Entrevista a Joan Ramón Laporte dónde demuestra que las agencias de medicamentos y tecnologias en el mundo, son coaccionadas o infectadas por la propia industria Farmaceutica: http://medicamentos.alames.org/debates/joan-ramon-laporte-espana-financia-todos-los-medicamentos-que-le-propone-la-industria/
Tag: Medicalizacion
Medicalizando la existencia
Nada nuevo que no sepamos, solo recordando viejos posts pero una excelente presentación de Enrique Gavilan Moral, sobre como el complejo medico industrial medicaliza nuestras vidas. Ya le pediremos también el material que ofrece al final. Medicalizacion de la vida e invencion de enfermedades por la industria farmaceutica
Usted está enfermo: padece una vida normal
Publicado en Boletin de Fármacos.
Anna Flotats
Público.es. 26 de marzo de 2014.
http://www.publico.es/510165/usted-esta-enfermo-padece-una-vida-normal
El año que viene la Real Academia de la Lengua Española (RAE) incluirá en su diccionario la palabra medicalización: dotar algo de carácter médico. A primera vista, no tiene nada de malo. “El peligro llega cuando medicalizamos los problemas de la vida cotidiana, como la tristeza, la soledad, el desamor, la resaca o la época de exámenes”. Así ejemplifica Ana Sánchez, responsable del departamento de alimentación y salud de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los “abusos” de profesionales y empresas en la ciencia médica y la atención sanitaria.
¿Es necesario medicarse?, ¿conocemos los riesgos de los medicamentos que vamos a tomar?, ¿qué pasa si no los tomamos?, ¿cuál es el precio real del fármaco?, ¿qué alternativas tenemos? Esas son las preguntas que la OCU recomienda que se hagan los consumidores antes de medicarse para “fomentar la autonomía del paciente”, señala González.
Entre 2000 y 2007, el consumo de antiinflamatorios aumentó un 27%, el de antiulcerantes un 310%, el de sedantes, un 57% y un 442% el de pastillas para el colesterol, según datos de la OCU. “Cuando se medicaliza la vida, aumentan las muertes. La medicina, en exceso, mata”, afirma Juan Gérvas, médico perteneciente al equipo CESCA (http://equipocesca.org/equipo_cesca/), asociación sin ánimo de lucro de investigación en atención primaria. De hecho, en Estados Unidos, la tercera causa de muerte es la actividad médica, según la revista Journal of the American Medical Association y en la Unión Europea mueren cada año 179.000 personas debido a los efectos de los medicamentos, según la revista Lancet. “A los que habría que añadir 25.000 fallecidos anuales por la resistencia bacteriana, según datos del European Centre for Desease Control”, explica Gérvas a Público.
Carlos Ponte: “Cuánto más ricos somos, más enfermos nos sentimos. Y estar enfermo es un negocio”
Los agentes de la medicalización no son sólo los médicos y la industria farmacéutica,”que promueve enfermedades, manipula los problemas de salud y genera importantes daños mediante prácticas que llevan a engañar a los profesionales y al público”, dice la OCU, sino también la propia ciudadanía. Es decir, las personas sanas empiezan a comportarse como enfermas. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que la promoción de los medicamentos ya no se basa en informar sino en vender, y que, como dice el doctor Gérvas, los supermercados empiezan a parecer farmacias “con carteles que anuncian calcio, fibra y omega”.
Según Carlos Ponte, fundador del movimiento Nogracias (http://www.nogracias.eu/) en España y a nivel internacional, el 95% de los anuncios publicitarios sobre medicamentos carece de base científica. Este médico internista y jefe de servicio de cuidados intensivos coincide con el diagnóstico de Gérvas: “Cuántos más recursos tenemos, más enfermos nos sentimos. Y estar enfermo es un negocio”.
Precisamente para denunciar la prescripción “innecesaria” de los fármacos y la creación de enfermedades “inexistentes” para promover el uso de los medicamentos, la OCU ha puesto en marcha la campaña Que no medicalicen tu vida, con la que se pretende evitar la “prevención excesiva”, las pruebas médicas “innecesarias” y, al mismo tiempo, fomentar la prescripción efectiva de los medicamentos y la transparencia en las relaciones entre la industria farmacéutica y los demás actores implicados en el uso de los medicamentos, explicó este martes la portavoz de la organización, Iliana Izverniceanu.
Juan Gérvas: “Hay que ‘desinvertir’ en todo aquello que no añada salud, aunque lo pida la clase media-alta”. Gérvas insiste en la necesidad de “desinvertir” en todo aquello que no añada salud, “aunque lo pida la clase media-alta”, para lograr la equidad en la atención sanitaria. Por ejemplo, considera que se derrocha dinero en pre-operatorios y en determinadas pruebas diagnósticas, como las citologías de cuello de útero. “En España se hacen diez millones de citologías de cuello de útero al año, pero una de cada cinco mujeres diagnosticadas con cáncer de útero no se la había hecho. Eso quiere decir que estamos desviando recursos que ciertas personas necesitan a otras que no los necesitan”, asevera el también profesor visitante del Departamento de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad.
Esta equidad debe ser, precisamente, la base de la atención médica y el gasto farmacéutico porque “el acceso universal a la salud es un derecho”, subraya Ponte. Una equidad que conecta, según Gérvas, con el fundamento filosófico de la sanidad: la solidaridad. “La medicalización nos lleva a una prevención sin límites que rompe la equidad y la solidaridad porque con nuestros impuestos debemos pagar operaciones realmente necesarias, no un escáner porque me duele la cabeza “, plantea. “Lo que vale un TAC no es lo que nos gastamos en un TAC sino lo que usted deja de hacer para gastarnos dinero en un TAC”, concluye.
Este aumento de los costes lleva a situaciones prácticamente irreversibles. Por ejemplo, “un antivirus de acción directa contra la Hepatatis C cuesta 1.000 dólares diarios en un tratamiento de tres semanas”, explica a Público el doctor Ponte. Para lograr la equidad en el acceso a la salud son necesarios, según Gérvas, “gestores profesionales que no estén designados por partidos políticos”. Ponte insiste también en la necesidad de romper la creencia de que “todo se cura con pastillas” y recuerda, sin quitar méritos a las bondades de los medicamentos, que “lo que ha hecho aumentar la longevidad no han sido los fármacos, sino la mejora de las condiciones de vida”.
Una dosis de pruebas empiricas
A dose of empirical evidence
Ivan Illich: Medicalization and primary care
York history professor David Wootton talks to John Crace about his radical new version of the development of medicine
Tuesday April 29, 2008
The Guardian
Photograph: Sarah Lee
Professional delusion
“You can only see it as some kind of mass professional delusion,” Wootton says. “Even in the late 17th century, when doctors no longer believed that the body was made up of the four humours, they continued to practise the same therapies. They managed to convince themselves that the treatments they had always practised were effective, and it was their belief systems about why they worked that needed to change. And patients colluded because they were desperate; doing something was perceived as better than doing nothing.”
So far, Bad Medicine has received what publicists refer to as a “mixed reaction”. Doctors in the UK, with an interest in how medicine became effective, have largely given the book the thumbs-up, while those in the US – where evidence-based medicine still plays second fiddle to clinical judgment – have been lukewarm. But it is from the medical historians that Wootton has copped the heaviest flak. His crime? Writing a history in terms of progression.
“It is almost an article of faith for historians that notions of progress are relative and illusory,” says Wootton “And it makes perfect sense when you are studying something like 18th-century politics, because notions of taking sides between good guys and bad guys are to some extent meaningless, because people are a product of a particular social and cultural construct. But it doesn’t make so much sense when you are talking about science, because progress is something than can be clearly measured and quantified.”
This is more than some slightly recherche academic squabble over postmodernism. For in writing Bad Medicine, Wootton has completely redrawn the received version of medical history which states that it was only with the building of large hospitals in the 19th century – and the accompanying increased mortality rate due to the proximity of patients to one another – that doctors began to grasp germ theory. Rather than trading in the standard “what if?” counterfactuals that have become the staple diet for many historians, Wootton has trawled through the archives to create a parallel, virtual history of medicine that raises serious questions about how the actual one evolved.
“There were physicians in the 17th century who had come up with relatively sophisticated ideas of germ theory,” says Wootton. “They understood there were little things that were buzzing around and that some people must develop resistance to them. They could even see them in microscopes. I’d always previously assumed that their microscopes weren’t powerful enough, but that was incorrect. They could see microbes, but the medical establishment did nothing. It was Pasteur who got the credit for germ theory, but he was really only running experiments other scientists had run 30 years before.
Progressive breakthroughs
“It may sound as if I’m using hindsight to condemn doctors for failing to break free from the prevailing belief systems, but that’s not true. Contemporaries were asking themselves the same kind of questions; when anaesthetics were first introduced, countless doctors asked themselves why on earth they hadn’t started using them earlier, as the science was already well-understood. Medical history is littered with these anomalies. Penicillin was actually first successfully used to treat eye infections in the late 19th century, but no one made the right connections about its antibiotic properties until the 1920s and 30s. So it makes sense to think of medicine as a series of progressive breakthroughs and it is legitimate to ask why progress has often been so slow when the necessary evidence is available. Even now, we’re making the same mistakes. It’s only in the past 25 years that we’ve finally accepted that ulcers are caused by bacteria rather than stress.”
Wootton is a curious mix of the radical and the old school. He might have cut his teeth on Foucault and Levi-Strauss several years ago, when he came across their work piled up in a sleepy bookshop in Poitiers where he was studying on a pre-Cambridge scholarship; and he still lives an agreeably bohemian life, dividing his time between his north London flat, a cottage in Leicestershire and a longboat in York. But, not far beneath the surface, there is a committed rationalist whose beliefs – and interests – are firmly rooted in the Enlightenment. And it’s a rationalism he values, all the more for the fight it took to get it.
His parents were both missionaries and he spent his early life near Lahore in Pakistan, where his father was having limited success converting Muslims to Christianity. It was a peculiar, alienated existence. He was home-schooled and the only English speakers he came across were Americans, so when he returned to this country, he found England to be just as strange a land. “I spoke with an American accent,” Wootton points out. “My father was a committed Christian working for the British and Foreign Bible Society and I had no understanding of British culture. So I felt completely disconnected.”
He won a scholarship to the City of London school and his daily commute from Blackheath gave him a rare sense of normality away from the doctrinal formality of the family home. These days he chooses his words carefully when describing his relationship with his father, but he does concede it wasn’t easy. “My father was an extremely religious man,” he says, “and it upset him greatly that I did not share his beliefs.” Wootton wanted to become a mathematician – “It was soon made clear to me I didn’t have the talent for it” – so he ended up going to Cambridge to read history. And hating it.
“I went to Peterhouse College in 1969 and it felt as if I was going back to the 1930s,” he says. “It was as if the new intellectual world I’d discovered in France just didn’t exist. History was reduced to the stultifying empiricism of the establishment of facts.” Things started to look up in his third year when the first English translations of Foucault started to appear, and Wootton found himself in the vanguard of the student radicals. “It was a heady, exciting time,” he says. “We genuinely felt that the world could be changed through freedom, equality and participation.”
Pessimism – or realism – has long since blunted some of his idealism, yet even in his student days he never allowed his enthusiasm for the new isms of postmodernism and structuralism to completely destroy his faith in the old ism of empiricism. For just as Bad Medicine is grounded in evidence, so too was his doctoral thesis on Paolo Sarpi, a minor Venetian theolgian and contemporary of Galileo. And just as with Bad Medicine, his work on Sarpi caught him on the wrong side of the historical thought police.
“I came across a notebook that no one had read since Lord Acton in the 19th century,” Wootton says. “And it clearly showed that, contrary to what everyone had hitherto believed, Sarpi believed religion to be completely false and merely a means for the inculcation of social order. I presented my findings to my supervisor, Hugh Trevor-Roper, and he told me to forget them, as the examiners would reject them because no one would accept that atheism existed in the 17th century. He didn’t say I was wrong; just that it wouldn’t be accepted. I was amazed as I thought the evidence would speak for itself. But apparently not.”
Battle for acceptance
Wootton resolved the situation by resorting to a peculiarly quaint Oxbridge tradition. “I discovered that if a Cambridge graduate could persuade the University Press to publish their book, it would count as a Phd. So I got a contract from CUP, sacked Trevor-Roper as my supervisor, and wrote the book. Twenty years or so on, my work on Sarpi’s atheism is now accepted in historical circles. But it’s been a battle.”
Once the Sarpi opus was published, Wootton upped sticks and moved to Canada, taking jobs in Montreal, Nova Scotia and Victoria, and he rather imagined he might see out his career on that side of the Atlantic. But that all changed when – on a year’s sabbatical to the UK – his 16-year-old daughter told him she had no intention of going back to Canada as the maths teaching there was crap. “She did rather force my hand,” he smiles, “so I applied for a job teaching politics at Brunel.” From there he moved to Queen Mary, University of London, and then to York.
But his taste for controversy – evidence-based, of course – is undiminished. Earlier this month, he delivered the prestigious Raleigh lecture to the British Academy in which he suggested that Queen Elizabeth I had been instructed into a quasi-religious, virtual psychotherapeutic group, the Family of Love, by one of her courtiers, Robert Seal. And you would put odds on the biography of Galileo that he’s currently writing upsetting a few of the old canards. Still. You can’t help feeling that one of the Enlightenment’s leading figures wouldn’t have expected any less.
Curriculum vitae
Age: 56
Job: Anniversary professor of history, York University
Likes: Dogwalking
Dislikes: Sitting in libraries
Married, two children
· Bad Medicine is published by Oxford University Press. To order a copy for £9.99 with free UK p&p go to guardian.co.uk/bookshop or call 0870 836 0875
Muchos medicos, muchos tests
Many Doctors, Many Tests, No Rhyme or Reason

I recently took care of a 50-year-old man who had been admitted to the hospital short of breath. During his monthlong stay he was seen by a hematologist, an endocrinologist, a kidney specialist, a podiatrist, two cardiologists, a cardiac electrophysiologist, an infectious-diseases specialist, a pulmonologist, an ear-nose-throat specialist, a urologist, a gastroenterologist, a neurologist, a nutritionist, a general surgeon, a thoracic surgeon and a pain specialist.
Readers’ Comments
“We need major reform of the entire system, legal controls with real penalties for abuse, and somebody like Teddy Roosevelt to make it happen.”
Jim, Oak Ridge, TN
if (acm.rc) acm.rc.write();He underwent 12 procedures, including cardiac catheterization, a pacemaker implant and a bone-marrow biopsy (to work-up chronic anemia).
Despite this wearying schedule, he maintained an upbeat manner, walking the corridors daily with assistance to chat with nurses and physician assistants. When he was discharged, follow-up visits were scheduled for him with seven specialists.
This man’s case, in which expert consultations sprouted with little rhyme, reason or coordination, reinforced a lesson I have learned many times since entering practice: In our health care system, where doctors are paid piecework for their services, if you have a slew of physicians and a willing patient, almost any sort of terrible excess can occur.
Though accurate data is lacking, the overuse of services in health care probably cost hundreds of billions of dollars last year, out of the more than $2 trillion that Americans spent on health.
Are we getting our money’s worth? Not according to the usual measures of public health. The United States ranks 45th in life expectancy, behind Bosnia and Jordan; near last, compared with other developed countries, in infant mortality; and in last place, according to the Commonwealth Fund, a health-care research group, among major industrialized countries in health-care quality, access and efficiency.
And in the United States, regions that spend the most on health care appear to have higher mortality rates than regions that spend the least, perhaps because of increased hospitalization rates that result in more life-threatening errors and infections. It has been estimated that if the entire country spent the same as the lowest spending regions, the Medicare program alone could save about $40 billion a year.
Overutilization is driven by many factors — “defensive” medicine by doctors trying to avoid lawsuits; patients’ demands; a pervading belief among doctors and patients that newer, more expensive technology is better.
The most important factor, however, may be the perverse financial incentives of our current system.
Doctors are usually reimbursed for whatever they bill. As reimbursement rates have declined in recent years, most doctors have adapted by increasing the quantity of services. If you cut the amount of air you take in per breath, the only way to maintain ventilation is to breathe faster.
Overconsultation and overtesting have now become facts of the medical profession. The culture in practice is to grab patients and generate volume. “Medicine has become like everything else,” a doctor told me recently. “Everything moves because of money.”
Consider medical imaging. According to a federal commission, from 1999 to 2004 the growth in the volume of imaging services per Medicare patient far outstripped the growth of all other physician services. In 2004, the cost of imaging services was close to $100 billion, or an average of roughly $350 per person in the United States.
Not long ago, I visited a friend — a cardiologist in his late 30s — at his office on Long Island to ask him about imaging in private practices.
“When I started in practice, I wanted to do the right thing,” he told me matter-of-factly. “A young woman would come in with palpitations. I’d tell her she was fine. But then I realized that she’d just go down the street to another physician and he’d order all the tests anyway: echocardiogram, stress test, Holter monitor — stuff she didn’t really need. Then she’d go around and tell her friends what a great doctor — a thorough doctor — the other cardiologist was.
“I tried to practice ethical medicine, but it didn’t help. It didn’t pay, both from a financial and a reputation standpoint.”
His nuclear imaging camera was in an adjoining “procedure” room. He broke down the monthly costs for me: camera lease, $4,500; treadmill lease, $400; office space, $1,000; technician fee, $1,800; nurse fee, $1,000; and miscellaneous expenses of $200.
“Now say I get on average $850 per nuclear stress test,” he said. “Then I have to do at least 10 stress tests a month just to cover the costs, no profit going into my pocket.”
“So,” I said, “there’s pressure on you to do more than 10 stress tests a month, whether your patients need it or not.”
He shrugged and said, “That is what I have to do to break even.”
Last year, Congress approved steep reductions in Medicare payments for certain imaging services. Deeper cuts will almost certainly be forthcoming. This is good; unnecessary imaging is almost certainly taking place, leading to false-positive results, unnecessary invasive procedures, more complications and so on.
But the problem in medicine today is much larger than imaging. Doctors are doing too much testing and too many procedures, often for the sake of business. And patients, unfortunately, are paying the price.
“The hospital is a great place to be when you are sick,” a hospital executive told me recently. “But I don’t want my mother in here five minutes longer than she needs to be.”
Nos medicamos más, nos medicamos mal
Fuente: El Pais.
Estamos rodeados de medicamentos. La mitad de los botiquines de los hogares españoles contienen entre 10 y 20 fármacos y el gasto farmacéutico de este enero ha crecido un 6,19% respecto al de 2007, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo. El análisis de los ríos, donde va a parar el agua de los hogares, ofrece otra excelente radiografía: en ella se encuentran elevadas concentraciones de residuos de antibióticos, antiinflamatorios, antidepresivos y otros psicofármacos. El consumo de estos últimos se ha triplicado en España en la última década, según Sanidad.
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Está claro que el entorno se ha medicalizado. ¿Se utilizan los medicamentos de forma racional y eficaz? Teniendo en cuenta que un 36% de los casos que se atienden en los servicios de urgencias de los hospitales españoles se deben a un mal uso de los medicamentos, la respuesta es que en muchas ocasiones no. Son los resultados preliminares de un ambicioso estudio en el que participan nueve hospitales de toda España (el Virgen de las Nieves de Granada, el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el Reina Sofía de Córdoba, el Carlos Haya de Málaga, el hospital General de Asturias de Oviedo, el de Cruces de Bilbao, el Gregorio Marañón de Madrid, el hospital Clínic y el de Sant Pau de Barcelona).
“Un medicamento tiene que ser necesario, efectivo y seguro”, afirma Isabel Baena, coordinadora del proyecto e investigadora del grupo de investigación en atención farmacéutica de la Universidad de Granada. Muchos de los problemas relacionados con los medicamentos se deben tanto al exceso como a la falta de medicación. “Hay muchos pacientes que necesitarían medicación pero que no van al médico, cerca de un 9%. Luego tenemos un 1% que toma un medicamento que sobra, a veces por automedicación, otras por una mala prescripción médica”, explica Baena.
La ineficacia de los medicamentos está detrás de las razones por las que algunos pacientes acuden a urgencias. “Es muy frecuente que el paciente no tome la pauta entera, y también que no siga las dosis adecuadas, porque no hace caso al médico o porque el mismo facultativo no ha prescrito la dosis adecuada”, explica Baena. La inefectividad también se puede deber a la interacción con otros medicamentos, que anulan el efecto deseado. De hecho, los pacientes más afectados por esta situación son los enfermos crónicos que toman más de cinco medicamentos.
También existe una pequeña fracción de inefectividad que entra dentro de la normalidad, puntualiza María José Faus, directora del Máster en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada: “A algunas personas les ocurre que, por sus características propias, el medicamento no les hace efecto. No hay ni un solo medicamento que funcione al cien por cien, la máxima efectividad se sitúa en el 85%, o sea que ese margen de inefectividad existe aunque el tratamiento se siga bien”.
Los ancianos son quienes más acuden a urgencias por tener problemas con los medicamentos. Toman muchos, un arsenal para algunos difícil de gestionar. Además, los desórdenes corporales que acompañan a la vejez contribuyen a generar desajustes en las dosis. “Pueden tener alterada la función renal o hepática y no eliminan los medicamentos de la misma forma”, explica Ester Durán, farmacéutica del Servicio de Farmacia del hospital Gregorio Marañón de Madrid, que también participa en el proyecto.
Según el estudio, el 75% de estos malos usos que acaban con un viaje a urgencias se podrían evitar. ¿Sobre quién recaen las responsabilidades? “El paciente pasa por diferentes puntos del sistema sanitario que permitirían identificar estos problemas y desde los que se podría actuar”, afirma Baena. Las responsabilidades se reparten a partes iguales entre los tres eslabones de la cadena sanitaria: médicos, farmacéuticos y el propio paciente. “Un médico te receta una cosa, y puede que otro te recete otra. Si no hay alguien que ordene esta medicación, difícilmente se puede resolver el problema”, apunta Faus. “Para evitar estos problemas serían necesarios profesionales dedicados a realizar un seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes, se trata de buscar complicidades y aliados”.
Ordenar la medicación de los pacientes enfermos puede contribuir a mejorar la situación. Pero también será necesario revisar los botiquines de los hogares españoles. Según un estudio del grupo Urano, más de la mitad de los botiquines españoles guardan más de 10 medicamentos. “La composición del botiquín suele reflejar, en cierto modo, la estructura del mercado farmacéutico”, explica José González, farmacéutico y uno de los responsables del estudio. Los analgésicos y antipiréticos son el grupo terapéutico más frecuente, presentes en el 89% de los hogares, seguidos por los antiinflamatorios no esteroides, en el 53%, y los antibióticos, en el 46%. En el caso de estos últimos, uno de cada tres se ha comprado sin receta. Según la Red Española de Atención Primaria (REAP), un 10,8% de los medicamentos que necesitan receta se acaba vendiendo sin ella. También muchos quedan aparcados en el botiquín como resto de un tratamiento no finalizado, para acabar siendo utilizados por otros miembros de la familia sin acudir al médico.
José Martínez Olmos, secretario general del Ministerio de Sanidad y Consumo, reconoce que “estamos en una sociedad donde el medicamento tiene una valoración social muy alta, como algo capaz de curarlo todo, de solucionar los problemas de salud, y a veces al médico le cuesta explicar a la persona que su problema no se soluciona con fármacos, sino con cambios en estilos de vida”. Afirma que “los únicos medicamentos que no están de más en un botiquín son los que se anuncian por televisión y que por tanto no requieren receta; el resto sobra”.
España no desentona en el contexto internacional. La Organización Mundial de la Salud, que considera una prioridad establecer políticas para el uso racional de los medicamentos, estima que cerca de la mitad de las medicinas se recetan, se dispensan o se utilizan de una forma inadecuada. Los antibióticos, cuyos excesos generan resistencias y existe el peligro de que se vuelvan inefectivos, son el grupo de medicamentos que más ha preocupado y el que más campañas ha originado, lo que ha permitido reducir su consumo en un 10% en el año 2007.
Sin embargo, habrá que dedicar esfuerzos a otras especialidades, como los antiinflamatorios o los antidepresivos. El consumo de psicofármacos, es decir, antidepresivos, antipsicóticos, antiepilépticos y ansiolíticos e hipnóticos, se ha triplicado en España en la última década. Josep Basora, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia (SEMFYC), explica que un 28% de los pacientes que se visitan en los centros de atención primaria presentan signos y síntomas antidepresivos, aunque tan sólo la mitad se diagnostica como depresión mayor. Para este especialista, el problema es que “se han medicalizado enfermedades que no eran más que cosas de la vida cotidiana”. Las mujeres son el 75% de los consumidores totales de somníferos o tranquilizantes, según datos del segundo informe sobre salud y género. “Ante situaciones inespecíficas expresadas por las mujeres, donde no existe una patología clara, médicos y médicas tienden a prescribir psicofármacos”, según responsables del Ministerio de Sanidad y Consumo.
En el caso de los antiinflamatorios, el medicamento más frecuente en los hogares españoles, no hacer un buen uso puede afectar a “las personas que sufren continuamente migrañas, y que al no tomar bien el medicamento pueden acabar sufriendo un efecto rebote”, explica Basora. Para Javier Rivera, vicepresidente de la Sociedad Española de Reumatología, la mayoría de antiinflamatorios y analgésicos se aplican realmente cuando hay dolor. “Sólo hemos detectado algunos abusos con el Tramadol, un analgésico que creemos que se está utilizando más de lo necesario ante problemas pequeños, como dolores de cabeza, y que puede causar problemas digestivos, dolores de cabeza y un estado de aturdimiento”.
Las lesiones precancerosas mamarias causan preocupaciones innecesarias
Según los expertos, en la mayoría de casos, el carcinoma ductal in situ no se desarrolla.
Numerosas mujeres a las que se diagnostica una lesión precancerosa mamaria conocida como carcinoma ductal in suti (CDIS) se muestran muy ansiosas sobre su pronóstico, a pesar de que se exponen a un riesgo bajo de recurrencia o de desarrollar un carcinoma mamario invasivo.
El estudio, efectuado en el Dana-Farber Cancer Institute and Brigham & Women’s Hospital, de Boston, notó que el 28% de las participantes “creían que tenían un riesgo moderado a alto de diseminación de CDIS a otras partes del organismo, a pesar del hecho que el cáncer de mama metastásico se produce en el 1% de las diagnosticadas de CDIS”.
Más información: Journal of the National Cancer Institute 2008;doi.10.1093/jncl/djn046
Enfermedades inventadas
Las enfermedades ‘inventadas’
El periodista Miguel Jara denuncia que la industria farmacéutica está intentando abrir nuevos mercados y ganar más dinero convirtiéndonos a todos en pacientes
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Miguel Jara, impartiendo una conferencia.
Medialab-Prado Madrid
La Fundación Internacional de la Osteoporosis (IOF), aprovechando que mañana se celebra el día mundial de esta enfermedad, ha dado a conocer una encuesta en la que destaca que el número de casos nuevos que se detectan al año es un 17% mayor en España que en otros países como Francia, Alemania o Canadá.
Según esta encuesta, hay 2,5 millones de españolas que padecen osteoporosis, una disminución de la masa ósea que pone a los huesos en peligro de fractura. Sin embargo, hay quien duda que pueda ser calificada como enfermedad.
Miguel Jara, periodista y escritor del libro Traficantes de Salud: Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad, considera que entra dentro de las llamadas “enfermedades inventadas”, un término que “utilizan otros investigadores, farmacólogos y periodistas desde hace unos años”.
Todos somos pacientes
El periodista pone en entredicho la praxis de la industria farmacéutica. “Intenta abrir nuevos mercados” y una de las estrategias que utiliza es “reinventar el concepto de enfermedad para convertirnos a todos en pacientes”, explicó Jara.
Así, los laboratorios han conseguido hacer extensible el concepto de enfermedad a factores de riesgo, como el colesterol alto o la hipertensión, y a dolencias leves o propias de la naturaleza humana como la menopausia o incluso la tristeza que, dice Jara, “se trata sistemáticamente como depresión”.
Y puntualiza: “No es que no existan personas enfermas, porque, obviamente, sí las hay y necesitan tratamiento, pero la industria tiende a exagerar para que vayamos a una consulta a preguntar si estamos enfermos”. Después, añade, “siempre habrá un fármaco adecuado para tratarnos”.
Pero Jara denuncia que existe “un fraude científico radical”, ya que los laboratorios gastan más en promoción que en investigación propiamente dicha. “Les interesa buscar fármacos para las clases medias emergentes que los pueden pagar”, por lo que la ciencia se pone al servicio de las ventas y no de las personas.
Corrupción farmacéutica
El periodista ha dedicado más de cinco años a la investigación de la situación de la industria farmacéutica, en los que asegura haberse topado con una “corrupción enorme”. Otra de las estrategias que emplean los laboratorios para ingresar más, asegura Jara, es pagar a los médicos para que receten sus fármacos.
Pagaban a los médicos “60 euros por cada diez recetas” extendidas.
Ya no son sólo regalos y viajes, sino “sobres de dinero”. Según cuenta, un ex visitador médico de una multinacional con sede en España le pasó unos documentos internos que demostraban que pagaban a los médicos “60 euros por cada diez recetas” extendidas.
Además, en estos documentos, explica el periodista, se establecía que cada uno de los 70 comerciales de la compañía tenía unos “14.000 euros al trimestre para conseguir que los médicos recetasen fármacos nuevos, más difíciles de recetar, y otros 6.000 para los que tienen ya un hueco en el mercado”.
‘Pequeña crisis’ de la industria
El medicamento se ha convertido en “una mercancía, en un objeto de consumo”
Para Jara, el medicamento se ha convertido en “una mercancía, en un objeto de consumo”, que hace que la industria que los desarrolla sea “la tercera más rentable del mundo, por detrás del tráfico de drogas y de armas.”
Hasta hace unos años, cuenta el periodista, el beneficio neto que obtenía la industria farmacéutica era del 25%. Ahora, inmersa en una “pequeña crisis”, sólo ingresa un 16-17% de beneficio neto, “una cifra que multiplica por cuatro la cifra de negocio de grandes multinacionales como Coca-Cola”, que tiene un 3-4% de beneficio.
En un encuentro en el centro Medialab-Prado de Madrid, Miguel Jara ha reconocido que con estos datos no pretende “asustar a la gente, sino sacar a la luz una realidad muy oscura”. Porque “la salud”, recuerda, “es lo más importante”.
Fuente: ADN.es
Gilgamesh
Autor: Juan Gervas
La economía de supervivencia empezó a convertirse en una economía de producción 10.000 años antes de Cristo, casi
simultáneamente en China y en el Oriente Próximo. De la recolección se pasó lentamente a la agricultura y a la ganadería,
y de la vivienda temporal a la vivienda permanente (la aldea, y después la ciudad), con la consiguiente vinculación del hombre a la tierra, el sedentarismo. En Oriente Próximo, fueron los sumerios el primer pueblo del que queda constancia
como introductor de estos cambios, que se acompañaronde la invención de la escritura, para satisfacer las necesidades
mercantiles, y después las religiosas.
Históricamente, el Poema de Gilgamesh se sitúa en el tercer milenio antes de Cristo, aunque primero fue un relato oral, que se fijó al cabo de varios siglos1. El héroe es un personaje histórico, Gilgamesh de Uruk, que vivió alrededor del año 2750 a.C., y que contribuyó a imponer el dominio de su ciudad sobre todo el país de Sumer, mediante un imperialismo
militar consecuencia de la vida urbana.
Son 5 los poemas sumerios que se refieren a Gilgamesh. En la versión definitiva tuvo mucha influencia el segundo poema,
referido a la búsqueda de la eterna juventud, de la inmortalidad,y a la imposibilidad de alcanzarla por parte del héroe. En
su viaje se encontró con Siduri, la tabernera que habita junto al Mar de la Muerte, quien le aconsejó que aprovechara los días de la vida y que se olvidara de la eternidad. Gilgamesh fracasó en su búsqueda, pero en premio a su constancia y valentía los dioses le concedieron los dones del heroísmo y de la justicia.
Cinco mil años después de Gilgamesh, sus aspiraciones se reencarnan en el espíritu consumista de las sociedades desarrolladas occidentales, que pretenden una eterna juventud a cualquier precio.
Exceso de fármacos para mujeres sanas
Cuando el médico receta un fármaco, es difícil negarse a tomarlo. La mayoría de las veces tendría que tener razón, por lo que la prescripción de un fármaco debería ir acompañada de una serie de mejoras en el estado de salud o de una disminución considerable de los riesgos de sufrir una patología.
Un análisis publicado hoy en la revista British Medical Journal alerta sobre la posibilidad de que esto no sea así en lo referido a los fármacos para la osteoporosis.
Los autores están coordinados por el médico de familia del Hospital de Sant Pau y miembro del grupo de salud de la mujer de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) Pablo Alonso-Coello.
Según explican, la publicación de reanálisis de ensayos clínicos con medicamentos para la osteoporosis (enfermedad que supone la debilidad de los huesos, que se diagnostica cuando existe una densidad ósea baja) puede llevar a recetar medicamentos a mujeres con osteopenia, una condición que implica riesgo de tener osteoporosis y una debilidad ósea muy común en las mujeres mayores (se calcula que afecta a más de la mitad de éstas), pero que no es una enfermedad en sí misma.
Problemas en las consultas
Según explica Alonso-Coello, el problema reside en no explicar bien las cosas a los pacientes: “Un estudio puede concluir, con razón, que el riesgo de sufrir fracturas disminuye un 50% en las mujeres con osteopenia que se medican, pero la cosa cambia si a eso se añade que ese riesgo es sólo del 1%”.
El médico comenta que estos resultados, que son explicados sólo parcialmente, son los que llegan a la consulta de los especialistas en los materiales promocionales que les facilitan los visitadores médicos de la industria farmacéutica: “Los reanálisis se han difundido para aumentar la cuota de mercado, lo que supone una cierta manipulación”.
Desde su identificación, la osteoporosis ha sido una enfermedad controvertida, tal y como destacan los autores en el trabajo publicado hoy. “Para algunos, menos comprometidos con la industria, la popularización de la osteoporosis representa el clásico ejemplo de promoción de enfermedades: un factor de riesgo transformado en una patología para vender pruebas y fármacos a mujeres relativamente sanas”, se puede leer en el análisis.
Para Alonso-Coello, la osteoporosis “es como el exceso de colesterol; al igual que éste no implica que se vaya a sufrir un infarto, la primera no garantiza que se vayan a romper los huesos”.
El médico puntualiza que la Organización Mundial de la Salud está desarrollando un algoritmo de riesgo de fracturas que desvelará qué hacer con las mujeres con osteopenia ya que “cada vez está más claro que la densidad mineral ósea es un mal predictor del riesgo de fracturas”.
El polémico ‘disease mongering’
El término en inglés es ‘disease mongering’ y se definiría como las prácticas de la industria farmacéutica para convertir fenómenos normales en enfermedades a través de la promoción de las dolencias inventadas, con la ayuda de los medios. Un especial de ‘PLoS Medicine’ recoge ejemplos concretos sobre esta práctica.
1. Disfunción eréctil
¿Quién había oído hablar de la disfunción eréctil antes de que un laboratorio desarrollara Viagra? Aunque el fármaco es sin duda eficaz para la disfunción eréctil secundaria a enfermedades como la diabetes o la cirugía de la próstata, Pfizer no se quiso limitar a los hombres enfermos e hizo que se percibiera la disfunción eréctil como un problema para todos los mayores de 40 años.
2. Trastorno por defícit de atención con hiperactividad
¿Es el niño travieso o está enfermo y tiene que ser medicado? La industria farmacéutica se hizo presente en los colegios, coincidiendo con el desarrollo de fármacos para esta condición. Los maestros han jugado un papel destacado a la hora de alertar a los padres sobre este problema.
3. Síndrome de las piernas inquietas
Incertidumbres en el cancer del cuello de utero y la vacuna contra el VPH
Articulo escrito por Juan Gervas.
En 2007 se ha comercializado de la vacuna contra el virus del papiloma humano, con la que se propone vacunar a niñas
de 11 y 12 años para la prevención primaria del cáncer de cuello de útero, dada la fuerte asociación entre el cáncer y algunos tipos oncogénicos del virus. La vacuna ha sido rápidamente incluida en los calendarios vacunales de la mayoría de los países desarrollados. En este texto se revisa el fundamento científico de dicha decisión. Son puntos clave: la ausencia de cambios en la epidemiología de la infección, la estabilidad o disminución del la incidencia y mortalidad del cáncer de cuello de útero, la falta de correlación entre respuesta inmunitaria serológica y la inmunidad natural, el impacto de la vacuna en la ecología del virus, las evaluaciones coste-efectividad que dependen de la duración desconocida de la inmunización, la dependencia excesiva de la investigación financiada por la industria farmacéutica, y la necesidad de mantener la citología de cribado. Se precisaría más tiempo e información antes de introducir la vacunación en el calendario vacunal.
Fibromialgia: otra enfermedad imaginaria?
Drug Approved. Is Disease Real?
Published: January 14, 2008
Fibromyalgia is a real disease. Or so says Pfizer in a new television advertising campaign for Lyrica, the first medicine approved to treat the pain condition, whose very existence is questioned by some doctors.
Lynne Matallana, who says she has fibromyalgia, said the drugs would aid acceptance.
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For patient advocacy groups and doctors who specialize in fibromyalgia, the Lyrica approval is a milestone. They say they hope Lyrica and two other drugs that may be approved this year will legitimize fibromyalgia, just as Prozac brought depression into the mainstream.
But other doctors — including the one who wrote the 1990 paper that defined fibromyalgia but who has since changed his mind — say that the disease does not exist and that Lyrica and the other drugs will be taken by millions of people who do not need them.
As diagnosed, fibromyalgia primarily affects middle-aged women and is characterized by chronic, widespread pain of unknown origin. Many of its sufferers are afflicted by other similarly nebulous conditions, like irritable bowel syndrome.
Because fibromyalgia patients typically do not respond to conventional painkillers like aspirin, drug makers are focusing on medicines like Lyrica that affect the brain and the perception of pain.
Advocacy groups and doctors who treat fibromyalgia estimate that 2 to 4 percent of adult Americans, as many as 10 million people, suffer from the disorder.
Those figures are sharply disputed by those doctors who do not consider fibromyalgia a medically recognizable illness and who say that diagnosing the condition actually worsens suffering by causing patients to obsess over aches that other people simply tolerate. Further, they warn that Lyrica’s side effects, which include severe weight gain, dizziness and edema, are very real, even if fibromyalgia is not.
Despite the controversy, the American College of Rheumatology, the Food and Drug Administration and insurers recognize fibromyalgia as a diagnosable disease. And drug companies are aggressively pursuing fibromyalgia treatments, seeing the potential for a major new market.
Hoping to follow Pfizer’s lead, two other big drug companies, Eli Lilly and Forest Laboratories, have asked the F.D.A. to let them market drugs for fibromyalgia. Approval for both is likely later this year, analysts say.
Worldwide sales of Lyrica, which is also used to treat diabetic nerve pain and seizures and which received F.D.A. approval in June for fibromyalgia, reached $1.8 billion in 2007, up 50 percent from 2006. Analysts predict sales will rise an additional 30 percent this year, helped by consumer advertising.
In November, Pfizer began a television ad campaign for Lyrica that features a middle-aged woman who appears to be reading from her diary. “Today I struggled with my fibromyalgia; I had pain all over,” she says, before turning to the camera and adding, “Fibromyalgia is a real, widespread pain condition.”
Doctors who specialize in treating fibromyalgia say that the disorder is undertreated and that its sufferers have been stigmatized as chronic complainers. The new drugs will encourage doctors to treat fibromyalgia patients, said Dr. Dan Clauw, a professor of medicine at the University of Michigan who has consulted with Pfizer, Lilly and Forest.
“What’s going to happen with fibromyalgia is going to be the exact thing that happened to depression with Prozac,” Dr. Clauw said. “These are legitimate problems that need treatments.”
Dr. Clauw said that brain scans of people who have fibromyalgia reveal differences in the way they process pain, although the doctors acknowledge that they cannot determine who will report having fibromyalgia by looking at a scan.
Lynne Matallana, president of the National Fibromyalgia Association, a patients’ advocacy group that receives some of its financing from drug companies, said the new drugs would help people accept the existence of fibromyalgia. “The day that the F.D.A. approved a drug and we had a public service announcement, my pain became real to people,” Ms. Matallana said.
Ms. Matallana said she had suffered from fibromyalgia since 1993. At one point, the pain kept her bedridden for two years, she said. Today she still has pain, but a mix of drug and nondrug treatments — as well as support from her family and her desire to run the National Fibromyalgia Association — has enabled her to improve her health, she said. She declined to say whether she takes Lyrica.
“I just got to a point where I felt, I have pain but I’m going to have to figure out how to live with it,” she said. “I absolutely still have fibromyalgia.”
But doctors who are skeptical of fibromyalgia say vague complaints of chronic pain do not add up to a disease. No biological tests exist to diagnose fibromyalgia, and the condition cannot be linked to any environmental or biological causes.
The diagnosis of fibromyalgia itself worsens the condition by encouraging people to think of themselves as sick and catalog their pain, said Dr. Nortin Hadler, a rheumatologist and professor of medicine at the University of North Carolina who has written extensively about fibromyalgia.
“These people live under a cloud,” he said. “And the more they seem to be around the medical establishment, the sicker they get.”
Dr. Frederick Wolfe, the director of the National Databank for Rheumatic Diseases and the lead author of the 1990 paper that first defined the diagnostic guidelines for fibromyalgia, says he has become cynical and discouraged about the diagnosis. He now considers the condition a physical response to stress, depression, and economic and social anxiety.
“Some of us in those days thought that we had actually identified a disease, which this clearly is not,” Dr. Wolfe said. “To make people ill, to give them an illness, was the wrong thing.”
In general, fibromyalgia patients complain not just of chronic pain but of many other symptoms, Dr. Wolfe said. A survey of 2,500 fibromyalgia patients published in 2007 by the National Fibromyalgia Association indicated that 63 percent reported suffering from back pain, 40 percent from chronic fatigue syndrome, and 30 percent from ringing in the ears, among other conditions. Many also reported that fibromyalgia interfered with their daily lives, with activities like walking or climbing stairs.
Most people “manage to get through life with some vicissitudes, but we adapt,” said Dr. George Ehrlich, a rheumatologist and an adjunct professor at the University of Pennsylvania. “People with fibromyalgia do not adapt.”
Fuente: New York Times
La version en castellano es posible leerla desde http://tinyurl.com/3a9wc9
Atencion primaria, medicina familiar y crisis
Atención primaria y medicina familiar
¿en un callejón sin salida?
El destino de la atención primaria (AP) está ligado a firmes decisiones
políticas y al desarrollo de la medicina familiar (MF). Aquéllas aseguran su
permanencia y ésta, la buena calidad del servicio. El número y la
distribución de los médicos de familia definen el grado de cobertura
poblacional. Como cualquier proceso social, la AP sufre cambios por
influencias internas o embates externos, ideológicos o socioeconómicos:
globalización, neoliberalismo, intereses multinacionales, son algunos.
La AP y la MF están en crisis en gran parte del mundo.
Un grupo de expertos convocados por la Fundación R.W. Johnson (octubre de
2001) concluyeron que «la AP está en una encrucijada que la puede llevar a
una declinación continua o a un nuevo renacimiento». Un editorial de Annals
of Internal Medicine dice: «A menos que ocurran cambios fundamentales en la
formación, aculturación y desarrollo profesional de quienes ejercen su
práctica en atención primaria, la atención primaria como concepto será
barrida por las fuerzas económicas, demográficas y sociales». Un artículo de
The Lancet comienza así: «La atención primaria ha fracasado en mantenerse
entre las especialidades médicas». El Dr. D.A. Tejada de Rivero (ex
subdirector general de la OMS y organizador de la Conferencia de Alma Ata)
escribió: «Las condiciones que dieron origen a la meta social y política de
Salud para Todos y a la estrategia de la atención primaria de salud no sólo
subsisten, sino que se han profundizado; el impacto de su aplicación ha sido
mayor en aquellos países con menor desigualdad en la distribución de su
ingreso y mucho menor en países pobres con alta desigualdad en la
distribución del ingreso».
Iona Heath, general practitioner(GP) londinense, introduce nuevos elementos
de análisis. «Hay tres tendencias que, combinadas, promueven la enfermedad y
el temor a la enfermedad y corroen la teoría y la práctica de la medicina:
la medicalización de la vida, la industrialización de la atención de la
salud y la politización de la medicina. La hegemonía capitalista ha
transformado el campo de la salud en un medio de lucro que comercia con el
temor humano. Las ganancias obtenidas con el desarrollo y comercialización
de tratamientos para los enfermos son limitadas si se compara con las que se
pueden obtener convenciendo a la mayoría sana de que su salud está amenazada
y que deben hacer algo para evitar o minimizar el riesgo». Véase este
ejemplo: «Si se aplican las guías de la Sociedad Europea de Cardiología para
disminuir el riesgo coronario, el 76% de la población adulta de Noruega (con
una expectativa de vida de las más altas del mundo) sería considerada en
riesgo aumentado y transformada en mercado potencial para el consumo de
medicamentos preventivos».
Seguidamente se analizan países donde la AP y la medicina familiar
alcanzaron el más alto desarrollo y hoy atraviesan profundas crisis, y
luego, el caso de América Latina.
1. En el Reino Unido, el nuevo contrato de los GP con el Servicio Nacional
de Salud (NHS) cambió drásticamente sus condiciones de trabajo. El NHS,
ejemplo paradigmático de sistema de salud, en cuya base estaba el GP,
prototipo de médico de atención primaria y antecesor inmediato del médico de
familia, padece una crisis de gran impacto para los pacientes. The Guardian
(junio de 2003) lo expresó así: «Si más GP optan por abandonar la atención
fuera de las horas de consulta y más compañías privadas se involucran en la
provisión de atención primaria (como lo permite el contrato) esto puede
significar el fin de la tradicional relación médico-paciente. Se rompe el
compromiso de un individuo con otro y es sustituido por un contrato entre
organizaciones».
2. En Canadá, un país modelo en su sistema de salud, donde los médicos de
familia son un componente esencial, se escucha, desde hace tiempo, fuertes
críticas; la medicina familiar y la atención primaria están en crisis. En un
informe, el Colegio de Médicos de Familia (CFPC) describe así la situación:
«… el acceso oportuno a los servicios empeora progresivamente. La principal
razón es una gran escasez de profesionales de salud, especialmente, médicos
de familia. Más de cuatro millones de canadienses no encuentran médicos de
familia para su atención y quienes no lo tienen son más vulnerables a los
tiempos de espera prolongados y están más insatisfechos con el sistema».
La gran mayoría de los encuestados en un estudio opinó que los médicos de
familia son sus más importantes cuidadores, pero el apoyo por parte del
gobierno no se mantuvo paralelo al del público. Las mayores
responsabilidades asumidas por los médicos de familia al atender a pacientes
más agudos y complejos tuvieron escasa comprensión y reconocimiento por
parte del sistema. Se deterioró su papel en escuelas de medicina y
hospitales, y para los estudiantes la imagen de la medicina familiar se fue
opacando como elección de carrera.
3. El caso de España es muy significativo. Un cuarto de siglo después de
sancionada la creación de la Medicina Familiar y Comunitaria como
especialidad médica y columna vertebral de la AP, la Sociedad Española de
Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) reconoce en un documento que «…
[llevan] más de una década de continuo retroceso, con estancamiento de
presupuestos, demanda asistencial creciente, excesiva burocracia, sueldos
bajos, incentivos perversos, proliferación de contratos basura, excesiva
preponderancia de la gestión política sobre la clínica, pérdida de control,
prestigio y autoestima; lo que ha generado desmotivación y hastío
profesional y una emigración importante de compañeros a otros países con
mejores condiciones…». Una huelga nacional declarada en noviembre de 2006
por un acto administrativo gubernamental agravó la situación.
4. En Estados Unidos, el gran descenso del número de aspirantes a formarse
en medicina familiar, la frustración de los médicos de familia y la
confusión del público, motivaron que las siete organizaciones vinculadas a
la medicina familiar aprobaran (2002) un plan destinado a transformar la
especialidad y reponer su liderazgo. Aunque la mayoría de los encuestados
calificó a los médicos de familia como muy buenos en los atributos
vinculados a lo relacional, otros hallazgos del estudio sorprenden: «… los
médicos de familia no son claramente reconocidos por el público; hay
escepticismo con respecto a un profesional que abarca un amplio espectro de
problemas de salud… el público está enamorado de la ciencia y la tecnología,
pero no las asocia a los médicos de familia».
John Geyman, profesor de la Universidad de Washington, critica el Documento
de las organizaciones porque deja intacta «la enorme, lucrativa y
derrochadora, industria de los seguros de salud». Y dice: «El irrefrenable
aumento de los costos de los servicios de salud hace que éstos sean
inalcanzables para millones de familias de bajos y medianos ingresos; los 45
millones sin seguro médico y decenas de millones subasegurados presentan
mayores tasas de morbilidad, hospitalizaciones y muertes prevenibles, en
comparación con los más solventes, bien asegurados». Por último: «las
reformas de nuestro sistema basado en el mercado continuarán fracasando
hasta que tengamos la voluntad política de establecer uno nuevo basado en el
acceso universal, integridad, calidad, sostenimiento, y responsabilidad». Un
estudio de la Fundación R.Graham confirma lo anterior cuando concluye: «si
continúa la tendencia actual, alrededor del año 2025 los costos del seguro
de salud consumirán el promedio anual de ingresos por hogar».
5. América Latina es un conjunto de países en desarrollo, donde la medicina
familiar no alcanzó grandes avances aunque tuvo algunos logros. Entre 1980 y
1990 pasó de 21 programas en tres países, a 160 programas en 17 países.
Bajo el liderazgo internacional de los entes financieros, Banco Mundial,
BID, dos tendencias: la reforma de los sistemas de salud y el concepto de
medicina gerenciada, tuvieron fuerte impacto sobre la atención primaria en
los noventa. El apoyo gubernamental a la atención primaria, en la región,
fue más declamatorio que efectivo y está en crisis aun antes de haberse
desarrollado plenamente. La Resolución de los Ministros de Salud de las
Américas del 25-9-2005 reconoce esa debilidad.
Un estudio sobre doce países latinoamericanos muestra que sólo tres
alcanzaron una proporción aceptable de médicos de familia/población y, aun
con insuficiente número de médicos de familia, en varios países la
disciplina logró estatus académico.
Colofón. De lo expuesto surge naturalmente la pregunta ¿la AP y la MF sirven
hoy con el formato concebido originalmente: continuidad, integridad, modelo
biopsicosocial, o deben cambiar? Es necesario abrir un gran debate, repensar
la medicina familiar y la atención primaria, redefinirlas; crear nuevos
modelos de gestión. Las organizaciones internacionales que representan a la
medicina familiar (WONCA, CIMF) no tienen la fuerza ni la influencia
necesarias para generar decisiones políticas donde los organismos
internacionales gubernamentales (OMS, OPS) han confesado su fracaso 25 años
después de Alma Ata.
Tratándose de decisiones políticas habrá que desarrollar nuevas alianzas.
Esto es un llamado a los médicos de familia, las sociedades que los agrupan,
el público y las organizaciones sociales que lo representan,para que asuman
la responsabilidad de escribir la historia de una nueva etapa de la
especialidad.
J.Ceitlin
Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria.
Facultad de Medicina.Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires. Agentina.
Medicamentos contra el catarro y la tos
Una de las revistas médicas más prestigiosas e influyentes de EEUU, ‘The New England Journal of Medicine’, ha solicitado que las autoridades retiren de forma inmediata de las farmacias las medicinas contra el catarro y la tos para niños.
La revista recordó que un comité de expertos de la Agencia de Alimentación y Medicamentos (FDA) recomendó en octubre de este año ‘una acción inmediata contra el uso de medicamentos contra el catarro y la tos’ en niños menores de seis años. A pesar de ello, el organismo no ha tomado ninguna medida.‘Creemos que deberían solicitar de forma inmediata a las compañías que retiren esos productos de las farmacias y comiencen los procedimientos legales para exigirles que lo hagan’, dijo la revista en el editorial de la última edición, dado a conocer hoy.
La revista afirma que ‘en la comunidad pediátrica, durante más de dos décadas, ha aumentado la preocupación sobre la eficacia y seguridad’ de estos medicamentos, de los que cada año se venden 95 millones de unidades.
Frente a los avisos de la comunidad médica en los últimos años, desde enero de 2000 los centros de control de intoxicaciones ‘han registrado más de 750.000 llamadas relacionadas con productos contra el catarro y la tos’, señaló la revista.
Entre otros motivos de preocupación se señalan los vínculos, en niños menores de seis años, entre descongestionantes y arritmias cardiacas y otros problemas cardiovasculares, o las relaciones entre antihistamínicos y alucinaciones.
‘Una revisión de la Agencia de Alimentación y Medicamentos (FDA) identificó 123 muertes relacionadas con el uso de tales productos en niños menores de seis años durante las pasadas décadas. Se han asociado serios efectos negativos con la sobredosis accidental’, explicó la publicación.
El texto también indica que ‘la mercadotecnia de estos preparados para niños no refleja los riesgos o la falta de evidencia de su eficacia’. Por el contrario, la publicidad ‘asegura que los preparados son seguros y efectivos y muchos declaran que los ingredientes son ‘recomendados por pediatras”.
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Plataforma contra la medicalizacion de la infancia
PLATAFORMA CONTRA LA MEDICALIZACION DE LA INFANCIA
Reproducimos a continuacion la carta y alegato de nuestro colega Juan Pundik, psicoanalista (Madrid) y miembro de la ELP, promotor de esta iniciativa contra el abuso de la medicalizacion en la infancia. Juan Pundik participara en el proximo Forum Extraordinario de LNA (ver LCP num. 8
http://www.observatoriopsi.com/cuestionpsi/cuestionPsi_008.pdf) y animamos a
los lectores a sumarse a la iniciativa enviando sus datos (nombre y
apellidos completos, actividad o profesion, ciudad y pais y numero de
documento de identidad) al email de Juan Pundik: filium@arrakis.es.
Estimado colega:
A raiz de un dictamen favorable de EMEA (Agencia Europea del Medicamento) para la utilizacion del PROZAC (fluoxetina) en ninhos solicitado por su fabricante los laboratorios Lilly, y vistas las reacciones adversas sobre las que el prospecto del propio laboratorio advierte, constitui mediante convocatoria por correos electronicos una PLATAFORMA CONTRA LA MEDICALIZACION DE LA INFANCIA y reunidas suficientes firmas me dirigi al Presidente de la Comision Europea Don Jose Manuel Durao Barroso solicitandole que no avalara con su firma el dictamen de EMEA.
Al no recibir acuse de recibo ni respuesta reitere el texto, hasta que a la 5ª reiteracion recibi una respuesta que le habia sido encomendada no a los
responsables de Salud Publica y Defensa del Consumidor sino a Don Martin
Terberger, Jefe de Unidad de Productos farmaceuticos de la Direccion General
de Empresa e Industria, lo cual me parecio el colmo de lo descarado.
De todo esto di cuenta al entonces Presidente del Parlamento Europeo Don Josep Borrell que dio curso oficial a mi queja sobre falta de TRANSPARENCIA EN LA COMISION EUROPEA.
Con fecha 25.10.07 he recibido correo de Alina Vasile, Secretaria del Comite
de Peticiones del Parlamento Europeo que me informa que la Comision se reune
el 22.11.07 a las 17 horas para considerar el informe de la Comision Europea y mi solicitud. A mi requerimiento me informa que puedo hacerme presente y hacer un alegato de solo 5´ lo cual me parece poco tiempo. De todas maneras el 22 de noviembre proximo estare en Bruselas en la reunion de la Comision para hacer oir mi oposicion, y la de todos los firmantes de la PLATAFORMA CONTRA LA MEDICALIZACION DE LA INFANCIA, a la administracion de Prozac a los ninhos.
Adjunto a la presente el alegato que he redactado y que debo enviar previamente a la Comision para que sea traducido a los idiomas comunitarios.
Adjunto tambien el listado de quienes habeis firmado adhesion a la PLATAFORMA.
Si no figuras en el listado y quieres hacernos llegar tu adhesion envianos un e-mail que incluya nombres y apellidos completos, actividad o profesion,
ciudad y pais y numero de documento de identidad. Los psicoanalistas medicos
han sido incluidos en el listado de medicos por el especial peso que estos
tienen en relacion a la tematica de la cual se trata.
Si posees informacion acerca de investigaciones que no esten incluidas en el
alegato te agradecere nos las hagas llegar, asi como cualquier otra sugerencia, observacion o correccion.
Agradecere asimismo que reenvies este correo a todas tus relaciones para
multiplicar su efecto.
Cordialmente,
Juan Pundik
Asura 95 28043 Madrid
ALEGATO DIRIGIDO A LA COMISION EUROPEA
Excelentisimos senhores eurodiputados de la Comision de Peticiones del
Parlamento:
Vengo a solicitar vuestra intervencion para que este Parlamento:
1º. Vete o derogue la Decision C(2006) 3842 que autoriza la administracion de Prozac (fluoxetina) a ninhos y adolescentes menores de 18 anhos concedida por la mera peticion del fabricante del producto, los Laboratorios Lilly.
2º. Derogue el articulo 6 del Reglamento de la Comision Europea que permite un funcionamiento anomalo y ajeno a nuestro orden y tradiciones juridicas como lo es el delegar en el solicitante de la autorizacion la investigacion sobre los beneficios de la medicacion por el producida, de sus contraindicaciones y posibles efectos adversos.
3º. Abra una investigacion sobre la validez cientifica de las autorizaciones
concedidas por la EMEA a los productos medicinales mediante este aberrante
procedimiento.
4º. Establezca un ordenamiento juridico transparente mediante el cual las
autorizaciones para la administracion de las sustancias medicinales se
concedan mediante estudios, pruebas e investigaciones realizadas por
organismos que sean garantia de independencia de la industria farmaceutica.
Es innumerable la cantidad de estudios e investigaciones publicadas en los
ultimos anhos que establecen que el enorme aumento del uso de antidepresivos
que incrementan los niveles de serotonina y que son administrados a menudo en combinacion con otros farmacos, que tambien elevan esos niveles, constituyen una amenaza para la salud y la vida del paciente y de los cuales la Comision Europea no ha tomado conocimiento, considerando valido el solo informe del laboratorio fabricante.
En marzo de 2005, dos especialistas de este campo, el Dr. Edward W. Boyer y el Dr. Michael Shannon del Centro Infantil de Boston, advirtieron que mas del 85% de los medicos ignoraban el riesgo del sindrome de exceso de serotonina. En su articulo publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra, Boyer y Shannon dieron a conocer un informe obtenido en 2002 a base de llamadas a centros de control de toxicidad en todo Estados Unidos cuyo resultado indico que en ese anho se habian producido 7.349 casos de toxicidad por exceso de serotonina, 93 de los cuales resultaron mortales. En 2005, ultimo anho del que se tienen estadisticas disponibles, se reportaron 118 muertes.
Ademas de los inhibidores de reabsorcion de serotonina, como Zoloft, Prozac y Paxil, asi como tambien los inhibidores de reabsorcion de serotonina y
norepinefrina, como el Effexor, la lista de medicamentos con estos riesgos
incluye antidepresivos triciclicos e inhibidores de monoamino oxidasa,
conocidos por sus siglas en ingles MAOI (en castellano IMAOS); analgesicos
narcoticos como el fentanil y tramadol; medicamentos vendidos sin necesidad de receta para la tos y el resfriado que contienen dextrometorfan; el
anticonvulsivo valproato; triptanos como Imitrex, usados para atender y
prevenir migranhas; el antibiotico Xyvox (linezolida); farmacos para combatir la nausea; el farmaco para combatir el mal de Parkinson, L-dopa; el
medicamento Meridia para la perdida de peso (sibutramina); litio; los suplementos dietarios de triptofan, planta de San Juan y ginseng; asi como
varias drogas incluido el extasis, LSD, anfetaminas y ruda.
Si bien el envenenamiento por exceso de serotonina puede ser ocasionado por
sobredosis de antidepresivos, con mayor frecuencia es consecuencia de una
combinacion de un ISRS (inhibidor selectivo de recaptacion de serotonina) o un IMAO (inhibidores de la accion de la monoamino oxidasa) con otra sustancia que eleve el nivel de serotonina. Los pacientes que tienen mayor riesgo son los que estan sometidos a combinaciones de antidepresivos con farmacos antipsicoticos que a veces se prescriben para tratar casos de depresion resistente. En algunos casos solo hace falta una pequenha dosis de otro farmaco que provoque el exceso de serotonina para ocasionar este sindrome, que puede desencadenarse a cualquier edad, incluidos ancianos y ninhos.
Ante el aumento de las consecuencias toxicas producidas por la administracion de antidepresivos, el Presidente del Colegio de Farmaceuticos de La Plata, Argentina, ha advertido que actualmente, el unico antidepresivo permitido para menores en EEUU es Prozac (fluoxetina). No obstante lo cual la FDA ha ordenado la impresion de una etiqueta en los envases de los antidepresivos con la advertencia de que estos aumentan las tendencias suicidas en los adolescentes deprimidos y que, por otra parte, en el Reino Unido ningun antidepresivo esta autorizado para pacientes menores de 16 anhos. Tambien ha advertido que existen demandas judiciales contra los laboratorios farmaceuticos por ocultamiento de la informacion de tasas de suicidios en jovenes que les han sido reiteradamente reclamadas por los organismos de control.
Segun la agencia de noticias EFE de Madrid, con fecha 22.07.2006, las
autoridades sanitarias de EEUU advirtieron que algunos de los medicamentos mas populares contra la depresion pueden constituir un peligro mortal para quienes sufren migranhas. La FDA senhalo que la combinacion de esas medicinas con remedios contra la migranha o el exceso de serotonina, pueden provocar un trastorno llamado sindrome de exceso de serotonina, con el riesgo de causar alucinaciones, aumento del ritmo cardiaco y de los movimientos reflejos y hasta incluso llegar a producir la muerte del afectado. El organismo regulador del Gobierno de EEUU tambien advirtio de que los antidepresivos, como Prozac y Zoloft, consumidos por mujeres embarazadas pueden causar problemas pulmonares en los recien nacidos. Las advertencias sobre los peligros de las medicinas contra la depresion llegan despues de haber surgido estudios que indican que los antidepresivos incrementan el riesgo de conducta suicida en ninhos y adolescentes, advertencia que ya aparece obligatoriamente en las etiquetas de esos farmacos. La FDA estadounidense ha exigido a los laboratorios que coloquen una advertencia sobre este riesgo en los envases de Paxil, Prozac, Zoloft, Symbyax, y sus equivalentes genericos y en medicamentos para la migranha como Imitrex, Amerge, Axert y otros.
La agencia de noticias Reuters informo desde Washington que la FDA advirtio
que quienes padecen migranha enfrentan riesgos muy graves provocados por los
antidepresivos mas utilizados, concretamente Prozac y Zoloft, que combinados
con algunos medicamentos para combatir la migranha conocidos como triptanos
pueden derivar en sindrome de exceso de serotonina. La agencia tambien alerto sobre una posible enfermedad pulmonar letal en los recien nacidos cuyas madres toman antidepresivos durante el embarazo.
GlaxoSmithKline, fabricante del Seroxat, un antidepresivo cuyo principio
activo es otro ISRS, la paroxetina, le concedio al doctor Prakash S. Masand,
director del programa de educacion medica continua, del Centro Medico de la
Duke University de Durham, Carolina del Norte, U.S.A., una subvencion, sin
restricciones de presupuesto para una investigacion cuyo resultado fue
publicado con el titulo Problemas de tolerabilidad y adherencia al tratamiento con antidepresivos en una separata en espanhol de Clinical Therapeutics de agosto del 2003. El Doctor Masand, un investigador medico que hace honor a su profesion, comienza el informe resultado de su investigacion, considerando que: ‘A pesar del conocimiento, aceptacion y disponibilidad cada vez mayores de antidepresivos eficaces, el diagnostico y el tratamiento de la depresion continuan siendo inadecuados. Las tasas de recurrencia y recidiva pueden ser de hasta un 80%, los fracasos terapeuticos son frecuentes (40% a 60%) y hasta un 20% de los pacientes continuan recibiendo tratamiento inadecuado’. Mas adelante, el investigador agrega que ‘el coste del tratamiento de la depresion se estima en 43.700 millones de dolares al anho tan solo en Estados Unidos’.
Refiriendose al mecanismo con el que actuan los antidepresivos, el investigador, ademas de mencionar las reacciones adversas ya descritas,
advierte que ‘el bloqueo de recaptacion de noradrenalina, serotonina y
dopamina produce una toxicidad neurologica que puede producir crisis
epilepticas’, y que ‘hasta un 60% de los pacientes que reciben un ISRS
(antidepresivo) experimentan una disfuncion sexual’. ¿A las agencias europea y espanhola no les vale este incuestionable, impecable, publicado y conocido
estudio que ha sido subvencionado por el fabricante del otro ISRS mas
difundido? Se trata de un estudio realizado por un investigador medico
reconocido por las mas grandes empresas farmaceuticas, incluida la propia
Lilly, fabricante del Prozac.
En esta publicacion el Doctor Masand, ademas de agradecer la subvencion sin
restricciones de GlaxoSmithkline, agradece subvenciones de AstraZeneca, Forest Laboratories, Jaussen Farmaceutica y Wyeth. Asimismo, informa que ha sido consultor de esos laboratorios y tambien de Bristol-Myers Squibb Cº y Pfizer Inc., y que ademas ha sido portavoz de Abbott Laboratories, Lilly y Novartis. Mark Olfson, psiquiatra de la Universidad de Columbia y del Instituto Psiquiatrico del Estado de Nueva York, acababa de concluir un nuevo estudio sobre el riesgo de suicidios en ninhos y adolescentes tratados con ISRS. En la investigacion publicada en Archives of General Psychiatry, informaba que se habian suicidado ocho adolescentes y 86 adultos y que habian intentado suicidarse 263 ninhos y adolescentes y 521 adultos, a todos los cuales se les estaban administrando estos antidepresivos. En el informe afirmaba que el riesgo de suicidios e intentos se incrementaba, entre los 6 y los 18 anhos, 1,5 veces, si los pacientes habian sido tratados con ISRS. Su conclusion final era que la administracion de ISRS conlleva riesgo de suicidio tanto en ninhos como en adolescentes.
El doctor Amir Raz, tambien psiquiatra de la Universidad de Columbia, en un
articulo publicado por la revista PLoS Medicine, senhalaba que no todos los
problemas que se presentaban en estas investigaciones estaban relacionados con la dificultad para encontrar una muestra valida del riesgo de suicidios en ninhos y jovenes, a los que se les hubieran administrado antidepresivos, sino que ‘la influencia de la industria farmaceutica impregnaba la ciencia a tal punto que el mensaje transmitido a la prensa popular y al publico era
habitualmente tergiversado para enfatizar los beneficios por encima de los
riesgos’. Raz agregaba que ‘la presion comercial no era el unico ‘culpable’ y que la responsabilidad tambien recaia sobre los investigadores ansiosos por promocionar sus ultimos descubrimientos’, ‘todo lo cual llevaba incluso a enturbiar los resultados de las investigaciones’. Raz se manifesto sumamente critico a este respecto. En ese mismo articulo denuncio tambien que ‘la mayoria de los estudios rigurosos para conocer la seguridad y eficacia de los ISRS en adolescentes deprimidos habian sido realizados con posterioridad a que los profesionales de la psiquiatria infantil los hubieran convertido ya en un tratamiento de ‘primera linea’ con los adolescentes de inocentes e involuntarias cobayas de laboratorio.
Ahora los ciudadanos de la Union Europea nos enteramos que el articulo 6 del
Reglamento de la Comision Europea nº 1084/2003 concede al titular, del
producto cuya autorizacion solicita, facilitar los datos de la investigacion
realizada en la que fundamenta su autorizacion. Ese informe basta para que la EMEA conceda su dictamen favorable y lo pase a la firma de la Comision
Europea. Es un flagrante caso de legalizacion de la corrupcion de la industria farmaceutica que nos hace considerar que la Comision de la Union Europea funciona con una falta de transparencia y de eficacia que pone nuestra salud y nuestras vidas en riesgo a merced del objetivo de lucro de la industria farmaceutica que ha sido la responsable, entre otras, del Vioxx y de la monstruosa talidomida y de sus nefastas consecuencias. Los niveles de serotonina en el organismo afectan al funcionamiento vascular, a la frecuencia del latido cardiaco, regulan la secrecion de hormonas por parte de la hipofisis, y en consecuencia afectan tambien al crecimiento, a los niveles de estrogenos y de testosterona, inhiben la secrecion gastrica y estimulan el desarrollo de la musculatura lisa. Nada se sabe de los efectos adversos que pueden provocar los ISRS como el Prozac, en relacion a esas funciones fisiologicas y sobre el resto del organismo.
En un mundo cada vez mas globalizado y transnacional, los gobiernos
nacionales, e incluso los organismos internacionales, conviven con fuerzas
economicas que poseen, cuando menos, el mismo poder e influencia que estos en la vida cotidiana de sus ciudadanos, pero que lo ejercen fuera de todo
control. El mercado, cuando se mueve exclusivamente por los objetivos del
exito y de los beneficios economicos particulares, olvidandose de la libertad, la justicia, el bienestar social y la salud de sus ciudadanos, no constituye un complemento util a la democracia, sino una alternativa paralela que actua sin rendir cuentas a nadie y que acaba sustituyendo a la politica y determinando nuestras formas de vida de una manera que debe considerarse inaceptable y totalitaria.
Las decisiones de la FDA han sido puesta s en cuestion por sus propios
directivos, sobre todo a partir de sentirse involucrados en el tremendo
escandalo del Vioxx y actualmente por el Informe del Instituto de Medicina,
organismo asesor y de control del gobierno de los EEUU en materia de sanidad, con el cual la FDA se vio obligada a contratar un estudio por el cual ha tenido que pagarle tres millones de dolares. El informe pone en descubierto que la mayor deficiencia de su funcionamiento es que la principal fuente de financiacion de la FDA son los millones de dolares que las empresas farmaceuticas le aportan para que acelere el proceso de revision y aprobacion de sus productos, lo cual influye en la capacidad de independencia con la que deberian trabajar los investigadores de la FDA. Esta corrupcion institucionalizada nos deberia permitir hacer una seria valoracion de la validez de las autorizaciones de la FDA y en consecuencia de las de la Agencia Europea del Medicamento y de las agencias nacionales, como la espanhola, que se apoyan en los corruptos informes de la FDA.
En 2004, el periodico frances, Le Figaro, publico una nota titulada
Medicamentos, la crisis de confianza. Fue a raiz de que uno de los miembros de la FDA, el doctor David Graham, habia denunciado publicamente que ese
organismo fiscalizador era ‘incapaz de proteger a Norteamerica de otro Vioxx’.
El gran escandalo se habia desencadenado al verse obligado a reconocer el
laboratorio fabricante de las consecuencias nocivas y mortiferas de su
producto y a satisfacer las millonarias demandas de los afectados. En su
denuncia el doctor Graham cito otros medicamentos que podrian presentar
riesgos, mencionando concretamente el Crestor, un anticolesterol fabricado por AstraZeneca, el Serevent, un antiasmatico de GlaxoSmithKline, el Meridia de Abbott para combatir la obesidad, el Bextra de Pfizer contra la artrosis y el Accutane de Roche contra el acne. Inmediatamente y tambien publicamente, su superior jerarquico, el doctor Steven Galson, lo contradijo, calificando de irresponsables las acusaciones de su colega, calificandolas de estar fundadas en estudios ‘cientificamente podridos’ y en ‘estimaciones estadisticamente inaceptables’. Pero, pocos dias despues, la FDA se sintio obligada a emitir un comunicado en el que se informaba que ‘se volverian a analizar seriamente los efectos secundarios de los medicamentos’ denunciados por el doctor Graham.
A raiz de todo esto, actualmente la fiscalizadora FDA esta siendo, a su vez
fiscalizada por varias comisiones del Senado que investigan su eficacia en el control y autorizacion de los medicamentos. El escandalo provocado por los efectos secundarios graves de medicamentos a los que ha tenido que cancelar la autorizacion concedida, prohibir su comercializacion y exigir su retirada del mercado, como han sido los casos del Vioxx (Merck Sharp & Dome), del Cholstat (Bayer), del Redux y del Ponderal (Servier), confirma la denuncia del doctor Graham, hace sospechosa la ‘irresponsabilidad’ de su superior, el doctor Galson, pero ratifica ademas la afirmacion inicial del primero, de que la FDA es incapaz de proteger a los Estados Unidos de la desidia y voracidad de la industria farmaceutica. ¿Sera capaz la Agencia Europea del Medicamento de protegernos a los europeos de esa desidia y esa voracidad? ¿Sera capaz la Agencia Espanhola del Medicamento de protegernos de esos riesgos? ¿Acabaremos los denunciantes de esta corrupcion cosidos a punhaladas como Pequito en Portugal, que se atrevio a denunciar los procedimientos de las multinacionales farmaceuticas? Quizas el Parlamento Europeo, siguiendo en este caso el buen ejemplo del senado norteamericano, debiera tomar serias cartas en un tema tan vital para el conjunto de los ciudadanos, investigar los procedimientos que se utilizan para conceder la autorizacion de medicamentos, derogar la reglamentacion vigente, establecer que los medicamentos para ser autorizados deben ser previamente objeto de una investigacion realizada por cientificos libres de toda sospecha, cuyo costo debe ser pagado anticipadamente por la empresa solicitante y quitarle toda posibilidad de inmiscuirse a la Direccion General de Empresa e Industria en temas que corresponden a la Direccion General de Salud y Proteccion del Consumidor. Si yo solicito patentar un invento, no basta con mi informe. El dictamen le corresponde al organismo respectivo. Y debo pagar por el solo acto de mi solicitud. Si solicito una licencia de obra o construccion debo pagar por mi solicitud, no bastara con mi informe de viabilidad o de impacto medio-ambiental. El dictamen lo expedira el organismo pertinente. El articulo 6 del Reglamento mencionado constituye una
anomalia en el orden juridico de las instituciones europeas y de las
sociedades democraticas en las que vivimos.
GlaxoSmithKline ha sido acusada en junio de 2004 por Eliot Spitzer, el
procurador general del estado de Nueva York, de ocultar efectos secundarios
graves del antidepresivo Paxil, el antidepresivo rival del Prozac. A raiz de
tantos escandalos el Comite Internacional de Revistas Medicas (ICMJE) ha
lanzado un solemne llamado al registro previo de todos los ensayos clinicos.
Las revistas asociadas se han comprometido a no publicar los resultados de
ensayos que no hayan cumplido con ese requisito. Me temo que la multinacional de las farmaceuticas tenga mas poder que las revistas, que la FDA, y que las agencias europea y espanhola del medicamento. Al menos asi lo han hecho sentir hasta el momento.
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association detecto que 2.216.000 americanos quedan permanentemente discapacitados o pasan algun tiempo en el hospital a consecuencia de los efectos adversos de algun medicamento (JAMA, 1998; 279: 1200-5). Esta cifra no incluye a tantos otros que son victimas de reacciones adversas que no los discapacitan
permanentemente ni tampoco a aquellos que han sido tratados como pacientes
externos.
Un estudio realizado por el Institute of Medicine (IOM) en relacion a
pacientes que fallecieron durante su internamiento en un hospital
norteamericano, arribo a la conclusion de que las muertes que causaban las
recetas medicas eran ‘como un sigiloso asesino que nunca atraia los titulares de prensa, no interesaba a politicos ni a las estrellas del pop’. Segun este estudio, en Estados Unidos mueren un minimo de 225.000 personas como consecuencia directa de la mala administracion de la medicina convencional, convirtiendola en el tercer mayor asesino de Occidente, por detras de las enfermedades cardiacas y del cancer. Estos numeros solo incluyen las muertes y no toman en cuenta el numero de perjudicados por los efectos secundarios adversos que pueden llegar a ser graves y minusvalidantes. (American Family Physician, 1997; 56: 1781-8).
El doctor Vernon Coleman, afirma que ‘se puede estimar con certeza que, como
minimo, el 12 por ciento de la investigacion cientifica realizada por los
laboratorios, es fraudulenta’ (Betrayal of trust, European Medical Journal,
1994). Un estudio publicado en 1998 en el New England Journal of Medicine
revelo que el 96 por ciento de los autores de los documentos de investigacion, cuyo estudio favorecia a algunos farmacos para el corazon, tenian lazos economicos con los fabricantes. Un estudio publicado en los Annals of Internal Medicine revelo que el 98 por ciento de los estudios farmacologicos subvencionados por empresas, publicados en revistas entre 1980 y 1989, promovieron conclusiones positivas sobre los farmacos de las empresas promotoras.
El International Herald Tribune del 06.05.05 publico una nota denominada
Criticas parlamentarias a la industria farmaceutica britanica en la que la
redactora Anne-Lise Berthier informa acerca de un informe severamente critico de la Comision de Salud de la Camara de los Comunes a la influencia que ejerce la industria farmaceutica en el Reino Unido, estimando que la utilizacion de esa influencia ha conducido a la creciente medicalizacion de la sociedad, haciendo extensiva la critica a los profesionales de la salud y a los organismos fiscalizadores, incluido el Departamento de Salud, equivalente a nuestro Ministerio de Sanidad. Para hacer frente a los riesgos que estas practicas entranhan para la salud de la poblacion, proponen una serie de medidas cuyo cumplimiento y eficacia me merecen las mismas dudas que las expuestas al final del parrafo anterior. El informe de la Camara de los Comunes, de 126 paginas puede ser consultado en:
www.publications.parliament.uk
De acuerdo con las advertencias sobre el Prozac, hechas publicas por su fabricante Eli Lilly, entre un 10 y un 15 por ciento de los pacientes en los ensayos clinicos iniciales informo haber experimentado ansiedad e insomnio, mientras que un 9 por ciento, sobre todo entre los pacientes excesivamente delgados, menciono perdidas de peso y anorexia. En un estudio, el 13 por ciento de los pacientes perdio mas del 5 por ciento de su peso corporal. En otras palabras, uno de cada diez pacientes experimento los mismos sintomas que el farmaco pretendia curar.
Esta comprobado que el Prozac afecta practicamente todos los sistemas del organismo: nervioso, digestivo, respiratorio, cardiovascular, musculos y huesos, urogenital, piel y apendices. Sus efectos secundarios incluyen sobre todo alteraciones de la vision, palpitaciones, mania/hipomania, temblores, sintomas gripales, arritmia cardiaca, dolores de espalda, urticaria, sudores, nauseas, diarrea, dolores abdominales y perdida del deseo sexual. Entre sus efectos menos corrientes se encuentran el comportamiento antisocial, vision doble, perdidas de memoria, cataratas o glaucoma, asma, artritis, osteoporosis, sangrado estomacal, inflamacion renal e impotencia, aunque muy rara vez tambien produce ‘suenhos anormales, agitacion, convulsiones, delirios y euforia. Durante la retirada del farmaco se requiere una cuidadosa supervision, ya que se pueden descubrir casos de depresion grave, asi como los efectos del exceso de actividad cronica’. Hay numerosos informes sobre casos de suicidio tras la retirada del farmaco (Journal of The American Academy of Children & Adolescent Psychiatry, 1987; 26: 56-64). La actividad fisica ejercida habitualmente, la luz del sol, y la ingestion de carnes, huevos y quesos, estimulan la produccion de serotonina indispensable para una buena calidad de vida y la formacion de nuevas neuronas, con la misma eficacia que se obtiene por la ingestion de IRSS, pero sin ninguno de los graves sintomas adversos que pueden provocar estos primeros.
Se esta concediendo a los profesionales medicos autorizacion para decidir cuales de nuestras ideas o conductas deben ser rotuladas, diagnosticadas, tratadas, medicadas e incluso drogadas con el beneplacito de la Comision Europea. El sistema democratico, tan trabajosamente conquistado, corre el riesgo de estar dando paso, muy veladamente, a un nuevo tipo de estado totalitario que pretende clasificar a ninhos y jovenes en adictos, angustiados, depresivos, fobicos, anorexicas, bulimicas, atacados de panico, bipolares, asmaticos, epilepticos, hiperactivos, etcetera; y someterlos a medicaciones segregacionistas y minusvalidantes, que borran de un plumazo los derechos y libertades individuales por cuya conquista han luchado e incluso sacrificado sus vidas generaciones enteras de seres humanos que sentaron las bases de la sociedad democratica en la que vivimos.
Vengo a comparecer a Bruselas ante esta Comision de eurodiputados del Parlamento Europeo en representacion de la Plataforma contra la medicalizacion de la infancia para defender la dignidad humana, la libertad, la democracia y los derechos del hombre, y en particular de las futuras generaciones, que estan corriendo el riesgo de ser reemplazados por los derechos del mercado representado por las multinacionales.
Muchas gracias por la oportunidad que me habeis brindado de presentar este alegato y esta solicitud.
Juan Pundik Knapheis
Plataforma contra la medicalizacion de la infancia
Presidente
Asura 95 28043 Madrid
Tel. 3491 388 6119
Fax. 3491 759 8281
E.mail: filium@arrakis.es
Redaccion :- Comision Psi-ELP: Carmen Cunhat, Carmen Garrido, Felix Rueda,
Jose R. Ubieto (responsable)
Cribado de cancer cervical en adolescentes: a veces menos es mas
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2006 consensus guidelines for the management of women with abnormal cervical cancer screening tests.
Department of Pathology, College of Physicians and Surgeons of Columbia University, New York, NY 10032, USA. tcw1@columbia.edu
A group of 146 experts representing 29 organizations and professional societies met September 18-19, 2006, in Bethesda, MD, to develop revised evidence-based, consensus guidelines for managing women with abnormal cervical cancer screening tests. Recommendations for managing atypical squamous cells of undetermined significance and low-grade squamous intraepithelial lesion (LSIL) are essentially unchanged. Changes were made for managing these conditions in adolescents for whom cytological follow-up for 2 years was approved. Recommendations for managing high-grade squamous intraepithelial lesion (HSIL) and atypical glandular cells (AGC) also underwent only minor modifications. More emphasis is placed on immediate screen-and-treat approaches for HSIL. Human papillomavirus (HPV) testing is incorporated into the management of AGC after their initial evaluation with colposcopy and endometrial sampling. The 2004 Interim Guidance for HPV testing as an adjunct to cervical cytology for screening in women 30 years of age and older was formally adopted with only very minor modifications.
PMID: 17904957 [PubMed – indexed for MEDLINE]
Biomedicina, medicinas alternativas y eubiatría
Biomedicina, medicinas alternativas y eubiatría
Carlos Ponte Mittelbrunn
Índice:
- La ruptura del paradigma biomédico
- Invisibilidad y dogmatismo
- Orígenes de la biologización.
- Rasgos básicos del modelo biomédico
- Biomedicina y derecho a la salud.
- Medicinas alternativas.
- Relativismo y medicinas alternativas.
- Holismo y reduccionismo.
- La huella del holísmo
- Introducción a los sistemas biológicos.
- Eubiatría: Cómo orientar la complejidad
Biomedicina, Medicinas Alternativas y Eubiatría “De la misma manera en que concluimos que no podíamos confiar las metas de la defensa nacional al complejo militar-industrial, estamos empezando a entender la inconveniencia de encomendar la medicina científica al complejo médico-industrial” Golub E.
La ruptura del paradigma biomédico
El diagnostico de crisis estructural de la Salud y la Medicina en el arranque del siglo XXI es un lugar común en todos los foros especializados (OMS, 2002) (IOM, 2007). Sin duda, un problema complejo del que se suelen dar explicaciones demasiado simples (aumento de las demandas sociales, envejecimiento, intervencionismo estatal, inadecuado uso de las tecnologías…) porque el origen de la crisis hay que buscarlo en el análisis de los determinantes de la salud y la enfermedad y en el rol de la medicina en la sociedad. Parece probable, además, que el carácter y la profunda dimensión de la crisis puedan abocar en un escenario – en el sentido epistemológico de Thomas Khun – de ruptura paradigmática. Kuhn sostiene que la historia de la ciencia transcurre a través de crisis o rupturas entre «paradigmas», modelos teóricos con una estructura de análisis y un lenguaje científico común que permiten hacer ciencia sin necesidad de estar discutiendo permanentemente los fundamentos de la investigación. Es decir, modelos conceptuales coherentes basados en supuestos y prácticas, que reconocen estructuras interpretativas, conforman la elaboración de teorías… (Kuhn, 1971)
El paradigma hegemónico de la salud y la atención a la salud en el mundo occidental es el denominado “Modelo Biomédico”, la construcción social que describe el tipo de respuesta de salud y de medicina que la sociedad desea y decide sostener y recibir. El modelo biomédico es, por tanto, laherramienta teórica y metodológica – y el instrumento ideológico – con que opera la medicina en el proceso salud-enfermedad-atención. Una aproximación al ámbito de la salud que se inscribe inevitablemente, como afirma Lesley Doyal, en el marco del liberalismo económico. (Doyal, 1979)
Podemos definir el Modelo Biomédico como un abordaje de la salud y la enfermedad desde el individualismo (en contraposición a colectividad) que entiende e interviene sobre el organismo humano como una maquinaria biológica que puede ser objeto de reparación, con una orientación fragmentaria que descontextualiza a la persona de su medio social y ecológico.Es decir, una concepción biologicista y reduccionista de la ciencia, y una dimensión individual y curativa que, por su propia naturaleza, margina tanto a las ciencias sociales como a la promoción, la prevención primaria y las políticas de salud pública.
Hay que reconocer, sin embargo, que en las sociedades occidentales, la Biomedicina, pese al sustancial incremento de las medicinas paralelas y alternativas, continua siendo la forma de atención con mayor vitalidad y desarrollo, como pone de manifiesto, por ejemplo, la escalada del consumo de medicamentos de la industria químico/ farmacéutica. También es cierto que, hasta la fecha, siempre se han encontrado “soluciones biomédicas” para asegurar una expansión, invariablemente centrada en la biologización (Menéndez, 2005). Por tanto, mas allá de sus conflictos, el biologicísmo mantiene expectativas de éxito con un crecimiento que se desarrolla a dos niveles: las actividades profesionales que se generan (número de profesionales, número camas de hospitalización, número de técnicas y procedimientos, fármacos, etc.) y, por otra parte, a la progresión inducida mediante los procesos de medicalización.
La “medicalización de la vida” consiste en traer cuestiones propias de la vida diaria al ámbito y la influencia de la medicina, en convertir en enfermedad o en problema de salud no solo episodios vitales, que forman parte de la vida cotidiana, sino también los conflictos derivados de las relaciones personales o sociales. La medicalización conlleva, además, una excesiva valoración de la salud o “salutismo”, como doctrina o militancia absoluta y esclavizante. Supone, por ejemplo, la “patologización” del cuerpo de la mujer, de la maternidad o del parto (que se transforma en un problema quirúrgico), de la menopausia, de la virilidad, del envejecimiento, de la infelicidad… La medicalización de la salud, una consecuencia directa de la globalización (la necesidad de expandir mercados), es un fenómeno muy relevante porque reside, en primer termino, en el control del cuerpo de las personas y, en primer lugar, de las mujeres que han sido el objeto preferente de la medicalización por la coexistencia del dominio patriarcal.
Pero, en paralelo a la expansión del paradigma, son cada día mas agudas las criticas al modelo biomédico, a su limitada efectividad sobre los problemas de salud, al incremento exponencial de los costes, a la exclusión de la prevención y promoción de la salud (las medidas que han probado mayor costo-efectividad en salud), a una relación que niega al paciente como sujeto o al ciudadano como protagonista de su propia salud, a la persistencia de graves problemas éticos… La medicina, pues, se encuentra hoy en una crisis de identidad respecto de su método y de sus objetivos, como expresa el conflicto de la racionalidad médica (Berlinguer, 1991). Si por un lado la medicina positivista muestra su hibris en la alta tecnología (trasplantes, inmuno-genética, imaginología …), por otro revela su némesis en la falibilidad médica, los límites de la tecnociencia o la inhabilitación del sujeto. Señales de agotamiento, indicativos de problemas crecientes e irresolubles desde el propio modelo biomédico, que hacen necesario aspirar a un nuevo marco conceptual de referencia y a una practica superadora de las limitaciones referidas, capaz de promover una sociedad menos medicalizada y mas saludable.
Invisibilidad y dogmatismo del paradigma
La inmensa mayoría de los médicos, y otros profesionales que trabajan en el ámbito de la biomedicina, están razonablemente satisfechos con las ideas establecidas, a menos que un problema especifico exija nuevos instrumentos conceptuales. Es decir, como se ha mencionado anteriormente, el paradigma medico lo conforman un conjunto heterogéneo de conocimientos, prácticas comunes, representaciones convenidas de la realidad, hipótesis de trabajo, etc. Esta miscelánea compleja es articulada a través de determinados supuestos que conforman el suelo desde donde se edifican los discursos de la ciencia medica, lo que Pierre Bourdieu ha denominado la “doxa académica”: las creencias fundamentales que ni siquiera necesitan afirmarse en forma de dogma explicito y consciente de sí mismo” (Bourdieu, 1999) que son aceptadas sin discusión mediante una “adhesión pre-reflexiva a los presupuestos tácitos del campo que es la verdadera censura, la más radical, la más invisible, la que todos admiten, la que está fuera de discusión, lo natural“. Este particular modo de racionalidad, que parecería más propio de las culturas no académicas, se encuentra sin embargo instalado en la dinámica de cualquier disciplina científica, como afirma Bourdieu: “Nada hay más dogmático paradójicamente que una doxa.”
En consecuencia, los fundamentos epistemológicos que conforman el modelo médico hegemónico que modula la práctica profesional, se transmiten insensiblemente de generación en generación y son recibidos y naturalizados de manera acrítica por los propios médicos, generando un “habitus científico” que se incorpora de manera inadvertida (nunca se aprende de manera consciente o deliberada) desde hace mas de 150 años de medicina científica. El “habito” se instala en la práctica profesional y promueve la reducción de la realidad al segmento que mejor se adapta a sus estrechos dominios. Se crea, de esta forma, una extensa zona de invisibilidad epistemológica recorta el campo de lo real y condena toda mirada foránea a la incomprensión, a la trivialización o a una sordera radical de los conceptos que no encajan (Bourdieu, 1999).
Los profesionales se sitúan en un universo acotado, con coordenadas preestablecidas y la imposibilidad de reconocer su propia doxosofía como base ineludible de su funcionamiento. Aunque, realmente, las raíces de este habito se encuentran diseminadas en la sociedad mediante un conjunto de representaciones que comparten el imaginario de la Comunidad. De este modo, los nuevos profesionales adoptan un estilo en su práctica y una modalidad de adquirir conocimiento que responden a una demanda social.
Por tanto, no son los hechos o los sucesos desnudos los que tienen que ser revisados o recalificados, sino el sistema de pensamiento que los hace circular como verdades sólidas y hasta cierto punto inevitables, excluyendo otras perspectivas. Si entendemos la epistemología como el análisis de los fundamentos del conocimiento (un termino que es sinónimo de gnoseología o de teoría del conocimiento, todos del ámbito de la filosofía) es latransformación de la perspectiva epistemológica la única que tiene capacidad para hacer otra lectura distinta de la realidad. Solo así se puede entender, por ejemplo, que la enfermedad es algo más que un fenómeno exclusivamente biológico, que se incorpore sistemáticamente su dimensión social, cultural y subjetiva o que los recursos terapéuticos queden exclusivamente limitados a la farmacología o a la intervención anatómica directa. Cuestiones que se originan en profundas razones epistemológicas.
Orígenes de la biologización
Galileo y Descartes son los grandes precedentes del Modelo Biomédico. Descartes en uno de sus textos de fisiología – “De homine” – y especialmente en su obra principal – “Discurso del Método” – formula las bases de la epistemología medica vigente. Descartes considera al cuerpo humano como una máquina susceptible de curación mediante el reemplazamiento o el tratamiento del órgano enfermo. Con esta orientación, la ciencia ha seguido una aproximación analítica de “divide y conquista”, asumiendo que los problemas complejos se pueden resolver dividiéndolos en muestras o unidades mas pequeñas y, por tanto, mas fáciles de manejar. De ahí que este abordaje “de reducir” se haya denominado “reduccionismo”. La ciencia medica ha aplicado el reduccionismo en el diagnostico, la prevención y el tratamiento de las enfermedades, y ha tenido tremendos éxitos pero también grandes limitaciones e insuficiencias (Ahn, 2006).
Visto en perspectiva histórica, en el siglo XIX las enfermedades infecciosas fueron las principales causantes de la mortalidad, si bien, en la medida en que fue mejorando la alimentación, la tasa de mortalidad fue en descenso. La práctica de la medicina en ese tiempo (Porter, 2004) todavía carecía de un método de investigación y de análisis que vinculase causa y efecto por lo que la responsabilidad de la salud estaba fuera de las personas, en creencias populares y religiosas (en manos de Dios). En las siguientes décadas dos hechos facilitaron la transformación de la medicina:
Primero, en la disponibilidad de un método científico basado en una epistemología común de causa efecto. Esta perspectiva epistemológica, clave en el modelo biomédico, no alcanza suficiente supremacía para constituirse en paradigma hasta los inicios del siglo XIX. Los trabajos de François Magendie, y posteriormente de su discípulo Claude Bernard fueron decisivos en la ruptura epistemológica con el pensamiento médico anterior y la desvinculación definitiva con toda la tradición hipocrático-galénica y el vitalismo. Es decir, en la historia de la medicina se desarrolla un nuevo paradigma: la medicina experimental, que ha recibido la denominación por parte de la escuela de Heidelberg, de “modelo biomédico” o “científico-natural” y cuyas raíces filosóficas corresponden a la visión cartesiana – newtoniana del mundo, que ha presidido el pensamiento científico de la historia occidental (Stagnaro, 2002). Una aproximación metodológica positivista y reduccionista de la realidad que hizo desaparecer a los médicos filósofos de antaño y que piensa en la enfermedad antes que en el paciente, en los síntomas antes que en las causas, en las causas individuales antes que en las sociales y en las enfermedades orgánicas antes que en los trastornos funcionales.
El estudio de las relaciones biológicas de causalidad ha tenido como punto de partida los postulados establecidos por Thomas Koch en la etiología de la tuberculosis y el ántrax, posteriormente generalizados al resto de las enfermedades. Los postulados se basaban en la afirmación inequívoca de causalidad, en que la causa fuera a la vez necesaria y suficiente (relación uni-causal y univoca) (Susser, 1996.) Ocurre, sin embargo, que incluso en la patología infecciosa, muchas enfermedades incumplen estos criterios, como ocurre con el Helicobacter pylori, la enfermedad meningocica, la amebiasis o los portadores crónicos asintomáticos de infecciones. De la idea de causa determinante, a través de Sir Austin Bradford Hill, se pasa a la noción de causa contributiva y de probabilidad. Bradford Hill, en 1955, propuso otras bases para superar las insuficiencias de los postulados de Koch, que rápidamente fueron aplaudidas y consensuadas por la comunidad científica internacional. Su primera aplicación exitosa fue probar la asociación causal entre el hábito de fumar y el cáncer de pulmón. Sin duda un gran avance, pero dentro de una estrategia neopositivista y lineal, carente de la necesaria perspectiva de “complejidad”. No se trata de negar la causalidad lineal pero es incuestionable que en la mayoría de las ocasiones la causalidad surge en un marco topológico de redes e interacciones no lineales.
Más allá de la Medicina, el fundamento epistemológico del paradigma científico es la experiencia, que una vez sometida a control y demostración, permite alcanzar la certeza (o medida de todo conocimiento). Con este supuesto se desarrollaron leyes y ecuaciones predictivas, deterministas y exactas, con la convicción de que todos los fenómenos naturales y las relaciones entre ellos, podían ser descritos por ecuaciones cuantitativas y lineales. En el caso de la Física, esta concepción determinista de causa efecto, entro irreversiblemente en crisis con el principio de incertidumbre de Heisenberg y la irrupción de la Física cuántica.
Y en segundo lugar, con el desarrollo de programas de Salud Pública que establecieron relaciones entre cuestiones ambientales (calidad del agua por ejemplo) y niveles de salud (higienismo público), que fue el origen de la epidemiología social y la principal contribución del marxismo en el ámbito de la salud, pero que, en ultima instancia, respondía a los mismos postulados epistemológicos. Aunque, en realidad, las políticas higienistas fueron muy efectivas para la salud / enfermedad, mucho más que la medicina asistencial, si bien esta ultima fue ganando en ascendencia hasta conseguir el monopolio de la medicina alopática sobre las instituciones de salud (con el informe Flexner – 1910 – como referencia fundamental). Una elección que probablemente se ha debido a razones políticas, sociales y económicas mas que a razones de salud ((Hansbrouck, 1996).
La irrupción en el siglo XX de las biotecnologías a través del extraordinario desarrollo de la investigación biológica y de las tecnologías provenientes de otros campos de la ciencia (física, matemáticas, química, informática…) ha sido determinante en la construcción del paradigma médico contemporáneo y en su desarrollo hegemónico (Peña, 2005). La propagación de la tecnología medica se inicia después de la primera Gran Guerra, y rápidamente se situó a la cabeza del crecimiento empresarial con la construcción de una gran industria biomédica regulada por los intereses del mercado, con beneficios con alto valor añadido. La tecnología de los trasplantes, las células madre o la terapia génica son los estandartes de este desarrollo biologicista y comercial que ha marginado otras cuestiones con indudable influencia sobre la salud: la contaminación ambiental, la calidad de vida del desarrollismo, el consumismo o la inseguridad social. Por tanto, la industria tecnológica sanitaria impulsa una dinámica política y económica muy poderosa, que frecuentemente entra en contradicción con el genuino significado de lo que es un servicio de salud.
Es indudable, no obstante, que el ámbito científico- técnico y el industrialismo no fueron los únicos factores del Modelo Biomédico. Otras causas de orden social, político y cultural también han contribuido poderosamente al proceso de biomedicalización:
- El influjo de los cambios culturales como el individualismo o el consumismo.
- El peso especifico de la industria farmacéutica y su capacidad de monopolizar (y sesgar) la investigación sanitaria y la formación continuada de los médicos.
- El declive del Estado de Bienestar en los países centrales y su deterioro completo de lo poco que existía en los países periféricos, con la consiguiente aparición de recortes e insuficiencias en los presupuestos de salud y mayores espacios para el sector privado.
- La mercantilización creciente de la medicina, entendida la salud como una mercancía (y no como un derecho y una inversión del Estado) y que, como ya se ha referido, tiene efectos convergentes y sinérgicos con la biomedicalización.
Rasgosdel modelo biomédico
La medicina heredera del pensamiento cartesiano ha promovido la escisión del sujeto, la distinción rígida entre lo objetivo y lo subjetivo, la ilusión de una aplicación neutral y objetiva, desprovista de historicidad y modulaciones culturales, que hace posible el mito de la objetividad total, pura e incontaminada. En este modelo biomédico hegemónico se han analizado múltiples rasgos estructurales, entre ellos el biologicismo, la a-sociabilidad, la a-historicidad, el a-culturalismo, el individualismo, la orientación curativa y pragmática, la relación asimétrica y subordinada médico / paciente, la exclusión del saber del paciente, la profesionalización formalizada, la identificación ideológica con la racionalidad científica, la mercantilización de la salud /enfermedad, la tendencia a la medicalización de los problemas, la tendencia a la escisión entre teoría y práctica… Hasta treinta características han sido descritas (Menéndez, 2005) en este modelo positivista, cuyo máximo exponente es el ya reseñado “Informe Flexner”, que ha guiado todo el desarrollo ulterior de la medicina académica occidental en la investigación, la enseñanza y la asistencia. Los rasgos fundamentales del modelo biomédico son los siguientes:
1. Biologismo y reduccionismo. Sin duda los rasgos estructurales dominantes de la biomedicina, no solo a nivel ideológico / técnico sino también porque constituyen el fundamento científico del diagnóstico y del tratamiento. El biologismo opera con la confianza absoluta de que sus presupuestos se corresponden con la realidad, a pesar de que la ciencia medica asienta sobre hallazgos de un numero relativamente reducido de casos y es común que muchos resultados sean contradictorios. Por ejemplo, un reciente meta-análisis en pacientes de UCI, concluía que la infusión de albúmina aumentaba la mortalidad el 4% con respecto a las soluciones de cristaloides (lo que supuso la exclusión de esta molécula de la practica clínica), pero un estudio posterior, más amplio, no observaba diferencias, incluso la albúmina mostraba mejores resultados en pacientes sépticos aunque peores en traumatismos cráneo-encefálicos… (Singer, 2005) Es decir, la experimentación biológica tiene serias limitaciones, en buena medida porque los estudios se apoyan en un numero reducido de observaciones y por la descontextualización del conocimiento medico.
Un factor biológico único que contempla el organismo como una colección de componentes que se aíslan individualmente para observar su comportamiento, igual que un mecánico con un coche averiado. La enfermedad se trata identificando el componente individual averiado: para la infección, el agente patógeno; para el cáncer, el tumor; para la hemorragia digestiva, el vaso que esta sangrando… Esta es la practica medica actual que asume que la información de una parte individual atomizada es suficiente para explicar el todo. Pero hay circunstancias en que la interacción compleja entre las partes no se puede predecir por la investigación exclusiva de las partes. Este es el denominador común de los fracasos de la medicina actual (Peña, 2002). La dimensión biológica es, asimismo, el núcleo de la formación profesional del médico. El aprendizaje se basa en contenidos biológicos, excluyendo otros factores. Lo mismo ocurre con la investigación (los avances de la genética ha reforzado aún mas esta tendencia).
En su aplicación practica, la tendencia biologista explica la prioridad de la atención clínica y hospitalaria, la orientación individualizada o la subordinación de la salud pública a la figura del médico sanitarista, el principal agente de salud, incluso en un marco socioeconómico en el que el estado de bienestar social es el principal proveedor de las políticas públicas de salud. El biologismo es también el criterio fundamental de diferenciación con las otras formas de atención, y aunque en algunas cuestiones puede tomar en consideración aspectos psicológicos y sociales, la tendencia es a subordinarlos o excluirlos en relación con la dimensión biológica.
Algunos sesgos reduccionistas de la practica medica son evidentes. Por ejemplo, el enfoque de la homeostasis, popularizado por W. Cannon, que ha supuesto uno de los mayores avances teóricos de la Medicina: el principio de preservar la estabilidad y la constancia como respuesta ante cualquier agresión, lo que ha llevado incluso a modificar el concepto de enfermedad que paso a definirse como un fallo de los mecanismos de la homeostasis. Pero este principio se ha visto afectado por la visión reduccionista de devolver los parámetros desviados a su rango normal (hipotiroidismo, diabetes, hipokaliemia…), por la afirmación simplista de la “normalidad”, por una dimensión estática de la realidad…
Sin embargo, existen pruebas de que restaurar a sus valores normales un parámetro desviado puede ser perjudicial para el sistema en su conjunto(Ahn, 2005), como ocurre con la corrección de los niveles bajos de calcio plasmático en el paciente critico o reducir la hipertensión arterial en las primeras horas de un accidente cerebro-vascular. Por tanto, llevar un parámetro a la “normalidad” puede ser perjudicial para el sistema global, desconsiderando la estabilidad dinámica que muchas veces tiene un comportamiento oscilatorio (como ocurre con los ritmos circadianos) o caótico (como ocurre con las variaciones del ritmo cardiaco.) De donde se deduce que en el modelo de homeostasis es imprescindible incluir la complejidad de los estados dinámicos, de lo contrario, los efectos de los tratamientos pueden no ser efectivos, incluso deletéreos. Continue reading Biomedicina, medicinas alternativas y eubiatría