Deformidades de caderas en niños


Qué se debe mirar en una Rx de caderas.

Deformidad Luxante de caderas. Dres. Darío Rebollo, José Llorente, Paula Delgado

Tema controvertido, que muchas veces los médicos, en realidad, lo trasformamos en más controvertido, que en lo que en realidad es. Intentaré en esta charla, mostrarles mi enfoque personal, basado en 25 años de experiencia en la especialidad y “el esquema” en que baso mi accionar y que gracias al cual, puedo “dormir tranquilo”.
Cuando me refiero al tema, hablo de “deformidad luxante”. Prefiero no hablar de displasia ni de enfermedad luxante. Personalmente, y aclaro, muchos ortopedistas coincidimos en lo mismo, el tema del que hablamos, no constituye una verdadera enfermedad, sino una deformidad del componente acetabular y de la cabeza del fémur, que va generando que esta última, vaya siendo desalojada del acetábulo. Por lo que repito, no se trata de una enfermedad sino de una deformidad de la cadera.
Mucho más frecuente en la mujer que en el varón. Todavía se sigue discutiendo la razón. Se habla de que la mujer tiene una pelvis particular, más ancha que el varón, lo que generaría dificultades de espacio en su gestación dentro del útero. La relación mujer/hombre, es de 8-1. En esta relación estadística, muchos se basan para estudiar en forma exclusiva a las mujeres, conducta de riesgo que les puede traer muchos sinsabores en su ejercicio profesional. Se presenta 1 a 2 por cada 1000 partos normales, siendo la cadera izquierda la más afectada, esto, debido a la frecuente gestación en posición oblicua izquierda del feto, dirigiéndose el miembro inferior a la aducción, por acción de la columna vertebral de la madre, favoreciendo el desplazamiento y compresión del pico externo acetabular, impidiendo su normal desarrollo .
Se calcula que el 3,5 % de los adultos padece de una artrosis de cadera y el 50 % de éstos, debida a una DLC.
Podemos dividir a esta entidad, en dos grandes grupos. Las “embrionarias”, que son las llamadas “teratológicas”, variante por la cual los niños que la padecen , ya nacen luxados, y que son cuadros que van acompañando a síndromes genéticos, como la artrogriposis, mielomeningocele, etc. Este grupo, es el menos común. Por otro lado, tenemos la variante más frecuente, que son las “fetales”, y que son las que, al decir de la literatura, “nacieron para ir luxándose”.
A este segundo grupo, que como dijimos, es el más frecuente, para manejarnos en la práctica diaria, las podemos dividir a su vez, en tres subgrupos:
El 1º grupo de esta variante (fetales), es el de displasia de caderas, que va desde el nacimiento a los 6 meses. Luego de los 6 meses a los 2 años, hablamos de luxación propiamente dicha, donde la cabeza está prácticamente desalojada del acetábulo, y que con el intento de pararse por parte del niño, comienza a luxarse hacia arriba.
A partir de los 2 años, hablamos de luxación inveterada, que es el grupo más dramático, el que desearíamos no ver más, pero que desgraciadamente, continuamos observándolo.
Dentro del grupo etario de los niños con posibilidades de padecer deformidades luxantes, existen factores de riesgo que debemos conocer, para prestarles mayor atención. Dentro de estos encontramos:

1. Oligohidramnios.
2. Primigestas.

3. Posición podálica. Esta variante de posición, representa el 4% de las variedades de presentación, de los cuales un 20% desarrollarán una displasia. O sea, de cada 4 niños que nazcan en podálica, 1 hará una displasia.
4. Niños con otras malformaciones congénitas , mielomeningoceles, pie bot. Y recuerden que el pie bot, es mucho más frecuente en varones.
5. Prematurez.
6. Embarazo gemelar.
7. Parto por cesárea.
8. Antecedentes familiares.
Cómo hacemos el diagnóstico de la deformidad laxante según las distintas etapas en que nos consulte el paciente?
Si hablamos de la clínica, resaltemos que no hay síntomas. Que todos son signos que tienen que ser detectados por el pediatra.
A) Displasia de cadera:
1-Resalto
articular: Uno de los signos más característicos es el resalto. Signo que puede ser considerado como normal hasta el 1º mes de vida. Esto lo debemos recordar. Un resalto + dentro del 1º mes, puede ser normal. La madre le pasa al niño en el momento del parto, una hormona que se denomina relaxina, que genera una gran laxitud articular en todo el cuerpo, y que hace que, cuando se examina al niño, sobre todo con “manos fuertes”, pueden desplazar y volver a colocar la cabeza, generando el resalto. Yo siempre les aconsejo lo mismo : consignar el dato en la HC del niño, pero sin alarmar a los padres, para que esto no se traduzca en estudios innecesarios. Pasado el 1º mes, la historia cambia. Este signo fue descrito por Ortolani, alrededor del año 1934 y consiste en un resalto de entrada de la cabeza. Para investigarlo, colocamos el dedo pulgar sobre el cóndilo interno del fémur y el resto de los dedos en el trocánter. Es conveniente examinar una cadera por vez. Empujamos con la palma la cadera hacia atrás, y hacemos el
movimiento de circunducción. Es + cuando se consigue reintegrar la cabeza en el acetábulo. El resalto, es el ruido que hace la cabeza cuando roza la ceja cotiloidea posterior.
Los libros hablan de signo palpable, audible y visible, pero les informo que es mucho más frecuente palparlo y escucharlo que verlo.
El otro signo de resalto, es el de Barlow, que lo describió en el año 1962, y que es el resalto de salida de la cabeza. Con la mano en la región aductora, llevar la cadera hacia afuera y la luxa. Este autor, tiene un trabajo espectacular, en la década del 60, sobre 70000 caderas que estudió, y él demostró, que en el RN, en el 1,5% de los niños que estudió, tenían caderas luxables. Pero notó que dentro de los 7-10 primeros días, el 60% se normalizaba, y a los 60 días, el 90%. Esto vuelve a traer a colación lo que pasa con la ecografía, estudio que en sus comienzos, constituyó un boom, por el cual se estudiaba sistemáticamente a todos los RN, dándose gran cantidad de falsos + en el estudio dinámico. Todo esto por la relaxina. Esto motivó un aumento en la cantidad de tratamientos innecesarios, que trajo como efecto rebote, el aumento en la incidencia de necrosis aséptica de cabeza femoral. La comprensión de este fenómeno, llevó al abandono del estudio ecográfico sistemático de la cadera de los R.N. Pero tampoco para estos, la Rx es de utilidad, puesto que el 80% del componente articular de la cadera es cartilaginoso.
No vemos la cabeza, no vemos bien el acetábulo, vemos cavidades pequeñas que inducen a dudas. Por lo tanto, la Rx tampoco les va a ser de utilidad durante el primer mes para
diagnosticar a la deformidad luxante.
2- Limitación de la abducción. No suelen faltar cuando tenemos una displasia, la rotación externa del miembro inferior afectado y la limitación a la abducción. Este último signo, actualmente a nivel mundial, es considerado como el signo más importante de la deformidad luxante. Intentando separar los miembros inferiores con rodillas en flexión del eje medio del cuerpo, aquel que corresponde a la cadera patológica presenta cierta dificultad en su separación, obviamente será de los dos miembros si la patología es bilateral y esto último es muy importante, pues al ser la separación similar puede inducir a considerar que las caderas son normales. Este signo es considerado el más importante de todos. Digamos que este signo, va a acompañar todo el proceso de la deformidad luxante y aún después de operarlo, si no hacemos la tenotomía de los aductores, lo acompañará de por vida. Es un signo precoz, y ya a los 3-4 meses, es patognomónimo y muchas veces es descrito por la madre, la que cuando va a higienizar a su hijo, nota que no puede abrir bien una de las caderas con respecto a la otra.
3-Desnivel de pliegues inguinales. Se trata de la aparición de un número mayor de pliegues en la región inguinal del lado afectado, nunca más de tres. No es excluyente de DLC.
4- Acortamiento del miembro inferior (M.I.). El M.I. de la cadera displásica suele presentar un discreto acortamiento aparente, que será mayor en relación con el transcurso del tiempo y el grado de luxación.
Importante
• En el neonato el hallazgo de un resalto articular puede considerarse normal.
• La limitación de la abducción es el signo más importante en el control evolutivo de la DLC.
B) Luxación Propiamente Dicha
En este período los hallazgos serán los mismos que en el cuadro anterior, pero con mayor acentuación de la signología. Hacia el final de esta etapa puede ocurrir que estando la cadera luxada ya no se consiga su reducción, pudiendo enmascarar la patología y de esta manera pasar desapercibida. El niño retrazará su marcha al año de vida, así como verá dificultado ponerse en decúbito prono. Probablemente logre la deambulación hacia los 20 o 22 meses con una marcha francamente claudicante, siendo los signos más característicos:
1-Signo de Trendelemburg
Este signo se produce el niño quiere apoyarse sobre el M.I. luxado. Debido a que las fibras del músculo Glúteo Mediano, principal estabilizador de la cadera, se acortan y se horizontalizan, la pelvis caerá entonces hacia el lado sano, y al intentar caminar, podrá verse como la cadera afectada se desplaza hacia fuera. Cuando le indicamos a un individuo con una cadera normal, que se pare en una pierna, el glúteo mediano, comprime el trocánter mayor y aplica la cabeza contra el acetábulo. En el caso de la cadera displásica, las fibras del GM se horizontalizan y se acortan, con lo que disminuye el brazo de palanca, por lo que con esta maniobra, la cadera displásica caen hacia el lado sano (Signo de Trendelenburg). En los casos bilaterales, se produce la marcha de pato, por inclinación de la cadera hacia ambos lados.
2-Signo de Duchenne
Se trata de un signo compensador del signo de Trendelemburg, inclinando el cuerpo hacia la cadera afectada en cada paso para evitar la luxación de la cabeza femoral.
C) Luxación Inveterada
En este período los signos son similares al anterior pero se agrega un grave acortamiento del M.I. afectado con una importante actitud escoliótica de la columna vertebral.
Como establecer un diagnóstico en forma precoz
En los casos de RN con signos de cadera inestable ¡NO DEBEN REALIZARSE RADIOGRAFIAS!, éstas resultarán de difícil interpretación, debido a que se trata de caderas inmaduras con muchos componentes cartilaginosos radiolúcidos que dificultan la interpretación. Se deberá realizar una ecografía si se cuenta con aparatos y profesionales experimentados, de lo contrario se puede esperar hasta el segundo mes de vida. Si en este período el resalto persiste y se agregan otros signos, se puede realizar nuevamente una ecografía. En el comienzo del tercer mes sugiero solicitar la Rx de cadera aún en aquellos paciente cuya clínica resulta normal. Esto último continúa siendo uno de los temas que más se presta a discusión, pero analizando que existen caderas que clínicamente resultan patológicas a la Rx son normales y caderas clínicamente normales que a la Rx son patológicas; manejarse exclusivamente con ecografías implica aparatos apropiados y profesionales ampliamente capacitados para su ejecución. Una Rx puede realizarse fácilmente, no es costosa, la irradiación al lactante no es muy agresiva y todo pediatra puede interpretarla. En el balance considero es preferible una Rx de más que una luxación de cadera de más.
La pregunta que me formulo es porque se siguen interviniendo caderas luxadas de niños que
habitan grandes centros urbanos y que se hallan perfectamente controlados durante su lactancia. La respuesta que encuentro es que a la mayoría adolece de una RX de cadera en el tercer o cuarto mes de vida.
No soy partidario de la ecografía solamente, aceptando a la misma como un excelente método diagnóstico complementario, pero no como sustituto de la Rx la cual debe ser solicitada con una incidencia de frente solamente con rodillas al cenit. Con respecto al Von Rosen, siempre les repito a los pediatras, que dejen esta incidencia para el ortopedista, puesto que si en esta incidencia, (rotación interna y abeducción) se centra la cadera, me está indicando que tengo que hacer una osteotomía varizante y desrotadora. Todas las caderas displásicas, son valgas y anteversas. Si nosotros ponemos una pieza anatómica de un fémur sobre una mesa, notaremos que la diáfisis no se continúa con el eje del cuello. Este, está levantado un poco de la horizontal. Esto se denomina “ángulo de declinación” de los anatomistas y mide en condiciones normales, aproximadamente unos 15º. En las caderas displásicas, este ángulo está muy aumentado, pudiendo llegar a medir hasta 40º. Ahora bien, si tengo una cadera anteversa y valga, que se está subluxando, y le pido una V.R., la rotan, la centran y el informe del radiólogo dirá: “cadera centrada sin signos de displasia”. Si Uds, pidieron esta incidencia en forma exclusiva, omitirán seguramente el diagnóstico. Por lo tanto, de elegir entre estas dos posiciones, siempre elijan el frente, donde van a poder trazar todas las líneas que quieran, y podrán diagnosticar una verdadera subluxación de la cabeza femoral.
¿Qué puede mostrarnos una radiografía de caderas?
Para interpretar una Rx de caderas con la intención de descartar una DLC se pueden trazar diversas líneas de las cuales resumiré las más utilizadas que son las que aportan numerosos elementos para una correcta interpretación radiográfica.
– Línea de Hilgenreiner:
Horizontal que pasa por la región suprapúbica.
– Indice acetabular:
Línea que partiendo de la de Hilgenreiner, transcurre por el acetábulo hasta tocar el pico externo del techo, quedando así formado un ángulo agudo abierto hacia fuera cuya medida es de 30º. A los 3 meses, tenemos bien desarrollado el pico del acetábulo, y podemos medir bien el ángulo o índice acetabular, que para distintos autores oscila entre 27-30º como límite superior. Personalmente, muchas veces los espero hasta los 32º, pero les diría que se manejen con 30º como límite. No esperen encontrar ángulos de 80º. Un ángulo particular es el del Sindrome de Down, que mide 0-180º (según como se lo mida). Este síndrome no tienen registrado en el mundo, displasia de cadera. Lo que tiene el Down por la gran laxitud, es luxación. La cadera, entra y sale con facilidad, pero no tienen deformidad luxante. No vamos a encontrar nunca en el Down, ángulos de 35-40º.
En el caso de resultar patológica, es aconsejable complementar el estudio con una ecografía.
– Línea de Perkins:
Vertical que corta perpendicularmente a la de Hilgenreiner y que parte desde la zona más saliente del acetábulo, dando lugar a la creación de cuatro cuadrantes que lleva el nombre de Esquema de Ombredane. En el cuadrante infero interno debe encontrarse siempre el núcleo de
osificación de la cabeza femoral en el momento de su aparición (aproximadamente a los 5 meses de la vida extrauterina). Si el núcleo se halla en el cuadrante infero externo se habla de subluxación y si se encuentra en el supero externo, se está en presencia de una luxación.
– Arco de Shenton:
O arco cervico-obturatriz, línea curva que dirigiéndose desde el borde inferior del cuello femoral, debe continuarse con el borde superior del agujero obturador. En casos de luxación este arco se halla cortado.
– Líneas de Chiodin-Rivarola:
Dos líneas que se trazan, una paralela al cotilo y otra paralela al borde superior de la metáfisis femoral. En los casos luxados las mismas tienden a converger hacia la línea media y en los casos normales son paralelas o divergentes.
Hablemos un poco de las ecografías. Significó el gran adelanto en el estudio de esta patología en la década del 80 en Europa y entre nosotros, en la del 90. Graff comienza en Europa con el estudio estático de la cadera, y luego Harcke en EEUU, paralelamente, describe la eco dinámica.
Excelente método complementario de la clínica y la radiología, pero que nunca debe reemplazar a esta última. Ver una eco bien hecha, es como ver una Rx acostada. La eco nos permite ver los elementos cartilaginosos que no se ven en la Rx. Si yo veo una Rx, y le veo el cotilo, le veo el fémur yo ya imagino donde está la cabeza, si está bien centrada. Si yo a esta imagen la acuesto, observo el iliaco, el acetábulo y la cabeza del fémur. Si trazamos una línea que pase por el iliaco, cortamos, en los casos normales, al núcleo por la mitad. El núcleo, lo vemos mucho más precozmente en la eco que con la Rx. En este caso, el ecografista nos informará “cadera bien cubierta, con un índice de Graf mayor de 60º. Angulo que depende de la profundidad del cotilo. Esta imagen es la que se denomina “cuchara con huevo”.
Lo que estableció Graf, fue que en los casos normales, la línea imaginaria que pasa por el ilíaco debe cortar la cabeza por la mitad y si estuviera el núcleo, lo corta en el medio. Entonces yo tengo un 50% de cabeza adentro, pero es lo que se considera como cabeza centrada normal. Con la eco podemos ver el pico del acetábulo de estructura cartilaginosa, elemento no visible por la Rx en etapas tempranas, y este hecho fue lo que engrosó en la época anterior a la ecografía, una estadística falsa de la displasia, porque en realidad se trataba de caderas inmaduras. Con el advenimiento de la ecografía que nos permite ver estructuras radiolúcidas, podemos afirmas que esas Rx dudosas, verdaderamente, no lo son. Los núcleos pueden estar o no presentes, pero digamos que la imagen es más precoz para la eco que para la Rx, puesto que ya a los 3 o 4 meses los podemos ver en la eco, y en la Rx recién a los 5 meses. Graf, traza una línea que nace del cartílago en Y desde el fondo del cotilo y que roce el pico del acetábulo y nos da un ángulo agudo, abierto hacia atrás que cuando más grande es a partir de los 60º mejor. Porqué? Porque si no tengo la imagen normal del pico del acetábulo, se me desplaza la línea y se me va aplanando el ángulo. Este ángulo que se forma entre las dos líneas de Graf, se denomina ángulo alfa. Se puede trazar otro ángulo, que es el beta, y es contrario al anterior es decir, cuanto más abierto peor, pero nosotros en la práctica nos manejamos con el primero.
Harcke, con la técnica del estudio dinámico, enseñó a observar la eco, bajo las maniobras de estrés, es decir con las maniobras que luxan la cabeza del cotilo.
Qué pasa cuando piden una eco en un neonato. Se van a encontrar que cuando le hacen las maniobras de estrés, lo más seguro es que la cadera se les luxe, y el informe inexorable del ecografista será “se luxa con las maniobras de estrés”, recuerden que mencionamos que el resalto puede ser normal hasta el primer mes de vida. Esto fue lo que generó los falsos
positivos de los screening de los RN, cuando se propuso esta metodología en el convencimiento de que sería de utilidad. Gran parte de esos chicos que se trataron de más, engrosaron la estadística posteriormente de otra patología, la necrosis aseptica de la cabeza femoral. Otro tema a tener en cuenta, es que para hacer una buena eco de cadera, se requieren trasductores dede alta resolución (1o a 12 Mhz), y en la mayoría de los centros tienen trasductores de menos Mhz y lo que hacen es usar los mismos que se usan para hígado, abdomen y entonces la imagen será de menor calidad. O sea, se requieren las dos cosas, un buen ecografista y un buen ecógrafo, y recuerden que Uds dependerán de éllos. Hoy la bibliografía internacional sostiene que este estudio tienen alta sensibilidad pero poca especificidad.
Realmente no entiendo que quieren afirmar con esto, pero es evidente que tras el entusiasmo inicial, comenzó a reducirse el uso sistemático de la eco.
Después del quinto de mes de vida, debe solicitarse solamente Rx, ya que la ecografía resulta
de difícil interpretación, entre otras cosas, por el tamaño del núcleo femoral y los ecografistas
sugieren no solicitarla.
Artrografía:
Este es un estudio complementario que personalmente no utilizo. Se puede emplear cuando uno intenta una reducción cerrada.
Este tipo de estudio se utiliza poco en el mundo. Entonces yo me resisto a hacer la artrografía.
La artrografía significa colocar una sustancia de contraste con Yodo dentro de la articulación.
Lo que se dice es que uno ve, la magnitud de la cabeza luxada, los elemento que se interponen y no la dejan reducir, etc., etc., . Pero a la corta o a la larga, cuando empleamos una técnica quirúrgica, es como decimos los ortopedistas “tronchar todo”. Abrimos la cápsula, sacamos el ligamento redondo, lo cortamos, liberamos todo el cotilo, lo vaciamos bien, cortamos el ligamento transverso del acetábulo y reponemos la cabeza en su lugar. Le hagamos la artrografía o no la hagamos. Este método sin embargo nos es muy útil en la Enfermedad de Perthes que puedo saber cuanta cabeza está extruida, si tengo que hacer una osteotomía para cubrirla. En resumen en la displasia, la artrografía me podrá informar de algo que yo ya sé, entonces, cuál va a ser la utilidad práctica?.
Algoritmo de estudio
En el RN, no le hago nada, y a lo sumo, “si quiero encontrarle algo”, le hago una eco, pero
como mencionamos, si le encuentro un resalto, la eco seguramente me va a dar +, lo que no significa que tenga que tratarlo.
A los 2 meses, con clínica (+), le hago una eco.
A los 3 meses, con clínica (-), le hago una Rx. Con clínica (+), le hago una Rx y también una eco, para ver como me manejo, y esto es así, porque muchas veces la Rx me da un ángulo acetabular de 35º, le pido una eco, y si me muestra la cabeza bien cubierta y la clínica en (-), no la trato. Lo que sucede, es que estoy viendo con la eco, el pico del acetábulo. Esto es lo que antes engrosaba la estadística de la displasia de cadera, o sea, eran inmaduras en las que el pico no estaba osificado y Rx se diagnosticaban como displásicas.
Después de los 5 meses, el núcleo hace muy dificultosa la ecografía, por lo que no se hace, y a partir de este momento nos manejamos en forma exclusiva con la Rx.
Con respecto a las férulas de abducción, les recuerdo que no se pueden usar más de 5 meses, y si en este tiempo no cumplieron su objetivo, hay que indicar la cirugía. Algunas escuelas, intentan realizar reducción con tracción de partes blandas.
En RN prematuros solicitar las Rx según edad postconcepcional.

Por último y para terminar este tema, el “famoso” concepto de la irradiación a que sometemos a los niños con el estudio sistemático a los 3 meses, consulté especialmente a un especialista en el tema quien me manifestó que un individuo puede recibir hasta 40 rad por año y los que puede recibir un lactante con una Rx de cadera son insignificantes y esto no lo digo yo, sino un Dr. en física.

Hablemos ahora un poco del tratamiento, más que nada, los conceptos fundamentales que el pediatra debe conocer para poder contener a los padres, porque ustedes son los que manejan a la familia, no somos nosotros.
Primero digamos que el doble pañal, no sirve para nada. Es una contención familiar como el zapato ortopédico para los chicos que dice la mamá que tienen el pie plano, y que no lo tienen, y terminan con calzados especiales “por si las moscas”. Pero el doble pañal no abeduce la cadera, y no se ha demostrado que haya curado a nadie, y si se curó, fue porque se tenía que curar.
Las férulas de abeducción siguen siendo en el mundo el tratamiento de elección de tipo clínico. Con respecto a la tracción de partes blandas, en nuestro país se utiliza poco, porque es muy complicada y requiere una tecnología muy particular y en donde el medio tiene que ayudar muchísimo. Se tracciona primero, luego se liberan las pesas para que la cabeza se impacte en el cotilo y luego se confecciona un yeso pelvipédico bilateral. Es decir, todo muy complejo y que requiere una estructura especial.
Con respecto a las férulas existe una gran variedad. Tenemos el arnés de Pavlik, que es muy utilizado en todo el mundo pero demasiado engorroso para su colocación. Nosotros utilizamos el creado por el Briones, que se denomina poncho de abeducción. Si bien es de fácil utilización, tenemos que controlar como lo coloca la madre para que no fracase el tratamiento. Hay que ir renovando los elásticos que se estiran. El fundamento de este aparto es movilizar la cadera, porque tiene una gran plasticidad en esa época de la vida y si nosotros colocamos la cabeza en el cotilo que está plano, y le permitimos que gire, lo va remodelando. Pero el muslo tienen que tener 90º con respecto al tronco, si está hacia abajo no sirve, porque no cumple la función la cabeza en el cotilo.
Por último el tratamiento quirúrgico es inexorable, una vez que la cadera está luxada y que pasó cierta edad en la etapa de apoyo; no nos queda, entonces, otra alternativa que reponer la cabeza en su lugar.
Con la cirugía, los parámetros fundamentales son el descenso de la cabeza, centrado y contención. Cuando se introduce la cabeza en su lugar, es increíble como desciende progresivamente el acetábulo y se remodela. Actualmente estoy utilizando una incisión “en bikini” a nivel inguinal, que a los fines estéticos es mucho mejor que las otras técnicas. La incisión no excede los 5 cm. Por esta vía, repongo la cabeza en su lugar, libero el cotilo y le hago la osteotomía del fémur desrotadota y varizante. Finalizo con una sutura intradérmica que queda en el pliegue inguinal y cuando retiramos el yeso a los 50 días, prácticamente no vemos por donde se ingresó.

Nuevas curvas de crecimiento de la OMS


Este articulo que se encuentra en la pagina de la Sociedad Argentina de Pediatria indica los nuevos patrones propuestos. La misma se basa en estudio sobre distintas poblaciones. Queda como discusión si las mismas no están omitiendo las caracteristicas genéticas de distintas poblaciones, o aún los patrones culturales de alimentación. Nos manejamos sobre lo que existe, o sobre lo deseable? Son éstas pautas adecuadas a nuestra población? De hecho las poblaciones nórdicas son geneticamente más altas que otras, asi como otros subgrupos (particularmente aborigenes) son más bajos. Es esto una diferencia de alimentación o subyacen determinantes genéticos que no se pueden ponderar. Cual es la diferencia que se encuentra entre las distintas tablas (en Argentina las viejas tablas de Lejarraga quien avala las actuales). Nos encontraremos con más niñ@s desnutridos o con sobrepeso? Más alto o más bajo que lo que desean las nuevas tablas? Dudas que aún no he leido pero seria importante dilucidar. Va aquí el texto nuevamente con todos mis reparos.

El Ministerio de Salud ha adoptado, desde octubre de 2007, las nuevas curvas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud para el seguimiento y la atención, individual y poblacional, de los niños entre el nacimiento y los 5 años de edad, en reemplazo de las anteriores, en uso durante los últimos 20 años.
Esto ha determinado que La Sociedad Argentina de Pediatría decida actualizar las curvas de crecimiento de niñas y niños menores de 5 años. Arch Argent Pediatr 2008; 106(5):462-467
A continuación podrá ver/imprimir las gráficas en formato .jpg (clickeando sobre el enlace) o como archivo .pdf (desde la opción Ver) Todos los archivos se abrirán en una ventana nueva

Peso para la edad de 0 a 6 meses
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006.
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) del peso según la edad.
Eje horizontal: La escala de la edad se presenta en semanas cumplidas desde el nacimiento hasta la semana 13 (equivalente a los 3 meses) y en meses cumplidos desde los 3 a los 6 meses. La edad se debe graficar en semanas o meses cumplidos.
Eje vertical: La escala del peso se presenta en cuadrícula cada 100 gramos y reparos a cada kilo, desde los 2 a los 10 kilogramos.

Peso para la edad de 0 a 24 meses
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) del peso según la edad.
Eje horizontal: La escala de la edad se presenta en meses cumplidos desde el nacimiento hasta los 24 meses. La edad se debe graficar en meses cumplidos.
Eje vertical: La escala del peso se presenta en cuadrícula cada 200 gramos y reparos a cada kilo, desde los 2 a los 16 kilogramos.

Peso para la edad de 0 a 5 años
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado desde el nacimiento hasta los 5 años con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006.
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) del peso según la edad.
Eje horizontal: La escala de la edad se presenta en meses y años cumplidos desde el nacimiento hasta los 5 años. La edad se debe graficar en meses y años cumplidos.
Eje vertical: La escala del peso se presenta en cuadrícula por kilogramo con reparos cada 2 kilogramos, desde 0 a 30 kilogramos.

Longitud para la edad de 0 a 24 meses
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) de la longitud corporal según la edad.
Eje horizontal: La escala de la edad se presenta en meses cumplidos desde el nacimiento hasta los 24 meses. La edad se debe graficar en meses cumplidos.
Eje vertical: La escala de la longitud se presenta en cuadrícula cada centímetro y reparos a cada 5 centímetros, desde 45 a 95 centímetros.

Longitud/Estatura para la edad de 0 a 5 años
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado desde el nacimiento hasta los 5 años con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006.
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) de la longitud corporal según la edad hasta los 2 años y de la estatura según la edad de los 2 a los 5 años. Advertencia: cabe destacar que anteriormente los niños se medían acostados hasta los 4 años y ahora sólo hasta los 2 años.
Eje horizontal: La escala de la edad se presenta en meses y años cumplidos desde el nacimiento hasta los 5 años. La edad se debe graficar en meses cumplidos y años cumplidos.
Eje vertical: La escala de la longitud/estatura se presenta en cuadrícula cada centímetro y reparos a cada 5 centímetro, desde 45 a 130 centímetro.

Peso para la Estatura de 2 a 5 años
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006,
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) del peso según la estatura. Advertencia: cabe destacar que anteriormente los niños se medían acostados hasta los 4 años y ahora sólo hasta los 2 años.
Eje horizontal: La escala de la estatura se presenta en centímetros alcanzados desde 65 a 120 centímetro. La escala de la estatura es en centímetros con reparos cada 5 centímetro. La estatura se debe graficar en centímetros alcanzados.
Eje vertical: La escala del peso se presenta en cuadrícula cada 500 gramos y reparos cada 2 kilogramos, desde 6 a 28 kilogramos.

Indice de Masa Corporal de 1 a 5 años
Este gráfico se presenta por separado para niñas y para niños.
El gráfico está elaborado con datos del Estudio multicéntrico de la OMS sobre patrón de crecimiento de 2006,
Se grafican las curvas de siete valores de percentilos (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97) del IMC según la edad.
Eje horizontal: La escala de la edad se presenta en meses y años cumplidos desde 1 a 5 años.
Eje vertical: La escala del IMC es en Kg/m2 con cuadrícula cada 0,1 kg/m2 y reparos cada 0,5 kg/m2 y 1,0 kg/m2 desde 12 a 20 kg/m2.

Teniendo en cuenta que este es uno de los enlaces más visitados, me gustaría conocer si éstas tablas se están aplicando ya en sus paises. Y si alguno de ustedes hizo, o conoce, algún tipo de comparación con las tablas que usaban antes. Són sólo pocas lineas para agregar en los resultados. Gracias. – See more at: http://medicina-general-familiar.blogspot.com.ar/2009/05/nuevas-curvas-de-crecimiento-infantil.html#sthash.IQsQO0c6.dpuf

Hipnoterapia é efetiva para dor abdominal funcional e cólon irritável em crianças


Hipnoterapia é efetiva para dor abdominal funcional e cólon irritável em crianças

Questão clínica
A hipnoterapia melhora os sintomas da dor abdominal funcional em crianças?

Resumo
Esse pequeno, mas bem projetado, ensaio concluiu que hipnoterapia é um tratamento efetivo para a dor abdominal funcional ou a síndrome do cólon irritável em crianças.

Nível de evidência: 1 b-

Referência
Vlieger AM, Menko-Frankenhuis C, Wolfkamp SC, Benninga MA. Hypnotherapy for children with functional abdominal pain or irritable bowel syndrome: a randomized controlled trial. Gastroenterology 2007;133(5):1430-6.

Desenho de estudo: ensaio clínico randomizado controlado (não cego)

Apoio financeiro: auto financiado ou sem financiamento

Distribuição da amostra: mascarada

Casuística: pacientes ambulatoriais (especialidade)

Discussão
Nesse ensaio foram incluídas crianças com idades entre 8 e 18 anos e portadores de dor abdominal funcional ou síndrome do cólon irritável (SCI) por pelo menos doze meses. As portadoras de doença orgânica, que estavam tomando alguma medicação, que tinham algum retardo mental ou que tinham obstipação funcional foram excluídas. A maioria das incluídas não tinha tido benefício com outras terapias, tais como inibidores de bomba de prótons, laxantes ou psicoterapia. Elas foram aleatoriamente distribuídas para serem submetidas a hipnoterapia (seis sessões de 50 minutos ao longo de três meses) ou terapia de apoio (seis sessões de trinta minutos ao longo de três meses). O resultado primário foi intensidade e freqüência da dor e os pacientes foram acompanhados por doze meses. A análise foi por intenção de tratamento e os grupos foram equilibrados ao início de estudo. Das 53 crianças inicialmente recrutadas de uma clínica de gastroenterologia pediátrica, uma do grupo da hipnoterapia recusou a avaliação de base e uma abandonou a terapia de suporte e tentou a hipnoterapia (os resultados desses pacientes não estiverem disponíveis para análise). A intensidade e a freqüência da dor foram medidas em escalas de 21 pontos. A intensidade da dor foi reduzida de uma média de 13,5 para 1,3 após um ano no grupo da hipnoterapia e de 14,1 para 8,0 no grupo de controle. A pontuação de freqüência da dor foi reduzida de uma média de 13,5 para 1,1 no grupo da hipnoterapia, em comparação com 14,4 para 9,3 no grupo de controle. Ambas as diferenças foram estatisticamente significativas. A remissão clínica foi observada em 59 % do grupo da hipnoterapia versus 12 % no grupo da terapia de suporte (p < 0,01; número necessário para tratar = 2). A análise de subgrupos não encontrou diferença entre os pacientes que tinham dor abdominal funcional e os que tinham SCI, mas concluiu que os pacientes com idade menor do que catorze anos aparentemente respondiam melhor à hipnoterapia do que os mais velhos.

Selective Provision of Asthma Self-Management Tools to Families


Published online April 1, 2008
PEDIATRICS Vol. 121 No. 4 April 2008, pp. e900-e905 (doi:10.1542/peds.2007-1559)

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ARTICLE

Selective Provision of Asthma Self-Management Tools to Families

Michael D. Cabana, MD, MPHa,b,c, D. Curt Chaffin, MDd, Leah G. Jarlsberga, Shannon M. Thyne, MDa and Noreen M. Clark, PhDe

a Department of Pediatrics
b Department of Epidemiology and Biostatistics
c Institute for Health Policy Studies, University of California, San Francisco, California
d Division of Allergy, Department of Medicine, University of Michigan Health System, Ann Arbor, Michigan
e Center for Managing Chronic Disease, University of Michigan, Ann Arbor, Michigan

OBJECTIVE. Providing asthma education in a primary care setting can be challenging because of time and resource constraints. The purpose of this work was to determine factors associated with the provision of different asthma self-management tools.

METHODS. We conducted a cross-sectional survey with 896 parents of children with asthma (age 2–12 years). We collected information regarding demographics and asthma care, including parent receipt of an asthma action plan, a symptom diary, and asthma information materials; whether an asthma management plan was sent to the child’s school; and whether the physician reviewed written instructions on use of a metered-dose inhaler. We used multivariate logistic regression methods to determine factors associated with receipt of different asthma self-management tools controlling for demographic factors.

RESULTS. For families where parents only completed high school, there was greater likelihood of receipt of an asthma action plan and physician review of written instructions about how to use an inhaler. For families with a household income less than twice the poverty line, there was greater likelihood of receipt of an asthma action plan, the physician sending a letter to the child’s school regarding the child’s asthma, and receipt of an asthma symptom diary.

CONCLUSIONS. In our sample, primary care pediatricians do not routinely provide asthma education in accordance with National Heart, Lung, and Blood Institute asthma guidelines and “triage” which families receive additional asthma education. We believe that the use of targeted asthma education is a symptom of the limited time and competing demands during a typical visit. As a result, those involved in quality improvement need to help physicians become more efficient and effective at providing asthma education within such time constraints or develop alternative systems of providing asthma education.

Los ensayos clínicos infantiles requieren un control externo


Los ensayos clínicos infantiles requieren un control externo

La seguridad en los ensayos clínicos es un aspecto fundamental siempre, pero se convierte en imprescindible cuando se trata de población infantil. Sin embargo, sólo el 2 por ciento de estos experimentos cuentan con comités de control de seguridad independientes.
DM Londres 27/03/2008

Sólo el dos por ciento de los ensayos clínicos pediátricos cuentan con comités independientes de monitorización de seguridad, que permiten detectar precozmente reacciones adversas, según una revisión que se publica en el último número de Acta Paediatrica.

Un equipo de investigadores del Departamento de Salud Infantil de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, encabezado por Helen Sammons, ha realizado un análisis detallado de 739 ensayos clínicos de fármacos realizados en todo el mundo entre 1996 y 2002, monitorizando el índice de reacciones adversas y el nivel de seguridad de las investigaciones.

Cerca de las tres cuartas partes de los ensayos (el 74 por ciento) describían de alguna manera cómo se iba a controlar la seguridad durante su desarrollo, pero sólo trece (el 2 por ciento) tenían comités independientes. “Nos sorprendió el bajo nivel de control de seguridad de este tipo que encontramos, y pensamos que es necesario que las compañías farmacéuticas incorporen estas figuras en sus ensayos, fundamentalmente en los que involucren a niños”, afirma Sammons, que aclara que “los ensayos clínicos en población pediátrica deben continuar indiscutiblemente; son vitales porque incrementan las posibilidades de evitar efectos adversos antes de que los fármacos se lancen al mercado”.

Otros resultados
Los investigadores también descubrieron que siete de cada diez ensayos causaron efectos adversos, que fueron graves en un 20 por ciento de los casos aunque no necesariamente ligados a la administración de medicamentos. Sólo se reportaron reacciones adversas a fármacos en el 37 por ciento de los ensayos, siendo moderadas o graves en el 11 por ciento de los casos. De todos los ensayos analizados sólo seis se concluyeron antes de tiempo por haber notificado la toxicidad del medicamento; todos ellos contaban con comités de seguridad independientes.

En el estudio se consideraron como reacciones adversas hemorragias, hipertensión arterial, ataques, psicosis, suicidio, fallo renal grave y muerte. En el 11 por ciento de las investigaciones se produjeron muertes, pero la mayoría no tenían relación con los fármacos.

Los ensayos clínicos estudiados proceden de numerosos países, como Argentina, Bélgica, Canadá, Chile, China, Francia, India, Israel, Italia, Japón, Países Bajos, Sudáfrica, Suecia, Taiwan, Tailandia, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.

(Acta Paediatrica 2008; 97 (4) :474-477)

Fuente: Diario Médico

Pediatrics Online Early Release Alert


Pediatrics Online Early Release Alert

New Pediatrics Early Release articles have been made available
(for the period 17 Mar 2008 to 24 Mar 2008):

ARTICLES


Lipid-Laden Macrophage Index Is Not an Indicator of Gastroesophageal Reflux-Related Respiratory Disease in Children
Rachel Rosen, Julia Fritz, Ariela Nurko, Dawn Simon, and Samuel Nurko
Pediatrics published 24 March 2008, 10.1542/peds.2007-0723
http://pediatrics.aappublications.org/cgi/content/abstract/peds.2007-0723v1

Pulmonary Hypertension in Patients With Congenital Portosystemic Venous Shunt: A Previously Unrecognized Association
Takuro Ohno, Jun Muneuchi, Kenji Ihara, Tetsuji Yuge, Yoshiaki Kanaya, Shigeo Yamaki, and Toshiro Hara
Pediatrics published 24 March 2008, 10.1542/peds.2006-3411
http://pediatrics.aappublications.org/cgi/content/abstract/peds.2006-3411v1

En las reagudizaciones del asma, el aumento de las dosis previas de corticoides inhalados no produce beneficio


University of Michigan Department of Pediatrics Evidence-Based Pediatrics Web Site. Critically Appraised Topics (Temas Valorados Críticamente). Traducción autorizada.

Términos clave en inglés: glucocorticoids/therapeutic use; asthma/drug therapy; drug administration schedule
Términos clave en español: glucocorticoides: uso terapéutico;  asma:farmacoterapia;  esquema de medicación 

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Pregunta

En los niños con asma persistente que sufren una reagudización de su enfermedad, ¿se consigue reducir la gravedad de los síntomas incrementando sus dosis previas de corticoides inhalados?

Aspectos clínicos centrales en la valoración del problema:

  1. En asmáticos en situación basal de asma persistente que experimentan una reagudización, el aumento al doble de la dosis de corticoides inhalados con que estaban siendo tratados, durante un periodo de tres días, no produjo diferencias estadísticamente significativas al valorar las cifras obtenidas en el registro de determinaciones matinales y vespertinas con medidores del PFE (Pico del Flujo Espiratorio).
  2. Además, no se constataron diferencias significativas en ninguno de los apartados siguientes: cifras obtenidas en evaluaciones mediante escalas de puntuación clínicas para síntomas del asma, valores obtenidos en las mediciones espirométricas, valoración del grado de satisfacción de los padres o vigilancia para la aparición de efectos adversos.

Resumen de las claves encontradas revisando las evidencias disponibles:

  1. El estudio seleccionado es un ensayo clínico controlado, aleatorizado, con doble cegamiento y grupo placebo, en el que se estudiaron 28 niños, con edades comprendidas entre 6 y 14 años y diagnóstico de asma persistente, leve o moderado. En este estudio, estos niños recibían tratamiento utilizando, durante los tres primeros días de la exacerbación de la enfermedad, una de las dos siguientes variedades de actuación, con respecto al uso de corticoides inhalados:
    • Incremento de las dosis previas de corticoides inhalados al doble.
    • Mantenimiento de las dosis basales de corticoides inhalados, añadiendo un placebo mediante dispositivo inhalador adecuado1.
  2. Criterios de exclusión utilizados en el estudio: La utilización de corticoides orales, beta agonistas de acción prolongada, cromoglicato, historia de ingreso en UCI, ingreso reciente, cambios en las dosis de corticoides inhalados en los dos meses previos al inicio del estudio.
  3. Los niños fueron estratificados por edad y sexo y posteriormente se distribuyeron, de forma aleatoria, en grupos. A cada uno de los grupos se le aplicaba una de las siguientes dos distintas secuencias de actuación posibles en sucesivas exacerbaciones que experimentasen:
    • Placebo inicialmente y después corticoides.
    • Corticoides la primera vez y posteriormente placebo.
  4. Los parámetros de medición del resultado principal investigado en el estudio incluían: determinaciones del PFE, registrando las cifras matinales y vespertinas; evaluaciones mediante escalas de medición de la gravedad de la sintomatología del asma; valores de la espirometría; grado de satisfacción de los padres y registro de los efectos adversos.
  5. La metodología del estudio se consideró válida si los pacientes se asignaron de forma aleatoria, si fueron seguidos hasta el final, si hubo cegamiento de los investigadores y si los grupos del estudio se trataron de la misma manera.
  6. Al comparar el grupo basal con el grupo que recibió un aumento de corticoides no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) en ninguno de los parámetros del estudio. En total se incluyeron 18 pares de exacerbaciones de asma.

Comentarios adicionales:

  • Existen tres estudios que evalúan la eficacia de los corticoides inhalados frente a placebo para el tratamiento de las crisis del asma en niños que previamente no estaban recibiendo corticoides inhalados. En general, la administración de dosis altas de corticoides inhalados no disminuye la necesidad de administración de corticoides por vía oral, ni tampoco la necesidad de hospitalización2.
  • En un estudio, de Connett y Lenney, se constató un descenso significativo de las sibilancias, pero no se encontraban diferencias en la tos, en el uso de broncodilatadores ni en la duración de los síntomas.
  • Wilson y Silverman encontraron que las puntuaciones en escalas clínicas del asma, fueron significativamente más bajas en el grupo de tratamiento con corticoides inhalados.
  • Svedmyr informó de cifras del PFE significativamente más altas (104% frente a un valor esperado del 96%), pero sin encontrar diferencias en la sintomatología.
  • Existen diversos estudios, tanto en niños como en adultos, que demuestran una eficacia similar en el uso de corticoides orales o inhalados. Sin embargo, en estos estudios se utilizaron dosis elevadas de corticoides inhalados, por lo que se plantea la posible explicación de que el efecto valorado pudiera en realidad ser el resultado de la actuación sistémica del medicamento tras su absorción2.
  • Los efectos secundarios de los corticoides inhalados son mínimos. En un estudio, realizado por el Childhood Asthma Management Program Group, se estudiaron estos efectos, causados por la administración de esteroides inhalados y observaron que tenía lugar un descenso en el crecimiento de 1,1 cm menos en la medición de la talla al final del estudio. Sin embargo, no se afectaba la talla final estimada, la edad ósea o los estadios de Tanner3.

Bibliografía:

  1. Garrett J, Williams S, Wong C, Holdaway D. Treatment of acute asthmatic exacerbations with an increased dose of inhaled steoid. Arch Dis Child. 1998; 79: 12-17.
  2. Hendeles L, Sherman J. Are inhaled corticosteroids effective for acute exacerbations of asthma in children. J Pediatr. 2003; 142: S26-S33.
  3. Childhood Asthma Management Program Research Group. Long-term effects of budesonide or nedocromil in children with asthma. N Engl J Med. 2000; 343: 1054-63.

Autor de este CAT: Jim Connelly, MD Evaluador de este CAT: John Frohna, MD Fecha de la evaluación: 25 de mayo de 2005 Última actualización: 25 de mayo de 2005 URL del original en ingles disponible en: http://www.med.umich.edu/pediatrics/ebm/cats/asthmainh.htm . Department of Pediatrics and Communicable Diseases © 1998-2002 University of Michigan Health System

Autor de la traducción: Domingo Barroso Espadero. CS de Don Benito (Badajoz). pediatria@eresmas.net  

Como citar este artículo

Barroso D. En las reagudizaciones del asma,  el aumento de las dosis previas de corticoides inhalados no produce beneficio. Evid Pediatr. 2005; 1: 11.Traducción autorizada de: Connelly J.Increased Doses of Inhaled Steroids During an Asthma Exacerbation Show No Benefit. University of Michigan. Department of Pediatrics. Evidence-Based Pediatrics Web Site [en línea] [fecha de actualización: 25-V-2005; fecha de consulta: 3-X-2005]. Disponible en: http://www.med.umich.edu/pediatrics/ebm/cats/asthmainh.htm

En niños con reflujo vesicoureteral de alto grado o infecciones urinarias de repetición, la circuncisión puede ser de utilidad para reducir la incidencia de nuevos episodios


Referencia Bibliográfica: Singh-Grewal D, Macdessi J, Craig J. Circumcision for the prevention of urinary tract infection in boys: a systematic review of randomised trials and observational studies. Arch Dis Child. 2005; 90: 853-8.

Autores:
Javier González de Dios Departamento de Pediatría. Hospital universitario San Juan. Universidad “Miguel Hernández”. Alicante. gonzalez_jav@gva.es
Paz González Rodríguez Centro de Salud Manzanares el Real. Área 5 .Madrid. paz.gonzalez@ctv.es

Términos clave en inglés: urinary tract infections/prevention & control; circumcision; risk assessment
Términos clave en español: infecciones urinarias: prevención y control; circuncisión; valoración de riesgos

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Resumen estructurado

Objetivo: determinar si la circuncisión en los varones reduce la incidencia de infecciones del tracto urinario (ITU)

Diseño: revisión sistemática.

Fuentes de datos: búsqueda de ensayos clínicos aleatorizados y estudios observacionales en la Cochrane Controlled Trials (Issue 4, Noviembre 2002), MEDLINE (1966 a Noviembre 2002) y EMBASE (1980 a Noviembre 2002). Se revisaron las citas bibliograficas de las publicaciones recuperadas. Se solicitó información a los autores de las mismas, en busca de datos publicados y no publicados. Selección de estudios: el término de búsqueda fue “circuncision”. Se incluyeron todos los trabajos que estudiasen el efecto de la circuncisión en la ITU en los varones (sin límite de edad), siendo este el único resultado medido. Los estudios se incluyeron si proporcionaban información suficiente para construir una tabla de contigencia de 2×2 para que la odds ratio (OR) de ITU en el grupo circuncindado se pudiese comparar con el no circuncidado.

Extracción de datos: la calidad de los ensayos clínicos se analizó utilizando la propuesta CONSORT, valorando la ocultación de la asignación, cegamiento, seguimiento, medida de los resultados y análisis de la intención de tratar. La calidad de los estudios observacionales se analizó utilizando la propuesta MOOSE, valorando la localización del estudio, duración del seguimiento, validez y finalización de la exposición y conocimiento de los resultados, comparabilidad con el grupo control, y el ajuste para las variables de confusión.

Estudio estadístico: se usó el programa Review Manager utilizando un modelo de efectos aleatorios. Resultados principales: se revisaron 2.166 artículos, de los que 12 cumplían los criterios de de inclusión: un ensayo clínico aleatorizado, cuatro estudios de cohortes y siete estudios de casos y controles. Todos fueron publicados entre 1987 y 2002, y la mayoría procedían de Norteamérica. El número de pacientes de estos estudios fue de 402.908 (la mayoría niños <1 año), contabilizando un total de 1.953 episodios de ITU (en general se incluyeron episodios de ITU en lugar de pacientes con ITU). Los tres tipos de estudios seleccionados mostraron beneficio en el grupo circuncindado con una OR de 0,13. En la tabla 1 se indica el OR [y su intervalo de confianza del 95% (IC 95%)] de los diferentes estudios incluidos en la revisión. Al combinar todos los estudios la OR global fue de 0,13 (IC 95%, 0,08 a 0,20). Esto quiere decir que en el grupo circuncindado existió una reducción en la posibilidad de tener una infección de un 90%.

Conclusión: la circuncisión en niños reduce el riesgo de ITU. Sin embargo, como la prevalencia de ITU en varones sanos es del 1%, habría que tratar a 111 niños para prevenir una ITU. Por lo tanto no es recomendable la circuncisión rutinaria de niños sin factores de riesgo para prevenir la infección. Debería considerarse en niños con ITU recurrente o reflujo vesicoureteral importante (≥ grado 3), en donde los potenciales beneficios superan a los riesgos derivados de esta intervención.

Conflicto de intereses: no consta

Comentario crítico

Justificación: entre los potenciales beneficios de la circuncisión en niños se describe que disminuye la incidencia de ITU, enfermedades de transmisión sexual, cáncer de pene y de cérvix. Entre los efectos secundarios están las complicaciones de la cirugía, principalmente infección y hemorragia. En las guías de practica clínica1,2 se desaconseja la circuncisión de rutina en los recién nacidos, pero puede estar justificada en fimosis verdadera, así como en niños con ITUs de repetición y/o balanitis recurrentes. Se reconoce que la circuncisión disminuye el riesgo de ITU, pero la pregunta es si esta disminución es relevante y, si esto fuera así, si estaría indicado circuncidar a todos los varones al nacer. Esta revisión sistemática viene a actualizar y complementar otras realizadas hace más de 12 años3,4.

Validez o rigor científico: la principal limitación de esta revisión sistemática es el mayor peso de los estudios observacionales (400.700 pacientes y 1.590 episodios de ITU en los estudios de cohortes y 2.138 pacientes y 324 episodios de ITU en los estudios de casos y controles) frente al único ensayo clínico (70 pacientes y 3 episodios de ITU), con potencial heterogeneidad en la calidad de los estudios, población y/o seguimiento. Así mismo, el método de recogida de la muestra de orina por bolsa produce falsos positivos, y el crecimiento bacteriano puede ser debido únicamente a colonización, sobreestimando la frecuencia de ITU en niños no circuncidados; esta sobreestimación en el grupo de no circuncindados puede ser debido a otros factores de confusión, entre ellos la frecuencia con la que se recogen muestras de orina5, por lo que la diferencia entre grupos puede no ser real. No obstante, al analizar los resultados agrupados según el tipo de estudio, en todos se encontró una disminución de ITU en el grupo circuncindado frente al que no lo había sido, y esta disminución no variaba al calcular la OR en todos los grupos (tabla 1).

Tabla 1: OR e intervalo de confianza de los diferentes estudios incluidos en la revisión
TABLA 1: OR e intervalo de confianza de los diferentes estudios incluidos en la revisión
Tipo de estudio Odds Ratio IC 95%
ECA

0,13

0,01-2,63

Estudios de casos y controles

0,13

0,07-0,23

Estudios de cohortes

0,13

0,07-023

Todos los estudios combinados

0,13

0,08-0,20

IC = intervalo de confianza; OR= odds ratio
Relevancia clínica: la importancia clínica de la circuncisión en varones se debe plantear en un balance beneficio (prevención de ITU)-riesgo (complicaciones de la circuncisión, estimadas en un 2-10%). En la tabla 2 se realiza una estimación de este balance en distintos supuestos en los que se conoce el riesgo de ITU (1% en niños sanos, 10% en niños con ITUs de repetición, 30% en niños con reflujo vesico-ureteral ≥3) y se asume una frecuencia de complicaciones de un 2% (estimación conservadora, al considerar el menor porcentaje de la literatura). Asumiendo una utilidad similar de los beneficios y riesgos, sólo encontramos un beneficio neto en los dos últimos supuestos, pues el número de varones sanos que deberían ser circuncindados para prevenir una ITU sería de 111, lo cual hace que no sea aceptable.
Tabla 2: Balance beneficio-riesgo de la circuncisión para prevenir ITU en varones, según diferentes niveles de riesgo de ITU por 1000 niños, asumiendo una frecuencia de complicaciones de 2% y OR de 0,13

Balance beneficio-riesgo de la circuncisión para prevenir ITU en varones, según diferentes niveles de riesgo de ITU por 1000 niños, asumiendo una frecuencia de complicaciones de 2% y OR de 0,13
Grupo pacientes Riesgo de ITU (%) ITU en no circuncidados(n) ITU en circuncidados(n) ITU prevenidas por la circuncisión(n) Complicaciones de la circuncisión(n) NNT
Normal

1

10

1

9

20

111

ITU recurrente

10

100

13

87

20

11

RVU ≥3

30

300

39

261

20

4

NNT= número de pacientes a tratar; OR= odds ratio; RVU= reflujo vesico-ureteral


Aplicabilidad en la práctica clínica: en nuestro medio, la circuncisión se realiza por motivos religiosos y culturales, teniendo poca relevancia los argumentos acerca del beneficio para la salud. Con los conocimientos actuales la indicación está más en relación con la estrechez del prepucio y el diagnóstico de fimosis verdadera, que con los beneficios para la salud. Los datos actuales no apoyan la realización rutinaria de la circuncisión en varones sanos para prevenir ITU. Y la recomendación de que en los grupos de riesgo (ITU recurrente y RVU ≥ 3) se beneficiarían es una hipótesis que debería ser confirmada en ensayos clínicos aleatorizados.

Bibliografía:

  1. Canadian Paediatric Society, Fetus and Newborn Committee. Neonatal circumcision revisited. Can Med Assoc J. 1996; 154: 769-80.
  2. American Academy of Pediatrics, Task Force on Circumcision. Circumcision policy statement. Pediatrics. 1999; 103: 686-93.
  3. Amato D, Garduno-Espinosa J. Circumcision in the newborn child and risk of urinary tract infection during the first year of life. A meta-analysis. Bol Med Hosp Infant Mexico. 1992; 49: 652-8.
  4. Wiswell TE, Hachey WE. Urinary tract infections and the uncircumcised state: an update. Clin Pediatr 1993; 32: 130-134. 5.- Van Howe RS. Effect of confounding in the association between circumcision status and urinary tract infection. J Infect. 2005; 51:59-68.

Como citar este artículo

González de Dios J, González Rodríguez P. En niños con reflujo vesicoureteral de alto grado o infecciones urinarias de repetición, la circuncisión puede ser de utilidad para reducir la incidencia de nuevos episodios. Evid Pediatr. 2005; 1: 9

Evaluación clínica retrospectiva del manejo del traumatismo craneal. La radiografía de cráneo parece prescindible si se dispone de tomografía computarizada


Referencia Bibliográfica: Can we abolish skull x rays for head injury? M J Reed, J G Browning, A G Wilkinson and T Beattie. Arch Dis Child. 2005; 90; 859-64.

Autores: Pilar Aizpurua. ABS 7 La Salut Badalona. 19353pag@comb.es
Albert Balaguer. Unidad Neonatología y Servicio de Pediatría. Hospital Universitari St Joan. Universidad Rovira i Virgili. Reus-Tarragona. albert.balaguer@urv.net

Términos clave en inglés: emergencias; craniocerebral trauma/radiography; unnecessary procedures
Términos clave en español: urgencias médicas; traumatismo craneoencefálico: radiografía;  procedimientos innecesarios

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Resumen Estructurado:

Objetivo: Principal: evaluar en niños de 1-14 años con traumatismo craneoencefálico (TCE) el efecto del abandono de la práctica de la radiografía simple (Rx) de cráneo sobre la proporción de ingresos, la realización de tomografía computarizada (TC) craneal, la detección de lesiones intracraneales y la dosis de radiación. Objetivos secundarios: en una submuestra que fue sometida a TC, identificar las características asociadas a su indicación y los factores predictores de un resultado anormal.

Diseño: estudio de cohortes retrospectivo (en un subgrupo de pacientes se efectúan dos estudios de casos y controles retrospectivos).

Emplazamiento: servicio de urgencias de un hospital universitario pediátrico de Gran Bretaña.

Población de estudio: una cohorte de 1.535 niños entre 1-14 años, visitados en el servicio de urgencias entre 01/08/1998 y 31/07/1999 por presentar TCE.En este periodo el protocolo de atención al TCE incluía la realización de Rx de cráneo. Una segunda cohorte de 1.867 niños entre 1-14 años, visitados en el mismo servicio por idéntico motivo entre 01/08/2002 y 31/07/2003. Excepto por la Rx de cráneo, que en este periodo dejó de realizarse, las indicaciones para el ingreso o realización de TC urgente o diferida fueron idénticas y se basaron en criterios clínicos. Es de destacar que la presencia de fractura sin hundimiento no fue indicación de ingreso o TC.

Medición de resultados: ingresos hospitalarios, realización de TC craneal, detección de lesiones intracraneales y dosis de radiación/traumatismo.

La proporción de ingresos hospitalarios, (10,1 %, 154 pacientes), no aumentó significativamente en el segundo periodo (10,9 %, 203 pacientes). El número de pacientes sometidos a Rx pasó de 340 (22,1%) a cero en el segundo periodo, mientras que el número de TC se incrementó de 16 (1%) a 39 (2,1%); p=0,02, aunque la proporción de detección de lesiones intracraneales mediante TC no mostró diferencias significativas (25,0% frente a 25,6%). La dosis de radiación/traumatismo tampoco mostró diferencias significativas (0,045 mSv frente a 0,042 mSv.)

Únicamente dos pacientes del último periodo (en el que se duplicaron los ingresos en UCI) precisaron intervención neuroquirúrgica. En el subgrupo de 39 pacientes sometidos a TC en el segundo periodo, se efectuó una comparación con una población control constituida por 39 pacientes del mismo periodo no sometidos a TC, apareados individualmente por edad, sexo y nivel asignado en el triaje. El único factor asociado con la indicación de TC fueron los accidentes de tráfico: Odds Ratio (OR):13,1; Intervalo de Confianza del 95% (IC 95%): 1,5 – 289).

Respecto a los factores predictores de TC anormal (10 sobre el total de 39), los autores señalaron que la presencia de una puntuación en la escala de Glasgow < 14, la somnolencia y la pérdida de conciencia, fueron las variables más frecuentemente presentes entre aquellos pacientes con lesión intracraneal (9, 6 y 5 pacientes respectivamente).

Contrariamente, los 8 pacientes que fueron a TC por vómitos persistentes, presentaron un resultado normal.

Conclusión: en la población estudiada de 1-14 años, el abandono de la práctica de Rx de cráneo en los TCE no aumentó la proporción de ingresos hospitalarios, la dosis de radiación/ traumatismo ni el fracaso en la detección de lesiones intracraneales en el segundo periodo. Sin embargo sí se produjo un aumento en el número de TC realizadas. Se especula que la historia, el mecanismo del accidente y una puntuación baja en la escala de Glasgow pueden ser factores relacionados con una mayor posibilidad de encontrar anomalías en la TC.

Comentario crítico:

Justificación: el TCE es causa de consulta frecuente en pediatría, tanto a nivel de atención primaria como hospitalaria. Por este motivo es práctica habitual efectuar Rx de cráneo aunque hay estudios que muestran su escasa utilidad en pacientes mayores de uno o dos años1. Algunas guías de práctica clínica no la consideran útil, mientras otras todavía la recomiendan2, 3. La originalidad de este estudio estriba en ofrecer los datos reales de la consecuencia de su supresión.

Validez o rigor científico: se trata de un estudio de cohortes retrospectivo de dos periodos de tiempo diferentes, por lo que no existe asignación aleatoria de los pacientes. Eso hace que dichos grupos no sean estrictamente comparables. Este tipo de estudio tampoco permite hablar de causalidad. Algunos datos indican una tendencia al aumento de la gravedad en el segundo periodo, aunque sin significación estadística tomados por separado. Los autores afirman que, al ser éste el único hospital de la región, se puede asegurar que no hubo pérdidas en su seguimiento. No se especifica, sin embargo, si los niños menos graves y urgentes que llegan al hospital son previamente filtrados en centros de atención primaria. Se deberían haber detallado mejor la totalidad de eventos indeseables (retraso en el diagnóstico, reingreso o incluso mortalidad) y haber precisado las necesidades de observación y reingresos.
Respecto al primer objetivo del estudio, el número de pacientes incluidos, aunque suficiente para llegar a algunas conclusiones, debería considerarse como un estudio “antes-después” que alienta nuevos estudios.
Respecto a los objetivos secundarios, el escaso número de pacientes no permite obtener conclusiones fiables

Relevancia clínica: el cambio de estrategia diagnóstica en una patología tan prevalente es un hecho importante. Este trabajo aporta indicios de que, en contextos determinados, podría prescindirse de la Rx sin riesgos destacables y quizás con ventajas. La dosis de radiación/traumatismo no fue diferente en ambos periodos, pero ya que en el segundo sólo se irradiaron los niños sometidos a TC, se evitaron muchas Rx de cráneo normales (96,5% de las del primer periodo lo fueron). Como contrapartida, hay que considerar que aumentó el número de TC y que su radiación es unas 20 veces mayor.

Aplicabilidad en la práctica clínica: este estudio, realizado en un hospital universitario, en un contexto social determinado, apoya el abandono de la práctica de la Rx de cráneo en la evaluación del TCE. Excluye los niños menores de un año, al considerar más difícil su evaluación clínica y más probable que el TCE sea de causa no accidental. Aunque por sí sólo no aporta pruebas suficientes para seguir la política que se propugna, ofrece datos de interés y sugiere que ese cambio es realizable. Estudios españoles4,5 (algo heterogéneos pues incluyen pacientes hasta los 18 años) hablan de un uso bastante intensivo de la Rx (64 – 73%) y de la TC (9%). La proporción de lesiones intracraneales halladas por TC (15%)4 , dista bastante del 25% que muestra el presente estudio. Todo parece indicar, pues, que la puesta en práctica de un protocolo como el expuesto chocaría con una inercia importante por parte de sanitarios y familias, y requeriría también delimitar mejor el uso de la TC. La realización de guías de practica clínica basadas en evidencias ayudaría a hacer un uso juicioso de las pruebas radiológicas en la valoración de los TCE.

Bibliografía:

  1. Alcala PJ, Aranaz J, Flores J, Asensio L, Herrero A. Utilidad diagnóstica de la radiografía en el traumatismo craneal. Revisión crítica de la bibliografía. An Pediatr (Barc). 2004; 60: 561-8.
  2. National Institute for Clinical Excellence. National Collaborating Centre for Acute Care. Head injury: Triage, assessment, investigation and early management of head injury in infants, children and adults [guía de práctica clínica en Internet]. Londres: National Institute for Clinical Excellence; 2003 [en línea][fecha de consulta: 16-X-2005]. Disponible en: http://www.nice.org.uk/page.aspx?o=74657
  3. CMA Infobase (Canada), Canadian Paediatric Society. Emergency Paediatric Section. Management of children with head trauma. CMAJ 1990: 142: 949-952 [en línea][fecha de actualización: I-2002; fecha de consulta: 16-X-2005]. Disponible en: http://www.cps.ca/english/statements/EP/ep90-01.htm
  4. García JJ, Manrique I, Canals A, Crespo E, Luaces C, Martín L et al. Resgistro de traumatismos craneofaciales leves: Estudio multicéntrico de la SEUP. An Pediatr (Barc). 2004; 61: 472.
  5. Echevarria I, Navarro G, Campos C, Melendo J. Actuación en urgencias pediátricas ante un traumatismo craneoencefálico. An Pediatr (Barc). 2005; 62: 88.

Como citar este artículo

Aizpurua P, Balaguer A. Evaluación clínica retrospectiva del manejo del traumatismo craneal. La radiografía de cráneo parece prescindible si se dispone de tomografía computarizada. Evid Pediatr. 2005; 1: 8

Fototerapia para la ictericia neonatal


M. Jeffrey Maisels, M.B., B.Ch., and Antony F. McDonagh, Ph.D.


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Phototherapy for Neonatal Jaundice

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This Journal feature begins with a case vignette that includes a therapeutic recommendation. A discussion of the clinical problem and the mechanism of benefit of this form of therapy follows. Major clinical studies, the clinical use of this therapy, and potential adverse effects are reviewed. Relevant formal guidelines, if they exist, are presented. The article ends with the authors’ clinical recommendations.

A male infant weighing 3400 g was born at 37 weeks’ gestation after an uncomplicated pregnancy. The mother is a 24-year-old primipara who has type A Rh-positive blood. The infant’s course in the hospital nursery was uncomplicated. Although his mother needed considerable help in establishing effective breast-feeding, he was exclusively breast-fed. Jaundice was noted at the age of 34 hours. The total serum bilirubin level was 7.5 mg per deciliter (128 µmol per liter). The infant was discharged at the age of 40 hours and is seen in the pediatrician’s office 2 days later, now with marked jaundice. The results of his physical examination are otherwise normal, but his weight, at 3020 g, is 11% below his birth weight. His total serum bilirubin level is 19.5 mg per deciliter (333 µmol per liter), and his conjugated (direct) bilirubin level 0.6 mg per deciliter (10 µmol per liter). The complete blood count and peripheral-blood smear are normal. The infant has type A Rh-positive blood. The pediatrician consults a neonatologist regarding the need for phototherapy.

The Clinical Problem

Some 60% of normal newborns become clinically jaundiced sometime during the first week of life. Unconjugated (indirect) hyperbilirubinemia occurs as a result of excessive bilirubin formation and because the neonatal liver cannot clear bilirubin rapidly enough from the blood.1,2 Although most newborns with jaundice are otherwise healthy, they need to be monitored because bilirubin is potentially toxic to the central nervous system. Sufficiently elevated levels of bilirubin can lead to bilirubin encephalopathy and subsequently kernicterus, with devastating, permanent neurodevelopmental handicaps.3

Fortunately, current interventions make such severe sequelae rare. But because neonatal jaundice is so common, many infants — most of whom will be unaffected — are monitored and treated to prevent substantial damage that would otherwise occur in a few. Data from 11 hospitals in the northern California region of the Kaiser Permanente medical system4 and from the 18-hospital Intermountain Health Care system5 suggest that the total serum bilirubin level is 20 mg per deciliter (342 µmol per liter) or higher in approximately 1 to 2% of infants born at a gestational age of at least 35 weeks. Hospital-based studies in the United States have shown that 5 to 40 infants per 1000 term and late-preterm infants receive phototherapy before discharge from the nursery and that an equal number are readmitted for phototherapy after discharge.5,6,7 These data do not include the use of home phototherapy, which is prevalent in some regions.8,9 In some hospitals and in other countries,10 phototherapy is used more frequently.

En las reagudizaciones del asma, el aumento de las dosis previas de corticoides inhalados no produce beneficio


University of Michigan Department of Pediatrics Evidence-Based Pediatrics Web Site. Critically Appraised Topics (Temas Valorados Críticamente). Traducción autorizada.

Términos clave en inglés: glucocorticoids/therapeutic use; asthma/drug therapy; drug administration schedule
Términos clave en español: glucocorticoides: uso terapéutico;  asma:farmacoterapia;  esquema de medicación 

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Pregunta

En los niños con asma persistente que sufren una reagudización de su enfermedad, ¿se consigue reducir la gravedad de los síntomas incrementando sus dosis previas de corticoides inhalados?

Aspectos clínicos centrales en la valoración del problema:

  1. En asmáticos en situación basal de asma persistente que experimentan una reagudización, el aumento al doble de la dosis de corticoides inhalados con que estaban siendo tratados, durante un periodo de tres días, no produjo diferencias estadísticamente significativas al valorar las cifras obtenidas en el registro de determinaciones matinales y vespertinas con medidores del PFE (Pico del Flujo Espiratorio).
  2. Además, no se constataron diferencias significativas en ninguno de los apartados siguientes: cifras obtenidas en evaluaciones mediante escalas de puntuación clínicas para síntomas del asma, valores obtenidos en las mediciones espirométricas, valoración del grado de satisfacción de los padres o vigilancia para la aparición de efectos adversos.

Resumen de las claves encontradas revisando las evidencias disponibles:

  1. El estudio seleccionado es un ensayo clínico controlado, aleatorizado, con doble cegamiento y grupo placebo, en el que se estudiaron 28 niños, con edades comprendidas entre 6 y 14 años y diagnóstico de asma persistente, leve o moderado. En este estudio, estos niños recibían tratamiento utilizando, durante los tres primeros días de la exacerbación de la enfermedad, una de las dos siguientes variedades de actuación, con respecto al uso de corticoides inhalados:
    • Incremento de las dosis previas de corticoides inhalados al doble.
    • Mantenimiento de las dosis basales de corticoides inhalados, añadiendo un placebo mediante dispositivo inhalador adecuado1.
  2. Criterios de exclusión utilizados en el estudio: La utilización de corticoides orales, beta agonistas de acción prolongada, cromoglicato, historia de ingreso en UCI, ingreso reciente, cambios en las dosis de corticoides inhalados en los dos meses previos al inicio del estudio.
  3. Los niños fueron estratificados por edad y sexo y posteriormente se distribuyeron, de forma aleatoria, en grupos. A cada uno de los grupos se le aplicaba una de las siguientes dos distintas secuencias de actuación posibles en sucesivas exacerbaciones que experimentasen:
    • Placebo inicialmente y después corticoides.
    • Corticoides la primera vez y posteriormente placebo.
  4. Los parámetros de medición del resultado principal investigado en el estudio incluían: determinaciones del PFE, registrando las cifras matinales y vespertinas; evaluaciones mediante escalas de medición de la gravedad de la sintomatología del asma; valores de la espirometría; grado de satisfacción de los padres y registro de los efectos adversos.
  5. La metodología del estudio se consideró válida si los pacientes se asignaron de forma aleatoria, si fueron seguidos hasta el final, si hubo cegamiento de los investigadores y si los grupos del estudio se trataron de la misma manera.
  6. Al comparar el grupo basal con el grupo que recibió un aumento de corticoides no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) en ninguno de los parámetros del estudio. En total se incluyeron 18 pares de exacerbaciones de asma.

Comentarios adicionales:

  • Existen tres estudios que evalúan la eficacia de los corticoides inhalados frente a placebo para el tratamiento de las crisis del asma en niños que previamente no estaban recibiendo corticoides inhalados. En general, la administración de dosis altas de corticoides inhalados no disminuye la necesidad de administración de corticoides por vía oral, ni tampoco la necesidad de hospitalización2.
  • En un estudio, de Connett y Lenney, se constató un descenso significativo de las sibilancias, pero no se encontraban diferencias en la tos, en el uso de broncodilatadores ni en la duración de los síntomas.
  • Wilson y Silverman encontraron que las puntuaciones en escalas clínicas del asma, fueron significativamente más bajas en el grupo de tratamiento con corticoides inhalados.
  • Svedmyr informó de cifras del PFE significativamente más altas (104% frente a un valor esperado del 96%), pero sin encontrar diferencias en la sintomatología.
  • Existen diversos estudios, tanto en niños como en adultos, que demuestran una eficacia similar en el uso de corticoides orales o inhalados. Sin embargo, en estos estudios se utilizaron dosis elevadas de corticoides inhalados, por lo que se plantea la posible explicación de que el efecto valorado pudiera en realidad ser el resultado de la actuación sistémica del medicamento tras su absorción2.
  • Los efectos secundarios de los corticoides inhalados son mínimos. En un estudio, realizado por el Childhood Asthma Management Program Group, se estudiaron estos efectos, causados por la administración de esteroides inhalados y observaron que tenía lugar un descenso en el crecimiento de 1,1 cm menos en la medición de la talla al final del estudio. Sin embargo, no se afectaba la talla final estimada, la edad ósea o los estadios de Tanner3.

Bibliografía:

  1. Garrett J, Williams S, Wong C, Holdaway D. Treatment of acute asthmatic exacerbations with an increased dose of inhaled steoid. Arch Dis Child. 1998; 79: 12-17.
  2. Hendeles L, Sherman J. Are inhaled corticosteroids effective for acute exacerbations of asthma in children. J Pediatr. 2003; 142: S26-S33.
  3. Childhood Asthma Management Program Research Group. Long-term effects of budesonide or nedocromil in children with asthma. N Engl J Med. 2000; 343: 1054-63.

Autor de este CAT: Jim Connelly, MD Evaluador de este CAT: John Frohna, MD Fecha de la evaluación: 25 de mayo de 2005 Última actualización: 25 de mayo de 2005 URL del original en ingles disponible en: http://www.med.umich.edu/pediatrics/ebm/cats/asthmainh.htm . Department of Pediatrics and Communicable Diseases © 1998-2002 University of Michigan Health System

Autor de la traducción: Domingo Barroso Espadero. CS de Don Benito (Badajoz). pediatria@eresmas.net  

Como citar este artículo

Barroso D. En las reagudizaciones del asma,  el aumento de las dosis previas de corticoides inhalados no produce beneficio. Evid Pediatr. 2005; 1: 11.Traducción autorizada de: Connelly J.Increased Doses of Inhaled Steroids During an Asthma Exacerbation Show No Benefit. University of Michigan. Department of Pediatrics. Evidence-Based Pediatrics Web Site [en línea] [fecha de actualización: 25-V-2005; fecha de consulta: 3-X-2005]. Disponible en: http://www.med.umich.edu/pediatrics/ebm/cats/asthmainh.htm

Pediatrics in Review: Marzo 2008


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March 2008 Cover

* Managing Sports Injuries in the Pediatric Office
* Recognition of Autism Before Age 2 Years
* Index of Suspicion
* Posttraumatic Stress Disorder
* Enteral Feeding
* American Academy of Pediatrics Policy Statements on Bioethics: Summaries and Commentaries: Part 2
* NeoReviews

En niños con otitis media serosa, los tubos de drenaje timpanico producen una escasa mejoría en la audicion y en la duracion del derrame


Referencia bibliográfica : Lous J, Burton MJ, Felding JU, Ovesen T, Rovers MM, Williamson I. Drenajes timpánicos (tubos de ventilación) para la pérdida de la audición asociada a la otitis media con derrame en niños (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2005 Número 2. Oxford: Update Software Ltd. Disponible a: http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2005 Issue 2. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).

Autores:
José Cristóbal Buñuel Álvarez. ABS Girona-4 (Institut Català de la Salut). p416ucua@pgirona.scs.es
Rosa Blanca Cortés Marina. ABS Girona-3 Montilivi (Institut Català de la Salut). p416urom@pgirona.scs.es

Términos clave en inglés: hearing loss/surgery; otitis media with effusion/surgery; middle ear ventilation/adverse effects
Términos clave en español: pérdida de audición: cirugía; otitis media con derrame: cirugía;  ventilación del oído medio: efectos adversos

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Resumen estructurado:

Objetivo Principal: determinar la eficacia de los tubos de drenaje timpánico (TDT) en el tratamiento de la hipoacusia secundaria a otitis media con derrame (OMD) y sobre la duración del mismo. Objetivo secundario: determinar el efecto de los TDT sobre el desarrollo del lenguaje y calidad de vida.

Fuentes de datos: Revisión sistemática (RS) de ensayos clínicos aleatorios (ECA) de TDT versus tratamiento sin drenaje en Registro Cochrane de Ensayos Clínicos (número 1 de 2003), MEDLINE (1966-2003) y EMBASE (1974-2003). Descriptores: “Otitis Media with efusion”, (Otitis Media NEAR efusion), (Middle next ear NEAR efusion), “Glue ear”, “False latent otitis”, “Tympanitis”, (Serous NEXT otitis), (Secretory NEXT otitis), “Middle Ear Ventilation”, “Ventilation Tube”, “Tympanostomy tube”, “Middle ear tube”, “Tympanic tube”, “Tubulation”, “Middle ear ventilation”. Se examinaron las listas de referencias de las publicaciones identificadas y se contactó con los autores.

Selección de estudios: Se recuperaron 581 resúmenes. Veinte cumplieron los criterios de inclusión: ECA en niños (intervalo: 1-12 años); comparación de TDT con tratamiento sin drenajes, diagnóstico de OMD realizado mediante timpanometría y/o otoscopia neumática y/o otomicroscopía.

Evaluación de la calidad metodológica: ocultamiento del proceso de aleatorización, pérdidas durante el seguimiento, existencia de cegamiento del investigador que efectuó el análisis estadístico de los resultados de cada estudio individual y presencia de análisis de los resultados por intención de tratar (IT) en cada ECA.

Extracción de datos: Los resúmenes se examinaron por dos revisores. Los criterios de selección se aplicaron de forma independiente, resolviéndose las diferencias por consenso. Los resultados se extrajeron mediante formularios estandarizados por dos revisores de forma independiente. Se realizaron estimaciones combinadas del efecto de los TDT, y su intervalo de confianza del 95% (IC 95%), mediante modelo de efectos aleatorios.

Resultados principales: El nivel de audición se evaluó mediante audiometría. Los niños con TDT sin adenoidectomía mejoraron su audición en 9,38 db (IC 95%: 4,29-14,47 db) a los 6 meses y en 6,07db (IC 95%: 2,97-9,18 db) al año de la intervención en relación con el grupo de comparación. Los niños con TDT + adenoidectomía mejoraron 3,65 db (IC 95%: 2,01-5,3 db) a los 6 meses y 1,42 db (IC 95%: 0,09-2,75 db) al año. A los dos años no existieron diferencias significativas entre el grupo TDT + adenoidectomía y grupo control, mientras que en los niños con TDT existía una diferencia de 4,05 db (IC 95%: 1,87-6,42 db). A los cinco años no hubo diferencias entre los grupos TDT (con/sin adenoidectomía) y control. Los niños sometidos a tratamiento con TDT experimentaron una reducción del tiempo de persistencia del derrame, medido como porcentaje, del 32% (IC 95%: 17-48%) a los 12 meses y del 13% (IC 95%: 8-17%) a los dos años en comparación con los niños que no recibieron drenajes. No hubo diferencias entre grupos en las pruebas de desarrollo y calidad de vida. Los TDT se asociaron a timpanoesclerosis a los 12 meses de la intervención [(diferencia de riesgos: 0,33; (IC 95%: 0,21-0,45); NND*: 3 (IC 95%: 2-5)].

Conclusión: Ante un niño con OMD se recomienda una conducta expectante ante el escaso beneficio clínico sobre la audición y la elevada incidencia de efectos adversos.

Conflicto de intereses: Ninguno.

Fuente de financiación: fundación para la investigación del sistema de salud y unidades de investigación universitarias de Dinamarca.

Comentario crítico

Justificación: la OMD es una patología frecuente, considerándose que el 80% de los niños la habrán experimentado en algún momento a la edad de cuatro años. La variabilidad existente en cuanto a su tratamiento hace necesario el desarrollo de estudios que ayuden a determinar qué procedimientos terapéuticos son los más adecuados.

Validez o rigor científico: esta RS comprende ECA cuyos participantes eran niños derivados a servicios preferentemente hospitalarios de ORL para valoración y tratamiento de la OMD. Cumple los principales criterios de calidad metodológica exigibles a un estudio de estas características, aunque la validez de sus conclusiones está influida por la calidad de los estudios individuales que contiene. Muchos de los ECA incluidos son de pobre calidad metodológica: en cuatro no estuvo claro si hubo ocultamiento del proceso de aleatorización y en tres no existió. Teniendo en cuenta el tipo de intervención, no era posible efectuar un doble enmascaramiento. Sí hubiera sido factible realizar en cada ECA un análisis ciego de los resultados, pero éste sólo se efectuó en los que midieron variables de desarrollo y calidad de vida (siete estudios). Estos hechos pueden contribuir a sesgar los resultados hacia la intervención de interés, en este caso los TDT. De todas formas, el beneficio clínico de los TDT sobre la audición fue pequeño y de corta duración y, caso de asumir la presencia de cierto grado de sesgo a favor de la intervención (TDT), podría deducirse que el beneficio real de la misma es aún menor que la constatada en la revisión. En las pocas comparaciones en que se detectó heterogeneidad estadística, los autores no sugieren su posible origen. No se describe en los resultados si en los estudios individuales se realizó análisis por IT. Los autores de la RS, en cambio, sí tuvieron en cuenta esta estrategia a la hora de realizar su análisis estadístico.

Relevancia clínica: existió un pequeño beneficio clínico a corto plazo de los TDT sobre el nivel de audición, que se atenuó con el tiempo y que no tuvo repercusión sobre el desarrollo del niño. Estudios posteriores confirman estos datos, incluso en subgrupos de niños con factores de riesgo (tabaquismo pasivo, lactancia artificial exclusiva, estatus socioeconómico bajo, asistencia a guardería)1. Se constató asociación entre los TDT y la presencia de timpanoesclerosis al año de la intervención (NND*: 3; IC 95%: 2-5). Johnston et al2 confirmaron que el TDT se asocia a una prevalencia de timpanoesclerosis a los seis años de 4,1% en comparación con 0,6% de niños con OMD sin TDT (NND*: 29). La combinación de timpanoesclerosis y atrofia segmentaria fue de un 21,1% en los niños con TDT, en comparación con 0% sin TDT (NND*: 5).

Aplicabilidad en la práctica clínica: el intervalo de edad, las características de los niños y el proceso de derivación por el que llegaron al servicio de ORL, son equiparables a las que pueden encontrarse en nuestro medio. La presente RS sugiere que la actitud más adecuada ante un niño sano con OMD es adoptar una conducta expectante. Se debe informar a los padres sobre la evolución natural de la OMD hacia la resolución espontánea y reservar la intervención sólo a aquellos pocos casos en los que la hipoacusia sea tan intensa que suponga un obstáculo para el desempeño cotidiano. Ha de informarse también de que la intervención sobre el tímpano no es inocua: puede producir lesiones que permanecen durante largo tiempo, y cuyas consecuencias a largo plazo no son en la actualidad bien conocidas.

*NND: Número de sujetos que es Necesario tratar para producir un Daño (calculado a partir de los resultados del estudio original).

Bibliografía:

  1. Rovers MM, Black N, Browning GG, Maw R, Zielhuis GA, Haggard MP. Grommets in otitis media with effusion: an individual patient data meta-analysis. Arch Dis Child. 2005; 90: 480-5
  2. Johnston LC, Feldman HM, Paradise JL, Bernard BS, Colborn DK, Casselbrant ML et al. Tympanic membrane abnormalities and hearing levels at the ages of 5 and 6 years in relation to persistent otitis media and tympanostomy tube insertion in the first 3 years of life: a prospective study incorporating a randomized clinical trial. Pediatrics. 2004; 114: e58-e67.

Como citar este artículo

Buñuel Álvarez JC, Cortés Marina RB. En niños con otitis media serosa, los tubos de drenaje timpánico producen una escasa mejoría en la audición y en la duración del derrame. Evid Pediatr. 2005; 1: 7

La cistografia tiene una utilidad limitada como predictora del daño renal en niños menores de un año que presentan un primer episodio de infeccion urinaria y ecografia renal normal


Artículos relacionados en EvidPediatr

Referencia bibliográfica Moorthy I, Easty M, Mchug K, Ridout D, Biassoni L, Gordón I. The presence of vesicoureteric reflux does not identigy a population at risg for renal scarring following a first urinary tract infection. Arch Dis Child. 2005; 90:733-6

Revisores
Carlos Ochoa Sangrador. Hospital Virgen de la Concha. Zamora. cochoas@meditex.es
Gloria Orejón de Luna. CS General Ricardos. Área 11 de Atención Primaria de Madrid. IMSALUD. gloriaol@wanadoo.es

Términos clave en inglés: vesico-ureteral Reflux/complications; cicatrix/radionuclide imaging; sensitivity and specificity
Términos clave en español: reflujo vesicoureteral:complicaciones; cicatriz: gammagrafía; sensibilidad y especificidad 

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Resumen estructurado

Objetivo: estimar la utilidad de la cistografía (CUMS) y del hallazgo de reflujo vesicoureteral (RVU) como factores predictivos de daño renal en pacientes menores de un año con una primera infección del tracto urinario (ITU) y exploración ecográfica normal.

Diseño: estudio descriptivo retrospectivo de pruebas diagnósticas.

Emplazamiento: el estudio se desarrolló en dos hospitales: un hospital docente con departamento de urgencias pediátricas y un hospital pediátrico.

Población de estudio: pacientes a los que se les realizó una gammagrafía renal con ácido dimercaptosuccinico Tc99 (DMSA), que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: haber sido diagnosticados de una primera ITU, menores de un año en el momento del diagnóstico, con un estudio ecográfico normal, y a los que se les había realizado una CUMS (niños) o cistograma isotópico directo (niñas).
De los 218 casos a los que se les realizó DMSA en un periodo de 4 años por una ITU, sólo 108 niños cumplieron los criterios de inclusión (55 niñas y 53 niños), a los que correspondieron 216 unidades renales. El intervalo de edad fue de 0 a 12 meses con una media de 5,6 meses (desviación estándar: 3,5 meses) y una mediana de 5 meses.

Prueba diagnóstica: la prueba diagnóstica a evaluar fue el diagnóstico mediante CUMS de RVU. El patrón de referencia fue el hallazgo de signos de daño renal en la DMSA.
La CUMS se realizó en las 6 semanas siguientes a la ITU. En la CUMS el RVU se cuantificó con una escala internacional (grados 1 a 5), mientras que para el cistograma isotópico sólo se consideraron los reflujos grados 2-3.
El estudio DMSA se realizó de 3 a 6 meses después de la ITU. En la DMSA cada unidad renal fue considerada normal si tenía una función diferencial mayor o igual del 45% y no se observaban áreas de disminución de la cortical.
No se menciona si los investigadores que revisaron los resultados de las pruebas y el patrón de referencia lo hicieron de forma independiente y enmascarada.

Medición del resultado: cálculo de indicadores de validez de la presencia de RVU en la CUMS con respecto a la presencia de cicatrices corticales renales en el DMSA (sensibilidad, especificidad y los cocientes de probabilidad [CP] positivo y negativo) con sus intervalos de confianza del 95% (IC 95%).

Resultados principales: se demostró RVU en 25 unidades renales (11,6%). De estas, 23 tenían un RVU grado 1-3 y dos un RVU grado 4-5 (estas dos unidades renales correspondieron a un solo niño). No se diagnosticó ningún caso de válvulas uretrales posteriores ni otra patología uretral. La DMSA fue anormal en ocho unidades renales (3,7%): en tres de los 23 casos de RVU grado 1-3 y en uno de los dos casos de RVU grado 4-5. En los cuatro casos restantes con DMSA patológica (50 % de las unidades renales con cicatrices) la CUMS fue normal.
Los resultados del análisis estadístico fueron: sensibilidad 50% (IC 95%: 21,5-78,5%), especificidad 89,9 (85,1-93,3%), CP positivo: 4,95 (IC 95%: 2,22-11,05), CP negativo: 0,56 (IC 95%: 0,27-1,11).

Conclusión: los autores: concluyeron que la CUMS contribuye poco al manejo de la ITU en niños menores de 1 año, cuando el estudio ecográfico es normal, basándose en la baja sensibilidad y CP positivo. Por ello sugieren que, en este escenario clínico, la segunda prueba diagnóstica a realizar sería la gammagrafía con DMSA y sólo en el caso de que ésta sea anormal, estaría indicada la realización de una CUMS.

Conflicto de intereses: no existe.

Comentario crítico:

Justificación: distintas guías de práctica clínica recomiendan, ante todo niño con una primera ITU, realizar diversas pruebas de imagen (ecografía renal, CUMS y DMSA). Sin embargo, no existe una clara evidencia de que esta actuación modifique el pronóstico de estos niños. Especialmente cuestionada es la realización rutinaria de la CUMS, por los trastornos y especialmente la exposición radiológica que originan.
El presente estudio trata de valorar la utilidad predictiva de la cistografía sobre el daño renal, en niños menores de un año con una ITU y ecografía renal normal.

Validez o rigor científico: es un estudio de diseño retrospectivo, en el que se seleccionan pacientes a los que se ha realizado la prueba de referencia. Este hecho podría originar una selección sesgada de pacientes.
La muestra de estudio parece adecuada. Sin embargo, los autores podrían haber extendido la edad hasta los dos años, como han hecho otros1,2.
No se menciona si los pacientes fueron hospitalizados ni la gravedad de los mismos, cuál fue su evolución y qué tratamientos recibieron. El patrón de referencia utilizado parece adecuado, ya que la DMSA sigue siendo la prueba de imagen más apropiada para diagnosticar daños renales secundarios a ITU3. Es poco probable que la ausencia de enmascaramiento en la evaluación de la DMSA pueda haber influido en su interpretación.

Relevancia clínica: el estudio mostró que la probabilidad de encontrar daño renal en el DMSA es muy baja (3,7%), y que la presencia de RVU sólo incrementa esa probabilidad hasta un 16%.
Resulta sorprendente que los autores no presenten información diferenciada por sexos, dada la diferente metodología diagnóstica empleada; probablemente la limitación en el número de casos con anomalías haya impedido este análisis. Por esta misma razón es posible que no hayan presentado los indicadores de validez para el hallazgo de reflujos de alto grado.
Puede calcularse, a partir de los resultados del estudio, que los CP positivo y negativo para este supuesto son 26 y 0,88. Estos resultados son similares a los obtenidos en distintas revisiones sistemáticas, como la de Wheeler publicada recientemente#ref, así como los de un estudio de Hoberman1 .

Aplicabilidad en la práctica clínica: la aplicabilidad de los resultados puede quedar cuestionada por la falta de información sobre las características clínicas de los pacientes y el escaso número de casos con daño renal. El estudio sólo permite concluir, aunque con poca precisión, que en ausencia de anomalías ecográficas es poco probable que la DMSA esté alterada, al margen de cuál sea el resultado de la CUMS; no obstante, en caso de realizar CUMS y encontrar RVU, la probabilidad de que encontremos alteraciones se multiplica por 4, y si el reflujo es de alto grado, por 13.
La importancia de esta predicción dependerá de las características de cada paciente. Si nuestro paciente tuviera un mayor riesgo de cicatriz renal que lo observado en este estudio, la probabilidad de daño renal en presencia de reflujo aumentaría en proporción similar (para una probabilidad preprueba de 15% aumentaría hasta un 46,6%). Para los casos en los que haya reflujo de alto grado, la probabilidad de daño renal aumenta de un 3,7% hasta un 50% (cambio relevante).
Si tenemos en cuenta lo observado por otros autores parece cuestionable la realización rutinaria de la CUMS, pero como sugiere Hoberman1 probablemente también la de la DMSA.
El único riesgo a incurrir en este supuesto es el de que pasen sin diagnosticar un pequeño número de casos con daño renal (3,7%), inferior al de casos de RVU no diagnosticados (11,6%). Por último, también debemos valorar los posibles beneficios para el paciente, al evitarse radiaciones innecesarias, consultas redundantes, pérdida de tiempo laboral, así como el consiguiente ahorro del gasto sanitario.
Probablemente sean necesarios, más estudios en niños menores de dos años y con una muestra de población más amplia, para poder establecer si es necesario realizar pruebas de imagen en estos pacientes y si es así, decidir qué prueba sería la más eficaz.

Bibliografía:

  1. Hoberman A, Charron M, Hickey RW, Baskin M, Kerany DH, Wald ER. Imaging studies after a first febrile urinary tract infection in young children. N Engl J Med. 2003; 348: 195-202
  2. Wheeler D, Vimalachandra D, Hodson EM, Roy LP, Smith G, Craig JC. Antibiotics adn surgery for vesicoureteric reflux: a meta-analysis of randomised controlled trials. Arch Dis Child. 2003; 88: 688-94
  3. Kavanag EC, Ryan S, Awan A, McCourbrey S, O’Connor R, Donoghue V. Can MRI replace DMSA in the detection of renal parenchymal defects in children with urinary tract infectious? Pediatr Radiol. 2004; 35: 275-81

Como citar este artículo

Ochoa Sangrador C, Orejón de Luna G. La cistografía tiene una utilidad limitada como predictora del daño renal en niños menores de un año que presentan un primer episodio de infección urinaria y ecografía renal normal. Evid Pediatr. 2005; 1: 3

El cribado ecográfico de displasia de desarrollo de caderas sólo se justifica en recién nacidos con determinados factores de riesgo


Lowry CA, Donoghue VB, Murphy JF. Auditing hip ultrasound screening of infants at increased risk of developmental dysplasia of the hip. Arch Dis Child 2005; 90: 579-81.

Autores:
Leo Perdikidis Olivieri EAP Los Fresnos. Torrejón de Ardoz. Área III. Madrid. Leoper@inicia.es.
Javier González de Dios Departamento de Pediatría. Hospital Universitario San Juan. Universidad “Miguel Hernández”. Alicante. gonzalez_jav@gva.es

Términos clave en inglés: hip dislocation, congenital/ultrasonography; breech presentation; mass screening Términos clave en español: luxación congénita de la cadera: ecografía; presentación de nalgas; cribado poblacional 

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Resumen estructurado:

Objetivo: conocer la utilidad de la ecografía de caderas en recién nacidos (RN) con una serie de factores de riesgo para padecer displasia de desarrollo de caderas (DDC).

Diseño: estudio retrospectivo realizado durante el período enero-1994 a diciembre-2001, considerando el año 1994 como un período de estudio piloto. Examen clínico del RN a los dos días: a los que presentan cadera dislocada (Barlow y/o Ortolani positivo) se les coloca arnés de Pavlik y se remiten a seguimiento ortopédico; los que presentan cadera normal pero asocian algunos de los siguientes factores de riesgo (familiares de primer grado con luxación congénita de caderas, presentación podálica y/o clic persistente) se les realiza ecografía de caderas a las 8 semanas de vida.

Emplazamiento: hospital (National Maternity Hospital) de Dublín, Irlanda

Población de estudio: 5.485 RN cumplen los criterios para realizar ecografía de caderas (10,4% del total de RN durante el período de estudio) por presentar alguno de los factores de riesgo (historia familiar en 1.855, presentación podálica en 1.932 y clic persistente en 1.698).

Prueba de cribado: estudio ecográfico realizado por un mismo radiólogo, en base a los criterios de Graft, a las 8 semanas de vida (momento elegido tras el estudio piloto por demostrar menos falsos positivos). Los pacientes con signos de dislocación se derivan a ortopedia y a los pacientes con cadera displásica se les realiza nueva ecografía a las 10 semanas de vida.

Medición del resultado: el estudio ecográfico se clasifica en cadera luxada, displásica (o luxable) y normal. Resultados principales: de la población sometida a cribado ecográfico por factores de riesgo de DDC se detectan 18 caderas luxadas (0,32%) y 153 caderas displásicas (2,78%). El factor de riesgo más frecuentemente asociado con cadera dislocada es la historia familiar (0,48%), seguido del clic persistente (0,29%) y presentación podálica (0,20%). Todas las caderas dislocables evolucionaron a la normalidad en el seguimiento, sin intervención.

Conclusión: se justifica el cribado ecográfico de caderas en los RN con factores de riesgo de DDC y exploración normal en Maternidad.

Conflicto de intereses: no consta.

Comentario crítico:

Justificación: la DDC es una patología habitual (prevalencia de luxación congénita: 1 por 1000 RN vivos, con oscilaciones entre 0,7-1,6), en la que se constata importante variabilidad en su manejo diagnóstico-terapéutico y en donde resulta importante valorar las pruebas de cribado en relación con el triángulo beneficio-perjuicios-costes.

Validez o rigor científico: entendemos que el “patrón oro” es una clasificación clínico-radiológica-evolutiva de la DDC, de forma que en los 153 casos de cadera displásica se confirmó la normalidad evolutiva, pero no conocemos si en los 18 casos de cadera luxada por ecografía se correspondió con un claro correlato clínico-evolutivo. Dentro de los factores de riesgo de DDC prácticamente la mayoría de autores consideran la historia familiar de luxación de caderas y la presentación podálica, pero no así el clic (posible variante de la normalidad). No parece que el estudio se realizara de forma ciega, sino en base al conocimiento del factor de riesgo de DDC. La ecografía la realizó siempre el mismo radiólogo (disminuyendo la variabilidad interobservador), pero esto no es lo habitual en la práctica diaria.

Relevancia clínica: basándose en los datos presentados se puede calcular la tabla 2 x 2 para el estudio de los valores de sensibilidad (S), especificidad (E) valores predictivos (positivo -VPP- y negativo -VPN-) y cocientes de probabilidad (tabla 1). Los resultados demuestran que es una buena prueba de cribado, pues cuenta con una S y VPN elevados (100%); ello se debe a que una prueba con alta S tiene muy pocos falsos negativos, es decir, si la prueba es negativa, puede creerse. Sin embargo, y debido a la baja prevalencia de la luxación de caderas en la población general (en este caso, al ser por factores de riesgo, la prevalencia es algo mayor, de un 3,2 por 1000 RN), presenta un VPP bajo (10,5%, IC 95%: 6,8%-16%) e importantes falsos positivos (en realidad los 153 casos de caderas displásicas que evolucionaron a la normalidad).

Tabla 1
Tabla 2 x 2 entre la prueba validada (ecografa de caderas) y el método de certeza (clasificación clnico-radiológica-evolutiva)
Pulse sobre la imagen para verla a mayor tamaño

Aplicabilidad en la práctica clínica: dado que las pruebas de Barlow y/o Ortolani pueden no detectar algunos casos de DDC al nacimiento, es por lo que se buscan otras pruebas de cribado (principalmente ecografía de caderas). El debate se mantiene en relación a si los casos de posible DDC detectados por ecografía son clínicamente relevantes: en este estudio, un 2,78% de caderas displásicas (que evolucionan todas a la normalidad sin intervención, y cuya no detección inicial no hubiera empeorado el pronóstico) y un 0,32% de caderas luxadas (pero cabe plantearse si el pediatra de atención primaria, que está en una posición ideal para realizar una exploración evolutiva, hubiera podido detectar algún signo de sospecha durante los 6 primeros meses de vida). En una reciente revisión sistemática1 se confirman las conclusiones de las guías de práctica clínica de la American Academy of Pediatrics2y la Canadian Task Force3 de que no se debe recomendar el cribado universal dado el estado actual de los conocimientos, pues además se podría favorecer el sobrediagnóstico y el sobretratamiento. Se considera que sólo conviene realizar ecografía de caderas, a las 6 semanas de edad, a las niñas con historia familiar de DDC y en cualquier niño en presentación podálica; y no es precisa la ecografía en RN con signos evidentes de cadera luxada, teniendo en cuenta que la presencia de “signos blandos” (asimetría de pliegues, asimetría de piernas, limitación de la abducción, clic de caderas persistente) conlleva una exploración dudosa, que se debe confirmar a las dos semanas2.

Bibliografía:

  1. Woolacott NF, Puhan MA, Steurer J, Kleijnen J. Ultrasonography in screening for developmental dysplasia of the hip in newborns: systematic review. BMJ. 2005; 330: 1413-8.
  2. American Academy of Pediatrics. Committee on Quality Improvement,Subcommitte on Developmental Dysplasia of the Hip. Clinical practice guidelines: Early detection of developmental dysplasia of the hyp. Pediatrics. 2000; 105: 896-905.
  3. Patel H. Preventive health care, 2001 update: screening and management of developmental dysplasia of the hip in newborns. CMAJ. 2001; 164: 1669-77.

Como citar este artículo

Perdikis Olivieri L , González de Dios J. El cribado ecográfico de displasia de desarrollo de caderas sólo se justifica en recién nacidos con determinados factores de riesgo. Evid Pediatr. 2005; 1: 4

La ansiedad materna influye moderadamente sobre la hiperfrecuentación de las consultas de pediatría de atención primaria


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Referencia bibliográfica: Tapia C, Gil V, Orozco D. Influencia de la ansiedad materna en la frecuentación de las consultas de pediatría de atención primaria. Aten Primaria. 2005; 36: 64-70

 

Revisor:
José Cristóbal Buñuel Álvarez. Pediatra. ABS Girona-4 (Institut Català de la Salut) p416ucua@pgirona.scs.es

Términos clave en inglés: primary health care; anxiety; health services misuse
Términos clave en español: atención primaria de salud,  ansiedad, mala utilización de los servicios de salud

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Resumen estructurado:

Objetivo: determinar si la ansiedad materna influye en la hiperfrecuentación (HF) de la consultas de atención primaria. Diseño: estudio de casos y controles.

Emplazamiento: tres centros de atención primaria de la Comunidad Valenciana (3.006 niños). Población de estudio: se estudiaron consecutivamente durante un periodo de tres meses a 349 madres que acudieron a las consultas de pediatría de atención primaria para determinar la prevalencia de HF. El grupo HF estuvo compuesto por 52 madres y el grupo no HF por una muestra seleccionada de forma aleatoria de 92, extraída de la muestra total de madres no frecuentadoras (297). Terminaron el estudio 46 participantes (88,5%) del grupo HF y 85 (93,4%) del grupo no HF.

Evaluación del factor de riesgo: se midió el nivel de ansiedad materna mediante el cuestionario STAI (State Trait Anxiety Inventore) en su versión española IDARE (Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo). El test IDARE consta de dos escalas (ansiedad-estado –AE- y ansiedad-rasgo –AR-) y cada una de ellas consta de veinte ítems que se puntúan de 0 a 3. El cuestionario fue administrado de forma ciega por un psicólogo que desconocía a qué grupo pertenecía la persona encuestada. La AE se considera una condición emocional transitoria y la AR indica una propensión ansiosa relativamente estable. Se consideran patológicas cuando rebasan el percentil-50: en el presente estudio, esto sucedió cuando la puntuación de AE fue >= 25 y la de AR fue >= 26.

Medición del resultado: la variable HF se definió como la media de consultas durante el periodo de estudio más una desviación estándar. Todo niño que superara dicho número de visitas fue considerado hiperfrecuentador.

Resultados principales: las madres no HF presentaron una puntuación más baja en la escala de AE (24,58 versus 26,41; P=0,036) y en la de AR (25,04 versus 27,47; p=0,023) que las HF. El nivel de ansiedad conjunto, valorado de forma cualitativa en ambos grupos sumando el resultado de ambas escalas, fue de un 44,27% en las madres no HF y un 46,27% en las HF. En el análisis multivariante, la variabilidad explicada por el modelo se incrementó desde 0,149 hasta 0,227 (p<0,0001) al tener en cuenta la variable ansiedad.

Conclusión: la ansiedad materna influye en la HF de las consultas de atención primaria. Es útil conocer este dato, por tratarse de un factor potencialmente modificable.

Comentario crítico:

Justificación: la HF es uno de los problemas más referidos por los profesionales de atención primaria. Supone un inadecuado uso de los recursos sanitarios que los usuarios tienen a su disposición y puede tener consecuencias negativas, tanto para el profesional (desgaste profesional, estrés) como para el sistema sanitario (costes excesivos). Algunos de los factores relacionados con la HF son susceptibles de intervención1. Este estudio valora el grado de influencia de uno de ellos, el nivel de ansiedad materna.

Validez o rigor científico: en el presente estudio se contactó con los autores para recabar información complementaria que ayudase a evaluar su calidad metodológica. Los dos grupos de comparación, madres HF y no HF fueron similares. La muestra de madres no HF (92) se extrajo mediante selección aleatoria del total de madres no frecuentadoras (297). La medición del resultado, nivel de ansiedad valorado mediante el cuestionario IDARE, se realizó de forma ciega. El porcentaje de madres encuestadas en ambos grupos fue elevado, aunque no se describen con detalle los motivos de las madres que no respondieron. Es un estudio que cumple los criterios básicos de validez metodológica que corresponden a su diseño.

Relevancia clínica: los autores constatan la presencia de diferencias significativas en el nivel de ansiedad entre los grupos de madres HF y no HF en las dos escalas. Sin embargo, cuantitativamente, dichas diferencias son de escasa relevancia clínica: las madres de niños HF obtuvieron una puntuación de 26,41 frente a 24,58 en la escala de AE de las madres de niños no HF. Una situación similar se repite en la escala AR: 27,47 en el grupo de madres de niños HF frente a 25,04 en el grupo de madres de niños no HF.
Una posible explicación a la pequeña magnitud de la diferencia encontrada entre los grupos HF y no HF puede estar en la definición de la variable hiperfrecuentación como la media de consultas durante un periodo más una desviación estándar.
Aunque no hay consenso en pediatría en la definición de esta variable, la elección de media mas una desviación estándar quizá resulte poco discriminativa, pudiéndose englobar en el grupo de HF a muchas madres en el límite superior de la normofrecuentación.
Un estudio similar2 no encontró diferencias entre ambos grupos en las escalas AE y AR.
El nivel de ansiedad conjunto, valorado de forma cualitativa en ambos grupos sumando el resultado de ambas escalas, fue de un 44,27% en las madres no HF y un 46,27% en las HF.
Resulta preocupante, no ya desde el punto de vista pediátrico sino desde una perspectiva sanitaria global y social la elevada prevalencia de ansiedad materna constatada en este estudio, ya referida en la literatura3.
A pesar de no constituir un factor diferenciador entre ambos grupos, debido a la elevada prevalencia de ansiedad existente en ambos, la ansiedad en conjunto sí contribuyó a explicar parte de la variabilidad en el análisis multivariante llevado a cabo en el estudio.

Aplicabilidad en la práctica clínica: los resultados de este estudio pueden ser aplicables a gran parte de las consultas de pediatría de atención primaria de nuestro país. En cuanto a la actitud del pediatra, una posible medida es detectar estos niños y, caso de sospechar la existencia de algún tipo de problema familiar o trastorno de ansiedad, mantener una estrecha comunicación con el médico general/de familia con el fin de abordar el problema si no había sido ya detectado. Un segundo abordaje es mantener una actitud empática e informar adecuadamente a la madre sobre el proceso por el que acude el niño cuando éste acuda repetidas veces por patología banal.

Bibliografía.

  1. Soriano J, Lázaro C, Gómez A. Determinantes del uso de las consultas de pediatría: estudio de morbilidad infantil y variables maternas. Aten Primaria. 1999; 23: 132-6.
  2. Soriano FJ, Lázaro C, Roig A. Ansiedad materna, disfunción familiar, morbilidad y frecuentación en las consultas de pediatría. Aten Primaria. 1997; 20: 385-8
  3. Igual R, Castro E, Alonso I, Terradas M, de Frutos E, Cebrià J. Hiperfrecuentación en las consultas: ¿hay relación con la personalidad de la madre? An Esp Pediatr. 2003; 58: 29-33.

Como citar este artículo

Buñuel Álvarez JC. La ansiedad materna influye moderadamente sobre la hiperfrecuentación de las consultas de pediatría de atención primaria. Evid Pediatr. 2005; 1: 2

The Common Symptoms Guide


A Guide to the Evaluation of Common Adult and Pediatric Symptoms
Editors: Wasson, John H.; Walsh, B. Timothy; LaBrecque, Mary C.; Sox, Harold C.; Pantell, Robert
5th Edition

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Escrutinio neonatal para la detección de problemas auditivos


Procedencia: University of York. Centre for Reviews and Dissemination (CRD). Health Technology Assessment (HTA) Database. Copyright © Institut fuer Qualitaet und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG). Traducción autorizada.

Autores del informe: Institut fuer Qualitaet und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG) Comisión S05-01. URL del informe completo original en alemán y de un resumen en inglés disponibles en: http://www.iqwig.de/download/S05-1_Abschlussbericht_
Frueherkennungsuntersuchung_ von_Hoerstoerungen_bei_Neugeborenen.pdf

http://www.iqwig.de/download/S05-01_Executive_Summary_Newborn_hearing_screenin
g_in_the_detection_of_hearing_impairment.pdf

Autores del resumen estructurado: Responsables de la Base de Datos del HTA en el CRD y del INHTA. URL del abstract original en inglés disponible en: http://www.crd.york.ac.uk
/CRDWeb/ShowRecord.asp?View=Full&ID=32007000436

Autor de la traducción: Domingo Barroso Espadero. EAP Villanueva II. Villanueva de la Serena. Badajoz (España). Correo electrónico: pediatricworld@msn.com

Los autores del artículo original no se hacen responsables de los posibles errores que hayan podido cometerse en la traducción del mismo

Artículo traducido

Título: Escrutinio neonatal para la detección de problemas auditivos.
Autores: Institut fuer Qualitaet und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen –IQWiG– (Instituto para la Calidad y la Eficiencia en Atención Sanitaria)
Origen (Editor): Cologne: Institut fuer Qualitaet und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG) [4]
Año de publicación: 2007 (Fecha de publicación del informe completo en alemán: 28-02-2007 / Fecha de traducción del resumen en inglés: 11-06-2007)

Número de serie del Informe: S05-01

Tipo de documento: Esta es una publicación realizada por miembros del INAHTA. Para más información contactar con la agencia mediante las direcciones que aparecen en el campo “Dirección de los autores para correspondencia”.

Objetivos de los autores: El objetivo de este informe fue el de evaluar los beneficios y efectos adversos del Escrutinio Auditivo Neonatal Universal (EANU) para la detección de los problemas auditivos.

Tipo de intervención: Escrutinio poblacional masivo

Tipo de diseño del estudio: Revisión del tema.

Metodología: La base para este informe fue una búsqueda sistemática de la literatura para la localización de estudios que abordasen los 3 tipos distintos de preguntas de investigación que fueron planteadas.
La base fundamental para dar respuesta a la pregunta de si se obtiene beneficio de la realización del escrutinio auditivo neonatal universal, la deberían proporcionar estudios de investigación que hiciesen un seguimiento comparativo del desarrollo de 2 grupos de niños durante varios años. Por ejemplo, los estudios en cuestión necesitarían plantear la comparación de resultados en niños de un área geográfica que oferte el cribado poblacional masivo con niños de una región sin escrutinio disponible. Además de eso, también fueron revisados para este informe otros estudios que comparaban resultados evolutivos en niños que recibían tratamiento precoz con otros a los que se trataban en fases mas tardías. Estos estudios podrían también proporcionar información sobre hasta que punto resulta importante el tratamiento precoz.
Para este informe se analizaron también la precisión e índices de errores de los sistemas de aplicación habitual para la detección precoz de los niños con daño auditivo congénito. Con el objeto de describir la aceptación y factibilidad de los programas de Escrutinio Auditivo Neonatal Universal (EANU) en Alemania, así como sus principales características de calidad, también se tuvieron en cuenta informes específicos sobre el modelo alemán de EANU.

Resultados:

  1. Estudios sobre aplicación de cribados: Los datos proporcionados por los distintos modelos incluidos indican que el EANU puede adelantar el momento de diagnóstico de problemas auditivos congénitos en niños. Fueron incluidos en el informe dos estudios comparativos que investigaban programas de cribado, valorando resultados relevantes para los pacientes. Con respecto al desarrollo del lenguaje en el periodo de edad entre los 3 y los 8 años, ambos estudios sobre escrutinio mostraron una tendencia a que aquellos niños, en los que la alteración auditiva era diagnosticada por los programas de escrutinio, se mostrasen beneficiados por ello. Esto puede ser debido al diagnóstico precoz en estos niños. No se disponía de datos sobre otros distintos resultados relevantes para los pacientes (ej. calidad de vida, salud mental, satisfacción personal, progreso educativo y grado de desarrollo profesional). En los estudios revisados, no se investigaron suficientemente los daños potenciales de la aplicación de estos programas de cribado (ej. los derivados de los falsos positivos de las pruebas)
  2. Niños tratados en fases tempranas, versus aquellos otros que recibieron tratamiento en fases más tardías. Cuatros estudios fueron incluidos en esta evaluación, en la cual se comparaban niños tratados en fases mas precoces con otros tratados en fases mas tardías. Si se tiene en consideración los tipos concretos de diseños de estudio de las investigaciones incluidas, se debe aceptar que no podrán permitirnos conclusiones inequívocas. De todas formas, si que proporcionan indicios de que aplicar un tratamiento precoz podría resultar beneficioso.
  3. Estudios sobre la exactitud de la prueba. Este informe incluyó 9 estudios sobre la precisión (o exactitud) de los procedimientos diagnósticos utilizados para la identificación precoz de los problemas auditivos congénitos. Se considera que ninguno de los dos métodos diagnósticos aplicados han sido evaluados en un grado suficientemente satisfactorio. Es decir, no han sido suficientemente evaluadas, ni la determinación de las otoemisiones acústicas espontáneas (OEA-E) ni el estudio de los Potenciales Evocados Auditivos del Tronco Cerebral (PEATC). Uno de los estudios encontrados proporcionaba información sobre la calidad de los programas de escrutinio en los que se recurría al uso combinado de OEA-E y PEATC. Si los resultados de este estudio se aplicaran a una población de 100 000 recién nacidos, encontraríamos que entre 110 y 120 niños con alteración auditiva habrían podido ser efectivamente identificados (sensibilidad: 91,7%). Los programas de escrutinio podrían dar lugar a la aparición de falsas sospechas de déficits auditivos en, aproximadamente, 1500 niños. Estas sospechas podrían ser descartar tras la realización de pruebas posteriores (especificidad: 98,5%). En realidad, los programas de escrutinio de baja calidad podrían producir resultados marcadamente peores.

Conclusiones de los autores: El establecimiento del EANU puede incrementar las oportunidades que tiene un niño con déficit auditivo congénito de ser diagnosticado en etapas tempranas de la vida y de recibir un tratamiento precoz. Resulta claro que no se puede inferir, a partir de los estudios disponibles, cuales son las consecuencias de estas intervenciones para el desarrollo de estos niños.
Existen indicios (no evidencias) de que los niños con daño auditivo, que logran ser identificados por el EANU obtienen ventajas en el desarrollo del lenguaje. La comparación entre niños tratados precozmente y aquellos otros tratados en etapas más tardías, también proporcionan indicios de que los niños que reciben tratamiento temprano pueden conseguir ventajas en el desarrollo del lenguaje.
No se ha investigando suficientemente en que modo el cribado neonatal influye en otros resultados de salud relevantes para los niños, como la calidad de vida, progreso escolar, y grado de integración social o laboral alcanzado. Los programas deberían, por lo tanto, diseñarse de manera tal que puedan ser determinadas, de forma fiable, la calidad y las consecuencias para los niños afectados.

Indice de descriptores: Términos indexados por el CRD Descriptores: Neonatal-Screening/mt [methods]; Hearing-Tests

Idioma: Alemán (1)

Disponibilidad en inglés: Disponible resumen en idioma inglés (2).

Dirección de los autores para correspondencia: Dillenburger Str. 27, DE-51105 Cologne, GERMANY, Tel: +49 221 356856, Fax: +49 221 35685 804 peter.kolominsky-rabas@iqwig.de

Direcciones web de la publicación original y de la organización responsable: http://www.iqwig.de/

Número del registro de entrada: 32007000436

Fecha de entrada en la base de datos: 31 de julio de 2007

Cómo citar este artículo

Barroso Espadero D. Escrutinio neonatal para la detección de problemas auditivos. Evid Pediatr. 2007;3:112. Traducción autorizada de: Comisión S05-01 del Institut fuer Qualitaet und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG). Newborn hearing screening in the detection of hearing impairment (traducción al inglés del resumen del informe completo original en alemän: Früherkennungsuntersuchung von Hörstörungen bei Neugeborenen). Institut fuer Qualitaet und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswesen (IQWiG) 2007 Jun. Executive Summary (English) S05-01. University of York. Centre of Reviews and Dissemination (CRD). Health Technology Assessment (HTA) / INAHTA. HTA Database [fecha de consulta: 2-10-2007]. Disponible en: http://www.crd.york.ac.uk/CRDWeb/ShowRecord.asp?View=Full&ID=32007000436

Bibilioteca Virtual: Oncologia Pediatrica basada en la evidencia


Publisher:   Blackwell Publishing Limited
Number Of Pages:   576
Publication Date:   2007-04-01
Sales Rank:   887312
ISBN / ASIN:   1405142685
EAN:   9781405142687
Binding:   Hardcover
Manufacturer:   Blackwell Publishing Limited
Studio:   Blackwell Publishing Limited
Evidence-based Pediatric Oncology is a ground breaking text on the management of childhood cancers. Using evidence-based treatment recommendations from available systematic reviews and Standard Options Recommendations (SORs), it covers the range of tumour types occurring in children and young adults with recommendations for optimum treatments for childhood cancer.Offering reviews and commentaries from leading internationally recognised pediatric oncologists, this second edition now covers significant randomized controlled trails.

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Anti-leukotriene agents compared to inhaled corticosteroids in the management of recurrent and/or chronic asthma in adults and children


EBM Reviews – Cochrane Database of Systematic Reviews Ducharme, FM. Di Salvio, F. Anti-leukotriene agents compared to inhaled corticosteroids in the management of recurrent and/or chronic asthma in adults and children. [Systematic Review] Cochrane Airways Group Cochrane Database of Systematic Reviews. 4, 2007.
AN: 00075320-100000000-01734

Background

Anti-leukotrienes agents are currently being studied as alternative first line agents to inhaled corticosteroids in mild to moderate chronic asthma.

Objectives

To compare the safety and efficacy of anti-leukotriene agents with inhaled glucocorticoids (ICS) and to determine the dose-equivalence of anti-leukotrienes to daily dose of ICS.

Search strategy

We searched MEDLINE (1966 to Aug 2003), EMBASE (1980 to Aug 2003), CINAHL (1982 to Aug 2003), the Cochrane Airways Group trials register, and the Cochrane Central Register of Controlled Trials (August 2003), abstract books, and reference lists of review articles and trials. We contacted colleagues and international headquarters of anti-leukotrienes producers.

Selection criteria

Randomised controlled trials that compared anti-leukotrienes with inhaled corticosteroids during a minimal 30-day intervention period in asthmatic patients aged 2 years and older.

Data collection and analysis

Two reviewers independently assessed the methodological quality or trials and extracted trial data. The primary outcome was the rate of exacerbations requiring systemic corticosteroids. Secondary outcomes included lung function, indices of chronic asthma control, adverse effects and withdrawal rates.

Main results

27 trials (including 1 trial testing two protocols) met the inclusion criteria; 13 were of high methodological quality; 20 are published in full-text. All trials pertained to patients with mild to moderate persistent asthma. Only 3 trials focused on children and adolescents. Trial duration varied from 4 to 37 weeks. In most trials, daily dose of ICS was 400 mcg of beclomethasone or equivalent. Patients treated with anti-leukotrienes were 65% more likely to suffer an exacerbation requiring systemic steroids [Relative Risk 1.65; 95% Confidence Interval (CI) 1.36 to 2.00]. Twenty six (95% CI: 17 to 47) patients must be treated with anti-leukotrienes instead of inhaled corticosteroids to cause one extra exacerbation. Significant differences favouring ICS were noted in secondary outcomes where the improvement in FEV1 reached 130 mL [13 trials; 95% CI: 50, 140 mL]. Other significant benefits of ICS were seen for symptoms, nocturnal awakenings, rescue medication use, symptom-free days, and quality of life. Anti-leukotriene therapy was associated with 160% increased risk of withdrawals due to poor asthma control. Twenty nine (95% CI 20 to 48) patients must be treated with anti-leukotrienes instead of inhaled corticosteroids to cause one extra withdrawal due to poor control. Risk of side effects was not different between groups.

Authors’ conclusions

Inhaled steroids at a dose of 400 mcg/day of beclomethasone or equivalent are more effective than anti-leukotriene agents given in the usual licensed doses. The exact dose-equivalence of anti-leukotriene agents in mcg of ICS remains to be determined. Inhaled glucocorticoids should remain the first line monotherapy for persistent asthma

 

Manual de Intoxicaciones en Pediatría


Sociedad Española de Urgencias en Pediatria

ÍNDICE 35 capitulos
Autores
Prólogo
Introducción
Epidemiología de las intoxicaciones en pediatría
Consulta telefónica
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Gracias Daniel 🙂

Con breves sesiones de educación sanitaria pueden aumentarse las tasas de lactancia materna exclusiva


Referencia: Su LL, Chong YS, Chan YH, Chan YS, Fok D, Tun KT, et al. Antenatal education and postnatal support strategies for improving rates of exclusive breast feeding: randomised controlled trial. BMJ. 2007;335:596.

Revisores:
María Aparicio Rodrigo, CS Entrevías, Área 1, Madrid (España). Correo electrónico: maparicio.gapm01@salud.madrid.org.
Albert Balaguer Santamaría. Unidad de Neonatología y Servicio de Pediatría. Hospital Universitari Sant Joan. Universitat Rovira i Virgili, Reus-Tarragona (España). Correo electrónico: albert.balaguer@urv.net

Términos clave en inglés: breast Feeding: statistics & numerical data; patient education: methods; postnatal care: methods; pregnancy outcome; prenatal care: methods;social support; randomized controlled trial
Términos clave en español: lactancia materna, estadísticas; métodos de educación a los pacientes; cuidados postnatales; resultados del embarazo; cuidados prenatales; ayuda social; ensayo clínico aleatorizado controlado

Fecha de recepción: 6 de noviembre de 2007
Fecha de aceptación: 9 de noviembre de 2007

Resumen estructurado

Objetivo: investigar si la educación en relación a la lactancia materna (LM) antes del parto o el soporte a la LM postnatal, de forma independiente, mejora las tasas de lactancia materna exclusiva (LME) durante el primer semestre de vida del recién nacido (RN) frente a la atención hospitalaria rutinaria de la puérpera.

Diseño: ensayo clínico aleatorizado y controlado.

Emplazamiento: un hospital terciario en Singapur.

Población de estudio: cuatrocientas cincuenta embarazadas controladas en las consultas externas hospitalarias, con más de 34 semanas de gestación en el momento del parto, con intención de ofrecer LM al RN y sin enfermedades que contraindicasen la misma. Se excluyeron los embarazos múltiples y otros embarazos de alto riesgo. Las madres se distribuyeron de forma aleatoria, mediante un sistema de asignación informático, en tres grupos: G1, formado por 151 madres que recibieron la atención obstétrica habitual, que incluía clases opcionales de preparación al parto con información sobre alimentación; G2, que incluyó 150 madres que, además de la atención obstétrica habitual, recibieron una sesión antenatal sobre LM (vídeo de 16 minutos de duración, y entrevista opcional de 15 min. con educador) y G3, que incluyó a 149 madres que, además de la atención obstétrica habitual, recibieron dos sesiones postnatales sobre LM (30 minutos de duración cada una) a los 2-3 días y a los 7-14 días postparto.

Medición del resultado: se tomó como variable principal el número de madres con LME al alta hospitalaria, a las dos y seis semanas postparto (datos recogidos, mediante un cuestionario estandarizado que rellenó la madre, en casa o en la consulta) y a los tres y seis meses postparto (datos recogidos mediante entrevista telefónica). Como variable secundaria se analizó el número de madres con algún aporte de LM en los mismos periodos de tiempo.

Resultados principales: un porcentaje significativamente superior de madres que recibieron educación postnatal (G3) proporcionó LME en relación con el grupo control (G1) a las dos semanas (riesgo relativo [RR]: 1,82; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1,14-2,90 y número necesario de pacientes a tratar [NNT] :6, IC 95%: 4-17); a las seis semanas, (RR: 1,85; IC 95%: 1,11-3,09 y NNT: 7; IC 95%: 4-24); a los 3 meses (RR: 1,87; IC 95%: 1,03-3,41 y NNT: 9, IC 95%: 5-60) y a los 6 meses (RR: de 2,12; IC 95%: 1,03-4,37 y NNT: 11; IC 95%: 6-80). También se encontró un porcentaje significativamente superior de madres con LME en el grupo que recibió educación antenatal (G2) frente al control (G1) a las seis semanas (RR: 1,73; IC 95%: 1,04-2,90 y NNT: 8; IC 95%: 5-41), a los 3 meses (RR: 1,92; IC 95%: 1,07-3,48 y NNT: 9; IC 95%: 5-43) y a los seis meses postparto (RR 2,16; IC 95%: 1,05-4,43 y NNT: 10; IC 95%: 6-60). No se encontraron diferencias significativas en este aspecto entre el grupo con educación prenatal y el grupo con educación postnatal (G2 y G3).
Al analizar las madres que proporcionaron algún aporte de LM, incluyendo casos con LME, solo se encontraron diferencias significativas entre las madres con educación postnatal (G3) y el grupo control (G1) a las seis semanas de vida (RR 1,19; IC 95%:1,05-1,36; NNT: 8; IC 95%: 5-26), y entre el grupo de educación postnatal (G3) y el grupo de educación prenatal (G2), también a las seis semanas de vida (RR: 1,16;IC 95%: 1,02-1,31; NNT: 9 (IC 95%: 5-60).

Conclusión: el apoyo educativo a las madres en relación con la LM, tanto si se realiza antes como después del parto, mejora la proporción de madres que mantiene la LME a los seis meses de vida del RN. Una educación postnatal de dos sesiones podría ser más efectiva que una única sesión prenatal para conseguir esta mejoría.

Conflicto de intereses: no declarado.

Fuente de financiación: Grupo Nacional para el Cuidado de la Salud (Singapur).

Comentario crítico

Justificación: organismos como la Asociación Española de Pediatría1, la Organización Mundial de la salud2 o la Academia Americana de Pediatría3 recomiendan la LME durante los seis primeros meses de vida. Sin embargo, el cumplimiento de estas recomendaciones es escaso. Estudios recientes apuntan hacia la educación para la promoción de la LM como el factor más influyente en el mantenimiento de la misma. Hasta el momento había evidencia sobre su efecto sobre el mantenimiento en el tiempo o sobre el número de madres que inician la LM4, pero no sobre el efecto sobre las tasas de LME a los seis meses que es lo que se propone determinar este estudio.

Validez o rigor científico: se trata de un estudio bien diseñado. La asignación de grupos se hizo de forma aleatorizada con adecuada ocultación de la secuencia. Los tres grupos fueron similares en cuanto a raza, edad materna, paridad, nivel educativo, empleo, ingresos, baja maternal, estructura familiar, experiencia previa con LM (aunque no se especifica con qué grado de éxito) y asistencia a las clases de preparación antenatal (que fue baja: media de 7%). Los datos fueron procesados de forma correcta por evaluadores cegados. Hubo un número de madres perdidas para el seguimiento considerable (18%), aunque no superaron el 20% convencionalmente admitido. El porcentaje de pérdidas, correctamente especificado, fue similar en los tres grupos. Además de los resultados ya expresados evaluados según intención de tratar, se realizó un análisis de sensibilidad asumiendo la peor de las posibilidades (abandono de la LM en todas las madres perdidas para el seguimiento) que mostró unos resultados similares a los anteriores, salvo la desaparición de las diferencias significativas entre G3 y G1 a los tres y seis meses. Desconocemos la influencia ejercida por otros profesionales sanitarios en los seis meses posteriores al parto.

Interés o pertinencia clínica: se demuestra que con medidas sencillas, como unas sesiones formativas breves (antes o después del parto) se puede aumentar de forma notable la adhesión a la LM. La comparación a los seis meses del parto de los porcentajes de LME (G1: 9%, G2 y G3: 19%) y de cualquier LM (G1: 34%, G2: 43% y G3: 40%), dan una idea clara del posible beneficio de ambas intervenciones, que resulta muy similar. Hay que destacar que las intervenciones comparadas fueron muy distintas. Así, en G2 se trataba de una sola sesión aparentemente comunitaria que incluía video, mientras que en G3 se trató de dos sesiones separadas en el tiempo y probablemente individuales, aunque este extremo no se especifica. En conjunto, cada madre en G3 recibía aproximadamente el doble de tiempo y probablemente personalizado. Si se asume una práctica equivalencia en los resultados, se deduce que la intervención formativa efectuada en el periodo pre-parto parece más eficiente en términos de tiempo y personal dedicado.

Aplicabilidad en la práctica clínica: este estudio confirma el valor de la educación para la promoción de la LM con objeto de conseguir que ésta se prolongue el máximo posible en el tiempo. En este sentido, dos sesiones separadas después del parto pueden ser algo más efectivas que una sola en el preparto. Sin embargo, sin olvidar la importancia de las medidas post-parto en las que los pediatras debemos seguir insistiendo, parece que las sesiones previas al parto podrían resultar más eficientes en términos de personal y tiempo de dedicación.
Con todo, con las intervenciones descritas, las tasas de LM conseguidas a los seis meses (alrededor de un 40%) aunque son superiores a las nuestras (7-30% de LM a los seis meses)1, son distantes de las de los países con mejores resultados como Escandinavia (más del 70%)5, lo que sugiere que además de esta intervención son necesarias otras de tipo sanitario, social y político.

Bibliografía

  1. Pallás Alonso CR. Promoción de la lactancia materna. Actividades preventivas y de promoción de la salud recomendadas para la infancia y la adolescencia.Grupo de Trabajo PrevInfad de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y a su vez del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS-semFYC) [en línea] [consultado: 8-XI-2007]. Disponible en: http://www.aepap.org/previnfad/pdfs/previnfad_lactancia.pdf
  2. Ross J, Piwoz E. Exclusive breastfeeding recommendation unchaged. Bull World Health Organ. 2005 Nov; 83 (11): 878.
  3. Gartner LM, Monton J, Lawrence RA, Naylor AJ, O´Hare D, Schanler RJ, et al. American Academy of Pediatrics Section on BreastFeeding. Breastfeeding and the use of human milk. Pediatrics 2005; 115: 496-506.
  4. Dyson L, McCormick F, Renfrew MJ. Intervenciones para promover el inicio de la lactancia materna (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2007 Número 3. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
  5. Michaelsen KF Nutrition and growth during infancy. The Copenhagen Cohort Study. Acta Paediatr. 1997; 86:1-36.

Cómo citar este artículo

Aparicio Rodrigo M, Balaguer Santamaría A. Con breves sesiones de educación sanitaria pueden aumentarse las tasas de lactancia materna exclusiva. Evid Pediatr. 2007;3:93.

Los hijos de gestantes fumadoras tardan entre tres y seis años en alcanzar los parámetros de crecimiento de los de las no fumadoras


Referencia: Kanellopoulos TA, Varvarigou AA, Karatza AA, Beratis NG. Course of growth during the first 6 years in children exposed in utero to tobacco smoke. Eur J Pediatr. 2007;16:685-92.

Revisores:
Alejandro Suwezda. Pediatra independiente. Tarragona (España). Correo electrónico: suwezda@gmx.de
Ariel Melamud. Pediatra independiente. Buenos Aires (Argentina). Correo electrónico: amelamud@roemmers.com.ar
Rodrigo Matamoros. Pediatra independiente. La Plata (Argentina). Correo electrónico: rodrimatamoros@gmail.com

Términos clave en inglés: body weights and measures; body weight; body height; body mass index; pregnancy; tobacco; smoking
Términos clave en español: pesos y medidas corporales; peso corporal; talla corporal; índice de masa corporal; embarazo; tabaco; fumar

Fecha de recepción: 1 de noviembre de 2007
Fecha de aceptación: 9 de noviembre de 2007

Resumen estructurado

Objetivo: investigar el crecimiento en los primeros seis años de vida de los hijos de gestantes fumadoras.

Diseño: estudio de casos y controles de casos incidentes, seguidos anualmente desde el nacimiento hasta los seis años de edad.

Emplazamiento: departamento de Pediatría de un Hospital Universitario (Grecia).

Población de estudio: doscientos cuatro recién nacidos a término (RNT) de madres fumadoras y 204 RNT de madres no fumadoras iniciaron el estudio desde 1996. Todos los niños eran de descendencia griega, sin complicaciones en el parto ni portadores de malformaciones. La muestra final fue de 100 casos, en parte por la exclusión de madres consumidoras de alcohol, sustancias ilícitas o discontinuidad en el hábito de fumar, y en parte por pérdidas durante el seguimiento. Los casos fueron apareados desde el comienzo (1 a 1) de acuerdo a: edad de la madre, nivel de educación alcanzado, talla de ambos padres, edad gestacional y sexo. El protocolo de estudio fue aprobado por el comité de ética del hospital y los padres firmaron un consentimiento informado.

Factor de estudio: crecimiento estimado como peso (P), índice de masa corporal (IMC), talla (T) y perímetro cefálico (PC) medidos de manera longitudinal y prospectiva.

Medición del resultado: las variables de resultado fueron: P en kilogramos (kg), T en centímetros (cm), IMC en kg/cm2 y PC en cm y se registraron anualmente según el factor intrasujeto (edad del niño en años). El factor entre grupos fue el hábito de fumar durante la segunda mitad de la gestación clasificado como: gestantes fumadoras activas (FA), fumadoras pasivas (si sus maridos fumaban) o no fumadoras (NF). Las variables de ajuste fueron: número de cigarrillos/ día (C/D) (menos de 15 o ≥ 15 [FA15]), edad materna, edad gestacional, paridad, test de Apgar, talla de los padres, máxima escolaridad alcanzada, sexo del RNT. Se registró el tipo de alimentación del lactante (leche materna o de fórmula). El análisis estadístico incluyó comparación de diferencias de medias (DM), análisis de la varianza (ANOVA) para el univariado y el ajuste por ANOVA multivariado. También se calculó la correlación entre número de C/D con las variables de crecimiento del hijo.

Resultados principales: los 200 niños que fueron seguidos durante los primeros seis años de vida no difirieron significativamente de los 408 niños que fueron inicialmente incluidos en el estudio. El 46% fueron varones en ambos grupos y, con excepción de la paridad, no hubo diferencias en la composición demográfica entre casos y controles. Hubo un 50% de pérdidas en el seguimiento, aunque no existieron diferencias en cuanto a las características demográficas entre los sujetos perdidos y los que permanecieron en el estudio. Las diferencias estadísticamente significativas entre NF y FA15 para P se mantuvieron hasta el segundo año: 13,07 kg versus 12,28 kg; (diferencia absoluta de medias [DA]: 0,79; p = 0,004). Para T las diferencias se observaron hasta el quinto año: 113,4 versus 111,2 cm (DA: 2,2; p = 0,012); y al sexto año se mantuvo al límite de la significación con una DA = 1,9 cm; la mayor diferencia se constató a los dos años: 90,8 cm versus 87,4 cm. Para el IMC sólo se detectaron diferencias al nacimiento. El PC varió significativamente hasta el segundo año de vida: 49,0 cm vs. 48,4 cm; p = 0,054. La T fue afectada significativamente en el análisis multivariado por las covariables: madres con bajo nivel de educación, multiparidad, baja talla materna o paterna. El crecimiento no se vio afectado ni en las madres ni en los niños fumadores pasivos, ni por leche materna o de fórmula. Las DM durante el seguimiento de acuerdo a C/D fueron significativas sólo para la T en FA15. La correlación entre C/D y crecimiento fue negativa y se mantuvo significativa hasta el primer año para IMC, el tercer año para PC, el cuarto año para P y el sexto año para TA.

Conclusión: las mediciones de los parámetros de crecimiento anual en los hijos de gestantes fumadoras mostraron que el retraso del aumento del P y del PC se corrigió en el tercer año de vida. El retraso en el crecimiento en T persistió durante un período más largo y su mayor desviación de la normalidad se observó a la edad de 2 años. El tabaquismo materno durante el embarazo no parece tener un efecto permanente sobre el crecimiento.

Conflicto de intereses: no consta.

Fuente de financiación: ninguna.

Comentario crítico

Justificación: fumar durante el embarazo induce cambios tempranos en la placenta, produciendo una hipoxia fetal crónica, que da lugar a retardo de crecimiento intrauterino (RCIU), bajo peso al nacer (BP) o prematuridad1, entre muchas otras complicaciones. La exposición al tabaco intraútero tiene un efecto negativo demostrado sobre el peso, talla y perímetro cefálico al momento de nacer2. Pero hasta el día de hoy se desconoce cuál es la duración de ese efecto. Los autores siguieron durante seis años a un grupo expuesto y a otro control para evaluar esta situación.

Validez o rigor científico: el tipo de diseño (casos y controles) es adecuado para determinar la presencia o no de asociación entre un efecto (crecimiento) y una exposición (fumar durante el embarazo). En este trabajo no se aclara cuál fue el rango de peso al nacer, ni si incluyeron niños con BP y, en caso de que así fuera, si fueron apareados con los controles. No se especificó el IMC materno para conocer su situación nutricional, ni tampoco si se excluyeron embarazadas con riesgo aumentado para RCIU o BP (diabetes, hipertensión, infecciones o enfermedades crónicas). Se desconoce también la calidad de la alimentación, los hábitos de los niños (actividad, horas de sueño, horas de televisión, ambiente libre de humo, etc.), enfermedades agudas o crónicas, que pueden modificar radicalmente la ganancia de peso mostrada. Para investigar el crecimiento en la infancia se deben tener en cuenta múltiples factores, previos y posteriores al nacimiento, y no sólo el P, T y PC de manera aislada. El 50% de pérdidas producidas durante el seguimiento limita la validez de los resultados de este estudio.

Interés o pertinencia clínica: el mayor efecto negativo en el crecimiento está dado por la T. Si los valores informados se abstraen de las diferencias estadísticamente significativas, se puede observar que la T alcanzada a los cinco años en el grupo de madres FA15 es 2,2 cm menor que en el control. Este valor es casi tres veces mayor que el informado en una investigación previa3 que encontró que los niños al quinto año de vida con una alta exposición al tabaco intraútero fueron 0,8 cm más bajos que los no expuestos.

Aplicabilidad en la práctica clínica: en este estudio se sugiere que los RNT de madres fumadoras tienen menores cifras antropométricas que los controles, pero logran corregirlas en el transcurso de los primeros seis años de vida. Ese catch-up, si bien es más notorio para peso y perímetro cefálico, no lo es tanto para talla, condición que hasta el momento no está demostrada que se reponga en algún momento de la adolescencia o edad adulta temprana. Si bien por un lado esta información es alentadora y muestra la gran capacidad de recuperación de los niños frente a una agresión durante la gestación, por el otro nos recuerda que evitar el humo del tabaco desde la concepción previene esta y otras tantas complicaciones.

Bibliografía

  1. Hofhuis W, de Jongste JC, Merkus PJ. Adverse health effects of prenatal and postnatal tobacco smoke exposure on children. Arch Dis Child. 2003;88:1086-90.
  2. Andres RL, Day MC. Perinatal complications associated with maternal tobacco use. Semin Neonatol. 2000;5:231.
  3. Eskenzai B, Bergmann JJ. Passive and active maternal smoking during pregnancy, as measured by serum cotinine, and postnatal smoke exposure. I. Effects on physical growth at 5 years. Am J Epidemiol. 1995; 142:S10-8.

Cómo citar este artículo

Suwezda A, Melamud A, Matamoros R. Los hijos de gestantes fumadoras tardan entre tres y seis años en alcanzar los parámetros de crecimiento de los de las no fumadoras. Evid Pediatr. 2007;3:95.

Salud infantil: Identifican siete síntomas para detectar enfermedades mortales


Cerca de cuatro millones de recién nacidos fallecen al año en el mundo durante los primeros 28 días de vida y un 75 por ciento mueren en la primera semana. Un grupo de investigadores coordinados por Martin Weber, miembro de la Organización Mundial de la Salud, ha mostrado que se podrían diagnosticar patologías potencialmente mortales en el neonato mediante la identificación de siete síntomas clínicos concretos durante su primera semana de vida.

Redacción 14/01/2008

El artículo, que se publica en el último número de The Lancet, se basa en el estudio de 3.177 neonatos de entre 0 y 6 días y 5.712 niños de entre 7 y 59 días, que habían sido trasladados con alguna enfermedad a centros médicos en Bangladesh, Bolivia, Ghana, India, Pakistán y Sudáfrica. Los investigadores encontraron en los recién nacidos doce síntomas que predecían enfermedades graves en su primera semana, entre los que figuraban el historial de dificultad de alimentación, las convulsiones, el letargo, el movimiento solamente si el niño era estimulado, o las temperaturas de 37,5 grados o superiores.

Lista final
Posteriormente, la lista se redujo a tan sólo siete síntomas (historial de dificultades de alimentación, convulsiones, movimiento sólo cuando el el niño es estimulado, frecuencia respiratoria de 60 por minuto o más, retracción grave del esternón, temperaturas de 37,5 grados o superiores o por debajo de los 35,5).

Según los expertos en neonatología, la aplicación de este cuadro debería tener un gran efecto en la tasa de mortalidad de los neonatos y para identificar dolencias graves en niños recién nacidos y hasta de dos meses en los países en desarrollo.

Fuente: Diario Medico

JAMA: tiene este niño una infeccion del tracto urinario?


Does This Child Have a Urinary Tract Infection? Nader Shaikh, MD, MPH; Natalia E. Morone, MD, MSc; John Lopez, MD; Jennifer Chianese, MD, MSc; Shilpa Sangvai, MD, MPH; Frank D’Amico, PhD; Alejandro Hoberman, MD; Ellen R. Wald, MD
JAMA. 2007;298(24):2895-2904.

Context  Urinary tract infection (UTI) is a frequently occurring pediatric illness that, if left untreated, can lead to permanent renal injury. Accordingly, accurate diagnosis of UTI is important.

Objective  To review the diagnostic accuracy of symptoms and signs for the diagnosis of UTI in infants and children.

Data Sources  A search of MEDLINE and EMBASE databases was conducted for articles published between 1966 and October 2007, as well as a manual review of bibliographies of all articles meeting inclusion criteria, 1 previously published systematic review, 3 clinical skills textbooks, and 2 experts in the field, yielding 6988 potentially relevant articles.

Study Selection  Studies were included if they contained data on signs or symptoms of UTI in children through age 18 years. Of 337 articles examined, 12 met all inclusion criteria.

Data Extraction  Two evaluators independently reviewed, rated, and abstracted data from each article.

Data Synthesis  In infants with fever, history of a previous UTI (likelihood ratio [LR] range, 2.3-2.9), temperature higher than 40°C (LR range, 3.2-3.3), and suprapubic tenderness (LR, 4.4; 95% confidence interval [CI], 1.6-12.4) were the findings most useful for identifying those with a UTI. Among male infants, lack of circumcision increased the likelihood of a UTI (summary LR, 2.8; 95% CI, 1.9-4.3); and the presence of circumcision was the only finding with an LR of less than 0.5 (summary LR, 0.33; 95% CI, 0.18-0.63). Combinations of findings were more useful than individual findings in identifying infants with a UTI (for temperature >39°C for >48 hours without another potential source for fever on examination, the LR for all findings present was 4.0; 95% CI, 1.2-13.0; and for temperature <39°C with another source for fever, the LR was 0.37; 95% CI, 0.16-0.85). In verbal children, abdominal pain (LR, 6.3; 95% CI, 2.5-16.0), back pain (LR, 3.6; 95% CI, 2.1-6.1), dysuria, frequency, or both (LR range, 2.2-2.8), and new-onset urinary incontinence (LR, 4.6; 95% CI, 2.8-7.6) increased the likelihood of a UTI.

Conclusions  Although individual signs and symptoms were helpful in the diagnosis of a UTI, they were not sufficiently accurate to definitively diagnose UTIs. Combination of findings can identify infants with a low likelihood of a UTI.

Author Affiliations: Departments of Pediatrics (Drs Shaikh, Lopez, Chianese, and Hoberman) and Internal Medicine (Dr Morone), University of Pittsburgh School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Department of Pediatrics, Ohio State University School of Medicine, Columbus (Dr Sangvai); Department of Mathematics, Duquesne University, Pittsburgh, Pennsylvania (Dr D’Amico); and Department of Pediatrics, University of Wisconsin School of Medicine and Public Health, Madison (Dr Wald).

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Vacuna anti-Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) en el Calendario Nacional de Argentina:portación nasofaríngea de Hib tras 8 años de su introducción. Viviana Romanin, Laura Chiavetta, María C. Salvay, María J. Chiolo, Mabel Regueira,Adriana Barrios, Gloria Califano, Salvador García y Angela Gentile. Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):498-505 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a05.pdf

Síndrome de activación macrofágica en pacientes con artritis idiopática juvenil sistémica: análisis de 17 casos observados en un hospital terciario. Ricardo A. G. Russo, María M. Katsicas, Matías M. Oleastro y Marta Zelazko. Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):506-512 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a06.pdf

Información sobre salud en Internet: su empleo por pediatras y padres de pacientes. Ariel Melamud, Julio Puiggari, Guillermo Goldfarb, Héctor Cairoli y Paula Otero.    D([“mb”,”\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):513-516 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a07.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_6\u003cWBR\>/v105n6a07.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Edulcorantes no nutritivos en bebidas sin alcohol: estimación de la ingesta diaria en niños y adolescentes\u003cbr\>Carolina E. Cagnasso, Laura B. López y Mirta E. Valencia\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):517-521 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a08.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_6\u003cWBR\>/v105n6a08.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>\u003cstrong\>Artículos especiales\u003c/strong\>\u003cbr\>Pediatría basada en la evidencia. Estudios de intervención\u003cbr\>Valeria Berlín y Graciela Demirdjian\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):522-528 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a09.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_6\u003cWBR\>/v105n6a09.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Epigenética, ciencia de la adaptación biológica heredable\u003cbr\>Patricia Kaminker\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):529-531 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a10.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_6\u003cWBR\>/v105n6a10.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cstrong\>\u003cbr\>Comunicaciones breves\u003c/strong\>\u003cbr\>Estudios inmunológicos en niños con un episodio de infección bacteriana sistémica grave\u003cbr\>Néstor Pérez, Pablo Goldaracena, Federico Pérez y Lorena Regairaz\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):532-536 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a11.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_6\u003cWBR\>/v105n6a11.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Acrodermatitis enteropática”,1] ); //–>
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):513-516 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a07.pdf

Edulcorantes no nutritivos en bebidas sin alcohol: estimación de la ingesta diaria en niños y adolescentes
Carolina E. Cagnasso, Laura B. López y Mirta E. Valencia
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):517-521 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a08.pdf

Artículos especiales
Pediatría basada en la evidencia. Estudios de intervención
Valeria Berlín y Graciela Demirdjian
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):522-528 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a09.pdf

Epigenética, ciencia de la adaptación biológica heredable
Patricia Kaminker
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):529-531 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a10.pdf

Comunicaciones breves

Estudios inmunológicos en niños con un episodio de infección bacteriana sistémica grave
Néstor Pérez, Pablo Goldaracena, Federico Pérez y Lorena Regairaz
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):532-536 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a11.pdf

Acrodermatitis enteropática
Pilar Álvarez, María E. Pais, Marisa Hernández, Andrea Soliani y Rita García Díaz
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):536-538 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a12.pdf

Hipertensión arterial grave en dos pacientes con homocistinuria familiar:respuesta al tratamiento con vitamina B6, ácido fólico y enalapril
María L. Maccari, Ana M. Meloni, Cecilia García Centurión y Fabio Veloso
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):538-542 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a13.pdf

Distonía sensible a L-Dopa: enfermedad de Segawa
Marcela L. Rolón, Susana Yalj, Nora Alabart y Enrique Menzano
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):542-544 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a14.pdf

Pediatría práctica
Consideraciones sobre el uso de tablas de crecimiento en la Argentina
Horacio Lejarraga
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):545-551 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a15.pdf

Preguntas comunes en Imágenes
Lesiones palpables de partes blandas
Fernanda Dovasio, José San Román y Mariana Kucharzcyk
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):552-554 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a16.pdf

Subcomisiones, Comités y Grupos de Trabajo

Desarrollo mamario prematuro: resultados de una encuesta en el 34º Congreso Argentino de Pediatría
Comité Nacional de Endocrinología
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):556-558 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a17.pdf

Correo de la SAP
Trabajos seleccionados: resúmenes y comentarios
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):559-568 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a18.pdf

Cartas al editor
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):569 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a19.pdf

Índice temático
Arch Argent Pediatr 2007; 105(6):570-576 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_6/v105n6a20.pdf

Correo de la Sociedad Argentina de Pediatria


Comentarios
Reflexiones sobre la inutilidad del tratamiento médico
Dra. Adriana V. Scrigni
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):385-386 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a01.pdf

Sobre la desproporcionalidad de la atención médica
Dra. Norma Rossato 386
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):387-388 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a02.pdf

El pediatra en los tiempos del Sida – 20 años después
Dra. M. Susana Rodríguez de Schiavi
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):389-390 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a03.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a03.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>\u003cstrong\>Artículos originales\u003c/strong\>\u003cbr\>Programa de pesquisa neonatal de hipotiroidismo congénito de la provincia de Buenos Aires: 1.377.455 niños evaluados en diez años de experiencia\u003cbr\>Dra. Verónica G. González, Dra. Zulma C. Santucci, Bioq. Jorgelina Pattin, Lic. María Apezteguía y Bioq. Gustavo Borrajo\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):390-397 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a04.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a04.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Tratamiento de la otitis media aguda en la Argentina: costos en el primer nivel de atención pública\u003cbr\>Dr. Ricardo Bernztein, Lic. Ignacio Drake y Dra. Susana Elordi\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):398-404 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a05.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a05.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Meningitis bacteriana: factores de riesgo para el desarrollo de complicaciones agudas\u003cbr\>Dras. María C. Davenport, María de la P. Del Valle, Paulina Gallegos,Ana L. Kannemann y Vivian S. Bokser\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):405-410 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a06.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a06.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Antropometría y lípidos séricos en niños y adolescentes obesos de la ciudad de Salta, 2006\u003cbr\>Dra. Susana J. Gotthelf y Lic. Lilian L. Jubany \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):411-417 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a07.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>”,1] ); //–>

Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):389-390 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a03.pdf

Artículos originales
Programa de pesquisa neonatal de hipotiroidismo congénito de la provincia de Buenos Aires: 1.377.455 niños evaluados en diez años de experiencia
Dra. Verónica G. González, Dra. Zulma C. Santucci, Bioq. Jorgelina Pattin, Lic. María Apezteguía y Bioq. Gustavo Borrajo
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):390-397 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a04.pdf

Tratamiento de la otitis media aguda en la Argentina: costos en el primer nivel de atención pública
Dr. Ricardo Bernztein, Lic. Ignacio Drake y Dra. Susana Elordi
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):398-404 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a05.pdf

Meningitis bacteriana: factores de riesgo para el desarrollo de complicaciones agudas
Dras. María C. Davenport, María de la P. Del Valle, Paulina Gallegos,Ana L. Kannemann y Vivian S. Bokser
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):405-410 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a06.pdf

Antropometría y lípidos séricos en niños y adolescentes obesos de la ciudad de Salta, 2006
Dra. Susana J. Gotthelf y Lic. Lilian L. Jubany
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):411-417
es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a07.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>\u003cstrong\>Actualización\u003c/strong\>\u003cbr\>Diagnóstico precoz de los trastornos del espectro autista en edad temprana (18-36 meses)\u003cbr\>Dras. Márcia Cortez Bellotti de Oliveira y María M. Contreras \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):418-426 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a08.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a08.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Comunicaciones breves\u003cbr\>Aleteo auricular neonatal\u003cbr\>Dres. Germán Kaltenbach, Susana Pérez y Carlos Vallejo \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):427-429 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a09.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a09.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Epilepsia mioclónica juvenil: benigna y crónica\u003cbr\>Dres. Jorge Grippo y Tomás M. Grippo \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):430-432 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a10.pdf430\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a10.pdf430\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Xeroderma pigmentoso: presentación de dos casos\u003cbr\>Dres. Lucila Ortellao y Luciano Rambaldo \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):433-435 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a11.pdf432\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a11.pdf432\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>\u003cstrong\>Pediatría práctica\u003c/strong\>\u003cbr\>Hidratación endovenosa en la práctica clínica.Nuevos enfoques terapéuticos para la gastroenteritis aguda\u003cbr\>Dres. Manuel Bilkis, Daniel Montero, Florencia Vicente y Ariel Cheistwer \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):436-443 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a12.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>”,1] ); //–>

http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a07.pdf

Actualización
Diagnóstico precoz de los trastornos del espectro autista en edad temprana (18-36 meses)
Dras. Márcia Cortez Bellotti de Oliveira y María M. Contreras
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):418-426 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a08.pdf

Comunicaciones breves
Aleteo auricular neonatal
Dres. Germán Kaltenbach, Susana Pérez y Carlos Vallejo
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):427-429 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a09.pdf

Epilepsia mioclónica juvenil: benigna y crónica
Dres. Jorge Grippo y Tomás M. Grippo
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):430-432 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a10.pdf430

Xeroderma pigmentoso: presentación de dos casos
Dres. Lucila Ortellao y Luciano Rambaldo
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):433-435 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a11.pdf432

Pediatría práctica
Hidratación endovenosa en la práctica clínica.Nuevos enfoques terapéuticos para la gastroenteritis aguda
Dres. Manuel Bilkis, Daniel Montero, Florencia Vicente y Ariel Cheistwer
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):436-443
es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a12.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Espectro clínico y etiológico del síndrome de Möbius\u003cbr\>Dr. Francisco Cammarata-Scalisi \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):444-446 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a13.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a13.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>Canalopatías en Neurología: Síndromes epilépticos idiopáticos\u003cbr\>Dres. Jorge Grippo y Tomás M. Grippo \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):447-452 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a14.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a14.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cstrong\>\u003cbr\>Subcomisiones, Comités y Grupos de Trabajo\u003c/strong\>\u003cbr\>Registro argentino de inmunodeficiencias primarias. Segundo informe Grupo de Inmunología Pediátrica \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):453-460 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a15.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a15.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>\u003cstrong\>Preguntas comunes en Imágenes\u003c/strong\>\u003cbr\>Masa palpable en cuello\u003cbr\>Dres. José San Román, Fernanda Dovasio, Julián Llera, Tamara Kreindel y Mariana Kucharzcyk \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):461-465 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a16.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a16.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cbr\>\u003cstrong\>Correo de la SAP\u003c/strong\>\u003cbr\>Trabajos seleccionados: resúmenes y comentarios \u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):466-475 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a17.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>”,1] ); //–>

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Espectro clínico y etiológico del síndrome de Möbius
Dr. Francisco Cammarata-Scalisi
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):444-446 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a13.pdf

Canalopatías en Neurología: Síndromes epilépticos idiopáticos
Dres. Jorge Grippo y Tomás M. Grippo
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):447-452 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a14.pdf

Subcomisiones, Comités y Grupos de Trabajo

Registro argentino de inmunodeficiencias primarias. Segundo informe Grupo de Inmunología Pediátrica
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):453-460 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a15.pdf

Preguntas comunes en IMágenes
Masa palpable en cuello
Dres. José San Román, Fernanda Dovasio, Julián Llera, Tamara Kreindel y Mariana Kucharzcyk
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):461-465 http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a16.pdf

Correo de la SAP
Trabajos seleccionados: resúmenes y comentarios
Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):466-475
es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a17.pdf\u003c/a\>\u003cbr\>\u003cstrong\>\u003cbr\>Cartas al editor\u003c/strong\>\u003cbr\>Arch Argent Pediatr 2007; 105(5):476-480 \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2007/arch07_5/v105n5a18.pdf\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/staticfil\u003cWBR\>es/archivos/2007/arch07_5\u003cWBR\>/v105n5a18.pdf\u003c/a\>\u003cp\>\u003cbr\>\u003cbr\>\n______________________________\u003cWBR\>_____________________________\u003cbr\>\n\nUd. recibe este boletín de noticias de \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar\u003c/a\> porque se suscribió a este servicio.\u003cbr\>\nPara cancelar la suscripción a este boletín hazle click al siguiente enlace: \u003ca href\u003d\”http://www.sap.org.ar/index.php?option\u003dcom_letterman&task\u003dunsubscribe&Itemid\u003d1\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>http://www.sap.org.ar/index\u003cWBR\>.php?option\u003dcom_letterman&task\u003cWBR\>\u003dunsubscribe&Itemid\u003d1\u003c/a\>\u003c/p\>\u003cp style\u003d\”font-size:8px;color:grey\”\>E-mail: \u003ca href\u003d\”mailto:ruben.roa@gmail.com\” target\u003d\”_blank\” onclick\u003d\”return top.js.OpenExtLink(window,event,this)\”\>ruben.roa@gmail.com\u003c/a\>\u003c/p\>\u003c/div\>\n\t\t\t\t\t \n\n\n”,0] ); //–>

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