Riesgos de los fármacos anticolinérgicos en personas de edad avanzada. Butlletí Groc


Varios fármacos pueden afectar las funciones cognitivas y producir episodios de confusión, sobre todo en las personas de edad avanzada. En 2012 comentamos un estudio prospectivo realizado en Francia, de casi 20 años de duración, que mostró una relación entre el uso crónico de fármacos hipnóticos y sedantes y el riesgo de demencia y de enfermedad de Alzheimer. Un nuevo estudio observacional en Canadá ha confirmado estos resultados.

Recientemente se ha tenido noticia de que el uso crónico de fármacos anticolinérgicos también aumenta el riesgo de demencia.

En las personas de edad avanzada son frecuentes los episodios de confusión mental aguda. Las causas más frecuentes son la descompensación de una enfermedad crónica (EPOC, insuficiencia cardíaca, etc.), infecciones (por ej., neumonía, infección urinaria) y fármacos. Si estos episodios son repetidos, pueden ser confundidos con una demencia. Entre un 15 y un 50% de las personas de edad avanzada ingresadas por una enfermedad aguda sufre episodios de confusión, que a veces no son reconocidos y precisados.

Se sabe desde hace tiempo que los fármacos con actividad anticolinérgica también pueden producir confusión. Generalmente estos fármacos empeoran los síntomas de las personas con demencia…..

leer más en el boletin Butlletí Groc, vol. 28 n. 1 enero – marzo 2015,  completo haciendo clic aqui

Atlas de electroencefalografia ambulatoria (Ingles)


Atlas of Ambulatory EEG

Product Details
Atlas of Ambulatory EEG
– Kindle Edition – Kindle Book (Aug 1, 2005) by Steven C. Schachter, Donald L. Schomer, and Bernard S. Chang

http://rapidshare.com/files/58319476/Atlas_of_Ambulatory_EEG_www.forumakademi.org.rar

o bien en http://www.filebox.com/medicinafamiliar/djimydcs7d72

pass: www.forumakademi.org

Rituximab: efectos neurologicos


Se ha identificado una especie de leucoencefalopatía multifocal progresiva fatal en pacientes tomando rituximab (Rituxan) para atritis reumatoide, según reporta la FDA.

La infección por virus JC anticipando a la leucoencefalopatía fué diagnósticada 18 meses depués de la última toma de rituximab.

El fabricante ha actualizado las etiquetas del medicamento para reflejar esta información. Previamente, la etiqueta avisaba sobre el riesgo de padecer leucoencefalopatía en pacientes con otras enfermedades autoinmunes o cáncer hematológico.

En una carta a profesionales de la salud, el fabricante advierte a los médicos a considerar leucoencefalopatía en cualquier paciente que use rituximab con manifestaciones neurológicas de inicio reciente. Si se diagnostica la leucoencefalopatía, rituximab debe ser suspendido.

Rituximab: efectos neurologicos


Se ha identificado una especie de leucoencefalopatía multifocal progresiva fatal en pacientes tomando rituximab (Rituxan) para atritis reumatoide, según reporta la FDA.

La infección por virus JC anticipando a la leucoencefalopatía fué diagnósticada 18 meses depués de la última toma de rituximab.

El fabricante ha actualizado las etiquetas del medicamento para reflejar esta información. Previamente, la etiqueta avisaba sobre el riesgo de padecer leucoencefalopatía en pacientes con otras enfermedades autoinmunes o cáncer hematológico.

En una carta a profesionales de la salud, el fabricante advierte a los médicos a considerar leucoencefalopatía en cualquier paciente que use rituximab con manifestaciones neurológicas de inicio reciente. Si se diagnostica la leucoencefalopatía, rituximab debe ser suspendido.

Características y pronóstico de los síndromes neurológicos transitorios


Bos MJ, van Rijn MJE, Witteman JCM, Hofman A, Koudstaal PJ, Breteler MMB. Incidence and Prognosis of Transient Neurological Attacks. JAMA 2007; 298: 2877-2885.  R   TC (s)   PDF (s)

Introducción

Los accidentes isquémicos transitorios (AIT) se asocian a un peor pronóstico cardiovascular, pero se considera que otros síndromes neurológicos transitorios (SNT) tienen mejor pronóstico.

Objetivo

Estudiar el pronostico de los SNT focales (AIT), no focales y mixtos.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Estudio de cohortes

Área del estudio: Pronóstico

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Los participantes en este estudio eran las personas incluidas en el Rotterdam Study, un estudio prospectivo puesto en marcha en 1990 dirigido a identificar las causas y las consecuencias de los cambios cerebrales relacionados con la edad. Inicialmente participaron personas de ≥55 años de edad, incluyendo los residentes en centros sociosanitarios. Aceptaron participar casi el 80% de las personas a las que se había invitado.

En la exploración inicial se interrogó el tabaquismo, se midió la PA, se hizo un cribado de la demencia y un ECG y se les hizo un análisis que incluía glucemia, uricemia, perfil lipídico y ApoE. Se excluyó a los pacientes con antecedentes de AVC, cardiopatía isquémica o demencias y a los que no se les hizo el cribado de estas últimas.

Se registraron los eventos vasculares que presentaron los participantes mediante un enlace con los registros electrónicos de los servicios de atención sanitaria y se visitó a los participantes en 3 ocasiones en las que se les interrogó sobre los antecedentes de síndromes neurológicos transitorios. Éstos se definieron como la presencia de síntomas neurológicos de inicio brusco, que se resolvieron en <24 h y que se presentaron sin evidencia de migraña, epilepsia, síndrome de Menière, hiperventilación, hipoglicemia, síncope cardíaco o hipotensión ortostática. En función de los síntomas se clasificaron como focales, no focales o mixtos.

Resultados

Se incluyeron en el análisis los datos de 6.062 personas que supusieron 60.535 personas-año de seguimiento (fig. 1). La edad media al inicio del estudio fue de 67,7 años y un 62% eran mujeres. Un 33% eran hipertensos y un 22% fumadores activos.

Presentaron síndromes neurológicos transitorios 548 personas. Los más frecuentes fueron los focales (fig. 2) cuyos síntomas más frecuentes fueron las hemiparesias, seguidas de las disfasias o disartrias y los defectos visuales. Los síndromes no focales más frecuentes fueron el mareo no rotatorio, la pérdida de consciencia, la inestabilidad y la amnesia. El 50% de los síndromes focales sólo habían consultado con el médico de familia y el 35% con un neurologo. Un 15% no consultaron al médico. El porcentaje de pacientes que consultó con algún médico fue ligeramente inferior en los síndromes no focales. La edad media en el momento del cuadro fue de 79 años y el 69% eran mujeres.

La incidencia de los SNT focales y no focales aumentó de forma clara con la edad, pero en los mixtos esta tendencia no fue tan clara (fig. 3).

La tabla 1 muestra las características basales que influyeron en el riesgo de SNT. No se encontró una relación estadisticamente significativa entre numerosos factores de riesgo cardiovascular con ninguno de los tipos: fibrilación auricular, grosor de la pared vascular, HTA, diabetes mellitus, etc.

  Focales No focales Mixtos
Edad (por cada 10 años) 1,73 (1,47 a 2,04) 1,79 (1,50 a 2,13) 1,58 (1,01 a 2,45)
PAS (por cada 10 mmHg) 1,07 (1,00 a 1,15) 1,09 (1,00 a 1,18) 1,23 (1,01 a 1,49)
Colesterol total (por mg/dL) 1,31 (1,02 a 1,69) 1,01 (0,98 a 1,04) 1,02 (0,95 a 1,09)
Colesterol HDL (por mg/dL) 0,45 (0,17 a 1,18) 0,89 (0,90 a 1,00) 0,72 (0,53 a 0,96)
Tabaquismo activo 1,22 (0,90 a 1,65) 0,98 (0,70 a 1,37) 3,36 (1,46 a 7,74)
Angina de pecho 1,82 (1,07 a 3,11) 1,27 (0,64 a 2,50) 1,42 (0,19 a 10,7)
APO E ε4 1,02 (0,77 a 0,34) 0,80 (0,57 a 1,11) 0,23 (0,07 a 0,76)

Las personas que sufrieron un SNT presentaron un mayor riesgo de presentar un AVC y los que presentaron un SNT mixto, además presentaron un mayor riesgo de desarrollar una cardiopatía isquémica o una muerte de causa vascular. Las que sufrieron un SNT no focal o mixto presentaron un mayor riesgo de demencia, especialmente vascular.

  Focales No focales Mixtos
AVC 2,14 (1,547 a 2,91) 1,56 (1,08 a 2,28) 2,48 (1,11 a 5,56)
AVC isquémico 2,61 (1,78 a 3,84) 1,16 (0,65 a 2,08) 2,99 (1,11 a 8,03)
Cardiopatía isquémica 1,07 (0,75 a 1,52) 1,19 (0,82 a 1,73) 2,26 (1,07 a 4,78)
Infarto de miocardio 0,74 (0,38 a 1,44) 1,05 (0,55 a 1,97) 3,34 (1,24 a 8,99)
Muerte vascular 1,21 (0,88 a 1,67) 1,14 (0,79 a 1,64) 2,54 (1,31 a 4,91)
Demencia 0,94 (0,63 a 1,41) 1,59 (1,11 a 2,26) 3,46 (1,72 a 6,98)
Enf. de Alzheimer 0,96 (0,62 a 1,49) 1,30 (0,85 a 2,00) 2,05 (0,76 a 5,49)
Demencia vascular 1,16 (0,28 a 4,91) 5,05 (2,21 a 11,6) 21,5 (6,48 a 71,3)

Conclusiones

Los autores concluyen que los pacientes que han sufrido un SNT, especialmente si presentan una sintomatología mixta tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente vascular cerebral o una demencia.

Conflictos de interés

Ninguno declarado.

Comentario

Hace 30 años se creó el concepto de SNT. Pronto se comprobó que los que tenían sintomatología focal tenían una causa isquémica, con un pronóstico similar al de los AVC y pasaron a denominarse AIT. Sin embargo, los cuadros sin síntomas focales se consideró que tenían mejor pronóstico. De hecho existen estudios en los que se valora la evolución de algunos de estos cuadros, como la amnesia global transitoria o los síndromes vertiginosos centrales transitorios, que lo demuestran.

Sin embargo, los resultados de este estudio van en sentido contrario: los pacientes con SNT no focales (especialmente si tienen sintomatología mixta) también se asocian a un mayor riesgo de AVC y de demencias. Sin embargo, el hecho de que se trate de un grupo heterogéneo de cuadros hace difícil la aplicación clínica de estos hallazgos.

Por otra parte, algunas características de este estudio hace que haya que ser prudente a la hora de interpretar sus hallazgos. Por un lado el diagnóstico de SNT se llevaba a cabo de forma retrospectiva, mediante el interrogatorio de los pacientes en las visitas de seguimiento. Dado que los pacientes mientras dura el cuadro pueden tener alteradas sus funciones superiores, este método diagnóstico es propenso a errores. Sin embargo, se trata de un estudio prospectivo amplio, por lo que tampoco se pueden ignorar sus resultados. Por lo tanto, parece conveniente llevar a cabo otros estudios en los que se estudien los factores de riesgo y el pronóstico de los diferentes cuadros por separado.

Bibliografía

  1. Johnston SC. Transient Neurological Attack: A Useful Concept?. JAMA 2007; 298: 2912-2913.   TC (s)   PDF (s)
  2. Bots ML, van der Wilk EC, Koudstaal PJ, Hofman A, Grobbee DE. Transient neurological attacks in the general population. Prevalence, risk factors, and clinical relevance. Stroke 1997; 28: 768-773.  R   PDF
  3. Evans JG. Transient neurological dysfunction and risk of stroke in an elderly English population: the different significance of vertigo and non-rotatory dizziness. Age and Ageing 1990; 19: 43-49.  R   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

Guia de evaluacion de primera convulsion en adultos


La American Academy of Neurology ha publicado un parámetro de práctica para evaluar adultos quienes presentan con primeras convulsiones aparentenmente no provocadas.

Las nuevas guías, fueron escritas usando datos de 53 estudios. En éstas se incluyen

  • Un electroencefalograma de rutina deberá ser considerado en el trabajo neurodiagnóstico de todo paciente para evaluar progreso susbtancia o predecir la recurrencia.
  • La imagenología de cerebro con TAC o IRM deberá ser consideradá también.
  • Hay suficiente evidencia para recomendar o descalificar el uso rutinario de medición de glucemia, biometría hemática, perfil de electrolitos, punción lumbar y pruebas toxicológicas; sin embargo, estas pruebas pueden ser útiles en ciertas circunstancias (por ejemplo, punción lumbar en pacientes febriles)

Artículo en Neurology

Fuente: Medciclopedia

Síndrome de las piernas inquietas


  • Göttingen [1]
  • Baltimore [2]
  • Munich [3]
  • Efectos adversos
  • Comentario
  • El síndrome de las piernas inquietas fue descrito inicialmente por un neurólogo sueco en la década de 1940. Actualmente se cree que afecta hasta al 15% de la población, especialmente a la anciana. Para hacer el diagnóstico se requiere la presencia de cuatro elementos básicos:

    1. El deseo de mover las piernas, generalmente asociado a parestesias y disestesias. 
    2. La exacerbación de los síntomas con el descanso y el alivio con la actividad.
    3. Inquietud motora. 
    4. Empeoramiento nocturno de los síntomas.

    ¿Hay tratamientos útiles? Se ha utilizado la L-dopa y benzodiacepinas pero en este momento tenemos ya tres estudios aleatorizados de alta calidad en los que la pergolida  (un agonista de los receptores de la dopamina) resulta altamente efectivo. Los detalles de estos estudios se presentan en la tabla. Todos estaban bien diseñados, detallaban claramente los resultados finales que se investigaban e incluían un periodo de ajuste de la dosis de pergolida o del tratamiento de comparación en una forma galénica de aspecto idéntico. 
     

    Tabla: Ensayos aleatorizados y doble ciego con pergolide en el síndrome de las piernas inquietas.

    Referencia Diseño Pergolida Comparador Efectos principales Resultados principales Efectos adversos
    Staedt et al, 1997 Ensayo aleatorizado doble ciego, cruzado en dos fases de 16 días y realizado con 11 pacientes. 0,125 mg. por la noche aumentando si era preciso a 0,250 mg. (dosis media final 0.159 mg.) L-dopa 250 a 500 mg. (dosis final 363 mg.) Efectos en el paciente, polisomnografía. Resolución completa o casi completa en 11/11 pacientes con pergolide y 1/11 con l-dopa. Progreso significativo en el sueño y reducción del tiempo de movimientos desde 165 minutos de partida a 35 minutos con pergolide. Náuseas iniciales con pergolide que se trataron satisfactoriamente con 60 mg. de domperidona. No hubo interrupciones del tratamiento por efectos adversos.
    Earley et al,

    1998

    Ensayo aeatorizado doble ciego y en grupos paralelos con 16 pacientes durante 18 días. Pauta autoajustada entre 0,05 y 0,65 mg. diarios (dosis media final 0,35 mg.) Placebo Polisomnografía, mediciones de sueño, movimientos periódicos de extremidades durante el sueño. Reducción significativa de los movimientos de las piernas de 49 a 14 por hora con pergolide. Mejora del sueño y del tiempo diario con piernas inquietas. Sin cambios con placebo. 5/8 resoluciones completas con pergolide. Efectos adversos leves con pergolide y placebo. No hubo interrupciones del tratamiento por efectos adversos.
    Wetter et al, 1999 Ensayo aleatorizado
    doble ciego, cruzado en dos fases de 6 semanas y realizado con 28 pacientes.
    Hasta 0,75 mg. partiendo de 0,05 mg. (dosis media final 0,51 mg.) Placebo Polisomnografía, mediciones de sueño, movimientos periódicos de extremidades durante el sueño, diarios del sueño, efectos valorados por el paciente y por el médico. Mejoría significativa en todas las mediciones del sueño. Movimientos periódicos reducidos de 55 por hora con placebo a 5 por hora con pergolida. Gravedad media de los síntomas valorada por los pacientes inferior a 1 sobre una escala de 10. Náuseas, cefalea y rinitis fueron los efectos adversos más frecuentes con pergolida. Cefalea, dolor abdominal, estreñimiento y náuseas con placebo. Un paciente que tomaba placebo lo abandonó por dolor abdominal.

     

    Göttingen [1]

    En este estudio se observó una disminución dramática de la duracción con movimientos nocturnos de las piernas que pasó de una media de 165 minutos en el control pretratamiento a 35 minutos tras el tratamiento con pergolide. Con l-dopa se obtuvo una reducción no significativa a 91 minutos. En el grupo del pergolide todos los pacientes (11) experimentaron un alivio completo (9) o casi completo (2). En cambio, sólo uno entre once del grupo de la l-dopa consiguió este resultado.

    Baltimore [2] 

    El pergolide redujo de forma muy considerable los movimientos periódicos de las piernas durante el sueño y el número diario de horas con síntomas mientras que el placebo no tuvo efecto (Figura 1). Los síntomas desaparecieron casi por completo en cinco de los ocho pacientes tratados con pergolide.

    Figura 1. Efecto del pergolide sobre los movimientos de las piernas en comparación con el placebo.

                                                   Movimientos de las piernas (por hora) \\ Piernas inquietas (horas/dia)

     

    Munich [3] 

    En este estudio se probó una duración más larga del tratamiento, seis semanas, y se incluyó a más pacientes que en los otros ensayos. Se obtuvo una disminución, con alta significatividad estadística, de casi todas las determinaciones de los movimientos de las piernas y nocturnos. Utilizando una escala de cero (sin síntomas) a 10 (síntomas intensos) los pacientes tratados con pergolide puntuaron su situación por debajo de 1 como media. En cambio, los que recibieron placebo puntuaron sus síntomas en 5 y 7 durante el día y la noche respectivamente (Figura 2). El número absoluto de movimientos periódicos de las piernas durante el sueño y la vigilia fue de 46 bajo tratamiento con pergolide y 438 con placebo.
     
     

    Figura 2: Puntuación de la gravedad de los síntomas realizada por los pacientes bajo tratamiento con pergolide y placebo.

    Puntuación de la gravedad (0=nula/10=grave)

          Durante el sueño                 Durante el día

    Efectos adversos

    No hubo ninguna retirada del ensayo por efectos adversos en el grupo del pergolide mientras que se produjo una en el grupo con placebo. Los efectos adversos, generalmente leves, fueron náuseas, cefalea y estreñimiento. Las náuseas se trataron con 60 mg. de domperidona. 

    Comentario

    Estos resultados, a pesar de que proceden de tres ensayos relativamente pequeños aunque de alta calidad, parecen brillantes. Si utilizamos la valoración del alivio completo o casi completo de los síntomas de piernas inquietas se beneficiarían 16/19 pacientes con pergolide contra 1/19 del grupo control. Esto significaría un beneficio relativo de 11 (intervalo de confianza al 95% entre 2,3 y 52) y un número necesario a tratar de 1,3 (1,0 a 1,7).

    Si estas pruebas bastan para instaurar este tratamiento en atención primaria es otra cuestión. Los resultados aconsejan que los comités locales de prescripción lo valoren en las guías de actuación y actualicen la información cuando se publiquen más estudios. Como los ensayos disponibles se han realizado en pacientes con síntomas importantes (después de todo habían sido remitidos al neurólogo), estaría justificada la realización de un estudio en atención primaria. Una revisión  a a la antigua usanza incluye algunos comentarios interesantes sobre el diagnóstico [4].

    Como siempre, Bandolera enseña que se pueden encontrar pruebas y cita en qué lugar, incluso en situaciones, como esta, en la que se ensayan indicaciones no aprobadas. Si esto debe conducir a su utilización queda a criterio del lector.
     

    Bibliografía:

      1.J Staedt et al. Pergolide: treatment of choice in restless legs syndrome and nocturnal myoclonus syndrome.  A randomized crossover trial of pergolide versus L-dopa. Journal of Neural Transmission 1997; 104: 461-8. 
       2.CJ Early et al. Randomized, double-blind, placebo-controlled trial of pergolide in restless leg syndrome. Neurology 1998; 51: 1599-1602. 
       3.TC Wetter et al. A randomized controlled study of pergolide in patients with restless legs syndrome. Neurology 1999; 52: 944-50. 
       4.VG Evidente, CH Adler. How to help patients with restless leg syndrome. Postgraduate Medicine 1999; 105: 59-74. Texto completo

    Traducido por Ramiro Cañas de Paz
    url original: http://www.jr2.ox.ac.uk:80/Bandolier/band67/b67-6.html

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