EASL 2015: ¿Es posible erradicar la hepatitis C en el mundo?


Fuente: gTt-VIH

Un simposio celebrado durante el congreso centró su atención en las posibilidades de erradicar la infección y las barreras que habría que superar para ello

Los nuevos fármacos de acción directa (DAA) para tratar la hepatitis C tienen una elevada eficacia y son mucho más tolerables que las opciones terapéuticas disponibles con anterioridad, por lo que suponen una posibilidad de curación para muchas personas que, hasta la fecha, no podían aspirar a curarse de la infección. Precisamente esta elevada eficacia pone sobre la mesa una gran pregunta: “¿Es posible erradicar la hepatitis C del planeta?”. En el Congreso Internacional del Hígado (EASL 2015), celebrado recientemente en Viena (Austria), los doctores Antonio Craxi (Italia), Angelos Hatzakis (Grecia), Alfredo Alberti (Italia) y Jake Liang (EE UU)  reflexionaron sobre qué obstáculos que habría superar para lograr este objetivo.

La buena noticia es que se cumplen varios de los requisitos que se consideran fundamentales para erradicar el VHC, como es la ausencia de reservorios animales (es decir, que el virus no puede sobrevivir más que en el ser humano) o que, tal y como se ha mencionado, por primera vez se dispone de una medicación eficaz y fácil de utilizar para tratar esta infección. Sin embargo, por delante quedan muchos retos a superar, empezando por el elevado porcentaje de personas que ignora que tiene la infección, la falta de infraestructuras sanitarias en muchos de los países más afectados o el elevado precio de los fármacos.

Los participantes en el simposio dejaron evidente de forma clara la necesidad de mejorar los métodos de cribado, diagnóstico y vinculación con el sistema sanitario al exponer la cascada de tratamiento de EE UU, que refleja que apenas el 9% de todas las personas con hepatitis C crónica consigue curar la infección (ver tabla)

Tabla cascada

Para aumentar la eficacia del tratamiento y curar al mayor número posible de personas, parece claro que las estrategias de actuación deberían optimizar todos los pasos de la cascada de tratamiento. No obstante, las características de la epidemia en cada país constituyen una variable que también hay que tener en cuenta para alcanzar el objetivo. Como no podía ser de otro modo, la economía también es un factor a tener en cuenta a la hora de detectar dónde es más necesario concentrar los esfuerzos.

Así, a pesar de que en conjunto los países desarrollados presentan unas tasas de diagnóstico que en general oscilan entre el 30 y el 60% (aunque Australia y Suecia superan el 80%), la situación es mucho peor en los países con menos recursos, donde las tasas de diagnósticos suelen situarse por debajo del 20% (como es el caso de Egipto, Turquía o Brasil). A todo esto hay que sumar que muchos de estos países con menos recursos son precisamente los que albergan una mayor población de personas infectadas por el VHC.

Al realizar una estimación del esfuerzo necesario para conseguir la eliminación de la hepatitis C (determinada como una reducción en la prevalencia superior al 90%) para el año 2030, se determinó que sería necesaria una tasa de tratamiento del 10% anual. Esto significa que la mayor parte de los países necesitarán multiplicar de 3 a 5 veces su tasa actual de diagnósticos y tratamientos.

Así, en términos relativos, Dinamarca es uno de los países que más debe aumentar sus esfuerzos para alcanzar esa reducción mayor del 90% en las infecciones (tendría que multiplicar por 16 su tasa anual de tratamientos), aunque el pequeño tamaño de la epidemia en ese país supone que únicamente debería tratar unas 1.500 personas al año si quiere alcanzar el objetivo de eliminación para 2030. Por su parte, Francia y Alemania ya tienen una tasa relativamente elevada de provisión de tratamiento, por lo que alcanzar el objetivo le supondrá duplicar sus esfuerzos actuales (para tratar aproximadamente a unas 20.000 personas al año). Por su parte Brasil, ya mencionado, es uno de los países que más esfuerzo tendría que realizar para alcanzar este objetivo, ya que necesitará tratar a unas 120.000 personas al año (lo que significa multiplicar por más de 14 su tasa actual).

Los modelos matemáticos presentados determinan que el aumento de la eficacia del tratamiento y de su cobertura también traen consigo una importante reducción en la morbimortalidad de la población con hepatitis C crónica. Por otro lado, aumentar el número de personas tratadas y curadas traerá consigo un efecto preventivo que reducirá la incidencia de la infección.

No obstante, los expertos que expusieron estas conclusiones en el congreso coinciden en que la principal barrera para la ampliación del tratamiento es el coste de los fármacos, por lo que la reducción de su precio podría hacer que los programas de cribado a gran escala sean posibles en el futuro cercano. En este sentido, se apuntó que la trayectoria observada en el caso de los tratamientos antirretrovirales en los países pobres (que pasaron de suponer 10.000 dólares por paciente y año a reducirse a unos 100 dólares por paciente y año) podría ser un modelo a seguir también en el caso de la hepatitis C. Pero para ello es necesario contar con una sólida voluntad política y social que permita acometer una reforma importante en los mecanismos de fijación de precios.

Sin embargo, en el simposio también se apuntó que para conseguir eliminar el virus completamente en determinados grupos de población donde la hepatitis C es hiperendémica, como sería el caso de las personas usuarias de drogas inyectables (UDI), es posible que sea necesario disponer de otras herramientas complementarias, como las vacunas preventivas del VHC.

Entre los argumentos ofrecidos por los partidarios de la vacuna es que esta intervención ha sido la única que hasta la fecha ha permitido erradicar una infección, la viruela (y ha llevado prácticamente a su desaparición también a la poliomelitis).

No obstante, existen obstáculos propios también para el desarrollo de vacunas, como el hecho de que el VHC presenta una gran variabilidad genética que le puede ayudar a eludir las respuestas inducidas por la vacuna. Además, no existe una idea bien definida de qué se consideraría una inmunidad protectora y los modelos de prueba resultan problemáticos.

A su favor cuenta el hecho de que se dispone de prueba de concepto (es decir, se sabe que hay personas capaces de curar la infección de forma natural, lo que indica que existe una respuesta inmunitaria eficaz). Además, el campo de las vacunas ha experimentado un gran avance, lo que infunde esperanzas de que puedan resolverse los problemas ya mencionados. De hecho, ya se están probando vacunas contra el VHC en humanos (véase La Noticia del Día 16/01/2013).

En todo caso, los expertos también consideran que, de disponerse de una vacuna contra el VHC, probablemente su uso sólo sería coste-efectivo en determinadas poblaciones especialmente vulnerables (como sería el caso de los usuarios de drogas intravenosas), mientras que la vacunación de la población general solo resultaría coste-efectiva en las zonas del mundo donde existe una elevada incidencia de infecciones.

Por último, se destacó que, al igual que ocurre en el caso del VIH, el disponer de tratamiento eficaz no debería ser un impedimiento para que la iniciativa de desarrollar una vacuna preventiva ocupe una posición destacada en la agenda de salud pública mundial.
Referencia: Clinical Symposium – Towards HCV eradication. 50th Annual Meeting of the European Association for the Study of the Liver (EASL), Vienna, Austria. Friday 24 April 2015. Hall D.

 

Evolucion Hepatitis C

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La hepatitis C y la crisis en España por la falta de acceso público a nuevos medicamentos


Un poco confuso este video, dónde en principio se cuestionan varios aspectos de la fisiopatologia de la enfermedad, la prevalencia del problema, la efectividad de los medicamentos, los métodos diagnósticos, para luego reclamar por el coste de los mismos, y su acceso universal. Pero sin dudas pone de relieve, el problema al que se está enfrentando el mundo entero, ante éste virus descubierto en 1989, y gracias a la prensa.  (hay muchos más videos en youtube de la fatalidad de esta enfermedad), nos encontramos ante una pandemia, tan grave, o más que el propio SIDA.
Published on Jan 19, 2015

Pedro Riba – Luces en la Oscuridad

Manuel Martín, Doctor en Medicina, especializado en medicina familiar y comunitaria, máster en salud Pública y presidente de la Federación de Asociaciones p ara la Defensa de la Sanidad Pública. En España, unas 50.000 personas están diagnosticadas de hepatitis C, aunque se calcula que hay unas 800.000 personas infectadas por el virus. En este sentido, en el país existe una crisis social provocada por la aparición de un nuevo tratamiento contra el virus de la Hepatitis C, y que el Ministerio de Sanidad ha aprobado a un precio claramente excesivo y al que no pueden acceder miles de personas afectadas.

Fractura de Colles: existe indicacion para tratamiento farmacologico preventivo de nuevas fracturas?


En un paciente mayor de 50 años de edad que ha sufrido una fractura de Colles: ¿está indicado el tratamiento farmacológico para prevenir nuevas fracturas?
18/04/2008

Paciente

Intervención/comparación

Resultados

Adulto mayor de 50 años con fractura de Colles

(no se especifica si es mujer u hombre)

Tratamiento farmacológico (bisfosfonatos, otros) frente a placebo

Fracturas osteoporóticas (cadera, vertebral, Colles, otras)

Efectos secundarios

Personas con fractura de Colles frente a personas sin fractura de Colles Riesgo de fracturas de cadera u otras fracturas osteoporóticas

Tipo de estudio más apropiado: ensayo clínico aleatorizado (ECA) con bisfosfonatos frente a placebo en pacientes con fractura de Colles. Si no se encuentran: búsqueda de estudios de cohorte que evalúen el riesgo de nuevas fracturas osteoporóticas en pacientes con fractura de Colles previa.

Resumen de la evidencia

Según las guías consultadas (1-5), son factores de riesgo de fractura osteoporótica los siguientes: edad avanzada, fragilidad anterior a la fractura, antecedentes familiares de fractura, densidad mineral ósea (DMO) baja según DEXA, índice de masa corporal bajo (IMC < 20), género femenino, raza caucásica y asiática, e hipogonadismo. Recomiendan realizar un densitometría en mujeres de alto riesgo. Hay discrepancias respecto al tratamiento farmacológico: algunas fuentes (5) lo recomiendan en pacientes con fractura por fragilidad (sin recomendaciones específicas para la fractura de Colles); otras (3) en mujeres con osteoporosis más fractura, y otras (4) recomiendan iniciar el tratamiento directamente (sin densitometría) en mujeres con fractura de cadera o vertebral, pero no en la de Colles. En caso de optar por el tratamiento farmacológico, las guías coinciden en que los bisfosfonatos son los fármacos de elección.

Los únicos ensayos que se han encontrado de pacientes que han sufrido una fractura de Colles son los que evalúan la adherencia a una «correcta atención», entendida como tal la correcta valoración de su riesgo de sufrir fracturas osteoporóticas (incluida la realización de DEXA central) y tratamiento con bisfosfonatos en caso de osteoporosis (6,7), pero no aportan resultados en términos de prevención de fracturas.

Se han hallado un metaanálisis (8) y varios estudios observacionales posteriores (9,10) que evalúan el riesgo de nuevas fracturas tras fracturas de Colles. En el metaanálisis (4 estudios de cohortes, hombres y mujeres mayores de 50 años con fractura de Colles) el riesgo relativo (RR) de tener una fractura de cadera fue de 1,53 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,34-1,74) para mujeres y 3,26 (IC del 95%: 2,08-5,11) en hombres (8). No se da información acerca de los ajustes sobre factores de confusión. En un estudio realizado en mujeres mayores de 65 años (9), la historia de fractura de muñeca fue un factor de riesgo independiente para sufrir fractura vertebral radiográfica, tras ajustar por edad y por DMO. Para fracturas de cadera, tras ajustar por ambos factores no se observaron diferencias significativas.

Finalmente, el estudio de cohortes NORA (mujeres posmenopáusicas con historia de fractura de muñeca tras los 45 años, seguimiento de 3 años) mostró un mayor riesgo de fracturas tras ajustar por DMO y otros factores de riesgo; RR 2,1 (1,9-2,3) (10).

En mujeres con antecedentes de fractura vertebral previa u osteoporosis densitométrica, el alendronato es el fármaco que presenta información más sólida acerca de su eficacia (11,12). Disminuye el riesgo de fractura de cadera en un 56%, RR = 0,47 (IC del 95%: 0,26-0,85), número necesario a tratar [NNT] = 100), de fractura vertebral en un 45%, RR = 0,55 (IC del 95%: 0,43-0,69), NNT = 17, y de muñeca 50% (IC del 95%: 0,34-0,73), NNT = 50. Los efectos adversos descritos en estudios observacionales han sido lesiones a nivel gastrointestinal (11) y raramente osteonecrosis de la mandíbula (11,13). El cumplimiento a largo plazo tiende a ser bajo.

Respuesta
Respuesta– Presentar fractura de Colles es un factor de riesgo para sufrir nuevas fracturas. Este efecto es modesto y disminuye al ajustar por la DMO y por otros factores de riesgo. Nivel de evidencia 2.

No hay ensayos clínicos que evalúen la eficacia de los bisfofonatos en la prevención de fracturas en pacientes con fractura de muñeca previa. En mujeres con osteoporosis o fractura vertebral previa, los bisfosfonatos reducen el riesgo de fracturas osteoporóticas. Nivel de evidencia 1.

– La decisión de utilizar o no bisfosfonatos en personas que han sufrido una fractura de Colles debería tener en cuenta otros factores de riesgo para el desarrollo de osteoporosis (entre ellos la DMO), la posibilidad de efectos adversos de los fármacos y las preferencias de las personas (tras explicarles la magnitud de los beneficios y los riesgos). Nivel de evidencia 4.

Bibliografía1. Guideline Diagnosis and treatment of osteoporosis. Institute for Clinical Systems Improvement (ICSI). Diagnosis and treatment of osteoporosis. Bloomington (MN): Institute for Clinical Systems Improvement (ICSI); 2006.

2. WHO Study Group. Assessment of fracture risk and its application to screening for postmenopausal osteoporosis. Report of a WHO study group. World Health Organization technical report.1994;843:1-129.

3. Cheung AM, Feig DS, Kapral M, Diaz-Granados N, Dodin S, and the Canadian Task Force on Preventive Health Care Practice. Prevention of osteoporosis and osteoporotic fractures in postmenopausal women: recommendation statement from the Canadian Task Force on Preventive Health Care. CMAJ. 2004;170(11):1665-7.

4. National Osteoporosis Foundation Issues Guidelines for Osteoporosis Management. Disponible en : http://www.medscape.com/viewarticle/570594?src=mpnews

5. UpToDate®. Disponible en: http://www.uptodate.com.

6. Majumdar SR, Johnson JA, McAlister FA, Bellerose D, Russell AS, Hanley DA, et al. Multifaceted intervention to improve diagnosis and treatment of osteoporosis in patients with recent wrist fracture: a randomized controlled trial. CMAJ. 2008;178(5):569-75.

7. Majumdar SR, Johnson JA, Lier DA, Russell AS, Hanley DA, Blitz S, Steiner IP, et al. Persistence, reproducibility, and cost-effectiveness of an intervention to improve the quality of osteoporosis care after a fracture of the wrist: results of a controlled trial. Osteoporos Int. 2007;18(3):261-70.

8. Haentjens P, Autier P, Collins J, Velkeniers B, Vanderschueren D, Boonen S. Colles fracture, spine fracture, and subsequent risk of hip fracture in men and women. A meta-analysis. J Bone Joint Surg Am. 2003;85-A(10):1936-43.

9. Schousboe JT, Fink HA, Taylor BC, Stone KL, Hillier TA, Nevitt MC, et al. Association between self-reported prior wrist fractures and risk of subsequent hip and radiographic vertebral fractures in older women: a prospective study. J Bone Miner Res. 2005;20(1):100-6.

10. Barrett-Connor E, Sajjan SG, Siris ES, Miller PD, Chen YT, Markson LE. Wrist fracture as a predictor of future fractures in younger versus older postmenopausal women: results from the National Osteoporosis Risk Assessment (NORA).Osteoporos Int. 2008;19(5):607-13.

11. Wells G, Cranney A, Peterson J, Boucher M, Shea B, Robinson V, et al. Risedronate for the primary and secondary prevention of osteoporotic fractures in postmenopausal women. Cochrane Database Syst Rev. 2008;(1):CD004523.

12. Wells GA, Cranney A, Peterson J, Boucher M, Shea B, Robinson V, et al. Alendronate for the primary and secondary prevention of osteoporotic fractures in postmenopausal women. Cochrane Database Syst Rev. 2008;(1):CD001155.

13. MHRA/Commission on Human Medicines. Osteonecrosis of the jaw with bisphosphonates. Current Problems in Pharmacovigilance. 2006; 31: 4. En: http://www.mhra.gov.uk/index.htm.

Evaluado por:

– Arritxu Etxeberria. Farmacéutica de equipo de atención primaria. Grupo MBE semFYC.
arritxuetxe@euskalnet.net

– Cruz Bartolomé. Médico de familia. Grupo de tabaco de samFYC .
cbartolomem@hotmail.com

Fuente: C@P

Pruebas autenticas de los tratamientos en la atencion medica


Fuente: James Lind Library

Enlace publicado en la lista MEDFAM-APS. Altamente recomendable su lectura. Gracias Vicente Baigorria Rubio.
Pruebas auténticas de los tratamientos en la atención médica

Durante el último medio siglo, la atención médica ha tenido un impacto substancial sobre las oportunidades que la gente tiene para vivir más tiempo sin padecer graves problemas de salud. Se ha calculado que la atención médica ha sido responsable de un tercio a la mitad del aumento producido en la expectativa de vida y de cinco años más de vida libres de problemas crónicos de salud (Bunker et al. 1994). Aún así, el público podría haber obtenido —y aún puede obtener— un valor muy superior por los recursos substanciales invertidos en la investigación orientada a mejorar la salud. Agreguemos, también, que podrían haberse prevenido algunos de los desastres causados por los tratamientos en el pasado y que otros podrían prevenirse en el futuro.

The James Lind Library ha sido creada para mejorar el entendimiento general de las pruebas auténticas de los tratamientos que atañen a la atención médica y de cómo estos tratamientos han evolucionado con el tiempo.

Son frecuentes las reivindicaciones engañosas respecto de los efectos de los tratamientos, por lo tanto, todos deberíamos entender de qué manera se generan afirmaciones válidas respecto de esos efectos. Sin este conocimiento, corremos el riesgo de llegar a la conclusión de que los tratamientos inútiles son provechosos o que los tratamientos útiles son infructuosos.

Las pruebas auténticas de los tratamientos son pruebas que, al reducir las influencias engañosas de los prejuicios y de la obra de la casualidad, toman las medidas necesarias para obtener información confiable sobre los efectos del tratamiento. Cuando esta necesidad de pruebas auténticas de los tratamientos se deja de lado, las personas sufren y mueren innecesariamente.

Los ensayos explicativos con que cuenta The James Lind Library se han escrito para que se comprenda mejor el por qué de la necesidad de pruebas auténticas de los tratamientos y en qué consisten dichas pruebas. Usted puede acceder a cada ensayo haciendo clic en las palabras subrayadas, abajo, o puede seleccionarlas de la pantalla de Contenido. Si desea bajar todos los ensayos, de manera que pueda imprimirlos para leerlos fuera de la pantalla, haga clic aquí.

Es necesario realizar pruebas auténticas porque existen muchos ejemplos de personas que han resultado dañadas, sin intención, cuando las decisiones que atañen al tratamiento no tomaron en cuenta evidencia confiable.

Los principios que gobiernan las pruebas auténticas han ido evolucionando durante al menos un milenio, y continúan haciéndolo.

Para trabajar sobre una genuina incertidumbre sobre los efectos de un tratamiento es esencial hacer comparaciones. Las comparaciones auténticas de los tratamientos deben evitar los prejuicios o sesgos, ya sea que provengan de diferencias entre las personas que se comparan o de las diferencias en la forma en que se evalúan los resultados del tratamiento. La identificación confiable de efectos no previstos de los tratamientos presenta particulares desafíos.

Interpretar las comparaciones no prejuiciosas no siempre es sencillo. En ocasiones los efectos del tratamiento se pasan por alto porque existen diferencias entre el tratamiento que se pretende administrar y el tratamiento recibido. La obra de la casualidad también puede engañarnos.

Las pruebas auténticas de los tratamientos deben tener en cuenta toda la evidencia pertinente. Preparar revisiones sistemáticas de toda la evidencia pertinente significa minimizar el impacto de los informes prejuiciosos y minimizar también los sesgos en la selección de la evidencia disponible. Un proceso estadístico denominado metanálisis puede ayudarnos a impedir que la obra de la casualidad nos engañe al hacer las revisiones sistemáticas .

Para realizar pruebas auténticas de los tratamientos en la atención médica se necesitan revisiones sistemáticas actualizadas de toda la evidencia pertinente y confiable. No obstante, aún con revisiones sistemáticas actualizadas, es importante estar atento a las tendencias y a los “giros” que pueden hacer que distintas revisiones del mismo tema lleguen a conclusiones conflictivas.

En resumen, The James Lind Library contiene los siguientes ensayos:

Por qué se necesitan pruebas auténticas

Por qué son esenciales las comparaciones

Por qué las comparaciones deben abordar una incertidumbre genuina

Cómo evitar los sesgos en las comparaciones

Diferencias entre las personas comparadas

Diferencias en la manera en que se evalúan los resultados de los tratamientos

Interpretación de comparaciones no prejuiciosas

Diferencias entre el tratamiento que se pretende administrar y el que realmente se recibe

Cómo considerar la obra de la casualidad

Identificación de los efectos no previstos de los tratamientos

Revisiones sistemáticas de toda la evidencia pertinente

Cómo manejar los sesgos en los informes de la evidencia disponible

Cómo evitar los sesgos en la selección de la evidencia disponible

Cómo reducir la obra de la casualidad a través del metanálisis

Revisiones sistemáticas actualizadas de toda la evidencia pertinente y confiable

Estos ensayos explicativos se basan en un valioso material ilustrativo incluido en The James Lind Library, al que se puede acceder haciendo clic en los enlaces subrayados o en las imágenes de los ensayos.

El texto incluido en estos ensayos puede copiarse y utilizarse con fines no comerciales, con la condición de que se haga un reconocimiento explícito a “The James Lind Library (www.jameslindlibrary.org)”.

El material que contienen estos ensayos también se ha incorporado en Testing Treatments: better research for better health care’ (Prueba de los tratamientos: mejor investigación para una salud mejor), de Evans, Thornton y Chalmers, un libro de 100 páginas que la British Library publicó en 2006. ISBN 0-7123-4909-X.

better research for better health care

Cita: Editorial commentary (2007). Pruebas auténticas de los tratamientos en la atención médica. The James Lind Library (www.jameslindlibrary.org).

Siguiente ensayo:

Por qué se necesitan pruebas auténticas
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Por qué se necesitan pruebas auténticas Por qué son esenciales las comparaciones Por qué las comparaciones deben abordar una incertidumbre genuina Cómo evitar los sesgos en las comparaciones Diferencias entre las personas comparadas Diferencias en la manera en que se evalúan los resultados de los tratamientos Interpretación de comparaciones no prejuiciosas Diferencias entre el tratamiento que se pretende administrar y el que realmente se recibe Cómo considerar la obra de la casualidad Identificación de los efectos no previstos de los tratamientos Revisiones sistemáticas de toda la evidencia pertinente Cómo manejar los sesgos en los informes de la evidencia disponible Cómo evitar los sesgos en la selección de la evidencia disponible Cómo reducir la obra de la casualidad a través del metanálisis Revisiones sistemáticas actualizadas de toda la evidencia pertinente y confiable  

Eficacia de una intervención multifactorial sobre la diabetes para reducir la mortalidad


Gæde P, Lund-Andersen H, Parving HH, Pedersen O. Effect of a Multifactorial Intervention on Mortality in Type 2 Diabetes. N Engl J Med 2008; 358: 580-591.  R   TC (s)   PDF (s)

Introducción

La diabetes es un problema de salud cuya prevalencia va en aumento y que produce una elevada morbimortalidad. Su tratamiento es complejo, ya que implica actuar sobre el control glicémico, la PA y el perfil lipídico. Se ha demostrado que el control estrecho de los pacientes reduce la incidencia de complicaciones cardiovasculares.

Objetivo

Estudiar si una intervención multifactorial es eficaz para reducir la mortalidad asociada a la diabetes mellitus tipo 2.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Ensayo clínico

Área del estudio: Tratamiento

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

El estudio Steno-2 se inició en 1993. Participaron 160 pacientes con diabetes tipo 2 y microalbuminuria persistente atendidos en una consulta especializada de diabetes, que fueron distribuidos al azar a recibir una intervención intensiva o a los cuidados habituales durante una media de 7,8 años. La intervención multifactorial incluía el tratamiento de todos los pacientes con IECA y aspirina y el objetivo de conseguir cifras por debajo de los siguientes valores: 6,5% para la HbA1c, 175 mg/dL para el colesterol total, 150 mg/dL para los triglicéridos y 130/80 para la PA.

Una vez finalizado el periodo de estudio, se informó a todos los pacientes de los beneficios derivados de una intervención multifactorial de este tipo y se siguió a todos los pacientes que seguían vivos durante una media de 4,5 años más.

La variable de resultado principal de este estudio es el tiempo transcurrido hasta la muerte por cualquier causa. Como variables secundarias se utilizatron las muertes de causa cardiovascular y una variable compuesta de eventos cardiovasculares (muerte de causa cardiovascular, AVC, infarto de miocardio, revascularización coronaria o de una arteriopatía periférica o amputación por causa isquémica). Como variables terciarias se utilizaron el desarrollo de una nefropatía diabética o el desarrollo o progresión de una retinopatía o neuropatía diabética.

Se llevó a cabo un análisis por intención de tratar.

Resultados

Las características de los pacientes al inicio del estudio fueron similares (tabla 1). La edad media era de 55 años y el 75% eran varones. Los pacientes asignados al grupo intervención presentaron un mejor grado de control que los asignados al grupo de comparación al final del periodo de estudio, pero las diferencias se redujeron en el seguimiento posterior. Lo mismo sucedió con los fármacos empleados para controlar los factores de riesgo asociados con la diabetes (tabla 2).

  Inicio Final del estudio Final del seguimiento
Intervención Control Intervención Control Intervención Control
HbA1c (%) 8,4 8,8 7,9 9,0 7,7 8,0
Col. total (mg/dL) 210 233 159 216 147 155
Triglicéridos (mg/dL) 159 205 115 159 99 148
PA (mm Hg) 146/85 149/86 131/73 146/78 140/74 146/73
  Inicio Final del estudio Final del seguimiento
Intervención Control Intervención Control Intervención Control
IECA/ARA II 20 19 97 70 91 87
Antihipertensivos 41 41 99 83 93 100
Estatinas 0 3 85 22 84 82
Aspirina 14 13 87 56 85 76
Hipoglicemiantes orales 59 61 74 61 84 47
Insulina 6 14 57 54 73 82

Durante el periodo total del estudio murieron el 45% de los participantes, con una diferencia estadísticamente significativa a favor de los pacientes del grupo intervención (hazard ratio [HR] 0,54; IC95% 0,32 a 0,89>; P=0,02) (fig. 1). La reducción de la mortalidad de causa cardiovascular fue ligeramente superior (HR 0,43; IC95% 0,19 a 0,94; P=0,04).

En el grupo intervención también se dio una reducción significativa en el número de eventos cardiovasculares (HR 0,43; IC9% 0,19 a 0,95; P=0,04) (fig. 2).

El número de pacientes en los que se desarrolló una nefropatía, una retinopatía o una neuropatía autonómica también fue inferior en el grupo intervención (fig. 3). No se apreciaron diferencias estadísticamente significativas en el desarrollo de neuropatía periférica.

Las diferencias en el número de complicaciones derivadas del tratamiento (hipoglicemias, hemorragias digestivas altas, dolores musculares y tos) entre los dos grupos no fueron estadísticamente significativas.

Conclusiones

Los autores concluyen que una intervención multifactorial intensiva sobre la diabetes tipo 2 con varios fármacos y técnicas de modificación de la conducta tienen una eficacia mantenida sobre las complicaciones vasculares y las tasas de mortalidad total y de muertes por enfermedades cardiovasculares.

Conflictos de interés

Varios de los autores han recibido honorarios por diferentes conceptos de laboratorios farmacéuticos que fabrican medicamentos para la diabetes.

Comentario

La diabetes es una enfermedad cuya prevalencia va en aumento y que se asocia a una reducción de la esperanza de vida de aproximadamente 8 años. Para prevenir las complicaciones relacionadas con la enfermedad y el exceso de muertes producido por la misma todas las guías de práctica clínica recomiendan que el tratamiento debe incluir, además del control de la glicemia, el del perfil lipídico, el peso y la PA. Para ello es necesario influir en el estilo de vida del paciente para que siga una dieta y un programa de ejercicio adecuados y el tratamiento farmacológico adecuado para conseguir las metas del tratamiento. En estudios previos se ha demostrado que el control estrecho de la glicemia se asocia a una menor incidencia de complicaciones microvasculares, mientras que el control estricto de la HTA se asocia a una menor incidencia de complicaciones macrovasculares y de muertes por esta causa.

En este estudio se incluyó solamente a pacientes con diabetes tipo 2 y microalbuminuria, por definición, de alto riesgo, por lo que estaba indicado el tratamiento con IECA. Además a los pacientes del grupo intervención se les administró aspirina. La American Diabetes Association recomienda valorar su utilización en pacientes diabéticos de alto riesgo entre los que incluye también a los pacientes con microalbuminuria. En una publicación previa en la que se recogían los resultados al final del periodo de intervención, los autores detectaron que la intervención intensiva se asociaba a un menor riesgo de desarrollo de complicaciones micro y macrovasculares (con la excepción de la neuropatía periférica). Los resultados de esta publicación demuestran, además, que produce una reducción de la mortalidad cardiovascular y por otras causas a largo plazo incluso más allá de la duración de la intervención.

Sin embargo, por el diseño del estudio es imposible conocer cuál es la aportación relativa de cada uno de los componentes de la misma. Pese a todo, parece razonable incorporar esta intervención al tratamiento de los pacientes diabéticos tipo 2 de alto riesgo.

Bibliografía

  1. The Diabetes Control and Complications Trial/Epidemiology of Diabetes Interventions and Complications (DCCT/EDIC) Study Research Group. Intensive Diabetes Treatment and Cardiovascular Disease in Patients with Type 1 Diabetes. N Engl J Med 2005; 353: 2643-2653.  R   TC (s)   PDF (s)  RC
  2. Franco OH, Steyerberg EW, Hu FB, Mackenbach J, Nusselder W. Associations of Diabetes Mellitus With Total Life Expectancy and Life Expectancy With and Without Cardiovascular Disease. Arch Intern Med 2007; 167: 1145-1151.  R   TC (s)   PDF (s)  RC
  3. American Diabetes Association. Aspirin Therapy in Diabetes. Diabetes Care 2004; 27: 72-73.   TC   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

En las reagudizaciones del asma, el aumento de las dosis previas de corticoides inhalados no produce beneficio


University of Michigan Department of Pediatrics Evidence-Based Pediatrics Web Site. Critically Appraised Topics (Temas Valorados Críticamente). Traducción autorizada.

Términos clave en inglés: glucocorticoids/therapeutic use; asthma/drug therapy; drug administration schedule
Términos clave en español: glucocorticoides: uso terapéutico;  asma:farmacoterapia;  esquema de medicación 

Fecha de recepción:  7 de noviembre de 2005
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2005

Pregunta

En los niños con asma persistente que sufren una reagudización de su enfermedad, ¿se consigue reducir la gravedad de los síntomas incrementando sus dosis previas de corticoides inhalados?

Aspectos clínicos centrales en la valoración del problema:

  1. En asmáticos en situación basal de asma persistente que experimentan una reagudización, el aumento al doble de la dosis de corticoides inhalados con que estaban siendo tratados, durante un periodo de tres días, no produjo diferencias estadísticamente significativas al valorar las cifras obtenidas en el registro de determinaciones matinales y vespertinas con medidores del PFE (Pico del Flujo Espiratorio).
  2. Además, no se constataron diferencias significativas en ninguno de los apartados siguientes: cifras obtenidas en evaluaciones mediante escalas de puntuación clínicas para síntomas del asma, valores obtenidos en las mediciones espirométricas, valoración del grado de satisfacción de los padres o vigilancia para la aparición de efectos adversos.

Resumen de las claves encontradas revisando las evidencias disponibles:

  1. El estudio seleccionado es un ensayo clínico controlado, aleatorizado, con doble cegamiento y grupo placebo, en el que se estudiaron 28 niños, con edades comprendidas entre 6 y 14 años y diagnóstico de asma persistente, leve o moderado. En este estudio, estos niños recibían tratamiento utilizando, durante los tres primeros días de la exacerbación de la enfermedad, una de las dos siguientes variedades de actuación, con respecto al uso de corticoides inhalados:
    • Incremento de las dosis previas de corticoides inhalados al doble.
    • Mantenimiento de las dosis basales de corticoides inhalados, añadiendo un placebo mediante dispositivo inhalador adecuado1.
  2. Criterios de exclusión utilizados en el estudio: La utilización de corticoides orales, beta agonistas de acción prolongada, cromoglicato, historia de ingreso en UCI, ingreso reciente, cambios en las dosis de corticoides inhalados en los dos meses previos al inicio del estudio.
  3. Los niños fueron estratificados por edad y sexo y posteriormente se distribuyeron, de forma aleatoria, en grupos. A cada uno de los grupos se le aplicaba una de las siguientes dos distintas secuencias de actuación posibles en sucesivas exacerbaciones que experimentasen:
    • Placebo inicialmente y después corticoides.
    • Corticoides la primera vez y posteriormente placebo.
  4. Los parámetros de medición del resultado principal investigado en el estudio incluían: determinaciones del PFE, registrando las cifras matinales y vespertinas; evaluaciones mediante escalas de medición de la gravedad de la sintomatología del asma; valores de la espirometría; grado de satisfacción de los padres y registro de los efectos adversos.
  5. La metodología del estudio se consideró válida si los pacientes se asignaron de forma aleatoria, si fueron seguidos hasta el final, si hubo cegamiento de los investigadores y si los grupos del estudio se trataron de la misma manera.
  6. Al comparar el grupo basal con el grupo que recibió un aumento de corticoides no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) en ninguno de los parámetros del estudio. En total se incluyeron 18 pares de exacerbaciones de asma.

Comentarios adicionales:

  • Existen tres estudios que evalúan la eficacia de los corticoides inhalados frente a placebo para el tratamiento de las crisis del asma en niños que previamente no estaban recibiendo corticoides inhalados. En general, la administración de dosis altas de corticoides inhalados no disminuye la necesidad de administración de corticoides por vía oral, ni tampoco la necesidad de hospitalización2.
  • En un estudio, de Connett y Lenney, se constató un descenso significativo de las sibilancias, pero no se encontraban diferencias en la tos, en el uso de broncodilatadores ni en la duración de los síntomas.
  • Wilson y Silverman encontraron que las puntuaciones en escalas clínicas del asma, fueron significativamente más bajas en el grupo de tratamiento con corticoides inhalados.
  • Svedmyr informó de cifras del PFE significativamente más altas (104% frente a un valor esperado del 96%), pero sin encontrar diferencias en la sintomatología.
  • Existen diversos estudios, tanto en niños como en adultos, que demuestran una eficacia similar en el uso de corticoides orales o inhalados. Sin embargo, en estos estudios se utilizaron dosis elevadas de corticoides inhalados, por lo que se plantea la posible explicación de que el efecto valorado pudiera en realidad ser el resultado de la actuación sistémica del medicamento tras su absorción2.
  • Los efectos secundarios de los corticoides inhalados son mínimos. En un estudio, realizado por el Childhood Asthma Management Program Group, se estudiaron estos efectos, causados por la administración de esteroides inhalados y observaron que tenía lugar un descenso en el crecimiento de 1,1 cm menos en la medición de la talla al final del estudio. Sin embargo, no se afectaba la talla final estimada, la edad ósea o los estadios de Tanner3.

Bibliografía:

  1. Garrett J, Williams S, Wong C, Holdaway D. Treatment of acute asthmatic exacerbations with an increased dose of inhaled steoid. Arch Dis Child. 1998; 79: 12-17.
  2. Hendeles L, Sherman J. Are inhaled corticosteroids effective for acute exacerbations of asthma in children. J Pediatr. 2003; 142: S26-S33.
  3. Childhood Asthma Management Program Research Group. Long-term effects of budesonide or nedocromil in children with asthma. N Engl J Med. 2000; 343: 1054-63.

Autor de este CAT: Jim Connelly, MD Evaluador de este CAT: John Frohna, MD Fecha de la evaluación: 25 de mayo de 2005 Última actualización: 25 de mayo de 2005 URL del original en ingles disponible en: http://www.med.umich.edu/pediatrics/ebm/cats/asthmainh.htm . Department of Pediatrics and Communicable Diseases © 1998-2002 University of Michigan Health System

Autor de la traducción: Domingo Barroso Espadero. CS de Don Benito (Badajoz). pediatria@eresmas.net  

Como citar este artículo

Barroso D. En las reagudizaciones del asma,  el aumento de las dosis previas de corticoides inhalados no produce beneficio. Evid Pediatr. 2005; 1: 11.Traducción autorizada de: Connelly J.Increased Doses of Inhaled Steroids During an Asthma Exacerbation Show No Benefit. University of Michigan. Department of Pediatrics. Evidence-Based Pediatrics Web Site [en línea] [fecha de actualización: 25-V-2005; fecha de consulta: 3-X-2005]. Disponible en: http://www.med.umich.edu/pediatrics/ebm/cats/asthmainh.htm

El riesgo de complicaciones isquémicas mayores en pacientes con antecedentes de infarto agudo de miocardio e isquemia silente es menor en los sometidos a angioplastia que en los tratados con fármacos


 
Erne P, Schoenenberger AW, Burckhardt D, Zuber M, Kiowski W, Buser PT, et al.
Effects of percutaneous coronary interventions in silent ischemia after myocardial infarction: the SWISSI II randomized controlled trial
JAMA 2007; 297: 1985-1991.
PREGUNTA CLÍNICA ¿Qué tratamiento es mejor para la isquemia silente, el médico o el quirúrgico?
ANTECEDENTES

La patología cardíaca continúa siendo la principal causa de mortalidad en los países desarrollados a pesar de todas las mejoras que se han producido en el tratamiento; sin embargo, aunque se ha conseguido aumentar la edad de presentación, la incidencia no ha mejorado. Esto unido a la mayor supervivencia de los pacientes que han sufrido previamente un episodio, hace que la prevalencia vaya en aumento.

No existe evidencia clara que demuestre qué tratamiento es el mejor, y menos aún cuando nos encontramos ante cuadros que cursan de forma asintomática como es la isquemia cardíaca silente, por lo que es primordial estudiar las posibilidades diferentes de tratamiento tanto médico como de cualquier tipo que mejore el pronóstico de los pacientes.
POBLACIÓN ESTUDIADA Y ÁMBITO DE ESTUDIO

Pacientes con infarto en los 3 meses previos que tuviesen elevación o no del S-T capaces de superar una prueba de esfuerzo máximo sin dolor precordial y que presentasen una depresión del S-T mayor de 1 mm y confirmada por pruebas de imagen como enfermedad de 1 o 2 vasos y válidos para realizar una angioplastia percutánea.
DISEÑO DEL ESTUDIO Y VALIDEZ

Ensayo clínico con asignación al azar, sin enmascaramiento, que estudia pacientes con enfermedad de sólo uno o dos vasos. Un total de 96 pacientes fueron asignados a angioplastia percutánea dirigida a obtener una revascularización total o a terapia farmacológica antiisquémica (105 pacientes). Todos los pacientes recibieron 100 mg/día de aspirina y una estatina y fueron sometidos a seguimiento durante 10 años de media.
EFECTOS MÁS IMPORTANTES MEDIDOS

Supervivencia libre de complicaciones cardíacas mayores, definidas como muerte cardíaca, infarto recurrente o síntomas que obligasen a la revascularización.
RESULTADOS PRINCIPALES:

La angioplastia percutánea redujo los eventos anualmente un 6,3 % (IC 95%, 3,7-8,9). También mejoró la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (54,4-55,6%), que en el grupo de tratamiento médico no solo no mejoró sino que empeoró (50,6-48,8%).

Tras ajustar por edad, sexo, peso, diabetes, número de vasos lesionados, lesiones de la arteria circunfleja izquierda, fracción de eyección izquierda, y presión diastólica del ventrículo izquierdo, el riesgo relativo de complicaciones fue de 0,33 (IC 95%, 0,20-0,55), pasando de 27 casos en el grupo de 96 pacientes asignados a angioplastia a 67 de 105 en el de tratamiento médico.

También se mejoraron los objetivos secundarios de reinfarto no mortal, revascularización o angina de forma estadísticamente significativa.
CONFLICTOS DE INTERÉS:

El estudio se inició con una beca y ha recibido financiación de la industria, aunque refiere de forma explícita que los patrocinadores no intervinieron en ninguna de las fases del estudio.
RECOMENDACIONES PARA LA PRÁCTICA:

Conclusión

El riesgo de complicaciones isquémicas mayores, en pacientes con antecedentes de infarto agudo de miocardio e isquemia silente, es menor en los sometidos a angioplastia que en los tratados con fármacos.

Comentarios

Pese a que en el trabajo no se emplean escalas de riesgo de reinfarto del tipo de la propuesta por la AHA (1) que nos permita diferenciar de forma más clara la existencia de diferencias entre ambos grupos, es cierto que el procedimiento de aleatorización nos ayuda a suponer que han de ser iguales aunque no tengamos la certeza. De cualquier forma, la diferencia existente entre ambos grupos de tratamiento es lo suficientemente elevada para suponer que puedan existir causas externas que la justifiquen. Otro posible sesgo es el tratamiento médico con inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) que mejoran el pronóstico, así como la utilización intensiva de fármacos tipo beta bloqueantes indicados en la patología coronaria; sin embargo, se entiende que los IECA se usaron en ambos grupos y los beta bloqueantes más en el grupo de tratamiento médico, que es el de mayores posibilidades de complicación (2).
BIBLIOGRAFÍA

1. Antman EM, Cohen M, Bernink PJ, et al. The TIMI risk score for unstable angina/non-ST elevation MI: a method for prognostication and therapeutic decision making. JAMA. 2000;284:835-42.

2. Braunwald E, Antman EM, Beasley JW, et al. Guideline update for the management of patients with unstable angina and non-ST-segment elevation myocardial infarction. Circulation. 2002;106:1893-1900.

Revisado por Luis Ávila Lachica. Doctor en Medicina y Cirugía. Centro de Salud Axarquía Oeste. Distrito Axarquía. Miembro del Grupo de Medicina Rural de SEMFyC y del grupo de Diabetes de SAMFyC. Correo electrónico: luis.avilalachica@gmail.com
Fecha de publicación en C@P: 22/02/2008

Medical Treatment of Advanced Testicular Cancer


Medical Treatment of Advanced Testicular Cancer Darren R. Feldman, MD; George J. Bosl, MD; Joel Sheinfeld, MD; Robert J. Motzer, MD
JAMA. 2008;299(6):672-684.

Context  The medical treatment of advanced testicular germ cell tumors has changed over the past 30 years, with long-term survival now achieved in the majority of patients. Clinicians need to be familiar with the available treatment regimens for testicular cancer and their associated toxic effects.

Objective  To review the treatments used for advanced testicular germ cell tumors and their associated short-term and long-term complications.

Evidence Acquisition  A search was performed of all English-language literature (1966 to October 2007) within the MEDLINE database using the terms neoplasms, germ cell, or embryonal or testicular neoplasms restricted to humans, drug therapy, complications, and mortality. The Cochrane Register of Controlled Trials Databases (through October 2007) was also searched using the terms testicular cancer or germ cell tumors. Bibliographies were reviewed to extract other relevant articles. One hundred eighty-six articles were selected based on pertinence to advanced testicular cancer treatment, associated complications, and late relapses with an emphasis on randomized controlled trials.

Data Synthesis  The treatment of advanced testicular germ cell tumors with cisplatin combination chemotherapy is based on risk stratification (good, intermediate, or poor prognosis) according to pretreatment clinical features of prognostic value. Clinical trials have demonstrated that approximately 90% of patients classified as having a good prognosis achieve a durable complete remission to either 4 cycles of etoposide and cisplatin or 3 cycles of cisplatin, etoposide, and bleomycin. Complete responses are achieved less frequently for patients with intermediate- and poor-risk germ cell tumors, in whom 4 cycles of bleomycin, etoposide, and cisplatin remains the standard of care. Second- and third-line programs, including high-dose chemotherapy, also have curative potential. Chronic toxicities associated with therapy include cardiovascular disease, infertility, and secondary malignancies. Late relapses may also occur.

Conclusions  Clinical trials have led to evidence-based treatment recommendations for advanced testicular cancer based on risk stratification. Clinicians should be familiar with the potential complications of these therapies.

Author Affiliations: Genitourinary Oncology Service, Division of Solid Tumor Oncology, Department of Medicine (Drs Feldman, Bosl, and Motzer) and Urology Service, Department of Surgery (Dr Sheinfeld), Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, and Department of Medicine (Drs Bosl and Motzer) and Department of Surgery (Dr Sheinfeld) Weill Medical College of Cornell University, New York, New York.

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This Week in JAMA
JAMA. 2008;299(6):607.
FULL TEXT  

Testicular Cancer
Janet M. Torpy, Cassio Lynm, and Richard M. Glass
JAMA. 2008;299(6):718.

¿Son eficaces los AINE tópicos en el tratamiento de la artrosis de rodilla?


Underwood M, Ashby D, Cross P, Hennessy E, Letley L, Martin J et al on behalf of the TOIB study team. Advice to use topical or oral ibuprofen for chronic knee pain in older people: randomised controlled trial and patient preference study. BMJ 2008; 336: 138-142.  R   TC   PDF

Introducción

El dolor de rodilla es un problema frecuente en personas de edad media y avanzada. Uno de los tratamientos más utilizados son los AINE tópicos, que además acostumbran a ser bien aceptados por los pacientes. Sin embargo, la eficacia de este tratamiento siempre ha estado envuelta por la polémica.

Objetivo

Comparar el efecto de los AINE tópicos y por vía oral sobre el dolor de rodilla, la incapacidad, los efectos adversos, el dolor en general y la calidad de vida relacionada con la salud.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Ensayo clínico

Área del estudio: Tratamiento

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Se invitó a participar a pacientes de 25 consultas de atención primaria que habian consultado en los últimos 5 años por dolor o artrosis de rodilla o que habían recibido una prescripción de un AINE por vía oral o un preparado tópico en el último año (fig. 1). Se incluyeron en el estudio a las personas ≥50 años que tenían dolor o molestias en las rodillas la mayor parte de los días del mes y durante 3 meses en el último año, que cumplían los criterios de artrosis de rodilla del American College of Radiology, habían recibido tratamiento farmacológico por este motivo en los últimos 3 años, no tenían prevista una intervención para prótesis de rodilla y no presentaban contraindicaciones para los AINE. A los individuos incluidos en el estudio se les ofreció participar en un ensayo clínico o en un estudio de preferencias y se les hacía una primera entrega del tratamiento asignado (o elegido). Para la continuación del estudio, los participantes podían venir a la consulta para recoger la receta o comprarla por su cuenta.

Los pacientes que entraron en el ensayo clínico fueron asignados aleatoriamente a recibir ibuprofeno tópico o por vía oral. La medicación se debía tomar (o aplicar) a demanda. En caso de que se requiriese un cambio de medicación, se recomendaba a los participantes que utilizasen la misma vía de administración. Se hicieron visitas de seguimiento a los 3, 6, 12 y 16-24 meses. A los 3, 6 y 12 meses se les practicó un análisis.

La variable de resultado principal fue la puntuación del cuestionario WOMAC a los 12 meses. Como variables secundarias se utilizaron un cuestionario postal de dolor crónico y el cuestionario de calidad de vida SF-36. Se consideró que un participante había sufrido un efecto adverso importante si murió o requirió un ingreso hospitalario no planificado durante el seguimiento. Como efectos adversos menores se incluyeron una serie de cambios que un panel de expertos consideró que eran suficientemente importantes como para plantear un cambio de tratamiento.

Resultados

Participaron en el estudio 585 pacientes (fig. 1). La edad media de los mismos fue de 64 años y fue ligeramente superior en los individuos del estudio de preferencias que eligieron el tratamiento tópico. El resto de las características fueron similares entre los grupos. Casi el 60% eran mujeres. Más del 30% tenían un dolor muy o extremadamente molesto. Prácticamente todos habían utilizado AINE en el último año. En el ensayo clínico los pacientes asignados al grupo de AINE tópico tenían menos confianza en la eficacia de este tratamiento que los asignados al grupo de AINE oral. En el estudio de preferencias, los pacientes con dolor mas grave o difuso tuvieron una mayor tendencia a seleccionar el tratamiento por via oral. Se dispuso de datos para el análisis del 83% de los participantes a los 12 meses.

No se detectaron diferencias estadísticamente significativas en la puntuación WOMAC global entre los dos tipos de tratamiento, aunque en el ensayo clínico hubo una diferencia en la puntuación del dolor a los 24 meses favorable al grupo de tratamiento oral (fig. 2).

No se encontraron diferencias en las tasas de efectos adversos graves entre los grupos. En cuanto a los efectos adversos menores, únicamente se detectó una menor incidencia de efectos adversos respiratorios en los pacientes asignados en el ensayo clínico a recibir tratamiento oral. En cuanto a los resultados de los análisis, la creatinina plasmática también disminuyó menos en los pacientes asignados al tratamiento tópico en el ensayo clínico.

No se encontraron tampoco diferencias entre los grupos en la proporción de participantes que presentaron un dolor de grado III o IV en cualquier punto del seguimiento ni en las puntuaciones de la escala de calidad de vida.

En cuanto al cumplimiento del tratamiento, la proporción de pacientes que requirieron cambio de tratamiento fue similar para el tratamiento tópico que para el tratamiento oral. Sin embargo, en el ensayo clínico un 11% más de pacientes del grupo de tratamiento tópico lo hicieron por falta de eficacia, mientras que en el grupo de tratamiento oral, un 10% más tuvieron que cambiar por efectos indeseables.

Conclusiones

Los autores concluyen que no hay diferencias importantes los resultados del tratamiento con AINE oral o con AINE tópico en la artrosis de rodilla y que el tratamiento oral se asocia a un mayor riesgo de efectos adversos menores, por lo que el tratamiento tópico puede ser una alternativa útil al tratamiento por vía oral.

Conflictos de interés

Uno de los autores ha recibido honorarios de un laboratorio farmacéutico productor de AINE. Financiado por el NHS Health Technology Assessment Programme.

Comentario

La artrosis de rodilla es un problema frecuente en las consultas de atención primaria, que aumenta con la edad y es más frecuente en mujeres. Aproximadamente una cuarta parte de las personas >55 años tienen dolor de rodilla la mayor parte de los días. De ellos la mitad presentan lesiones radiológicas sugestivas de gonartrosis y es probable que un porcentaje elevado de las personas con radiografías normales tengan una artrosis incipiente no visible en la radiografía.

El tratamiento farmacológico de la gonartrosis se debe iniciar con analgésicos como el paracetamol y si éste fracasa con AINE (que se han mostrado algo más eficaces que el primero, pero presentan más efectos indeseables). La eficacia de otros tratamientos como la glucosamina o la condroitina es dudosa. Los estudios sobre la eficacia de los AINE tópicos han obtenido resultados discordantes, especialmente a largo plazo, pese a lo cual son ampliamente utilizados por la población y se incluyen en algunas guías de práctica clínica.

En este trabajo se ha intentado simular en lo posible las condiciones en las que se lleva a cabo la prescripción de AINE para la gonartrosis. En estas condiciones, la prescripción del tratamiento depende también de las preferencias del paciente y el tratamiento se utiliza a demanda, con una utilización inferior a la de los ensayos clínicos publicados sobre el tema.

En el ensayo clínico, en el que los pacientes fueron asignados aleatoriamente a uno u otro tratamiento, la eficacia de los mismos fue similar para la mayor parte de los resultados incluyendo la variable de resultado principal. A pesar de que se encontraron pequeñas diferencias estadísticamente significativas para algunas de las variables analizadas, no puede descartarse que se deban al efecto del azar sobre las múltiples comparaciones que se llevaron a cabo. Como era de esperar, se dieron más efectos indeseables y más abandonos por este motivo en el grupo asignado a recibir tratamiento oral.

En el estudio de preferencias de los pacientes, una amplia mayoría optaron por el tratamiento tópico y en este estudio no se detectaron diferencias importantes de eficacia entre las dos modalidades de tratamiento. Otro resultado interesante es que en este estudio no se detectaron más efectos adversos en el grupo de tratamiento oral. Ello puede haberse debido a que los pacientes con antecedentes de efectos indeseables con AINE orales hubiesen optado por el tratamiento tópico o a que los individuos conocían ya el espectro de efectos indeseables de estos fármacos por lo que los tomaron menos en consideración. Se puede concluir que la utilización de los AINE tópicos puede ser un recurso útil y de menor riesgo que los orales en el tratamiento de la gonartrosis en atención primaria.

Bibliografía

  1. Felson DT. Osteoarthritis of the Knee. N Engl J Med 2006; 354: 841-848.   TC (s)   PDF (s)
  2. Reichenbach S, Sterchi R, Scherer M, Trelle S, Bürgi E, Bürgi U et al. Meta-analysis: Chondroitin for Osteoarthritis of the Knee or Hip. Ann Intern Med 2007; 146: 580-590.  R   TC   PDF  RC
  3. Dieppe P. Osteoarthritis of the knee in primary care. BMJ 2008; 336: 105-106.   TC (s)   PDF (s)
  4. Lin J, Zhang W, Jones A, Doherty M. Efficacy of topical non-steroidal anti-inflammatory drugs in the treatment of osteoarthritis: meta-analysis of randomised controlled trials. BMJ 2004; 329: 324  R   TC   PDF
  5. National Institute for Health and Clinical Excellence. NICE guideline: osteoarthritis: the care and management of osteoarthritis in adults. Draft for consultation. London: NHS. 2007.

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

Eficacia y riesgos del tratamiento de la AR con agentes modificadores de la evolución de la enfermedad


Donahue KE, Gartlehner G, Jonas DE, Lux LJ, Thieda P, Jonas BL et al. Systematic Review: Comparative Effectiveness and Harms of Disease-Modifying Medications for Rheumatoid Arthritis. Ann Intern Med 2007; 148: 124-134.  R   TC   PDF

Introducción

La artritis reumatoide (AR) dejada a su evolución natural produce habitualmente importantes limitaciones funcionales. Por lo tanto, los objetivos del tratamiento son tanto mejorar el dolor y la inflamación como enlentecer o detener la evolución hacia la destrucción articular. Por este motivo, las principales guías de práctica clínica recomiendan iniciar el tratamiento con un agente modificador de la evolución de la enfermedad (MEE), pero existen diferencias entre los expertos sobre cuál puede ser la combinación de fármacos ideal.

Objetivo

Comparar los riesgos y los beneficios de los tratamientos MEE en adultos con AR.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Metaanálisis

Área del estudio: Tratamiento

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Se llevó a cabo una búsqueda en MEDLINE, EMBASE, la Cochrane Library e International Pharmaceutical Abstracts, las listas de referencias de los artículos localizados y los estudios no publicados remitidos a la FDA para localizar los estudios publicados en inglés desde 1980 llevados a cabo en adultos sobre el tema, con ≥100 participantes seguidos durante ≥12 semanas.

Para analizar la eficacia se incluyeron los ensayos clínicos y de cohortes que ofrecían resultados en términos de síntomas, calidad de vida, capacidad funcional o progresión radiológica. Para analizar los riesgos, se incluyeron los ensayos clínicos y los estudios retrospectivos, tomando en consideración los resultados en términos de efectos adversos específicos, tasas de efectos adversos e interrupción del tratamiento por efectos adversos.

Se agruparon los tratamientos analizados en 3 grupos, corticoides fármacos MEE sintéticos y fármacos MEE biológicos.

Resultados

Se incluyeron en el análisis 143 artículos que ofrecían resultados de 101 estudios (fig. 1). La mitad habían sido financiados por la industria farmaceútica. Muchos de los estudios se habían llevado a cabo sobre poblaciones muy seleccionadas de pacientes con AR sin otras comorbilidades. Las medidas de resultado mas utilizadas fueron la ACR 20 para los síntomas y las escalas Sharp o Sharp–van der Heijde para la evolución radiológica.

Monoterapia

El metotrexato fue más eficaz que la leflunomida para aliviar los síntomas al año, pero a los 2 años las diferencias no fueron estadisticamente significativas. En cambio, la leflunomida mejoró más la calidad de vida que el metotrexato. La leflunomida fue más eficaz que la sulfasalacina para mejorar los síntomas, per no hubo diferencias entre los dos fármacos en la evolución radiológica de las lesiones. El metotrexato mostró una eficacia similar a la sulfasalacina en intensidad de los sintomas, escalas de actividad de la enfermedad y capacidad funcional al año de tratamiento. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los 3 fármacos en la incidencia de efectos adversos graves (1-8%) ni en la tasa de interrupciones del tratamiento por efectos adversos (6-15%).

No se dispuso de ningún ensayo clínico aleatorio en el que se comparasen dos agentes biológicos. En los estudios prospectivos publicados, la respuesta inicial fue más rápida con el ethanercept que con el infliximab (posiblemente por la necesidad de titular la dosis de este último), pero no se apreciaron diferencias en la eficacia de ambos fármacos a largo plazo. Sin embargo, la adherencia a largo plazo con el ethanercept parece ser superior que con el infliximab. En comparaciones indirectas, la anakinra parece ser menos eficaz que infliximab y ethanercept. Los efectos adversos más frecuentes de estos fármacos son la diarrea (7-18%), cefalea (12-18%), reacciones locales (19-56%), náuseas (8-20%) y rinitis (8-18%). Los estudios a largo plazo indican que las tasas de efectos adversos no tienden a aumentar con la duración del tratamiento.

En los ensayos clínicos en los que se comparaban agentes biológicos (adalimumab o ethanercept) con metotrexato, no se detectaron diferencias estadísticamente significativas entre ellos en la eficacia sobre la actividad de la enfermedad, pero sí en la progresión radiológica. Sin embargo en estudios de cohortes llevados a cabo en pacientes en los que habían fracasado otros tratamientos, los agentes biológicos se mostraron més eficaces que los sintéticos en la capacidad funcional y el grado de actividad de la enfermedad. En los ensayos clínicos, las tasas de efectos adversos fueron similares para los dos grupos de tratamientos, excepto las úlceras bucales y las náuseas, que fueron más frecuentes para el metotrexato que para el ethanercept. Sin embargo, en los ensayos clínicos estaban infrarrpresentadaos los efectos adversos mas graves e infrecuentes.

Tratamiento combinado frente a monoterapia

De 3 ensayos clínicos publicados en los que se comapraba la combinación de metotrexato y sulfasalazina con metotrexato solo en uno de ellos se encontró una diferencia a favor del tratamiento combinado en la actividad de la enfermedad, siendo los otros resultados superponibles entre los dos tratamientos (capacidad funcional, evolución radiológica y actividad de la enfermedad).

En los estudios en los que se comparaba la asociación de un agente MEE sintético con corticoides frente al agente sintético sólo mostraron mejores resultados para la combinación. En cambio, la combinación de dos agentes MEE biológicos no fue más eficaz que cada uno de ello por separados, pero sí que aumentó su toxicidad.

En varios ensayos clínicos y estudios de cohortes se ha demostrado que la combinación de un agente MEE sintético con metotrexato es superior a la monoterapia. En cambio, la combinación de sulfasalacina al tratamiento con agentes biológicos no aumentó la eficacia del tratamiento, pero sí su toxicidad.

En dos ensayos clínicos, la combinación de metotrexato, sulfasalacina y cloroquina ha sido más eficaz que el tratamiento con 1 o 2 de los fármacos.

Conclusiones

Los autores concluyen que en el tratamiento de la AR existen pocos datos para afirmar que un agente MEE es superior a otro y que los tratamientos combinados son útiles en los pacientes en los que fracasa la monoerapia, pero que tampoco existen demasiados datos para afirmar la superioridad de una combinación frente a las otras.

Conflictos de interés

Uno de los autores ha recibido honorarios de un laboratorio farmacéutico. Financiado por una beca de la Agency for Healthcare Research and Quality.

Comentario

La AR es una enfermedad inflamatoria que afecta a un 1% de la población, de predominio claramente femenino y con una incidencia máxima entre los 40 y los 70 años. Los síntomas predominantes son los articulares con dolor, rigidez e inflamación de las articulaciones periféricas. Tiene un curso muy variable, que puede ir desde una artritis escasamente evolutiva a una afectación multiorgánica, aunque en un porcentaje importante de los pacientes tiende a una rápida destrucción articular (el 70% presentan lesiones radiológicas a los 2 años del diagnóstico).

Tradicionalmente la AR se venía tratando inicialmente con AINE y se añadían tratamientos MEE cuando aparecían erosiones radiológicas en las articulaciones afectas. Sin embargo, en la última década varios ensayos clínicos han demostrado que los resultados clínicos son mejores cuando se inicia el tratamiento MEE lo antes posible y la utilización de tratamientos combinados cuando existe riesgo de evolución agresiva de la enfermedad. El tratamiento más utilizado es el metotrexato semanal a dosis bajas, que presenta una respuesta clínica mantenida del 50-80% y una relativamente buena tolerancia y adeherencia al tratamiento. Los otros agentes sintéticos (sales de oro, hidroxicloroquina, sulfasalacina, ciclosporina y azatioprina) se toleran peor, por lo que son abandonados por un porcentaje importante de los pacientes. Además, un porcentaje importante de los pacientes presenta una evolución desfavorable a pesar del tratamiento, por lo que se han investigado tratamientos combinados y se han introducido nuevos agentes, en especial los que se agrupan bajo la denominación de tratamientos “biológicos” o anti-FNT. Estos fármacos se toleran bien, aunque se han comunicado casos esporádicos de infecciones graves en los pacientes en tratamiento.

Los resultados de esta revisión sistemática permiten afirmar que la utilización de un MEE es eficaz, aunque no se detectan diferencias importantes en la eficacia de los distintos tratamientos disponiblesde cada categoría. Los tratamientos combinados, parecen ser más eficaces que los tratamientos en monoterapia, aunque en este caso, tampoco se ha demostrado que una combinación sea superior a las otras. Finalmente, hay que tomar en consideración las limitaciones del trabajo que los propios autores puntualizan: todos los estudios se han llevado a cabo en poblaciones muy seleccionadas y las dosis de metotrexato utilizadas en los estudios incluidos estaban por debajo de las habitualmente utilizadas en el tratamiento de la enfermedad.

Bibliografía

  1. Lee DM, Weinblatt ME. Rheumatoid arthritis. Lancet 2001; 358: 903-911.  R   TC (s)   PDF (s)
  2. Emery P, Kvien TK. Treating rheumatoid arthritis. BMJ 2007; 335: 56-57.   TC   PDF
  3. Siegel J. Comparative Effectiveness of Treatments for Rheumatoid Arthritis. Ann Intern Med 2007; 148: 162-163.   TC   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

La corrección temprana de la criptorquidia se asocia a un menor riesgo de cáncer testicular


Pettersson A, Richiardi L, Nordenskjold A, Kaijser M, Akre O. Age at Surgery for Undescended Testis and Risk of Testicular Cancer. N Engl J Med 2007; 356: 1835-1841.  R   TC (s)   PDF (s)

Introducción

Es conocido que los niños que presentan una criptorquidia tienen un mayor riesgo de presentar un cáncer de testículo (CT) posteriormente, pero se desconoce si se debe a que se trata de testículos anormales de entrada o que la criptorquidia en sí misma es la causa del CT.

Objetivo

Estudiar la relación entre la edad de la corrección quirúrgica de la criptorquidia y el riesgo de desarrollar un CT.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Estudio de cohortes

Área del estudio: Pronóstico

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Este estudio se llevó a cabo mediante la relación de los registros suecos de ingresos hospitalarios y de tumores, que incluyen todos los ingresos hospitalarios y tumores del país. Se incluyeron en la cohorte todos los pacientes que habían recibido un diagnóstico de criptorquidia entre 1964 y 1999 a los que se les había practicado una orquidiopexia a una edad <20 años. El periodo de observación se inició a 15 años años de edad o un año después de la orquidiopexia. Se compararon las tasas de incidencia de cáncer testicular observadas con las tasas estandarizadas de la población.

Resultados

La cohorte se constituyó con 16.983 varones que habían sido intervenidos por una criptorquidia. El seguimiento medio fue de 12,4 años. La edad media de la intervención fue de 8,5 años. Se detectaron 56 casos de CT. El número de casos que corresponderían según las tasas de incidencia estandarizadas de la población general sería de 20. A lo largo de los años, la edad de la intervención se fue reduciendo.

La razón de incidencia estandarizada para los que se operaron antes de los 13 años de edad fue de 2,23 (IC95% 1,58 a 3,06) y, para los que se operaron después de esta edad, de 5,40 (CI95% 3,20 a 8,53). La razón de incidencia estandarizada también se redujo con el paso de los años, pero en todos ellos, fue superior para los que habían sido intervenidos antes de los 13 años.

Conclusiones

Los autores concluyen que el tratamiento de la criptorquidia antes de la pubertad disminuye el riesgo de CT.

Conflictos de interés

Ninguno declarado. Financiado por becas del Swedish Cancer Society y el Swedish Research Council, entre otros.

Comentario

La criptorquidia afecta a un 2-5% de los niños varones a término y, a los 12 meses de edad, en un 1% de los niños los testículos aún no han descendido. Estos niños tienen mayor riesgo de desarrollar CT. En un estudio se encontró que aproximadamente un 1,5% de los niños presentaban indicios de CT en el momento de la orquidiopexia, especialmente si presentaban otras malformaciones genitales, los testículos eran intraabdominales o tenían anomalías en el cariotipo. Existen dudas sobre si esta asociación se debe a un efecto deletéreo de la situación ectópica de los testículos o a que se trata de testículos anómalos de entrada. En los casos de cirptorquidia unilateral, en un 20% de los casos los tumores se dan en el testículo con un descenso normal, lo que apoyaría la idea de una anomalía subyacente.

El tratamiento de la criptorquidia se basa en la orquidipexia, con la intención de restaurar la posición correcta de los testículos, preservar la fertilidad y hacer los testículos accesibles a la exploración. En estudios previos, la relación entre la edad a la que se practicó la orquidiopexia y el riesgo de CT han obtenido resultados no concluyentes. En este estudio, los niños en los que se llevó a cabo una orquidiopexia más temprana presentaron un menor riesgo de desarrollar un tumor, lo que apoyaría la idea de que la situación ectópica del testículo podría tener un efecto nocivo sobre el mismo. A la espera de alguna revisión sistemática sobre el tema, los resultados de este estudio irían a favor de un tratamiento temprano del cuadro.

Bibliografía

  1. Cortes D, Visfeldt J, Moller H, Thorup J. Testicular neoplasia in cryptorchid boys at primary surgery: case series. BMJ 1999; 319: 888-889.   TC   PDF
  2. Swerdlow AJ, Higgins CD, Pike MC. Risk of cancer in cohort of boys with cryptorchidism. BMJ 1997; 314: 1507-1511.  R   TC
  3. Herrinton LJ, Zhao W, Husson G. Management of cryptorchism and risk of testicular cancer. Inf Terapéutica del SNS 2003; 157: 602-605.  R   TC   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

Biological therapy and other novel therapies in early-stage disease: are they appropriate?


Department of Medical Oncology, Mayo Clinic College of Medicine, Rochester, MN 55905, USA. grothey.axel@mayo.edu

For nearly two decades, adjuvant chemotherapy has been the standard of care in patients with early-stage colon cancer at high risk of recurrence. Until now, treatment has been based on the use of cytotoxic drugs that have well-demonstrated efficacy in advanced colorectal cancer. Most recently, targeted biological agents [i.e., antibodies against the epidermal growth factor receptor and vascular endothelial growth factor] have become essential components of the palliative medical treatment of colorectal cancer. Proof of efficacy of these agents in advanced disease has led to the initiation of several trials testing epidermal growth factor receptor and vascular endothelial growth factor antibodies in the adjuvant setting. Although definitive results of ongoing adjuvant studies will not be available for 2 to 3 years, some oncologists might already inappropriately consider the use of these targeted agents as a component of adjuvant therapy in selected patients. Whether the results obtained in advanced colorectal cancer can be readily translated into a projected efficacy in early-stage colon cancer, however, is unclear. In addition, the long-term safety of biological agents in potentially surgically cured patients has not yet been established. This review discusses the potential caveats and concerns associated with the uncritical use of targeted agents as adjuvant therapy before their safety and efficacy in this setting has been indisputably established in definitive phase III trials.

PMID: 18006799 [PubMed – indexed for MEDLINE]

Family Practice. Vol. 24. Núm. 6


Originales

Logtenberg SJJ, Kleefstra N, Ubink-Veltmaat LJ, Houweling ST, Bilo HJGIntensification of therapy and no increase in body mass index with longer disease duration in type 2 diabetes mellitus (ZODIAC-5). Págs. 529-531 R TC (s) PDF (s)

Shapley M, Jordan K Croft PRAbnormal bleeding patterns associated with menorrhagia in women in the community and in women presenting to primary care. Págs. 532-537 R TC (s) PDF (s)

Janssen PGH, Gorter KJ, Stolk RP, Rutten GEHMLow yield of population-based screening for Type 2 diabetes in the Netherlands: the ADDITION Netherlands study. Págs. 555-561 R TC (s) PDF (s)

Leydon GM, Rodgers L, Kendrick TA qualitative study of patient views on discontinuing long-term selective serotonin reuptake inhibitors. Págs. 570-575 R TC (s) PDF (s)

Eichler K, Scrabal C, Steurer J, Mann EPreventive health risk appraisal for older people and impact on GPs´patient management: a prospective study. Págs. 604-609 R TC (s) PDF (s)

van Hout HPJ, Vernooij-Dassen MJ, Stalman WABDiagnosing dementia with confidence by GPs. Págs. 616-621 R TC (s) PDF (s)

Fahey T, Jeyaseelan S, McCowan C, Carr E, Goudie BM, Pringle SD et alDiagnosis of left ventricular systolic dysfunction (LVSD): development and validation of a clinical prediction rule in primary care. Págs. 628-635 R TC (s) PDF (s)

Hoefman E, Boer KR, van Weert HCPM, Reitsma JB, Koster RW, Bindels PJEPredictive value of history taking and physical examination in diagnosing arrhythmias in general practice. Págs. 636-641 R TC (s) PDF (s)

Atención Primaria. Vol. 39. Núm. 12


Originales

Arana-Arri E. Gutiérrez Ibarluzea I. Ecenarro Mugaguren A. Asua Batarrita JValor predictivo de la densitometría por ultrasonidos como método de cribado selectivo de la osteoporosis en atención primaria. Págs. 655-659 R TC PDF

Editoriales

Córdoba García R, Robledo T. Nebot M. Cabezas C. Megido MJ. Marques F et alAlcohol, vino y salud: mitos y realidades. Págs. 637-640 TC PDF

Formación continuada

García Campayo J, Santed Germán MA, Cerdán Lanero C, Alda Díez MTratamiento del trastorno por déficit de atención. Págs. 671-674 TC PDF

No hay evidencia de que un tratamiento para prevenir fracturas sea mejor que otro


Muchas farmacoterapias previenen las fracturas osteoporóticas, pero los datos son insuficientes para concluír que un agente es más efectivo que otro, de acuerdo a una revisión publicada en Annals of Internal Medicine.El estudio incluyó 24 meta-análisis y 76 estudios controlados y aleatorizados de tratamientos de osteoporósis. Muchos agentes superaron al placebo. Por ejemplo, se encontró que:

  • Muchos bisofosfonatos (acido zoledrónico, alendronato), calcitonina, hormona paratiroidea, raloxifeno, y estrógenos previenen fracturas vertebrales
  • Alendronato, risedronato, acido zoledrónico, y estrógenos redujeron el riesgo de fracturas no vertebrales; el calcio disminuyó el riesgo en un estudio.
  • Alendronato, risedronato, y estrógeno redujeron las fracturas de cadera.

Dos estudios compararon directamente los efectos de tratamientos para osteoporosis en resultados de fracturas: ningún bifosfonato actúo mejor que otro, y ninguno fué mejor que calcitonina, calcio o raloxifeno.

Los autores reconocen que su análisis tiene varias limitaciones, incluyendo pocos estudios comparativos y capacidad inadecuada para detectar grandes diferencias.

Artículo en Annals of Internal Medicine

AP al dia: Resumenes comentados


En adultos con faringitis estreptocócicas de repetición, la amigdalectomía es eficaz para prevenir recaídas a corto plazo HTML PPT

Los pacientes con síndrome del intestino irritable tienen un mayor riesgo de ser sometidos a una apendicectomía negativa HTML PPT

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El estudio REGICOR refleja la efectividad de las medidas de prevención y de tratamiento del infarto de miocardio HTML PPT

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El tratamiento con CPAP nasal reduce discretamente la PA HTML PPT

La migraña aumenta el riesgo cardiovascular en varones HTML PPT

La continuidad de la asistencia favorece la adherencia al tratamiento con estatinas HTML PPT

Australian Prescriber, Volume 30 Number 6 – December 2007


Drug price reforms: the new F1-F2 bifurcation(Editorial) T Faunce & H
Lofgren

Drugs for the doctor’s bag A Baird

Dental notes
Drugs for the doctor’s bag

Abnormal laboratory results
Evaluation of adrenocortical function in adults. J Ho & DJ Torpy

Relationships between health professionals and industry: maintaining a
delicate balance PA Komesaroff

Dental notes
Relationships between health professionals and industry

Medicines Australia Code of Conduct: breaches

The story of one complaint

Treatment of myasthenia gravis
SW Reddel

Dental notes
Treatment of myasthenia gravis

Patient support organisation

Myasthenia gravis: a patient’s perspective

Antipsychotic drugs in pregnancy and breastfeeding
D Kennedy

New drugs
abatacept, exenatide, telbivudine

Numero completo disponible en
http://www.australianprescriber.com/upload/pdf/issues/130.pdf

Martin Canas
GAPURMED
La Plata (Argentina)
macanas@netverk.com.ar

Fibromialgia: qué es y cómo manejarla


Inglés / English

 

¿Qué es fibromialgia?

Fibromialgia es una condición que causa dolor en los músculos, articulaciones, ligamentos y tendones. El dolor ocurre en áreas llamadas puntos hipersensibles. Los puntos hipersensibles comunes son la parte delantera de las rodillas, los codos, las articulaciones de las caderas y alrededor del cuello.

La fibromialgia afecta hasta un 5% de la población incluyendo a los niños. Este trastorno puede ser hereditario, es decir que afecta a varias personas en una misma familia, por lo tanto, usted puede tener miembros de familia con síntomas similares.

¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?

Un aumento de la sensibilidad al dolor es el síntoma principal de la fibromialgia. En las personas con este trastorno también ocurren muchos otros síntomas. Los síntomas aparecen y desaparecen.

Usted puede tener un grado de dolor constante, pero el dolor puede empeorar como respuesta a la actividad, el estrés, a cambios en el clima y a otros factores. Puede tener un dolor profundo o un dolor candente. Puede tener contracción muscular o espasmos. Muchas personas tienen dolor que se mueve de un lado a otro en el cuerpo; es decir el dolor “migra”.

La mayoría de las personas con fibromialgia se sienten cansadas o fatigadas, es decir sienten falta de energía. La fatiga puede ser moderada o muy intensa. Usted también puede tener dificultad para dormir lo cual puede añadir al estado de fatiga.

Puede tener sensaciones de entumecimiento u hormigueo en partes de su cuerpo, o una sensación de que tiene poca sangre circulándole en ciertas áreas. Muchas personas son muy sensibles a los olores, luces fuertes, ruidos fuertes e incluso medicamentos. Los dolores de cabeza y de la quijada también son comunes.

Además, usted puede tener resequedad en los ojos o dificultad para enfocar objetos que estén cerca. También pueden ocurrir problemas de mareo y problemas relacionados con el equilibrio. Algunas personas tienen dolor en el pecho, latido acelerado o irregular del corazón o sensación de “falta de aire”.

Los problemas digestivos también son comunes en la fibromialgia e incluyen dificultad para tragar, acidez estomacal, gas, dolor abdominal tipo cólico y períodos de diarrea y constipación alternantes.

Algunas personas se quejan de lo que les sucede al orinar: por ejemplo de orinar con frecuencia, de sentir un deseo fuerte de orinar y dolor en al área de la vejiga. Las mujeres con fibromialgia con frecuencia tienen síntomas pélvicos; incluso dolor pélvico, períodos menstruales dolorosos y dolor al tener coito.

¿Por qué me siento deprimido?

La depresión o ansiedad puede ocurrir como consecuencia de su estado de dolor constante y fatiga, o de la frustración que siente con esta condición. También es posible que los mismos desequilibrios químicos en el cerebro que causan fibromialgia también le causen depresión y ansiedad.

¿La fibromialgia causa daño permanente?

No. A pesar de que la fibromialgia causa síntomas que pueden ser muy incómodos, sus músculos y órganos no se están dañando. Esta condición no puede atentar contra la vida, pero es crónica, es decir es constante. A pesar de que no existe cura, usted puede hacer muchas cosas para sentirse mejor.

¿Existe algún medicamento que pueda tomar para que me ayude con mis síntomas?

Varios medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la fibromialgia. Muchos de estos medicamentos se toman antes de acostarse y mejoran su sueño. Además, ayudan con el dolor y otros síntomas.

Usted probablemente comenzará a notar los beneficios de estos medicamentos en aproximadamente seis a ocho semanas. Cuando usted comienza a tomar estos medicamentos es común sentirse muy atontado a la mañana siguiente. Otros posibles efectos incluyen resequedad en los ojos y en la boca, pesadillas, constipación y aumento del apetito. Estos efectos secundarios son peores cuando usted comienza a tomar el medicamento y mejoran con el tiempo.

 

¿Qué más puedo hacer para aliviar mis síntomas?

Una de las mejores cosas que usted puede hacer es hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto. Ejemplos de este tipo de ejercicio incluyen nadar o hacer ejercicios en el agua, montar en la bicicleta estacionaria y hacer ejercicios en máquinas de hacer ejercicio que simulan esquiar en la nieve. Usted puede tener que comenzar a un nivel de ejercicio muy bajo: cinco minutos de ejercicio día de por medio es útil al comienzo. Continúe aumentando la duración y frecuencia del ejercicio hasta que esté haciendo ejercicio por lo menos de 30 a 60 minutos mínimo cuatro veces por semana. Una vez que alcanza este punto puede considerar cambiar a ejercicios de alto impacto tales como caminar, trotar despacio y jugar tenis.

Porque los síntomas de fibromialgia empeoran con el estrés y el mal dormir, es importante disminuir el estrés en su vida cuando le sea posible y dormir todo lo que necesite. Puesto que el alcohol y la cafeína hacen que usted duerma mal, no consuma estas substancias sino mucho antes de la hora de acostarse.

Otros cambios en su estilo de vida le pueden ser útiles. Por ejemplo, trate de mantener su nivel de actividad igual todos los días. Muchas personas con fibromialgia tratan de hacer todo lo que pueden en los “días buenos” lo cual hace que tengan varios “días malos”. Si usted mantiene su nivel de actividad parejo es posible que no tenga tantos “días malos”.

Inglés / English

 

Más Información

Trastornos del dolor

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Fuente

Escrito por el personal editorial de familydoctor.org.

Treating Fibromyalgia (Tratando la fibromialgia) by PJ Millea, M.D., M.S., and RL Holloway, Ph.D (American Family Physician octubre 1, 2000, http://www.aafp.org/afp/20001001/1575.

Semergen. Vol. 33. Núm. 9


Formación continuada

Díaz-Rodríguez N, Rodríguez A, Castellano-Alarcón J, Antoral MEcografía patológica del hombro. Págs. 472-477 R TC PDF 

Quesada JM, García EI, Cuenca RCondicionantes de la efectividad de un tratamiento farmacológico en la osteoporosis. Adherencia y cumplimiento. Págs. 478-484 R TC PDF 

Guías de práctica clínica

Corio R, Cortés P, Gadea P, Gutiérrez R, Díaz ML, Matilla C et alEstrategia SEMERGEN, SEEDO y SEEN para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en Atención Primaria. Págs. 463-465 TC PDF 

P.E.A.R.L.S (Practical Evidence About Real Life Situations) Otitis Media Aguda tratamiento


P.E.A.R.L.S          Practical Evidence About Real Life Situations

 

  

Autoinflation for otitis media with effusion helpful in the short term

 

Clinical Question

Is autoinflation effective for hearing loss in adults and children with otitis media with effusion?

Bottom Line

Evidence for the use of autoinflation in the short term (up to 3 months) is favourable. Given the low cost and absence of adverse effects it is reasonable to consider autoinflation whist awaiting natural resolution of otitis media with effusion.

Caveat

All of the studies were small, of limited treatment duration (3 weeks to 3 months) and short follow-up. The long-term effects of this treatment cannot be determined.

Context

Otitis media with effusion (“glue ear”) is the most common cause of acquired hearing loss in children, and can lead to problems of language, development and behaviour. Although there are a number of treatment option (steroids, antibiotics, decongestants, antihistamines and grommet insertion), the best treatment strategy remains controversial as the condition often resolves spontaneously within a few months. Autoinflation is a technique whereby the Eustachian tube is reopened by raising pressure in the nose, encouraging drainage of the fluid.

Cochrane Systematic Review

Perera R et al. Autoinflation for hearing loss assciated with otitis media with effusion. Cochrane Reviews, 2006, Issue 4 . Art No. : CD006285. DOI :1002/1465 1858. CD005608.

This review contains 6 studies with 558 participants.

PEARLS No. 22, November 2007, written by Brian R McAvoy                    

P.E.A.R.L.S: Practical Evidence About Real Life Situations, Otitis Media Aguda


P.E.A.R.L.S          Practical Evidence About Real Life Situations

 

  

Antibiotics or ‘watch and wait’ for acute otitis media

 

Clinical Question

How should I treat uncomplicated acute otitis media (AOM)?

Bottom line

Immediate antibiotic treatment reduces earache/fever or both at 3-7 days:

<2 years + bilateral AOM     NNT* = 4

<2 years + unilateral AOM   NNT = 20

≥ 2 years + bilateral AOM     NNT = 9

≥ 2 yrs + unilateral AOM    NNT = 15 Watch and wait may be appropriate for unilateral AOM except in children under 6 months of age. Most guidelines recommend routine antibiotics for children less than 6 months.

 

*NNT = number needed to treat to benefit one individual.

Caveat

Adverse events reported included diarrhoea (4-21% of children in the treatment groups, 2-14% in the control groups), and rash (1-8% in the treatment groups and 2-6% in the control groups). No serious adverse events were reported.

Children with a temperature >37.5 C and vomiting are more likely to be distressed or have night disturbance after 3 days and would appear to benefit from antibiotics.1

Context

AOM is very common in preschool children, uncommon in older children and very rare in adults.

Systematic Review

Rovers MM et al. Antibiotics for acute otitis media: a meta-analysis with individual patient data. Lancet 2006;368:1429-35. This review contains 6 studies involving 1643 patients.

PEARLS No. 21, November 2007, written by Brian R McAvoy                    

1. Little P, et al. Predictors of poor outcomes and benefits from antibiotics in children with acute otitis media: pragmatic randomised trial. BMJ 2002;325:22-25. This is a single study involving 315 patients.

AP al dia: resumenes comentados


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A pesar del tratamiento antirretroviral de gran actividad, la infección por VIH aumenta la mortalidad y reduce la supervivencia de forma importante HTML PPT

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Tratamiento electroconvulsivo y depresion


En el numero anterior del NEJM un articulo planteaba el siguiente problema con respecto al tratamiento de la depresion:

Major depressive disorder affects approximately 14 million adults in the United States each year.1 The World Health Organization estimates that, at current rates, depression will be the second most common cause of disability worldwide by 2020.2 Severe depression can impair the quality of life and lead to death by suicide; the lifetime risk of suicide among patients with affective disorders is 6 to 15%. Severe depression also increases the mortality associated with general medical conditions — most notably, heart disease.

Depression in the elderly is a growing public health problem, with an estimated prevalence of 1 to 2% in the general population of elderly persons, 1 to 3% among those living in the community, and 10 to 12% among those in outpatient primary care and inpatient settings.3 Major depression in older adults is a leading cause of disability, and it increases mortality from all causes and the likelihood of placement in a nursing home.4 The risk of suicide is also a serious concern in this population.

Although antidepressant medications are effective for many patients, the rate of response to the first agent administered can be as low as 50%.5 The Sequenced Treatment Alternatives to Relieve Depression (STAR*D) trial showed that the remission rate decreased from 36.8% to 13.0% as successive treatment steps were required because of nonresponse.6 Outcomes of treatment with antidepressant medications in the elderly may be suboptimal in part because of intolerance of side effects. Also, brain changes in depression in the elderly, especially abnormalities in frontostriatal limbic circuits, can attenuate the response to medications.7,8,9

Pues bien, en el mismo se analiza la efectividad clinica de la terapia electroconvulsiva, la cual en varios trabajos es considerada como más efectiva que el tratamiento farmacologico o la misma psicoterapia. Interesante tema para discutir, sobre todo porque esta vez no se trata de una nueva tecnologia, sino de otra que a más de uno de nosotros siempre nos ha resultado más propia de torturadores que de médicos. Aunque con distintos grados de sutileza, muchas veces uno no nota la diferencia en algunos casos. El Articulo completo se puede leer en este enlace.

Tratamientos del asma Basados en la Evidencia


“No existe ningún problema, por complicado que sea, que cuando se analiza adecuadamente, no se complique más aún”.
A. Koestler

Tratamientos del asma Basados en la Evidencia

Dr. D. Pere Casan Clará.
Departamento de Pneumología. Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau. Departament de Medicina.
Facultat de Medicina. U. A. B. Barcelona.

Cualquiera que se enfrente a las cuestiones que plantea el actual modelo de la “Medicina Basada en la Evidencia”, tiene la impresión de que está analizando el mismo problema de siempre, con nuevas herramientas, y no necesariamente con las que, de manera definitiva, le permitirán hallar la mejor solución y con el menor coste. Ocurre que el planteamiento es muy racional y pedagógico, pero las soluciones no siempre están fácilmente al alcance de la mano. La actual sociedad del bienestar busca constantemente cómo adaptarse a su modelo de vida, pero va dejando marginados al lado del camino. Marginados en temas materiales y en cuestiones intelectuales, que no son capaces de seguir la enorme velocidad con que se producen los cambios. Cada nuevo modelo precisa de nuevos lenguajes y, en términos de comprensión y diálogo, abundan los analfabetos. Pero dudar es avanzar y mientras dudemos podremos experimentar nuevas maneras de diagnosticar y tratar a nuestros enfermos. Y ya saben, mientras existan enfermos, habrá necesidad de que alguien los atienda. Sin embargo, conviene no perder de vista las palabras de Arthur Koestler, por si en algún momento hubiésemos creído que se trata de la piedra filosofal.

 

Guías, consensos, reconocimientos y normativas

Con el estado actual de los conocimientos y con la gran facilidad con que la información se difunde, podemos afirmar con un mínimo error a equivocarnos, que un paciente asmático puede ser tratado actualmente de forma muy parecida en cualquier parte del mundo. La única salvedad la constituyen la capacidades económicas, que impiden que la información (también mercancía de coste y consumo) llegue a los rincones donde el dinero no puede costearla.

Las grandes sociedades médicas mundiales han realizado un esfuerzo considerable para consensuar y aceptar procedimientos comunes, para tratar el asma de una forma muy parecida y asequible a todos los pacientes. En honor a la verdad hay que decir que el esfuerzo se aprecia, especialmente en la forma como los pacientes asmáticos vienen de su enfermedad, aunque no siempre este hecho vaya acompañado de un descenso en la prevalencia o en la gravedad de la enfermedad, variables que parece circulan por otros caminos.

Fruto de este impulso son la publicación de guías, recomendaciones y Continue reading Tratamientos del asma Basados en la Evidencia

Agencia Española del Medicamento: Pioglitazona y Rosiglitazona


Agradecimiento a Martin Cañas.

COMUNICACIÓN SOBRE RIESGOS DE MEDICAMENTOS PARA PROFESIONALES SANITARIOS

Ref: 2007/13 19 de octubre de 2007

NOTA INFORMATIVA

PIOGLITAZONA Y ROSIGLITAZONA: CONCLUSIONES DE LA EVALUACIÓN DEL BALANCE BENEFICIO-RIESGO EN EUROPA

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————————————————–

Como continuación de las notas informativas 2007/5 y 2007/8 en las que se informaba de datos sobre el riesgo de fracturas asociado a rosiglitazona y pioglitazona y de los recientemente publicados sobre el riesgo cardiovascular de rosiglitazona, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) desea informar sobre las conclusiones de la evaluación del balance beneficio-riesgo llevada a cabo por la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) como consecuencia de la aparición de estos problemas de seguridad.

La EMEA ha comunicado el día 18 de octubre las conclusiones y recomendaciones del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) respecto a la evaluación del balance beneficio riesgo de pioglitazona y rosiglitazona . Dichas conclusiones han sido las siguientes:

a.. Después de la evaluación de todos los datos disponibles, el CHMP considera que los beneficios, tanto de pioglitazona como de rosiglitazona, en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, continúan superando sus potenciales riesgos, manteniendo un balance beneficio-riesgo favorable en sus condiciones de uso autorizadas.

b.. No obstante, en pacientes con cardiopatía isquémica, rosiglitazona solamente debería utilizarse después de una cuidadosa evaluación del riesgo individual de cada paciente. El CHMP ha recomendado incorporar esta advertencia a la información contenida en la ficha técnica de rosiglitazona (Avandia).

c.. El uso combinado de rosiglitazona e insulina, solamente debería de llevarse a cabo en casos excepcionales y bajo una estrecha supervisión médica. Esta combinación aumenta el riesgo de retención de líquidos y de insuficiencia cardiaca.

La EMEA está procediendo a la introducción de estos cambios en la información de la ficha técnica de los medicamentos que contienen rosiglitazona (Avandia, Avandamet y Avaglim). No se considera necesario introducir cambios en la información del producto de los medicamentos que contienen pioglitazona (Actos, Competact).

La AEMPS considera necesario recordar a los profesionales sanitarios que sigan estrictamente las condiciones de uso autorizadas en las fichas técnicas de los medicamentos con pioglitazona o rosiglitazona Puede consultarse la información de la ficha técnica y el prospecto actuales en la web de AEMPS (www.agemed.es) o en los siguientes enlaces: Actos (pioglitazona monofármaco), Avandia (rosiglitazona monofármaco).

Se pueden consultar la nota de prensa y el documento de preguntas y repuestas en la página web de la EMEA (www.emea.europa.eu).

Finalmente se recuerda la importancia de notificar todas las sospechas de reacciones adversas al Centro Autonómico de Farmacovigilancia correspondiente

EL SUBDIRECTOR GENERAL
DE MEDICAMENTOS DE USO HUMANO

Fdo: Emilio Vargas Castrillón

Se puede consultar esta información en formato PDF

http://www.agemed.es/actividad/alertas/usoHumano/seguridad/docs/NI_2007-13.pdf

Do Newer Data From This Trial and Others Indicate Changes in Treatment Guidelines?


The Journal of Clinical Hypertension. 9;5:372-380 (May 2007)ID: 6433The ALLHAT Study Revisited: Do Newer Data From This Trial and Others Indicate Changes in Treatment Guidelines?Marvin Moser, MD; Suzanne Oparil, MD; William Cushman, MD; Vasilios Papademetriou, MDclick an author to search for more articles by that author. Following a hypertension symposium in Washington, DC, in November 2006, a panel was convened to discuss new data from the Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent Heart Attack Trial (ALLHAT) and to revisit the significance of this trial in the management of hypertension. Based on these data and information from other trials, the expert panel also addressed the questions, “Is it time for a new Joint National Committee report?” and “Should the 2003 hypertension treatment recommendations be updated or are they still valid?” The panel was moderated by Marvin Moser, MD, Clinical Professor of Medicine, Yale University School of Medicine, New Haven, CT. On the panel were Suzanne Oparil, MD, Professor of Medicine at the University of Alabama in Birmingham, and President of the American Society of Hypertension (ASH); William Cushman, MD, Professor of Preventive Medicine and Medicine at the University of Tennessee in Memphis and attending physician at the Washington, DC, VA Medical Center; and Vasilios Papademetriou, MD, Professor of Medicine at Georgetown University in Washington, DC, and attending physician at the Washington, DC, VA Medical Center. This expert panel discussion was supported by Pfizer Inc and each author received an honorarium from Pfizer Inc for time and effort spent participating in the discussion and reviewing the transcript for important intellectual content prior to publication. The authors maintained full control of the discussion and the resulting content of this article; Pfizer had no input in the choice of topic, speakers, or content. (Please note that Dr Oparil’s comments herein do not represent the official opinion of ASH.) (J Clin Hypertens. 2007;9:372–380)

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