónica que mató a la tercera parte de la población europea. O que las cucarachas son vectores en la expansión del cólera, para concluir que es necesario activar dicho control. No hay dudas sobre su urgencia, la única discusión posible es sobre la mejor manera de hacerlo.

Tenemos que recordar que un plaguicida es un contaminante obligado. Es decir, que en otras actividades, la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas, a pesar de lo que diga la publicidad orientada por intereses sectoriales. Sin embargo, habitualmente se maneja entre nosotros la ficción de que los insecticidas no dañan a los seres humanos y no se adoptan las necesarias prevenciones para evitar esos daños.

Se afirma, por ejemplo, que la mayor parte de los plaguicidas de uso en sanidad ambiental no implican serios peligros para la salud humana. Sin embargo, los plaguicidas suelen ser muy volátiles e intoxican también por inhalación. Esto hace que la frecuencia de daños a la salud humana sea elevada, y también requieren un mayor cuidado que con otras sustancias, cuyo nivel de toxicidad en las tablas parece semejante.

Hoy personas sin ningún conocimiento de los riesgos toxicológicos de las sustancias que aplican se meten en nuestras casas y fumigan nuestra cocina, casi siempre con productos cancerígenos que están prohibidos en sus países de origen. Esas personas dejan residuos tóxicos en la vajilla que usamos todos los días, en las latas de alimentos del supermercado, en los depósitos de harina de la panadería del barrio, o en los juguetes exhibidos en los comercios a la espera de que los llevemos para nuestros hijos. Todo esto configura un riesgo aún mayor del que se intenta prevenir con la fumigación.

Es tiempo de pensar en retirar del mercado un plaguicida de alta toxicidad sobre los seres humanos y demás animales de sangre caliente, que no debe ser utilizado como insecticida para usos domiciliarios. Se trata del DDVP, conocido como Vapona, y cuyo nombre químico es 2,2-Diclorovinil dimetil fosfato [1]. Alguna vez fue publicitado con la consigna singularmente profética: “Shelltox con Vapona no perdona”.

Dicho producto tiene un riesgo toxicológico elevado y es el responsable de la mayor parte de los accidentes que ocurren con plaguicidas en las áreas urbanas. Su toxicidad es mucho más elevada que la de los demás plaguicidas utilizados y se aproxima a la de aquellos de uso rural (es decir, que sólo se emplean a campo abierto).

Su empleo habitual es un buen ejemplo de la necesidad de que el Estado regule estrictamente el uso de sustancias tóxicas. En efecto, para la eliminación de las cucarachas, por ejemplo, basta con emplear plaguicidas de más baja toxicidad como son los piretroides (como la decametrina, por ejemplo). Sin embargo, el uso de piretroides afecta los hábitos de las cucarachas y éstas se desplazan a la luz y se hacen ver durante varias horas antes de morir por efectos del plaguicida.

Desde el punto de vista comercial, un local en el cual el público puede ver los insectos que habitualmente están ocultos tendrá dificultades con su clientela. Lo más lógico y más seguro sería cerrar el local hasta que las cucarachas acabaran de morir y hasta que el plaguicida perdiera su efecto tóxico sobre los seres humanos. En vez de esto, se agrega un plagicida más tóxico (el DDVP o Vapona), que asegura la muerte de los insectos en el momento de la fumigación. El comerciante mantiene su local abierto (no pierde uno o dos días de ventas), pero expone a su personal y a su clientela a los efectos de una sustancia tóxica que otros países han rechazado para estos usos.

Tenemos que destacar que las normas y especificaciones técnicas de los Estados Unidos establecen que los sitios fumigados con este producto permanecen peligrosos para los seres humanos por lo menos durante 24 horas. De modo que utilizarlo para facilitar un empleo inmediato de las instalaciones es una grave irresponsabilidad y, eventualmente, un acto criminal [2].

En febrero de 1988, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) inició la revisión de las autorizaciones para el uso de este plaguicida, las que quedaron completadas en marzo de 1992. Este producto provoca riesgos de cáncer y posee márgenes de seguridad inadecuados en la inhibición de la colinesterasa. Los productos que lo contienen deben llevar el rótulo “Peligro – Veneno”.

El DDVP o Vapona es un insecticida de la clase de los organofosforados. Esto significa que es de los de más alta toxicidad. Un insecticida de esta clase, el Parathion está prohibido en Argentina y en la mayor parte del mundo para cualquier uso.

El DDVP o Vapona es altamente tóxico por inhalación, absorción dérmica y por ingestión. Como es un producto volátil, la inhalación es la ruta de exposición más frecuente. Comparando con el envenenamiento producido por otros plaguicidas, la intoxicación con este producto provoca síntomas que aparecen con mayor rapidez, y asimismo, la recuperación de los afectados ocurre en menos tiempo. Esto se debe a que es rápidamente metabolizado y eliminado del cuerpo humano. Las personas con capacidad pulmonar reducida, antecedentes de convulsiones o reciente exposición a inhibidores de la colinesterasa tienen el mayor riesgo ante la exposición a esta sustancia.

Es altamente tóxico por todas las rutas de exposición. Cuando se lo inhala, sus primeros efectos son habitualmente respiratorios y pueden incluir ahogos, tos, exceso de fluido en los bronquios, etc. El contacto con esta sustancia puede causar contracciones musculares involuntarias. El contacto con los ojos causa contracción de las pupilas, visión borrosa, etc. A partir de la exposición por una vía cualquiera, pueden aparecer otros efectos sistémicos a los pocos minutos o a las 12 horas. Pueden incluir náuseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea, visión borrosa, contracción o dilatación de las pupilas, salivación, confusión mental, etc. Una intoxicación severa afectará el sistema nervioso central, produciendo incoordinación, baja en los reflejos, fatiga, contracciones musculares involuntarias, temblores, y, eventualmente parálisis en las extremidades y en los músculos respiratorios. En casos graves puede ocurrir defecación involuntaria, psicosis, pérdida del conocimiento, convulsiones y coma. Puede causar la muerte por paro cardíaco o respiratorio.

Estos síntomas pueden aparecer hasta 4 semanas después de una exposición aguda, por lo cual es difícil que los intoxicados asocien los síntomas con la contaminación que los provoca.

La exposición prolongada causa los mismos efectos que una intoxicación aguda. Los trabajadores sometidos a una exposición repetida de esta sustancia tienen síntomas tales como pérdida de memoria y concentración, desorientación, depresiones severas, irritabilidad, confusión, pesadillas, sonambulismo e insomnio.

Esta sustancia ha sido clasificada como carcinógeno por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) debido a los resultados de tests en ratas de laboratorio. Se notó en ejemplares de laboratorio un significativo incremento de casos de leucemia y también de tumores benignos en páncreas y glándulas mamarias.

También afecta el sistema nervioso a través de la inhibición de la colinesterasa, una enzima requerida para el funcionamiento del mismo [3].

Con respecto a este producto, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos lo ha prohibido, entre otros, para los siguientes usos, en una solicitud fechada el 28 de septiembre de 1995:

· Todos los usos en domicilios.

· Fumigación de plantas de tabaco.

· Jardines, campos hípicos, áreas comerciales, institucionales, industriales, aviones, camiones, barcos, vagones ferroviarios, etc.

· Embalajes de productos no perecederos [4].

En cuanto a la toxicidad de esta sustancia, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha estimado una dosis letal oral (DL 50) en roedores de 50 miligramos por kilo. Es decir, que basta la ingestión de 50 miligramos por cada kilo de peso del animal para matar la mitad de una población de roedores en 24 horas. O sea, la ingestión de 3.500 miligramos (es decir, apenas tres gramos y medio) es suficiente para matar a una persona de 70 kilos.

Para dar un término de comparación con otros productos también de uso habitual entre nosotros, la permetrina, se requieren 4.000 miligramos por kilo de peso para matar un roedor en laboratorio. Esto significa que se requiere la ingestión de 280.000 miligramos (es decir, 280 gramos) para matar a una persona de 70 kilos [5].

Un estudio de la Universidad de Texas destaca que algunos pesticidas usados hasta hace poco tiempo en los hogares son especialmente peligrosos para los niños, como el DDVP (Vapona). Explican que el DDVP sublima directamente de la fase sólida a la de vapor y que posteriormente recristaliza dejando depósitos tóxicos en pisos, paredes o muebles. “En 1988 –agregan- estudios de largo plazo mostraron que el DDVP causa daños en hígado y provoca tumores. EPA suspendió todos sus usos domiciliarios en 1989, aunque todavía hay casas que lo usan”. Estos datos creemos que son suficientes para prohibir los usos domiciliarios de esta sustancia.

Agregamos que la manipulación de sustancias tóxicas en viviendas habitadas significa un doble riesgo y que esta tarea sólo puede estar a cargo de personal calificado para ella. Sin embargo, lo habitual es que estas sustancias sean manejadas por personal de muy baja calificación, con los consiguientes riesgos de accidentes e intoxicaciones, tanto para dicho personal como para la gente que allí habita y confía en las empresas de fumigación.

Es sugestivo que se ponga en riesgo la salud y la vida de tantas personas para lograr un objetivo tan pequeño como lo es el conseguir que las cucarachas elijan la oscuridad para morirse. http://www.ecoportal.net

Notas:

[1] Comercializado en diversos países bajo los nombres: Apavap, Benfos, Cekusan, Cypona, Derriban, Derribante Devikol, Diclorvos, Didivane, Doom, Duo-Kill, Duravos, Elastrel, Fly-Die, Fly-Fighter, Herkol, Marvex, Nogos, No-Pest, Nuvan, Prentox, Vaponite, Vapona, Verdican, Verdipor, Verdisol, etc.

[2] Prof. Bastiaan M. Drees: “Insecto, ácaro y productos relacionados con la supresión del parásito”, Servicio de Extensión Agrícola de Texas: El Sistema Universitario de Texas, Sept. de 1997.

[3] A Pesticide Information Project of Cooperative Extension Offices of Cornell University, Michigan State University, Oregon State University

[4] Program Resources Branch, Field Operations Division (7506C), Office of Pesticide Programs, Environmental Protection Agency, 401 M St., SW., Washington, DC 20460.

[5] “Insecticides and Toxicities”. EPA, USA, 1998.

Fuente: Ecoportal.net – Buenos Aires, Argentina 8/11/2007

Habra menos farmacos por la biodiversidad


26 ABR 08 | Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Habrá menos fármacos por la pérdida de la biodiversidad
Según el estudio “Sustaining Life” (Mantener la vida).

Por: Clarín.com

Con la extinción de especies animales y vegetales también desaparecen sustancias vitales para el desarrollo de nuevos medicamentos para humanos. Así lo advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un estudio publicado ayer en Singapur. El director ejecutivo de la organización, Achim Steiner, dijo que “la pérdida de hábitats, la destrucción y debilitamiento de ecosistemas, la contaminación ambiental, la explotación y el cambio climático consumen el capítulo de la naturaleza del planeta, incluyendo el tesoro medicinal, que está oculto en la biodiversidad”.

Según el estudio “Sustaining Life” (Mantener la vida), que incluye aportes de más de 100 autores, algunas claves para la producción de nuevos antibióticos, fármacos para el cáncer o analgésicos podrían ser halladas en el mundo animal.

Como ejemplo dramático, los especialistas mencionan a las ranas del género Rheobatrachus, descubiertas en los 80 en Australia, cuyas hembras albergan a sus crías en el estómago. Las larvas segregan allí una sustancia que evita que sean atacadas por los ácidos y enzimas digestivos. Las primeras investigaciones abrieron la esperanza del desarrollo de un nuevo medicamento contra las úlceras gástricas.

“Los estudios no pudieron ser continuados, porque las dos especies se extinguieron y con ellas se perdieron para siempre secretos de la medicina”, señalaron los editores del informe del PNUMA, Eric Chivian y Aaron Bernstein, investigadores de la Harvard Medical School.

Otros tesoros medicinales que se sabe están “escondidos” en la naturaleza son: un sapo venenoso que produce una sustancia que fortalece la contracción del músculo cardíaco; un escuerzo que secreta una hormona que podría reducir la hipertensión; una sustancia del gingko que puede reducir la pérdida de la memoria, y algunos caracoles que secretan sustancias que evitan la muerte de neuronas en caso de una reducción de la irrigación sanguínea, entre otros ejemplos. Pero muchas de estas especies están en riesgo de extinción.

Dicen los expertos que entre los secretos por revelar gracias al estudio de tritones y salamandras, seguramente hay tratamientos para la degeneración macular, que provoca ceguera, y formas de regeneración de tejidos y órganos perdidos.

Para enfrentar el fenómeno, del 19 al 30 de mayo se celebrará en Bonn, Alemania, la 9ª Conferencia de la ONU de los Estados Firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, con la participación de representantes de 190 países.

Nube de humo en la provincia de Buenos Aires


Informe Epidemiológico

Nube de humo en la Pcia de Buenos Aires

Provincia de Buenos Aires

N°8 Año2008

Fecha de Notificación :

18 de abril 2008

Redacción informe

Dirección de Epidemiología de la Provincia de Bs. As.

A raíz de la presencia de una nube de humo en la región centro norte de la Pcia de Buenos Aires, causada por la quema de pastizales y agravada por condiciones climáticas especiales, y ante el riesgo de salud de la comunidad, la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Pcia de Buenos Aires, comunica recomendaciones a tener en cuenta.

Afectaciones más frecuentes para la salud

Los efectos del humo sobre la salud, dependen de la concentración y duración de la exposición del mismo. Los individuos considerados de mayor riesgo son los pacientes con cardiopatías, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, enfisema o asma: mujeres embarazadas, niños menores de 5 años y los mayores de 65 años.

Síntomas cuando las concentraciones son superiores a las tolerables, los síntomas más comunes en pacientes sanos son: cefaleas, irritación ocular, rinitis, estornudos, rinorrea, vértigo, palidez, palpitaciones, náuseas y somnolencia

 

 

cefaleas, irritación ocular, rinitis, estornudos, rinorrea, vértigo, palidez, palpitaciones, náuseas y somnolencia

Como consecuencia de la nube de humo que afecta a la Pcia. de Buenos Aires, además de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, debido a la quema de pastizales en las islas del Delta, la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Pcia de Bs. As, informa a los referentes de epidemiología, jefes de inmunizaciones, profesionales de la salud y comunidad en general, las siguientes recomendaciones:

  • Fortalecer la información a la población sobre los riesgos a la exposición de humo originado por quema de pastizales.

  • Instaurar acciones para aumentar la capacidad de respuesta a los efectores asistenciales ante el aumento de consultas

  • Reforzar la vigilancia epidemiológica de los síntomas de las enfermedades respiratorias crónicas no transmisibles como asma, bronquitis crónica, enfisema, insuficiencia respiratoria e insuficiencia cardiaca congestiva.

Situación Provincia de Buenos Aires

Acciones llevadas a cabo Provincia de Buenos Aires

Monitoreo activo de consultas por afecciones de vías aéreas superiores y oftalmológicas

Región Sanitaria IV: los hospitales mas afectados corresponden a los municipios de Baradero, Ramallo, San Nicolás y San Pedro, presentando un aumento de las consultas por guardia por problemas respiratorios y oftalmológicos. Los cuatro hospitales están den condiciones de responder a la situación planteada actualmente.

Región Sanitaria V No se registra momentáneamente un aumento de consultas por afecciones respiratorias y oftalmológicas en los hospitales correspondientes a la ruta 8 y Panamericana

Monitoreo calidad de aire y control de humos (OPDS)

La Organización Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) llevó a cabo un monitoreo de calidad de aire Zarate- Campana. Informando que de acuerdo a los resultados obtenidos no se han cuantificado concentraciones de sustancias tóxicas que pongan en riesgo la salud de la población y los estratos ambientales. (17 de abril)

Recomendaciones

  • Intensificar la vigilancia epidemiológica de las consultas por afectación de vías aéreas superiores y reagudización de enfermedades respiratorias crónicas y oftalmológicas
  • Reducir los ejercicios físicos y actividades al aire libre.

· Aumentar la ingestión de líquidos.

· Evitar otros irritantes como el humo de cigarrillo.

  • Disminuir otras fuentes de liberación de monóxido: Quema de hojas, residuos y en lo posible parque automotor.
  • Buscar asistencia médica urgente
  • Evitar circular con vehículos en zonas de riesgo por presencia de humo y/o niebla especialmente de noche, para prevenir accidentes de transito
  • En caso necesario realizar la interconsulta con el Centro Provincial de Referencia en Toxicología TE: 0800 222 9911

Articulo de opinion: Escribe alguien. Medio ambiente.


Cuando escribo esto, Buenos Aires está rodeada desde hace una semana por una densa humareda originada en la quema de pastizales del Delta del Paraná y que ha alterado la vida cotidiana de millones de personas.

La mayor parte de los responsables son propietarios de campos que adoptaron un método drástico para eliminar la vegetación y acelerar su puesta en producción.

El evento ha provocado el cierre de varias rutas, dejó sin operar a tres puertos, dos aeropuertos y la terminal de ómnibus de la Ciudad de Buenos Aires. Ha habido importantes accidentes en las rutas, con varios muertos y heridos.

Es claramente el peor caso de contaminación del aire en toda su historia.

Quiero expresarles mi desconcierto ante la falta de prevención y respuesta por parte de quienes deberían haberle hecho frente con responsabilidad y que, en vez de eso, basaron su estrategia en la esperanza de un cambio en la dirección del viento.

Veamos los hechos:

Los incendios hay que apagarlos apenas aparecen.

Al mediodía del 17 de abril, uno de los directivos del INTA (Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria) informó al canal de televisión TN que
había campos que se estaban quemando “desde hace 21 días”. Cuando habló, ya
había 300 focos de incendio y se estaban quemando 70 mil hectáreas.

En una recorrida por cualquier Parque Nacional podemos ver carteles que
indican el riesgo de incendio según la humedad y el estado de la vegetación.
¿Aquí no había nadie pensando que cuando hay una sequía prolongada algo se
puede quemar?

En ese momento, la noticia era que los aviones hidrantes no podían actuar
para apagar el fuego, debido a la densa humareda.

Sucede que tenemos un Plan Nacional de Manejo del Fuego, debido a los
incendios de bosques y de campos de años anteriores y que está diseñado para
responder en cuestión de horas. ¿Por qué no actuaron los hidrantes 21 días
atrás? ¿No estaban en condiciones de actuar o alguien consideró que no era
necesario movilizarlos? Cualquier persona sabe que a los incendios hay que
agarrarlos de chiquitos y que si nos tomamos 21 días para decidir apagarlos,
se van a volver inmanejables. Que fue precisamente lo que ocurrió.

Está claro que cuando se produce un incendio, hay que apagarlo cuanto antes.
Si el propietario del campo lo hizo deliberadamente, habrá que cobrarle los
gastos de apagarlo y llevarlo a juicio.

¿Lo que hicieron es un delito?
Sugiero ver el Código Penal de la República Argentina, donde hay una figura
delictiva llamada “estrago culposo”. Es decir, cuando alguien produce un
desastre sin querer, por impericia o por negligencia.

¿Va actuar la justicia, o lo trataremos como un simple fenómeno
meteorológico, que no fue culpa de nadie?

En las rutas, la seguridad es más importante que el cobro del peaje
También cualquier persona sabe que si no hay visibilidad en las rutas, se
producen accidentes. Sin embargo, fue necesario un espectacular choque en
cadena, en el que siniestraron más de 40 vehículos, con varios muertos, para
que se decidiera cortar la ruta 9. En los días subsiguientes, cada vez que
alguien decidía reabrir la ruta, morían algunas personas y se la volvía a
cerrar.

El humo actuó sobre una atmósfera ya saturada.
La contaminación afectó duramente el Área Metropolitana de Buenos Aires,
porque allí ya hay tantos contaminantes en suspensión, que la atmósfera no
puede diluirlos.

En Santiago de Chile o Ciudad de México, ante una situación equivalente, las
autoridades declaran la emergencia ambiental. En esa situación, se prohíbe
la circulación de los automóviles particulares para que no agreguen más
gases a la atmósfera y sólo se puede circular en transporte colectivo.

Una emergencia de contaminación es una emergencia sanitaria.
Ante un evento así, hay que redoblar las guardias que atienden enfermedades
respiratorias en hospitales y clínicas privadas. Y, por supuesto, el informe
que después se haga (¿se hará? ¿se publicará?) tendrá que consignar si hubo
un aumento de la cantidad de enfermedades y muertes en estos días por
dolencias respiratorias.

Una situación así tendría que reforzar las estrategias de prevención.
Sin embargo, parece ocurrir lo contrario. En plena crisis, la Secretaría de
Energía decidió suspender la aplicación de las normas ambientales para el
fuel oil que se usa en las usinas térmicas. Esta decisión tiene nombre y
apellido: se trata de facilitar el uso de un combustible de origen
venezolano, de baja calidad y que por eso es difícil colocarlo en otros
mercados. Viene con un alto contenido de azufre, y las normas prohíben que
se use.

Si se quema fuel oil con azufre, después llueve ácido sulfúrico. Es decir,
lluvia ácida, un fenómeno históricamente desconocido en Buenos Aires.

Sería bueno que la experiencia sirviera para algo. Si hemos provocado la
humareda, sería bueno que aprendiéramos a no causar la lluvia ácida.

Alejandro Mendez. Politicas Cientificas.

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Insecticidas peores que los insectos


Insecticidas peores que los insectos

En algunas actividades la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el …


En algunas actividades la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas.

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La necesidad de controlar las plagas urbanas es obvia y creemos que no necesita de fundamentación especial. Baste recordar que la falta de higiene y la ausencia de control de ratas en las ciudades medievales desencadenaron la epidemia de peste bubónica que mató a la tercera parte de la población europea. O que las cucarachas son vectores en la expansión del cólera, para concluir que es necesario activar dicho control. No hay dudas sobre su urgencia, la única discusión posible es sobre la mejor manera de hacerlo.

Tenemos que recordar que un plaguicida es un contaminante obligado. Es decir, que en otras actividades, la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas, a pesar de lo que diga la publicidad orientada por intereses sectoriales. Sin embargo, habitualmente se maneja entre nosotros la ficción de que los insecticidas no dañan a los seres humanos y no se adoptan las necesarias prevenciones para evitar esos daños.

Se afirma, por ejemplo, que la mayor parte de los plaguicidas de uso en sanidad ambiental no implican serios peligros para la salud humana. Sin embargo, los plaguicidas suelen ser muy volátiles e intoxican también por inhalación. Esto hace que la frecuencia de daños a la salud humana sea elevada, y también requieren un mayor cuidado que con otras sustancias, cuyo nivel de toxicidad en las tablas parece semejante.

Hoy personas sin ningún conocimiento de los riesgos toxicológicos de las sustancias que aplican se meten en nuestras casas y fumigan nuestra cocina, casi siempre con productos cancerígenos que están prohibidos en sus países de origen. Esas personas dejan residuos tóxicos en la vajilla que usamos todos los días, en las latas de alimentos del supermercado, en los depósitos de harina de la panadería del barrio, o en los juguetes exhibidos en los comercios a la espera de que los llevemos para nuestros hijos. Todo esto configura un riesgo aún mayor del que se intenta prevenir con la fumigación.

Es tiempo de pensar en retirar del mercado un plaguicida de alta toxicidad sobre los seres humanos y demás animales de sangre caliente, que no debe ser utilizado como insecticida para usos domiciliarios. Se trata del DDVP, conocido como Vapona, y cuyo nombre químico es 2,2-Diclorovinil dimetil fosfato [1]. Alguna vez fue publicitado con la consigna singularmente profética: “Shelltox con Vapona no perdona”.

Dicho producto tiene un riesgo toxicológico elevado y es el responsable de la mayor parte de los accidentes que ocurren con plaguicidas en las áreas urbanas. Su toxicidad es mucho más elevada que la de los demás plaguicidas utilizados y se aproxima a la de aquellos de uso rural (es decir, que sólo se emplean a campo abierto).

Su empleo habitual es un buen ejemplo de la necesidad de que el Estado regule estrictamente el uso de sustancias tóxicas. En efecto, para la eliminación de las cucarachas, por ejemplo, basta con emplear plaguicidas de más baja toxicidad como son los piretroides (como la decametrina, por ejemplo). Sin embargo, el uso de piretroides afecta los hábitos de las cucarachas y éstas se desplazan a la luz y se hacen ver durante varias horas antes de morir por efectos del plaguicida.

Desde el punto de vista comercial, un local en el cual el público puede ver los insectos que habitualmente están ocultos tendrá dificultades con su clientela. Lo más lógico y más seguro sería cerrar el local hasta que las cucarachas acabaran de morir y hasta que el plaguicida perdiera su efecto tóxico sobre los seres humanos. En vez de esto, se agrega un plagicida más tóxico (el DDVP o Vapona), que asegura la muerte de los insectos en el momento de la fumigación. El comerciante mantiene su local abierto (no pierde uno o dos días de ventas), pero expone a su personal y a su clientela a los efectos de una sustancia tóxica que otros países han rechazado para estos usos.

Tenemos que destacar que las normas y especificaciones técnicas de los Estados Unidos establecen que los sitios fumigados con este producto permanecen peligrosos para los seres humanos por lo menos durante 24 horas. De modo que utilizarlo para facilitar un empleo inmediato de las instalaciones es una grave irresponsabilidad y, eventualmente, un acto criminal [2].

En febrero de 1988, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) inició la revisión de las autorizaciones para el uso de este plaguicida, las que quedaron completadas en marzo de 1992. Este producto provoca riesgos de cáncer y posee márgenes de seguridad inadecuados en la inhibición de la colinesterasa. Los productos que lo contienen deben llevar el rótulo “Peligro – Veneno”.

El DDVP o Vapona es un insecticida de la clase de los organofosforados. Esto significa que es de los de más alta toxicidad. Un insecticida de esta clase, el Parathion está prohibido en Argentina y en la mayor parte del mundo para cualquier uso.

El DDVP o Vapona es altamente tóxico por inhalación, absorción dérmica y por ingestión. Como es un producto volátil, la inhalación es la ruta de exposición más frecuente. Comparando con el envenenamiento producido por otros plaguicidas, la intoxicación con este producto provoca síntomas que aparecen con mayor rapidez, y asimismo, la recuperación de los afectados ocurre en menos tiempo. Esto se debe a que es rápidamente metabolizado y eliminado del cuerpo humano. Las personas con capacidad pulmonar reducida, antecedentes de convulsiones o reciente exposición a inhibidores de la colinesterasa tienen el mayor riesgo ante la exposición a esta sustancia.

Es altamente tóxico por todas las rutas de exposición. Cuando se lo inhala, sus primeros efectos son habitualmente respiratorios y pueden incluir ahogos, tos, exceso de fluido en los bronquios, etc. El contacto con esta sustancia puede causar contracciones musculares involuntarias. El contacto con los ojos causa contracción de las pupilas, visión borrosa, etc. A partir de la exposición por una vía cualquiera, pueden aparecer otros efectos sistémicos a los pocos minutos o a las 12 horas. Pueden incluir náuseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea, visión borrosa, contracción o dilatación de las pupilas, salivación, confusión mental, etc. Una intoxicación severa afectará el sistema nervioso central, produciendo incoordinación, baja en los reflejos, fatiga, contracciones musculares involuntarias, temblores, y, eventualmente parálisis en las extremidades y en los músculos respiratorios. En casos graves puede ocurrir defecación involuntaria, psicosis, pérdida del conocimiento, convulsiones y coma. Puede causar la muerte por paro cardíaco o respiratorio.

Estos síntomas pueden aparecer hasta 4 semanas después de una exposición aguda, por lo cual es difícil que los intoxicados asocien los síntomas con la contaminación que los provoca.

La exposición prolongada causa los mismos efectos que una intoxicación aguda. Los trabajadores sometidos a una exposición repetida de esta sustancia tienen síntomas tales como pérdida de memoria y concentración, desorientación, depresiones severas, irritabilidad, confusión, pesadillas, sonambulismo e insomnio.

Esta sustancia ha sido clasificada como carcinógeno por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) debido a los resultados de tests en ratas de laboratorio. Se notó en ejemplares de laboratorio un significativo incremento de casos de leucemia y también de tumores benignos en páncreas y glándulas mamarias.

También afecta el sistema nervioso a través de la inhibición de la colinesterasa, una enzima requerida para el funcionamiento del mismo [3].

Con respecto a este producto, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos lo ha prohibido, entre otros, para los siguientes usos, en una solicitud fechada el 28 de septiembre de 1995:

· Todos los usos en domicilios.

· Fumigación de plantas de tabaco.

· Jardines, campos hípicos, áreas comerciales, institucionales, industriales, aviones, camiones, barcos, vagones ferroviarios, etc.

· Embalajes de productos no perecederos [4].

En cuanto a la toxicidad de esta sustancia, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha estimado una dosis letal oral (DL 50) en roedores de 50 miligramos por kilo. Es decir, que basta la ingestión de 50 miligramos por cada kilo de peso del animal para matar la mitad de una población de roedores en 24 horas. O sea, la ingestión de 3.500 miligramos (es decir, apenas tres gramos y medio) es suficiente para matar a una persona de 70 kilos.

Para dar un término de comparación con otros productos también de uso habitual entre nosotros, la permetrina, se requieren 4.000 miligramos por kilo de peso para matar un roedor en laboratorio. Esto significa que se requiere la ingestión de 280.000 miligramos (es decir, 280 gramos) para matar a una persona de 70 kilos [5].

Un estudio de la Universidad de Texas destaca que algunos pesticidas usados hasta hace poco tiempo en los hogares son especialmente peligrosos para los niños, como el DDVP (Vapona). Explican que el DDVP sublima directamente de la fase sólida a la de vapor y que posteriormente recristaliza dejando depósitos tóxicos en pisos, paredes o muebles. “En 1988 –agregan- estudios de largo plazo mostraron que el DDVP causa daños en hígado y provoca tumores. EPA suspendió todos sus usos domiciliarios en 1989, aunque todavía hay casas que lo usan”. Estos datos creemos que son suficientes para prohibir los usos domiciliarios de esta sustancia.

Agregamos que la manipulación de sustancias tóxicas en viviendas habitadas significa un doble riesgo y que esta tarea sólo puede estar a cargo de personal calificado para ella. Sin embargo, lo habitual es que estas sustancias sean manejadas por personal de muy baja calificación, con los consiguientes riesgos de accidentes e intoxicaciones, tanto para dicho personal como para la gente que allí habita y confía en las empresas de fumigación.

Es sugestivo que se ponga en riesgo la salud y la vida de tantas personas para lograr un objetivo tan pequeño como lo es el conseguir que las cucarachas elijan la oscuridad para morirse. http://www.ecoportal.net

Notas:

[1] Comercializado en diversos países bajo los nombres: Apavap, Benfos, Cekusan, Cypona, Derriban, Derribante Devikol, Diclorvos, Didivane, Doom, Duo-Kill, Duravos, Elastrel, Fly-Die, Fly-Fighter, Herkol, Marvex, Nogos, No-Pest, Nuvan, Prentox, Vaponite, Vapona, Verdican, Verdipor, Verdisol, etc.

[2] Prof. Bastiaan M. Drees: “Insecto, ácaro y productos relacionados con la supresión del parásito”, Servicio de Extensión Agrícola de Texas: El Sistema Universitario de Texas, Sept. de 1997.

[3] A Pesticide Information Project of Cooperative Extension Offices of Cornell University, Michigan State University, Oregon State University

[4] Program Resources Branch, Field Operations Division (7506C), Office of Pesticide Programs, Environmental Protection Agency, 401 M St., SW., Washington, DC 20460.

[5] “Insecticides and Toxicities”. EPA, USA, 1998.

 

Fuente: Ecoportal.net – Buenos Aires, Argentina 8/11/2007

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European Environmental Education
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ExxonMobil acusada de desinformación


ExxonMobil acusada de desinformación

Jim Lobe
IPS
Como la industria del tabaco, que durante décadas negó el vínculo entre el hábito de fumar y el cáncer de pulmón, la petrolera ExxonMobil libró una “sofisticada y exitosa campaña de desinformación” para engañar al público sobre el recalentamiento planetario, acusó un grupo de científicos de Estados Unidos.

Entre 1998 y 2005, la empresa aportó casi 16 millones de dólares a una red de 43 organizaciones que cuestionaban el consenso en cuanto a que las emisiones de gases de efecto invernadero contribuían al calentamiento global, halló un nuevo estudio de la Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Comprometidos).

Entre los receptores más prominentes estuvieron el American Enterprise Institute (Instituto Estadounidense de la Empresa), al que Exxon-Mobil aportó más de 1,6 millones de dólares, el Instituto George C. Marshall (630.000 dólares) y el Competitive Enterprise Institute (Instituto Competitivo Empresarial), que recibió más de dos millones de dólares, más que cualquier otro beneficiario.

Las 43 organizaciones, entre las que se superponían directores, asesores y demás personal, actuaron como una “cámara del eco” que, con la ayuda de columnistas y medios de derecha, como The Wall Street Journal, difundieron deliberadamente información errónea sobre el cambio climático, según el informe.

El documento de 63 páginas, titulado “Smoke, Mirrors & Hot Air” (“Humo, espejos y aire caliente”), fue presentado el día 3 y reitera cargos similares a los formulados por la Royal Society de Gran Bretaña en septiembre último.

Los autores instaron al nuevo Congreso legislativo liderado por los demócratas a celebrar audiencias sobre la presunta campaña de desinformación de la compañía, mientras sus predecesores expusieron los esfuerzos de la industria del tabaco por bloquear la regulación gubernamental de sus productos.

“ExxonMobil manufacturó incertidumbre sobre las causas humanas del calentamiento global, mientras las tabacaleras negaban que su producto provocara cáncer de pulmón”, dijo Alden Meyer, director de estrategia y política de la Union of Concerned Scientists.

“Una inversión modesta pero efectiva permitió al gigante petrolero alimentar dudas sobre el calentamiento global para demorar la acción del gobierno, tal como lo hicieron las grandes tabacaleras durante 40 años”, agregó.

Según el estudio, incluso algunos de los mismos individuos involucrados en los esfuerzos de la industria del tabaco contribuyeron con la campaña de ExxonMobil.

Un ejemplo de esto es Steven Milloy. Su Advancement of Sound Science Coalition (Coalición para el Avance de la Ciencia Responsable) fue creada por la gigante tabacalera Philip Morris en 1993 para investigar el vínculo entre el humo de segunda mano (el que respiran los fumadores pasivos) y el cáncer.

Milloy se desempeñó como miembro del Equipo de Ciencia del Cambio Climático que ExxonMobil ayudó a crear en 1998, y dirigió el Free Enterprise Action Institute (Instituto de Libre Acción Empresarial), al que la compañía contribuyó con 130.000 dólares, o casi dos tercios de los gastos totales del grupo.

El nuevo informe aparece en medio de señales de que tanto el público como los medios dominantes en Estados Unidos se están preocupando más por el calentamiento global.

La arrasadora victoria demócrata en las elecciones legislativas del 7 de noviembre inclinó la balanza del poder en el nuevo Congreso a favor de los parlamentarios que apoyan normas para limitar o reducir las emisiones de gases invernadero.

Como la mayor empresa de energía del mundo, durante mucho tiempo ExxonMobil fue objetivo de ambientalistas. Particularmente desde que, al ratificarse el Protocolo de Kyoto (1997) para que los países industrializados reduzcan esas emisiones, sus principales rivales, especialmente Shell y BP, comenzaron a retirarse de la Global Climate Coalition (Coalición para el Clima Global), organización industrial que hizo campaña contra el tratado.

A diferencia de sus contrapartes en otros gigantes petroleros, quien fue el presidente de la compañía hasta el año pasado, Lee Raymond, se mostró abiertamente desdeñoso de la teoría de que el uso de combustibles fósiles contribuía de modo importante con el calentamiento global, y rechazó la presión de los accionistas para invertir más en combustibles alternativos.

Ese mismo año, Exxon participó en una reunión en el American Petroleum Institute (Instituto Estadounidense del Petróleo) que, según un memorándum sobre los procedimientos que luego se filtró, llamó a las empresas a brindar “apoyo logístico y moral” a quienes discrepaban con el creciente consenso científico en torno a las causas humanas del calentamiento global, “cuestionando y debilitando la ‘sabiduría científica dominante'”.

Como detalla el nuevo estudio, es precisamente eso lo que hizo ExxonMobil en los siete años posteriores, al patrocinar a las 43 organizaciones que no solamente tienen consejos y asesores que se superponen, sino que también citan trabajos de cada una de las otras para lograr un efecto de “cámara de eco”.

Un ejemplo citado por el informe es el de Sallie Baliunas, una astrofísica de la Institución Hoover de la Universidad de Stanford, que recibió casi 300.000 dólares de ExxonMobil desde 1998.

Especialista en manchas solares que también está afiliada a por lo menos otras ocho organizaciones financiadas por ExxonMobil, Baliunas es conocida por ser coautora, en 2003, de un documento que afirmaba que las temperaturas no cambiaron de modo significativo en los últimos milenios.

Ese artículo, según el autor del informe Seth Shulman, “fue rebatido por no menos de 13 de los científicos cuyas investigaciones ella consultó. Todos ellos alegaron que ella había tergiversado sus trabajos”, dijo Shulman, quien señaló que los hallazgos del documento todavía aparecen regularmente en los materiales publicados por otros beneficiarios de ExxonMobil.

“Estas organizaciones promueven a portavoces que deforman hallazgos científicos evaluados por pares o por hechos, en un intento por inducir a los medios y al público a pensar que hay un debate vigoroso en la comunidad científica dominante sobre calentamiento global, cuando de hecho no hay ninguno”, agregó Meyer.

Como el Free Enterprise Action Institute, ExxonMobil brinda una proporción sustancial –entre 20 y 60 por ciento– de su presupuesto total a otras pequeñas organizaciones científicas y empresariales.

En una carta a la empresa en septiembre, la Royal Society, que es la organización científica más prestigiosa de Gran Bretaña, llamó a ExxonMobil a dejar de financiar a esos grupos y a diseminar sus propios materiales “imprecisos y engañosos” sobre el cambio climático. Un portavoz de la Sociedad alegó que la compañía se había comprometido a interrumpir la financiación de las organizaciones en una reunión realizada en julio.

Ni la Union of Concerned Scientists ni la Royal Society, así como organizaciones ambientales, están solas en exigirle a la empresa que ponga fin a su apoyo financiero.

En una carta de octubre que comparó explícitamente las tácticas de ExxonMobil con las de la industria del tabaco, los senadores Jay Rockefeller (demócrata) y Olympia Snowe (republicana) urgieron al nuevo presidente de la firma, Rex Tillerson, a “poner fin a su peligroso apoyo de quienes niegan” el calentamiento global y a “repudiar su campaña de negación del cambio climático y hacer pública su historia de financiaciones”.

La carta fue fuertemente denunciada en las páginas editoriales de The Wall Street Journal, que es un aliado cercano del American Enterprise Institute, como un esfuerzo por sofocar el debate científico.

El informe de la Union of Concerned Scientists es “otro intento de manchar nuestro nombre y de conectar hechos que no están relacionados, llegar a conclusiones imprecisas y engañar a la audiencia con una ficción sobre la verdadera posición de ExxonMobil”, señaló el portavoz de ExxonMobil, David Gardner, en una declaración emitida el miércoles.

“Lo que está claro hoy es que las emisiones de gases invernadero son uno de los factores que contribuyen con el cambio climático, y que el uso de combustibles fósiles es una importante fuente de estas emisiones”, dijo en una larga declaración.

Gardner también enfatizó que la mayoría de las organizaciones financiadas por ExxonMobil “son independientes de sus patrocinadores corporativos” y que el apoyo financiero de la empresa “no connota ningún control sustancial o responsabilidad por las recomendaciones o análisis políticos que ellas producen”.

Al mismo tiempo, el Competitive Enterprise Institute, principal beneficiario de la compañía para asuntos relacionados con el clima, consideró que el informe es “mayormente basura” y acusó a la Union of Concerned Scientists, así como a otras organizaciones ambientales, de “intentar silenciar a cualquiera que discrepe con ellas”.

Fuente: Rebelion

Cambio climatico en el mundo


 

Cambio climático en el mundo

Los siguientes textos reflejan una tendencia mayoritaria en los pronósticos de la comunidad científica. Otros sectores cuestionan algunos de estos puntos de vista. Incluimos algunos de los artículos publicados sobre estos temas durante 2007. (Ver el glosario de términos al final de la página).

ÁFRICA

Lago chad

Varias regiones del continente experimentarán falta de agua. Esto, combinado con una demanda creciente, llevará a que más gente se quede sin acceso al líquido vital. Eso afectará, según el informe del Panel Internacional sobre Cambio Climático, el sustento de muchas familias. (Muy probable).

La reducción de zonas de cultivo creará mayores riesgos de hambruna. Las cosechas en aquellos países cuya agricultura depende de las lluvias se reducirán hasta en un 50% para 2020. (Muy probable).

El incremento de las temperaturas, unido a la pesca desmedida, hará que disminuya la cantidad de peces en los grandes lagos, lo cual repercutirá en el suministro de alimentos.

África sufre por “revolución verde”

AMÉRICA

América del Sur

El aumento de las temperaturas y la disminución de las fuentes de agua subterránea en la región amazónica, podría llevar a que el bosque tropical se transforme paulatinamente en una sabana. Y esto a su vez, a la extinción de especies. (Muy probable).

En las zonas más secas se experimentará salinización y desertificación de las tierras cultivables provocando una reducción en la agricultura y la ganadería. Sin embargo, se cree que aumentarán los cultivos de soja en zonas de clima templado. (Muy probable).

El aumento del nivel del mar causará la inundación de regiones bajas en países como El Salvador, Guyana y el estuario del Río de la Plata. (Bastante probable).

Paisajes amenazados

Glaciares en peligro

¿Por qué hay más incendios?

Una región muy afectada

México perderá glaciares

Clima: tema político en EE.UU.

ASIA

Inundaciones en Bangladesh

El derretimiento de los glaciares en los Himalayas tendrá un impacto directo sobre el suministro de agua en los próximos 20 o 30 años. Esto también causará inundaciones y avalanchas de rocas. (Casi una certeza).

Las zonas costeras densamente pobladas, incluyendo los deltas de ríos como el Ganges o el Mekong, también están bajo riesgo de serias inundaciones. (Muy probable).

El desarrollo económico de esta región se verá afectado no sólo por los embates del cambio climático sino también por la urbanización y el rápido crecimiento económico y de la población. (Muy probable).

Enfermedades como la diarrea, consecuencia de las inundaciones y sequías, se harán más frecuentes en el este, sur y sudeste de Asia.

Un lugar en vías desaparición

Pobreza y clima en China

EUROPA

Incendio forestal

Se estima que casi todas las regiones del continente europeo sufrirán un impacto negativo por el cambio climático.

Es posible que los países de la región central y del este experimenten falta de lluvias en el verano, agravando el problema de la falta de agua. Se cree que aumentarán los problemas de salud relacionados con las olas de calor.

En la región del Mediterráneo se verá una reducción en los suministros de agua, menor productividad en los campos, más incendios forestales y un incremento de los problemas de salud causados por el calor extremo. (Bastante probable).

Los países del norte se beneficiarán de los cambios, con un aumento de las cosechas. Pero además, para 2020, la mayor parte de Europa correrá riesgos de constantes inundaciones. (Muy probable).

“Acuerdo histórico y creíble”

G8: una cumbre con sombras

OCEANÍA

Barrera de coral

La continua falta de agua, especialmente en el sur y este de Australia, será aún más grave para 2030. (Muy probable).

Regiones ecológicamente importantes como la Gran Barrera de Coral y el Parque Nacional Kakadu, podrán perder una parte significativa de su vida silvestre para 2020. (Muy probable).

El aumento del nivel del mar generará más inundaciones, tormentas y erosión en las costas, provocando un impacto social y económico en las comunidades de las pequeñas islas. (Bastante probable).

La erosión de las playas y la decoloración de los corales harán que disminuya el turismo. Existe evidencia contundente de que los recursos acuíferos en las islas pequeñas se verán seriamente comprometidos. (Muy probable).

Lluvia al rescate de coral australiano

LOS POLOS: EL ÁRTICO Y LA ANTÁRTIDA

Antártida a la izquierda y oso polar en el Ártico a la derecha.

Los científicos prevén una reducción en el espesor y la extensión de los glaciares, las capas de hielo, las superficies de mar congeladas y los hielos subterráneos. (Muy probable).

Los cambios en los ecosistemas naturales tendrán un impacto negativo en las aves migratorias, los mamíferos y los depredadores. (Muy probable).

Los habitantes del Ártico sufrirán efectos tanto negativos como positivos a raíz del cambio climático. Entre los negativos se incluyen el deterioro en la infraestructura y en la forma tradicional de vida de los indígenas. (Casi una certeza).

Dentro de los efectos positivos se cuentan la disminución de los costos de calefacción y el mejoramiento de las rutas marinas por los mares del norte. (Casi una certeza).

2007, el año polar

El deshielo en dos océanos

DIAGNÓSTICO GENERAL

Inundaciones en Tailandia

Durante 2007 los informes internacionales sobre la situación del planeta hicieron más evidente el argumento según el cual el calentamiento global, en gran medida, es producto de la mano del hombre.

Este año además el Comité Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publicó una serie de estudios -los más preocupantes hasta ahora- que explican la dimensión del problema en términos de impacto sobre poblaciones, continentes y recursos naturales.

El IPCC reúne a más de 20.000 científicos de 21 países y entre sus proyecciones está que el nivel del mar probablemente aumente entre 28 y 43 cm. antes de 2100. Pero también algunos grupos de presión han sugerido que los informes que advierten de los riesgos del cambio climático están exagerando la amenaza.

“Yo lo hice”

La culpa es nuestra

Más gases invernadero

Nobel para Al Gore y el IPCC

LOS SÍNTOMAS

Huracán en Florida, EE.UU.

Conforme se haga más intenso, el cambio climático se hará más evidente sobre fenómenos naturales y actividades humanas. Entre estos las migraciones, los huracanes, los glaciares, la biodiversidad o las inundaciones de zonas costeras.

En cuanto a la biodiversidad, los científicos creen que un aumento constante de las temperaturas puede llevar a una masiva extinción de muchas especies. La influencia en el aumento de las inundaciones es un aspecto que durante 2007 se ha visto en varias partes del planeta.

Una de las razones para ello, es que una mayor concentración de dióxido de carbono reduce la capacidad de las plantas de absorber agua del suelo y de expulsar el exceso de la misma.

La biodiversidad

Los huracanes

Las inundaciones

La migración humana

AGUA

Sequ�a

En las tierras más altas y en algunas regiones de los trópicos húmedos las poblaciones tendrán mayor acceso al líquido elemento. En cambio, el acceso al agua se reducirá en latitudes medias y en los trópicos secos, que ya están experimentando problemas de este tipo. (Bastante probable).

Las zonas afectadas por sequías serán más numerosas. También aumentará la frecuencia de lluvias extremas, elevando el riesgo de inundaciones. El incremento de la frecuencia y severidad de las inundaciones y sequías tendrá un impacto negativo en el desarrollo sostenible. (Muy probable).

El volumen de agua depositado en los glaciares y cumbres nevadas disminuirá considerablemente. Esto afectará en particular regiones donde vive más de un sexto de la población mundial. (Bastante probable).

¿Cómo vivir con escasez?

Realidad alarmante en Perú

ALIMENTOS

Trigo

Las cosechas serán más productivas en aquellas zonas de mayor altitud, donde se estima que la temperatura aumente entre un 1 y 3º (dependiendo del tipo de cultivo), y disminuirán en otras regiones. (Muy probable).

En latitudes más bajas las cosechas serán más reducidas, aumentando el riesgo de hambrunas. (Muy probable).

Se incrementará el potencial de producción de la agricultura global, con el aumento de las temperaturas hasta en 3º (muy probable) pero por encima de ello disminuirán. (Bastante probable).

El aumento en la frecuencia de las sequías y las inundaciones podrá afectar negativamente la producción local, especialmente en sectores que dependen de la agricultura para subsistir.

Inflación en alimentos limita a la ONU

INDUSTRIA

Industria

Los beneficios y los costos del cambio climático para la industria y las sociedades varían ampliamente dependiendo de la ubicación y de la escala.

En general, las temperaturas más altas traen consecuencias negativas. Las industrias, poblaciones y sociedades más vulnerables son las que están situadas en la costa o cerca de ríos. También lo son aquellas sociedades cuyas economías están íntimamente ligadas al clima y las zonas proclives a fenómenos climáticos extremos, especialmente aquellas que viven un proceso acelerado de urbanización.

En lugares donde los fenómenos extremos serán más frecuentes, el costo económico que generán será aún mayor y este aumento será sustancial en las áreas más directamente afectadas. (Muy probable).

¿Mundo empresarial “verde”?

¿Para salvar al planeta?

SALUD

Fuente de agua

Las proyecciones existentes sobre el cambio climático indican que afectará a millones de personas, particularmente a aquellos con poca capacidad de adaptación, provocando malnutrición y enfermedades derivadas. (Muy probable).

Esto tendrá un impacto en el crecimiento y desarrollo de la población infantil, el aumento de la mortalidad, de enfermedades y de daños provocados por olas de calor, inundaciones, tormentas, incendios y sequías. También se verá un mayor número de enfermedades relacionadas con la falta de agua, el aumento de problemas cardio-respiratorios, y la aparición de enfermedades infecciosas en regiones donde no las había.

En algunos lugares, el cambio traerá algunos beneficios para la salud como por ejemplo la reducción de muertes por el frío. (Muy probable).

El cambio climático y las infecciones

Arriba ^^



Glosario de definiciones del IPCC sobre el porcentaje de probabilidades de que estos efectos se produzcan:
Casi una certeza: más del 99%
Extremadamente posible: más del 95%
Bastante probable: más del 90%
Muy probable: más del 66%
Probable: más del 50%
Muy improbable: menos del 10%
Mínima probabilidad: menos del 5%

Bali: EE.UU. se suma al consenso


 

Bali: EE.UU. se suma al consenso

 

Redacción BBC Mundo


Los negociadores estadounidenses, Paula Dobriansky y James Connaughton

EE.UU. levantó sus objeciones después de que haber dicho que no pensaba unirse al consenso.

Los delegados presentes en la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas que se celebra en la isla indonesia de Bali llegaron un acuerdo tras unas difíciles y agónicas negociaciones que se prolongaron 24 horas más de lo previsto.

El consenso se alcanzó después de que EE.UU. levantara sus objeciones iniciales al acuerdo. Los estadounidenses exigían un mayor compromiso de los países en desarrollo.

La “hoja de ruta” de Bali prevé el inicio de un proceso de negociaciones que se extenderá hasta 2009 y que debe fijar una nueva serie de objetivos para la reducción de las emisiones que reemplace al Protocolo de Kyoto.

Ha sido un largo proceso. EE.UU. está comprometido con este esfuerzo y solo desea asegurarse de que actuamos todos a la vez

Paula Dobriansky, negociadora de EE.UU.

“Ha sido un largo proceso. EE.UU. está comprometido con este esfuerzo y solo desea asegurarse de que actuamos todos a la vez”, aseguró la negociadora estadounidense, Paula Dobriansky.

EE.UU. levantó sus objeciones al acuerdo minutos después de que haber señalado que no pensaba unirse al consenso.

“No estamos preparados para aceptar esta formulación en este momento”, afirmó previamente la negociadora estadounidense, lo que provocó el abucheo de las demás delegaciones.

La Unión Europea (UE) negoció el acuerdo con los países en desarrollo, incluyendo China.

Quejas

Manifestantes frente a centro de conferencia de cambio climático en Bali

La UE quería establecer una meta de recortes de emisiones de al menos el 25% antes de 2020.

Estos se quejaron de que las condiciones para la reducción de sus emisiones eran demasiado exigentes y que les obligaban a comprometerse a adoptar medidas que impedirían su desarrollo económico.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, afirmó que aprecia “el espítitu de flexibilidad” mostrado por los delegados y dijo ser consciente de que que “existe división de opiniones entre los diferentes países”.

“Pero como el calentamiento global es un asunto que afecta a toda la humanidad, a todo el planeta Tierra, debemos coordinar nuestros esfuerzos para solucionar el problema”, afirmó el secretario general de la ONU.

Antes de alcanzarse un acuerdo, el secretario de la convención, Yvo de Boer, salió de la sala de conferencias con lágrimas en los ojos después de que China le acusase de irregularidades procedimentales.

A su regreso, y tras conocerse el compromiso de EE.UU., De Boer fue ovacionado.

“Se trata de un gran avance, una verdadera oportunidad para que la comunidad internacional luche con éxito contra el cambio climático”, afirmó el ministro de Medio Ambiente indonesio, Rachmat Witoelar, quien actuó como presidente de la conferencia.

Texto ambiguo

La “hoja de ruta” surgida de Bali contiene referencias a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la transferencia de tecnologías “verdes” a los países en desarrollo, la lucha contra la deforestación y la ayuda a los países en desarrollo para que se protejan contra los efectos del cambio climático.

El acuerdo de Bali fija los parámetros para una nueva ronda de negociaciones que debe finalizar en 2009 en una conferencia de Naciones Unidas que se celebrará en Dinamarca.

Un activista con su hijo en Bali

Las discrepancias fundamentales entre EE.UU. y la UE hicieron temer por los resultados de Bali.

Antes de eso, los integrantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y del Protocolo de Kyoto deben haber acordado un exhaustivo plan para reducir el calentamiento global y sus efectos.

Ello incluiría el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los países industrializados que reemplazen a los del Protocolo de Kyoto que expira en 2012, así como objetivos más modestos para las naciones en desarrollo.

También debe prever mecanismos para la transmisión de fondos provenientes del comercio de carbono para proteger los bosques y para la adaptación a los posibles efectos del calentamiento global.

La UE quería establecer una meta de recortes de emisiones de al menos el 25% antes de 2020, algo a lo que se opusieron frontalmente EE.UU. Canadá y Japón.

La disputa se resolvió con un texto que no incluye objetivos cuantificados para la limitación de las emisiones pero en el que se afirma que se “requerirán importantes recortes de las emisiones globales para alcanzar el objetivo principal”.

Oportunidad perdida

Al Gore, Premio Nobel de la Paz y ex vicepresidente de EE.UU.

Al Gore criticó la posición de EE.UU. sobre cambio climático.

Grupos ambientalistas y algunos delegados criticaron el borrador final al considerarlo como un documento débil y una oportunidad perdida.

El cronograma de negociaciones del borrador acordado permitiría que el nuevo gobierno estadounidense que surja de las elecciones presidenciales de 2008 se adhiera antes del final de las negociaciones en 2009 a la propuesta de establecer límites de emisiones obligatorios .

Durante la conferencia de Bali, el premio Nobel de la Paz y ex vicepresidente estadounidense, Al Gore, criticó la postura de su gobierno.

Al Gore acusa a Estados Unidos

“Mi propio país, EE.UU., es el principal responsable de la obstrucción de un avance en Bali”, dijo en medio de grandes aplausos.

En una velada referencia a la campaña presidencial en EE.UU., Gore dijo que no sabe si el sucesor de Bush compartirá su opinión sobre cambio climático “pero les puedo decir que considero que es muy probable”.

La cumbre de Bali contra la deforestación


En una decisión tomada por la conferencia sobre el clima de la ONU en Bali, a partir de ahora los países con una gran extensión forestal verán compensados sus esfuerzos invertidos en conservación, mediante una dotación económica. Evidentemente esta decisión política es de suma importancia, y presenta fuertes ventajas y también posibles inconvenientes.

La primera ventaja es evidente: los bosques (sobre todo los bosques tropicales) albergan y fijan en los tejidos vegetales una cantidad enorme de carbono. La deforestación emite dióxido de carbono y sobre todo evita que este dióxido pueda ser fijado en las plantas como ocurre de forma natural, de modo que queda libre en la atmósfera, con el consiguiente efecto invernadero que tiene este gas. Tras Estados Unidos y China, los países que más afectan a la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera son Brasil e Indochina (por la deforestación de sus selvas tropicales).

La segunda ventaja (aunque quizá más importante que la primera) tiene que ver con todos los beneficios medioambientales que tiene el evitar una deforestación. Probablemente el beneficio de lucha contra el efecto invernadero sea un beneficio secundario, y el más importante sea el evitar la pérdida de hábitats y (directamente) de biodiversidad, un problema medioambiental cuyas nefastas consecuencias han sido y son mucho más palpables y graves a corto plazo que las del aceleramiento del cambio climático.

Los problemas que puede traer esto son de índole político y social. El principal que es que si el poseer hectáreas de selva supone un beneficio directo, posiblemente se cometerán muchas injusticias sobre los campesinos que no tienen escrituradas sus propiedades. Este tipo de cosas pasan continuamente con los pueblos indígenas frente a compañías petroleras o madereras, y siempre salen perdiendo los más débiles. Si, por ejemplo, según cálculos del Woods Hole Research Center, un propietario en la Amazonia podría percibir entre 10 y 15 dólares por hectárea, la lucha por tener una hectárea de selva que actualmente carece de ese valor económico, podría llevar a muchos pequeños propietarios a la desgracia. Como dice Frances Seymour (directora del Centro Internacional para la Investigación Forestal), “quién va a pagarles si quieren proteger sus bosques si no se les reconoce sus derechos de propiedad”.

Esperemos que este tipo de decisiones políticas que mueven miles de millones de dólares redunden efectivamente en el bienestar de la humanidad y la cnservación racional del medio ambiente.

Fuente: Genciencia.

La Semilla, Patrimonio de los Pueblos


16-07-05, Por Colectivo Bioptimistas *

La guerra por el poder económico del mundo toma cada vez formas más sutiles. Cuando la multinacional Monsanto comenzó a adquirir patentes sobre semillas modificadas genéticamente, pocos previeron hasta dónde podría llegar con sus planes.

La Semilla Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad

Una guerra solapada a cargo de multinacionales está exterminando la vida, medio ambiente y cultura de la población campesina e indígena del Paraguay: la soja transgénica

La guerra por el poder económico del mundo toma cada vez formas más sutiles.

 

210-3-1

Cuando la multinacional Monsanto comenzó a adquirir patentes sobre semillas modificadas genéticamente, pocos previeron hasta dónde podría llegar con sus planes. Paraguay es un ejemplo de las consecuencias que produjo este modelo, al igual que Argentina, y Uruguay no se está quedando atrás (ya tenemos 300 mil hectáreas de soja RR) (USDA 2005). El fin es controlar la industria alimentaria, o sea que no alcanza con poseer patentes sobre algunas semillas modificadas sino que hay que exterminar el resto. En México, cuna del maíz con miles de variedades, es difícil encontrar maíz no transgénico, pues la contaminación genética es enorme. Varias compañías agroalimentarias occidentales están comprando empresas semilleras en países subdesarrollados para vender semillas transgénicas y así controlar el mercado mundial de alimentos, eliminando las semillas tradicionales.

El cultivo de soja transgénica en Paraguay comenzó en año 1999. Entró en forma ilegal, traída de contrabando, con la complicidad de las autoridades. La superficie de cultivo fue aumentando hasta alcanzar las 1.600.000 hectáreas en el ciclo 2003/04, prácticamente dos millones de hectáreas al año siguiente. Los cultivos se extienden a lo largo de cientos de kilómetros y afectan zonas muy cercanas a comunidades, colonias y otros asentamientos campesinos e indígenas, incluyendo escuelas, hogares, chacras familiares y comunitarias.

Los cultivos y semillas tradicionales van desapareciendo gradualmente. Es una agricultura que utiliza semillas propiedad de multinacionales, maquinarias, implementos y agrotóxicos importados, casi no contrata mano de obra y cuando lo hace es extranjera, y las ganancias se depositan en bancos del extranjero. Lo único que le deja al país es el suelo erosionado y el agua envenenada.

La soja RR (Roundup Ready), propiedad de la multinacional Monsanto, fue diseñada genéticamente para resistir al herbicida Roundup, el cual se vende junto con la semilla por ser también creación de esta empresa. El objetivo que pretende cumplir este “invento” es que a la aplicación de este herbicida sólo sobreviva el cultivo modificado. Además de la soja existen otros cultivos RR, como maíz y eucalipto.

Los productos a base de glifosato también contienen otros compuestos que pueden ser tóxicos, aunque se los denomina engañosamente “inertes” y no se especifican en las etiquetas del producto. Por lo tanto las características toxicológicas de los productos de mercado son diferentes a las del glifosato solo. La formulación herbicida más utilizada (Roundup) contiene el surfactante polioxietileno-amina (POEA), ácidos orgánicos de glifosato relacionados, isopropilamina y agua. El POEA tiene una toxicidad aguda de tres a cinco veces mayor que la del herbicida solo.

Dentro de este paquete vienen otros herbicidas como el endosulfán o la cipermetrina. También se ha aplicado Tordon (2,4,5-T), herbicida que fue utilizado en combinación con el 2,4 D para constituir el famoso “agente naranja” utilizado en la guerra de Vietnam. El 2,4,5-T se encuentra dentro de la lista de la llamada “docena sucia”, que agrupa a doce agrotóxicos extremadamente peligrosos. Otro agrotóxico que se suele utilizar es el dodecacloro (mirex), utilizado para combatir la hormiga cortadora. El mirex es uno de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), sustancias químicas tóxicas, contaminantes, orgánicas, persistentes, bioacumulables, que pueden viajar a grandes distancias, y que por lo tanto tienen graves impactos sobre la salud humana y el ambiente. (Cárcamo, 2004) Continue reading La Semilla, Patrimonio de los Pueblos

La Semilla, Patrimonio de los Pueblos


16-07-05, Por Colectivo Bioptimistas *

La guerra por el poder económico del mundo toma cada vez formas más sutiles. Cuando la multinacional Monsanto comenzó a adquirir patentes sobre semillas modificadas genéticamente, pocos previeron hasta dónde podría llegar con sus planes.

La Semilla Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad

Una guerra solapada a cargo de multinacionales está exterminando la vida, medio ambiente y cultura de la población campesina e indígena del Paraguay: la soja transgénica

La guerra por el poder económico del mundo toma cada vez formas más sutiles.

 

210-3-1

Cuando la multinacional Monsanto comenzó a adquirir patentes sobre semillas modificadas genéticamente, pocos previeron hasta dónde podría llegar con sus planes. Paraguay es un ejemplo de las consecuencias que produjo este modelo, al igual que Argentina, y Uruguay no se está quedando atrás (ya tenemos 300 mil hectáreas de soja RR) (USDA 2005). El fin es controlar la industria alimentaria, o sea que no alcanza con poseer patentes sobre algunas semillas modificadas sino que hay que exterminar el resto. En México, cuna del maíz con miles de variedades, es difícil encontrar maíz no transgénico, pues la contaminación genética es enorme. Varias compañías agroalimentarias occidentales están comprando empresas semilleras en países subdesarrollados para vender semillas transgénicas y así controlar el mercado mundial de alimentos, eliminando las semillas tradicionales.

El cultivo de soja transgénica en Paraguay comenzó en año 1999. Entró en forma ilegal, traída de contrabando, con la complicidad de las autoridades. La superficie de cultivo fue aumentando hasta alcanzar las 1.600.000 hectáreas en el ciclo 2003/04, prácticamente dos millones de hectáreas al año siguiente. Los cultivos se extienden a lo largo de cientos de kilómetros y afectan zonas muy cercanas a comunidades, colonias y otros asentamientos campesinos e indígenas, incluyendo escuelas, hogares, chacras familiares y comunitarias.

Los cultivos y semillas tradicionales van desapareciendo gradualmente. Es una agricultura que utiliza semillas propiedad de multinacionales, maquinarias, implementos y agrotóxicos importados, casi no contrata mano de obra y cuando lo hace es extranjera, y las ganancias se depositan en bancos del extranjero. Lo único que le deja al país es el suelo erosionado y el agua envenenada.

La soja RR (Roundup Ready), propiedad de la multinacional Monsanto, fue diseñada genéticamente para resistir al herbicida Roundup, el cual se vende junto con la semilla por ser también creación de esta empresa. El objetivo que pretende cumplir este “invento” es que a la aplicación de este herbicida sólo sobreviva el cultivo modificado. Además de la soja existen otros cultivos RR, como maíz y eucalipto.

Los productos a base de glifosato también contienen otros compuestos que pueden ser tóxicos, aunque se los denomina engañosamente “inertes” y no se especifican en las etiquetas del producto. Por lo tanto las características toxicológicas de los productos de mercado son diferentes a las del glifosato solo. La formulación herbicida más utilizada (Roundup) contiene el surfactante polioxietileno-amina (POEA), ácidos orgánicos de glifosato relacionados, isopropilamina y agua. El POEA tiene una toxicidad aguda de tres a cinco veces mayor que la del herbicida solo.

Dentro de este paquete vienen otros herbicidas como el endosulfán o la cipermetrina. También se ha aplicado Tordon (2,4,5-T), herbicida que fue utilizado en combinación con el 2,4 D para constituir el famoso “agente naranja” utilizado en la guerra de Vietnam. El 2,4,5-T se encuentra dentro de la lista de la llamada “docena sucia”, que agrupa a doce agrotóxicos extremadamente peligrosos. Otro agrotóxico que se suele utilizar es el dodecacloro (mirex), utilizado para combatir la hormiga cortadora. El mirex es uno de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), sustancias químicas tóxicas, contaminantes, orgánicas, persistentes, bioacumulables, que pueden viajar a grandes distancias, y que por lo tanto tienen graves impactos sobre la salud humana y el ambiente. (Cárcamo, 2004) Continue reading La Semilla, Patrimonio de los Pueblos

Leptospirosis en Republica Dominicana


INFECCIÓN RELACIONADA CON LAS LLUVIAS

26 muertos por un brote de leptospirosis en la República Dominicana

Fuente: El Mundo.es

Actualizado martes 20/11/2007 11:50

SANTO DOMINGO.- Al menos 26 personas murieron por un brote de leptospirosis tras el paso de la tormenta tropical Noel hace unas semanas por República Dominicana, según informaron las autoridades. Además, 286 personas han dado positivo en las pruebas y están en tratamiento o vigilancia médica.”La situación es grave, pero no se puede hablar de epidemia, sino de brote“, declaró a Associated Press el ministro de Salud, Bautista Rojas Gómez, durante un recorrido por hospitales de la capital. “Estamos tomando todas las medidas, sobre todo en poblaciones cerca de ríos, arroyos y zonas inundadas por las lluvias”, agregó.

El brote se detectó inicialmente entre familias residentes en la ribera del río Ozama, en las periferias norte y este de la ciudad de Santo Domingo, pero en las últimas horas han sido detectados casos en San Cristóbal, Haina, San José de Ocoa, Barahona y Bani, en el sur del país, según confirmó el Secretario de Salud, Bautista Rojas Gómez.

El hospital Luis Eduardo Aybar, en la capital, registra el mayor número de casos, 50 en total, informó la doctora Mercedes Castro, directora del centro.

Rojas Gómez ha ordenado que se refuercen todos los servicios de vigilancia epidemiológica a nivel nacional y que todos los pacientes que lleguen a clínicas y hospitales con síntomas de fiebre, dolor de cabeza, muscular y malestar general sean tratados como leptospirosis.

Asimismo, el ministro ordenó que los laboratorios públicos realicen gratuitamente las pruebas de leptospirosis y que se proceda de inmediato a dar los medicamentos que existen para esa enfermedad.

El gobierno ha distribuido 1,3 millones de cebos raticidas en las zonas donde se han presentado más casos, ya que una de las vías de contagio de bacteria es la orina de ratas.

A su paso por territorio dominicano, a principios de noviembre, Noel dejó 87 muertos, 46 desaparecidos y miles de desplazados de sus hogares. Decenas de animales también murieron arrastrados por las aguas. Salud Pública advirtió entonces el posible brote de enfermedades contagiosas. La situación se agravó porque las lluvias siguen cayendo sobre el territorio dominicano.

La gran hipocresia


Ricardo Luis Mascheroni

Rebanadas de Realidad

“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, el título de esta nota bien podría haber sido esta estrofa de la canción “Pedro Navaja” de Rubén Blades, “El Imperio se premia a si mismo”, o “Crónica de un Premio Anunciado”, pero al final opté por el que figura en el epígrafe, por ser el más claro y gráfico sobre lo que quiero expresar.

En estos días y reflejado por la mayoría de los medios de comunicación de todo el mundo, se ha conocido una de las mayores estafas perpetuada contra la credibilidad pública a escala global. La entrega del NOBEL de la Paz al ex vicepresidente de los EE.UU, AL GORE, sólo comparable a uno similar, otorgado a Henry Kissinger en el año 1973, mientras todavía caían las bombas sobre Viet-Nam. Pero en la realización de la maniobra que culmina con tamaña distinción, el premiado no ha actuado solo, sino que ha contado con la inestimable colaboración de expertos en manipular la información, grupos industriales, multinacionales de las semillas y petroleros que pintan de verde su imagen a la par que crece la inducida popularidad de su mascarón de proa. Un penalista amigo diría: casi una asociación ilícita.

Con su prédica el ex funcionario norteamericano ha dejado bien claro que todos somos responsables del mayor problema ambiental que como Espada de Damocles se erige sobre el futuro planetario, cual es el cambio climático y que todos los Gobiernos (los pueblos) deben hacer mayores sacrificios en beneficio de la Tierra. Bien sabido es que, cuando todos son responsables, como en el caso de Fuenteovejuna o el Gran Bonete, nadie es responsable y así se pone en un pié de igualdad a las víctimas con los victimarios. Los verdaderos responsables del descalabro mundial deben haber destapado su mejor champán para festejar tan brillante ocurrencia de su galardonado. Continue reading La gran hipocresia

Alimentos transgénicos


Los defensores de los cultivos y alimentos transgénicos nos dicen y repiten constantemente que estos productos novedosos han sido examinados e investigados más minuciosamente que cualquier otro producto en la historia, que sus posibles impactos sobre la salud humana y el ambiente han sido tan exhaustivamente indagados que no debe quedar duda de que son sanos y seguros.