Informe técnico en Pediatría sobre la gripe pandémica A(H1N1)


English: Influenza cases reported per week (on...

English: Influenza cases reported per week (only new cases). Español: Casos de Influenza A (N1H1) registrados por semana en Argentina (no acumulados). (Photo credit: Wikipedia)

 Publicado originalmente en Rev Pediatria en Atención Primaria
(also in english in this link) 

Informe técnico en Pediatría sobre la gripe pandémica A(H1N1). Resumen de las recomendaciones [extracto]

 

 

 

Referencia para citar este artículo:

Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia, Asociación Española de Pediatría (AEP), Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). Informe técnico en Pediatría sobre la gripe pandémica A(H1N1). Resumen de las recomendaciones [extracto]. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009;11:485-90.

Publicado en Internet: 30/09/2009

 

Resumen:

La Asociación Española de Pediatría ha encomendado al Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia la elaboración de un informe técnico sobre la gripe pandémica en niños y adolescentes. El objetivo del informe es poner a disposición de todos los profesionales información permanentemente actualizada sobre la epidemiología, diagnóstico, medidas preventivas y tratamiento de esta enfermedad, así como establecer recomendaciones básicas en aquellos aspectos donde sea posible enunciarlas.
Este informe está realizado según un protocolo estructurado, siguiendo la metodología propuesta por la Medicina Basada en la Evidencia (MBE). Para ello se han establecido cinco capítulos, cada uno de los cuales aborda un aspecto específico de la enfermedad.
Palabras clave: Virus de la gripe A. Subtipo H1N1. Epidemiología. Prevención y control. Vacuna. Tratamiento farmacológico.

Nota:

Este artículo se publica simultáneamente con la revista electrónica Evidencias en Pediatría (EeP, http://www.aepap.org/EvidPediatr/index.htm). Los autores del presente informe declaran expresamente no haber recibido ningún tipo de subvención, relacionada con el tema desarrollado, por parte de la industria farmacéutica u otras industrias relacionadas con la salud.

 

 

Presentación

En abril de 2009 se identificaron en Estados Unidos y México los primeros casos de gripe pandémica A(H1N1). Desde entonces, esta enfermedad se ha extendido con rapidez a todo el planeta, con la consiguiente alarma al tratarse de un tipo de virus gripal nuevo y por afectar especialmente a personas jóvenes. Este último hecho ha propiciado que la gripe pandémica ocupe un lugar destacado en los medios de comunicación de prensa, radio y televisión de todo el mundo.
Ante esta situación, las principales organizaciones sanitarias mundiales y las asociaciones médicas están elaborando sus recomendaciones, dirigidas tanto a los profesionales sanitarios como a la población general.
En este contexto, la Asociación Española de Pediatría ha encomendado al Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia la elaboración de un informe técnico sobre la gripe pandémica en niños y adolescentes. El objetivo del informe es poner a disposición de todos los profesionales información permanentemente actualizada sobre la epidemiología, diagnóstico, medidas preventivas y tratamiento de esta  enfermedad, así como establecer recomendaciones básicas en aquellos aspectos donde sea posible enunciarlas.
La información se actualizará periódicamente, a intervalos de dos semanas o antes, en el caso de existir información nueva que afecte a aspectos clave de la enfermedad.
Este informe está realizado según un protocolo estructurado siguiendo la metodología propuesta por la Medicina Basada en la Evidencia (MBE). Para ello se han establecido cinco capítulos, cada uno de los cuales aborda un aspecto específico de la enfermedad.
El presente texto es un extracto del documento original (www.aepap.org/ gripe.htm y http://www.aeped.es/gripe/index. htm) que incluye un resumen de las recomendaciones. Este extracto corresponde a la versión del documento actualizado a fecha de 13 de septiembre de 2009.

Autores

Grupo de trabajo del Informe técnico sobre la gripe pandémica A(H1N1); miembros pertenecientes al grupo de Pediatría Basada en la Evidencia (GT-PBE); y Asociación Española de Pediatría (AEP):

  • Pilar Aizpurua Galdeano, pediatra. Centro de Salud ABS 7 La Salut (Badalona).
  • María Aparicio Rodrigo, pediatra. Centro de Salud Entrevías. Área 1 (Madrid).
  • José Luis Aparicio Sánchez, pediatra- neonatólogo. Hospital General de Lanzarote (Canarias).
  • Antonio Bonillo Perales, pediatra. Jefe de Servicio de Pediatría. Hospital Torrecárdenas (Almería).
  • José Cristóbal Buñuel Álvarez, pediatra. Centro de Salud ABS Girona- 4 (Girona).
  • M.ª Jesús Esparza Olcina, pediatra. Centro de Salud Barcelona, Área 8 (Madrid).
  • Javier González de Dios, pediatraneonatólogo. Jefe de Servicio de Pediatría. Hospital de Torrevieja (Alicante).
  • M.ª Paz González Rodríguez, pediatra. Centro de Salud Barrio del Pilar, Área 5 (Madrid).
  • Blanca Juanes de Toledo, pediatra. Centro de Salud El Espinillo, Área 11 (Madrid).
  • Carlos Ochoa Sangrador, pediatra. Hospital Virgen de la Concha (Zamora).
  • Leo Perdikidis Oliveri, pediatra. Centro de Salud Los Fresnos, Área 3 (Madrid).
  • Juan Ruiz-Canela Cáceres, pediatra. Centro de trabajo Distrito Sevilla (Sevilla).

Coordinación: José Cristóbal Buñuel Álvarez.

Resumen de las recomendaciones

Diagnóstico

1. El diagnóstico de gripe pandémica no puede efectuarse con seguridad a partir de la sintomatología clínica. En presencia de síntomas gripales resulta fundamental conocer la epidemiología local en cada momento para establecer el riesgo de infección de un paciente (grado de recomendación B; nivel de evidencia 2b).
2. El diagnóstico de infección por virus de la nueva gripe pandémica sólo puede establecerse mediante cultivo viral o técnicas de PCR. Desde el punto de vista clínico la RT-PCR es la prueba más recomendada para la confirmación diagnóstica. No parece factible el uso generalizado de estas pruebas en el curso de una epidemia, por lo que deben establecerse indicaciones por consenso basadas en nivel de riesgo (grado de recomendación B; nivel de evidencia 2b).
3. Las pruebas de diagnóstico rápido son poco sensibles para el diagnóstico de infección gripal y no permiten distinguir entre subtipos virales (gripe A estacional o pandémica). Su especificidad es suficientemente alta como para que los resultados positivos sean aceptables desde el punto de vista clínico. La confirmación diagnóstica y, en su caso, la identificación de subtipo viral requerirán el empleo de otras pruebas, cuya indicación se valorará en función del interés epidemiológico o la gravedad del caso (grado de recomendación B; nivel de evidencia 2b).
4. Se recomienda el empleo de muestras de frotis o aspirado nasofaríngeo para la realización de pruebas diagnósticas, aunque para las pruebas de diagnóstico rápido podría ser preferible el frotis (grado de recomendación B; nivel de evidencia 2b).
5. No se recomienda el uso generalizado de pruebas de diagnóstico rápido para el manejo de pacientes con sospecha de gripe. Estas pruebas podrían resultar clínicamente útiles en pacientes con alto riesgo de infección, potencialmente expuestos a procedimientos diagnósticos o terapéuticos o ingreso hospitalario, aunque no podemos estimar su coste-efectividad (grado de recomendación C; extrapolación de nivel de evidencia 2b y 3b).

Medidas físicas de prevención

6. Se recomienda cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo al toser o estornudar, evitando tocarse los ojos, la nariz y la boca (grado de recomendación B; nivel de evidencia 2b).
7. Se recomienda lavarse las manos con agua y jabón o soluciones alcohólicas después de toser, estornudar o estar en contacto y manipular material que pueda estar contagiado por virus (grado de recomendación A; nivel de evidencia 1b).
8. Se recomienda el aislamiento domiciliario del niño enfermo hasta 24 horas después de la desaparición de la fiebre (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
9. El personal sanitario que contraiga la enfermedad debe quedarse en casa durante siete días después de iniciados los síntomas (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
10. Los trabajadores de instituciones con personas de alto riesgo de infección como guarderías o campamentos de niños asmáticos y en personas con alto riesgo de infección grave deben quedarse en casa durante siete días después de iniciados los síntomas (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
11. Se recomienda que las personas que cuidan de niños enfermos usen batas y guantes (grado de recomendación B; nivel de evidencia 3b).
12. Las personas que cuidan a enfermos deben permanecer el menor tiempo en contacto con el paciente y preferiblemente a más de dos metros de distancia (grado de recomendación C; nivel de evidencia 4).
13. Es recomendable la utilización, por parte del enfermo, de un pañuelo o mascarilla quirúrgica cuando se encuentre en contacto con otras personas, evitando siempre el contacto cara a cara (grado de recomendación B; nivel de evidencia 3a).
14. Las personas en contacto directo con enfermos, tanto personal sanitario como familiares o cuidadores, deben usar mascarilla quirúrgica (grado de recomendación B; nivel de evidencia 3a).
15. En el momento actual no se recomienda el cierre de centros educativos ni el retraso en el inicio del curso escolar (grado de recomendación B; nivel de evidencia 2c).
16. La lactancia materna debe mantenerse, ya que protege contra múltiples infecciones respiratorias y digestivas (grado de recomendación A; nivel de evidencia 1a).

Vacunación

17. No existen pruebas convincentes (con validez científica sólida y resultados clínicos e interés suficiente) de que las vacunas antigripales en niños puedan reducir la mortalidad, los ingresos hospitalarios, las complicaciones graves y la transmisión de la gripe en la comunidad (grado de recomendación D; nivel de evidencia 1a).
18. Se constata una diferencia pronunciada entre la eficacia y la efectividad de la vacuna antigripal (grado de recomendación D; nivel de evidencia 1a).
19. Las vacunas para la gripe son eficaces en niños mayores de dos años, pero existen pocas pruebas disponibles para los niños menores de esa edad (grado de recomendación D; nivel de evidencia 1a).
20. Se recomienda la vacunación frente a la gripe estacional tan pronto como esté disponible en los grupos considerados clásicamente como de riesgo (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
21. No se espera que la vacuna frente a la gripe estacional proteja frente a la gripe pandémica (grado de recomendación C; nivel de evidencia 3b).
22. El inicio de la vacunación pandémica se establecerá en todas las personas > 6 meses que padezcan enfermedades crónicas, así como en las embarazadas y los trabajadores sanitarios (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).

Tratamiento con antivirales

23. No se recomienda el uso general de inhibidores de la neuraminidasa (IN) en pacientes con gripe pandémica (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
24. En niños que no pertenecen a grupos de riesgo, no se recomienda el tratamiento con IN (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
25. En niños pertenecientes a grupos de riesgo de complicaciones de la gripe, de forma individualizada, podrían recomendarse los IN para la profilaxis postexposición comenzando en las primeras 48 horas tras el contacto (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
26. En niños pertenecientes a grupos de riesgo de complicaciones de la gripe, podrían utilizarse los IN para el tratamiento, valorando individualmente en cada caso la verosimilitud del diagnóstico (a ser posible casos confirmados), la enfermedad de base y el grado de afectación del paciente, comenzando el tratamiento en las primeras 48 horas del inicio de la sintomatología (grado de recomendación D; nivel de evidencia 5).
27. En los menores de un año se puede utilizar el oseltamivir (O) para el tratamiento y profilaxis postexposición de la gripe pandémica (grado de recomendación C; nivel de evidencia 4).
28. Durante el embarazo y la lactancia se pueden utilizar los IN para el tratamiento y prevención de la gripe pandémica (grado de recomendación C; nivel de evidencia 4).

Eficacia de la vacuna monovalente contra el rotavirus en paises en vias de desarrollo


Eficacia de la vacuna monovalente contra el rotavirus en países en vías de desarrollo

Linhares AC, Velázquez FR, Pérez-Schael I, Sáez-Llorens X, Abate H, Espinoza F et al for the Human Rotavirus Vaccine Study Group. Efficacy and safety of an oral live attenuated human rotavirus vaccine against rotavirus gastroenteritis during the first 2 years of life in Latin American infants: a randomised, double-blind, placebo-controlled phase III study. Lancet 2008; 371: 1181-1189.  R TC PDF

Introducción

Los rotavirus son la primera causa de gastroenteritis graves en los niños pequeños (la mayor incidencia de esta enfermedad se da entre los 6 y los 24 meses) y los responsables de una parte importante de la mortalidad por esta enfermedad, por lo que el desarrollo de una vacuna eficaz contra este virus ha sido calificada como prioritaria por la OMS.

Objetivo

Estudiar la eficacia y seguridad a los 2 años de una vacuna atenuada monovalente contra el rotavirus.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Ensayo clínico

Área del estudio: Prevención

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Se invitó a participar a niños latinoamericanos sanos de 6-13 semanas de edad que fueron distribuidos de forma aleatoria y a doble ciego a recibir por vía oral dos dosis de la vacuna RIX4414 o de placebo aproximadamente a los 2 y 4 meses de edad. Todos los niños recibieron las vacunas incluidas en los calendarios vacunales locales.

Mediante un seguimiento activo de los ingresos hospitalarios se detectaron los casos de gastroenteritis graves, invaginación intestinal y otras reacciones adversas graves (episodio de diarrea con o sin vómitos que requiriese ingreso en el hospital o rehidratación oral supervisada en un centro sanitario). En todos los casos se determinó la presencia de rotavirus en las heces mediante ELISA. La variable de resultado principal fue la eficacia de la vacuna en la prevención de la diarrea grave durante el primer año posterior a la vacunación. Las variables secundarias fueron la eficacia en el segundo año y en el periodo de 2 años. Se llevó a cabo un análisis por intención de tratar.

Resultados

Participaron en el estudio 20.169 niños. Las características de los niños de los dos grupos fueron similares. El 51% eran varones. La edad media de los niños en el momento de la primera dosis fue de 8 semanas y en la segunda, de 15 semanas. La duración media del seguimiento fue de 20 meses.

Figura 1. Flujo de los participantes.

Ninguno de los niños tuvo más de un episodio de gastroenteritis grave. La eficacia de la vacuna fue superior durante el primer año de seguimiento que durante el segundo y la eficacia global estuvo alrededor del 80% (tabla 1), lo que se tradujo en una reducción del 83% de los ingresos por diarrea por esta causa.

Tabla 1. Eficacia de la vacuna para prevenir la diarrea grave por rotavirus.
Niños que presentaron una diarrea
grave por rotavirus (IC95%)
Eficacia (IC95%) P
Vacuna Placebo
Primer año 0,1% (0,1 a 0,3) 0,8% (0,6 a ,11) 83,1% (66,9 a 92,3) <0,0001
Segundo año 0,3% (0,2 a 0,5) 1,5% (1,2 a 1,8) 79,0% (66,4 a 87,4) <0,0001
Los 2 años 0,4% (0,3 a 0,6) 2,3% (1,9 a 2,6) 80,5% (71,3 a 87,1) <0,0001

Esto se tradujo en una reducción del 39% de los casos de gastroenteritis graves y de los ingresos por diarrea.

Tabla 2. Eficacia de la vacuna para prevenir la diarrea grave por cualquier causa.
Incidencia de  diarrea
grave (por 1.000)
Eficacia (IC95%)
Vacuna Placebo
Diarrea grave 28,5 46,7 39,0% (30,1 a 46,9)
Ingresos hospitalarios 22,1 36,4 39,3% (29,1 a 48,1)

La eficacia fue superior para prevenir las diarreas más graves (fig. 2).

Figura 2. Eficacia de la vacuna en función de la escala  Yesikari.

No se detectaron diferencias en el número de abandonos por efectos indeseables entre los dos grupos. A lo largo de los 2 años se detectaron menos casos de invaginación intestinal en el grupo de niños asignados a recibir la vacuna que en los del grupo placebo, aunque las diferencias no fueron estadísticamente significativas (RR 0,36; IC95% 0,12 a 1,06).

Conclusiones

Los autores concluyen que la vacuna contra el rotavirus RIX4414 (Rotarix) es eficaz y que su inclusión en los calendarios de vacunas sistemáticas puede reducir los efectos de esta enfermedad.

Conflictos de interés

Algunos de los autores han recibido honorarios de varios laboratorios farmacéuticos por diferentes conceptos. Financiado por una beca del GlaxoSmithKline.

Comentario

Los rotavirus infectan a casi todos los niños antes de los 5 años y son los responsables de más de 100 millones de episodios de diarrea y de casi 2,5 millones de ingresos y de 600.000 muertes anuales. La infección cursa en forma de brotes epidémicos en invierno y primavera. Aunque las personas pueden presentar varios episodios de infección a lo largo del tiempo, las más graves son las que ocurren entre los 3 y los 24 meses de edad, por lo que la administración de las vacunas debe ser temprana.

Los rotavirus tienen unas 45 variantes genotípicas, pero el 90% de las infecciones se deben únicamente a 5 tipos, de las cuales el G1P[8] es el predominante. La primera vacuna oral que se comercializó contra el rotavirus fue RotaShield, pero se retiró del mercado al detectarse que su administración se asociaba a un mayor riesgo de invaginación intestinal. Con posterioridad se han comercializado dos vacunas Rotateq y Rotarix, exentas de este efecto indeseable, aunque las comparaciones entre las dos vacunas son difíciles puesto que se han probado en diferentes poblaciones.

La primera de ellas es una vacuna pentavalente que pretende desarrollar inmunidad específica contra los tipos de rotavirus incluidos en la vacuna y se ha probado sobre todo en países desarrollados, con una eficacia para la prevención de las infecciones graves por rotavirus del 95%. Rotarix, que es la vacuna utilizada en este estudio, es una vacuna monovalente contra el G1P[8], que pretende estimular la inmunidad cruzada entre diferentes tipos de rotavirus. Se ha probado tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo y su eficacia se encuentra alrededor del 85%. Sin embargo, en los ensayos clínicos llevados a cabo en Europa su eficacia ha sido superior. Los resultados de este estudio son coherentes con los conocimientos previos y confirman que la administración temprana de dos dosis de la vacuna es eficaz y segura.

Bibliografía

  1. Ruiz-Palacios GM, Pérez-Schael I, Velázquez FR, Abate H, Breuer T, Costa Clemens S et al. Safety and Efficacy of an Attenuated Vaccine against Severe Rotavirus Gastroenteritis. N Engl J Med 2006; 354: 11-22.  R TC PDF RC
  2. Pearson ML, Bridges CB, Harper SA. Influenza Vaccination of Health-Care Personnel: Recommendations of the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC) and the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR Rec Rep 2006; 55: 1-16.   TC
  3. Grimwood K, Buttery JP. Clinical update: rotavirus gastroenteritis and its prevention. Lancet 2007; 370: 302-304.   TC PDF
  4. Grimwood K, Kirkwood CD. Human rotavirus vaccines: too early for the strain to tell. Lancet 2008; 371: 1144-1145.   TC PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

Error en vacuna puede comprometer protección contra la gripe


Casi la mitad de los virus circulantes de influenza este invierno no están bien cubiertos por la vacuna contra la gripe, de acuerdo al Dr. Joe Bresee, de la oficina de influenza de la CDC.

Aproximadamente 30% de los virus de este año sin influenza A/Brisbane y alrededor del 15% son influenza B/Yamagata. Estos difieren del influenza H3N2 y virus de la influenza B contenidos en la vacuna de este año. Como resultado, la protección en contra de estas cepas puede no ser óptima.

Bresee reporta que 31 estados tienen activida de gripe amplia, se han reportado 6 muertes pediàtricas y aproximadamente 5% de los virus son resistentes a oseltamivir (Tamiflu)

Bresee dijo que “aunque este año puede terminar siendo una temporada severa, moderada o leve, esto no lo podemos saber a estas alturas.” Hizo notar, que en 16 de las pasadas 19 temporadas, la vacuna y el virus si han sido consistentes.

Artículo de la CDC.

Fuente: Medciclopedia

Error en vacuna puede comprometer protección contra la gripe


Casi la mitad de los virus circulantes de influenza este invierno no están bien cubiertos por la vacuna contra la gripe, de acuerdo al Dr. Joe Bresee, de la oficina de influenza de la CDC. La enciclopedia médica

Aproximadamente 30% de los virus de este año sin influenza A/Brisbane y alrededor del 15% son influenza B/Yamagata. Estos difieren del influenza H3N2 y virus de la influenza B contenidos en la vacuna de este año. Como resultado, la protección en contra de estas cepas puede no ser óptima.

Bresee reporta que 31 estados tienen activida de gripe amplia, se han reportado 6 muertes pediàtricas y aproximadamente 5% de los virus son resistentes a oseltamivir (Tamiflu)

Bresee dijo que “aunque este año puede terminar siendo una temporada severa, moderada o leve, esto no lo podemos saber a estas alturas.” Hizo notar, que en 16 de las pasadas 19 temporadas, la vacuna y el virus si han sido consistentes.

Artículo de la CDC.

Fuente: Medciclopedia

Número de mujeres que es necesario vacunar para prevenir un caso de enfermedad relacionada con el VPH


Número de mujeres que es necesario vacunar para prevenir un caso de enfermedad relacionada con el VPH

Brisson M, Van de Velde N, De Wals P, Boily MC. Estimating the number needed to vaccinate to prevent diseases and death related to human papillomavirus infection. CMAJ 2007; 177: 464-468.  R   TC   PDF

Introducción

Recientemente se ha aprobado el uso de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) para la prevención del cáncer de cérvix. Esta vacuna ha demostrado ser eficaz para prevenir las lesiones preneoplásicas del cuello uterino, sin embargo, hay menos estudios sobre la efectividad de la vacunación.

Objetivo

Estimar el número de mujeres que es necesario vacunar para prevenir las enfermedades relacionadas con el VPH.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Análisis económico

Área del estudio: Prevención

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Los autores desarrollaron un modelo que seguía una cohorte de niñas de 10 años a través de diferentes estadios de infección cervical (susceptible, infectada, inmune, condilomas genitales, neoplasia cervical intraepitelial (CIN) grados 1 y 2 y 3 y cáncer cervical) para 4 tipos de VPH (16, 18, otros tipos altamente oncogénicos y tipos de bajo riesgo oncogénico). Los supuestos iniciales del modelo eran que no existía inmunidad cruzada entre los diferentes tipos de VPH, que podían ocurrir coinfeccioines por varios tipos de VPH, que las mujeres infectadas por los dos tipos de virus seguían el patrón evolutivo del más agresivo de ellos, que la vacunación sistemática se hacía a los 12 años y que se podía desarrollar inmunidad permanente tras la vacunación contra los VPH tipos 16 y 18 (eficacia inicial 95%). Para los datos demográficos, de cribado y de tratamiento se utilizaron los datos de Canadá (o de EEUU si los de Canadá no estaban disponibles).

Se analizó el impacto que podían tener sobre los resultados diferentes eficacias iniciales de la vacuna, diferentes duraciones de la protección y diferentes edades de vacunación.

Resultados

La tabla 1 muestra el número de mujeres a vacunar (NMV) para prevenir cada uno de los resultados sanitarios de interés.

  Duración de la protección de la vacuna Eficacia media
  Toda la vida 30 años 30 años + recuerdo 70% 100%
Condilomas genitales 8 (5 a 15) 14 (9 a 29) 9 (6 a 18) 9 (6 a 19) 7 (5 a 15)
CIN 1 5 (3 a 10) 13 (8 a 29) 6 (4 a 13) 8 (5 a 16) 4 (3 a 9)
CIN 2-3 8 (5-16) 18 (10-58) 10 (6-21) 13 (7 a 29) 7 (4 a 15)
Cáncer de cérvix 324 (195 a 757) 9.080 (1.040 a NP) 480 (254 a 1.527) 688 (329 a 5.010) 279 (178 a 648)
Muerte por cáncer de cérvix 729 (411 a 1.921) NP (2.881 a NP) 1.125 (556 a 5.178) 1.661 (715 a 27.270) 618 (364 a 1.459)
1 año de vida perdido 16 (10 a 41) 59 (27 a NP) 21 (13 a 56) 29 (16 a 108) 14 (9 a 34)
NP: No protectora

Si se considera que la duración de la protección es de por vida, el NMV es bajo para los condilomas porque se estima que un 10% de las mujeres los presentan a lo largo de su vida, pueden presentar más de un episodio a lo largo de ésta. El NMV para evitar 1 año de vida perdido también es bajo porque se muchas de las muertes por cáncer de cérvix se dan en mujeres jóvenes.

Sin embargo, en caso de que la duración de la protección se redujese en un 3% anual, el NMV aumentaba de forma importante, sobre todo en el caso del cáncer de cérvix. Una dosis de recuerdo mejoraba la situación. Si además, la protección inicial era inferior a un 70%, la vacuna pasaba a ser no protectora. Por encima de estas cifras de eficacia o la vacunación entre los 15-20 años tenían una escasa influencia sobre el NMV.

Conclusiones

Los autores concluyen que este modelo sugiere que la vacuna tetravalente contra el VPH puede reducir de forma significativa la incidencia de condilomas, lesiones tipo CIN 1-3 y cáncer de cérvix, aunque la eficiencia de la vacuna dependerá en gran medida de la duración de la inmunidad conferida por la vacuna, sobre la que se dispone de información limitada.

Conflictos de interés

Algunos de los autores han recibido honorarios de laboratorios farmacéuticos relacionados con el desarrollo de la vacuna contra el VPH.

Comentario

La infección por VPH es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes. Un 90% de las infecciones curan espontáneamente y en el 10% restante de los casos, la infección persiste. La presencia de una infección por VPH aumenta el riesgo de cáncer de cérvix (OR 30). El VPH de los tipos 16 y 18 es el responsable del 70% de los cánceres de cérvix. En cambio, el 90% de los condilomas genitales son causados por los tipos 6 y 11.

Recientemente se ha comercializado la vacuna contra el VPH. En varios ensayos clínicos esta vacuna ha demostrado desarrollar anticuerpos contra el virus en la práctica totalidad de las mujeres vacunadas, reducir de forma importante las infecciones por los tipos del virus incluidos en la vacuna y prevenir el desarrollo de lesiones citológicas incluyendo las CIN 2-3.

Basándose en estos resultados, los autores calculan que si la inmunidad se mantiene en el tiempo el NMV para prevenir un caso de cáncer e incluso para evitar un año de vida perdida es comparable e incluso inferior a las de otras vacunas incluidas en los calendarios vacunales, como la vacuna antigripal (NNT estimado para evitar una muerte: 5.000). Sin embargo, estas cifras aumentan de forma espectacular si esta eficacia no se mantiene en el tiempo, hasta llegar a hacerse no protectora.

Por todo ello, hay que tomar los resultados de este trabajo con suma prudencia, puesto que los estudios más largos publicados sobre la eficacia de la vacuna son a 4-5 años, y la eficacia sobre la prevención del cáncer de cérvix es una extrapolación de los estudios publicados. A todo ello hay que sumar otras incertidumbres como el efecto que puede tener la inrtroducción de la vacuna sobre el abandono de otras estrategias de prevención del cáncer de cérvix como los hábitos sexuales saludables o el cribado mediante citología. Si a ello añadimos que la infección por VPH y la incidencia de cáncer de cérvix son relativamente bajas en nuestro país, tal vez sea prudente esperar a que la eficiencia de la vacuna estuviese mejor estudiada antes de introducirla en los calendarios vacunales.

Bibliografía

  1. Harper DM, Franco EL, Wheeler CM, Moscicki AB, Romanowski B, Roteli-Martins CM et al. Sustained efficacy up to 4·5 years of a bivalent L1 virus-like particle vaccine against human papillomavirus types 16 and 18: follow-up from a randomised control trial. Lancet 2006; 367: 1247-1255.  R   TC (s)   PDF (s)  RC
  2. Baden LR, Curfman GD, Morrissey S, Drazen JM. Human Papillomavirus Vaccine — Opportunity and Challenge. N Engl J Med 2007; 356: 1991-1992.   TC   PDF
  3. Dawar M, Deeks S, Dobson S. Human papillomavirus vaccines launch a new era in cervical cancer prevention. CMAJ 2007; 177: 456-461.   TC   PDF
  4. Lippman A, Melnychuk R, Shimmin C, Boscoe M. Human papillomavirus, vaccines and women´s health: questions and cautions. CMAJ 2007; 177: 484-487.   TC   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

Vacunacion antigripal


La gripe sigue siendo una causa muy importante de enfermedad y muerte. Todos los años la gripe y sus complicaciones son responsables de casi 200000 hospitalizaciones y 44000 muertes. Las vacunas frente a la gripe, son seguras y efectivas. De las vacunas disponibles para la gripe existen dos tipos; las inactivadas y las vivas atenuadas contra el virus de la gripe. Esta ultima aprobada por la FDA desde el año 2003 y de administración intranasal.

El beneficio de la vacunación antigripal de ancianos se ha cuestionado en diversos trabajos. Se argumentaba que en los escasos estudios sobre vacunación de la gripe con mayores de 65 años los beneficios clínicos de la vacuna y las respuestas de anticuerpos del organismo caían en picado a partir de la octava década de la vida.

 

Las personas mayores al estar incluidas en un grupo de riesgo alto, son candidatas a recibir vacunación anual. Estudiar las consecuencias de la vacunación es muy importante para diseñar programas de salud.Casi todos los estudios que analizan la efectividad de la vacuna de la gripe en gente mayor se han realizado en una temporada o en pocas temporadas. Dado que el virus de la gripe presenta una gran variabilidad entre diferentes temporadas, estos estudios a corto plazo pueden no reflejar del todo la realidad en periodos más largos.

 

Esta semana se publica en el NEJM un articulo que difiere del resto de los ya publicados, por ser un articulo en un grupo de riesgo determinado ( gente mayor) y por analizar los efectos a largo plazo (varias temporadas). Los autores son conscientes de que este trabajo puede conllevar un sesgo de confusión debido a que se trata de un estudio observacional; sin embargo, en análisis de subgrupos específicos de la población estudiada se confirma que la vacuna es eficaz, aunque quizá algo menos de lo que sugieren los resultados globales del estudio.

 

METODOS: se recogieron los datos de 18 cohortes de personas mayores en la comunidad de la HMO. Se utilizó la regresión logística para estimar la efectividad de la vacuna en la prevención de las hospitalizaciones y de muerte después de ajustar con las covariables mas importantes.

RESULTADOS: En este estudio se analizaron 713872 observaciones persona-temporada. La mayoría de las condiciones medicas definidas como de moderado-alto riesgo fueron más prevalentes en pacientes vacunados que en los no vacunados. La vacunación se asocio con una reducción de un 27% en el riesgo de hospitalización por neumonía y por gripe, con una Odds ratio (OR) ajustada de 0,73 y un intervalo de confianza del 95% (IC 95%) entre 0,68 y 0,77. Además se produjo un descenso en el riesgo de muerte (totales) del 48% (OR: 0,52; CI 95%, 0,50-0,55). Las estimaciones fueron estables para todos los grupos de edad y los grupos de riesgo.

CONCLUSIONES: durante las diez estaciones en las que duro el estudio, la vacunación frente a la gripe se asocio con una reducción significativa en el riesgo de hospitalización por neumonía o gripe y con un menor riesgo de muerte en pacientes de edad avanzada.

 

Fuente: NEJM Comentado 

RAZONES PARA UNA MORATORIA EN LA APLICACIÓN DE LA VACUNA DEL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO EN ESPAÑA


RAZONES PARA UNA MORATORIA EN LA APLICACIÓN DE LA VACUNA DEL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO EN ESPAÑA

 
El CAPS, asociación científica socio-sanitaria, independiente y sin ánimo de lucro, aloja en su web este documento, que firman profesionales y ciudadanía independiente, a título personal.
 
 
 
Ya han firmado 2751 personas – VER LA LISTA COMPLETA
 

Solicitud de Moratoria para la aplicacion de la vacuna para HPV en España


Invitamos a todos los amigos que nos leen desde España a la firma de este documento el cual se encuentra en http://www.caps.pangea.org/declaracion/
Recientemente el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) ha dado luz verde a la inclusión en el calendario vacunal en España, con cargo al sistema sanitario público, de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). Esta decisión se ha tomado a pesar del alto precio de las dosis y de las dudas más que razonables sobre su eventual capacidad y eficiencia para prevenir un número sanitariamente relevante de muertes por cáncer de cérvix en mujeres españolas, comparado con las actuales prácticas preventivas.

Si la vacuna se aplicara a partir del año que viene supondría, sólo en costos de compra del producto (464,58 por persona), sin tener en cuenta el aparato logístico que deberá desarrollarse ex novo para alcanzar una cobertura significativa en cada cohorte de niñas, del orden de unos 125 millones de euros anuales. Para cuando se empiecen a prevenir los primeros casos de cáncer de cuello uterino, dentro de al menos 30 años, el SNS se habrá gastado unos 4.000 millones de euros. Prevenir una sola muerte por cáncer de cérvix,  entonces, habrá costado al SNS 8 millones de euros, sin ahorrar un solo euro en el dispositivo actual de detección precoz por citología y tratamiento, pues se recomienda seguir desarrollando estas prácticas aún en poblaciones vacunadas. Lo abultado de las cifras arroja serias dudas sobre el costo oportunidad de la medida, con esta cuantiosa inversión. ¿Cuántas otras iniciativas en prevención o atención sanitaria, se podrían hacer y no se harán? ¿Qué se dejará de hacer de lo que ya se hace, para nivelar los presupuestos?

Los altísimos costos de la vacunación, atacan a la sostenibilidad financiera no sólo del calendario vacunal español, sino de todo el sistema de servicios de salud pública. Sin embargo, el coste no es el único problema grave: la vacuna del VPH ha sido promocionada ante la opinión pública, los sanitarios y los decisores políticos como una vacuna eficaz en la prevención del cáncer de cuello uterino y el sufrimiento que acarrea en las mujeres, cuando esto no es cierto. Sencillamente, esta evidencia científica aún no existe. Los ensayos sobre la vacuna no han podido ver su efecto en la prevención del cáncer, ya que éste tarda mucho en desarrollarse; además, hay posibilidades reales, comprobadas, de cortar el proceso antes de que el cáncer se desarrolle, tanto mediante la inmunidad natural como con el cribado de lesiones precancerosas y su tratamiento. El ensayo que más tiempo de seguimiento ha tenido hasta ahora ha sido de 6 años (y es un ensayo de fase II) y el ensayo en fase III con mayor seguimiento hasta ahora tiene tan sólo 3 años. Dado que el cáncer que se pretende prevenir tarda 30, 50 o más años en desarrollarse, la brevedad de los ensayos es obvia. Por tanto, hará falta aún bastante tiempo para ver si las personas vacunadas en los ensayos clínicos desarrollan o no menos cánceres que las no vacunadas. En países como España, con una incidencia del problema tan baja, esperar debería ser la conducta lógica.

Ciertamente, con la información disponible es razonable esperar que la vacuna acabe demostrando dentro de años que previene algunos cánceres de cuello uterino. Sin embargo, hay que tener en cuenta los siguientes otros factores: la historia natural de la enfermedad (de evolución lenta), la efectividad de los programas de cribado (alta si el sistema cumple con sus obligaciones), que la vacuna no es efectiva contra todos los serotipos cancerígenos, y que España es un país con baja incidencia de cáncer de cérvix. Por todo ello, es probable que en nuestro país el número de cánceres prevenidos no será muy grande.
También se han planteado objeciones razonables relacionadas con la duración de inmunogenicidad –aún no se sabe si serán necesarias dosis de recuerdo o no–, y sobre el comportamiento de los serotipos no incluidos en la vacuna, que quizás ocupen el nicho ecológico de los ahora incluidos. Hay ejemplos recientes de las consecuencias del uso de la vacuna neumocócica sobre la aparición de serotipos no cubiertos con la vacuna que son multiresistentes a los antibióticos y que causan enfermedad neumocócica invasiva.

Ante esta situación de utilidad aún no demostrada, altos costes para el SNS y prevalencia baja, la decisión más racional sería, y es, esperar a que se acumule más evidencia científica.

¿Cómo podemos explicarnos que el SNS no tome la decisión más racional posible cuando se trata de defender el bien público? Obviamente, la industria farmacéutica y especialmente las compañías promotoras llevan años desarrollando estrategias de cooptación y creación de un clima de opinión favorable, exagerando riesgos con el fin de convencernos, primero, de que existía un problema, y de que luego ellos, precisamente, tenían la solución. Las estrategias de disease mongering –invención o exageración de enfermedades para introducir luego un producto farmacéutico– han sido criticadas duramente y con toda razón desde la deontología publicitaria por el abuso de la buena fe y de la aspiración a no sufrir enfermedades que naturalmente tienen la población y los políticos, a menudo legos en cuestiones sanitarias. El caso que nos ocupa supone la consideración novedosa, muy grave, de que toda infección por VPH es una enfermedad a prevenir, lo que es falso; y además con el énfasis, sin duda interesado, en la –no demostrada– prevención del cáncer de cuello uterino en España.

La industria farmacéutica tiene legítimos intereses financieros, pero no todos ni siempre están en sintonía con las necesidades de salud de la población. El escándalo reciente de la terapia hormonal sustitutoria, y la evidencia de que la industria escondió a la opinión pública durante 30 años graves efectos secundarios del tratamiento de una “enfermedad” previamente inventada, no coloca a este sector en una situación de gran credibilidad pública como garante de nuestra salud.

Por todo lo anterior, los firmantes de este texto pedimos al Ministerio de Sanidad y Consumo y a las Consejerías de salud de las CCAA una moratoria en la aplicación de la vacuna del VPH. Nadie ha justificado que haya prisa para la aplicación de este nuevo programa; por ello, solicitamos abrir un periodo de reflexión, de seguimiento de los efectos de la vacuna en poblaciones reales y de realización de estudios para conocer el coste-efectividad a medida que haya nuevos datos. Todo ello permitirá solventar las dudas razonables que existen sobre la idoneidad de este programa de vacunación para España.

Documento de la Agencia de Evaluacion de Tecnologias Sanitarias sobre la vacuna contra HPV


• Con la profilaxis primaria de infección producida por el papillomavirus humano (HVP) se plantea el objetivo fundamental de prevenir el desarrollo del cáncer de cuello uterino.
• Está por determinar la población y edad susceptible de ser vacunada. Se propone su administración antes del inicio de la vida sexual activa, es decir, población femenina prepúber 9-10 años y la posibilidad de vacunar a lo niños como futuros transmisores de la infección. Esto supondría incluir una vacuna más en el calendario de vacunación infantil.
• Los estudios recuperados son multicéntricos, doble ciego randomizados de calidad alta (Escala de Jadad) pero con la limitación de realizar un seguimiento post-vacunación corto que oscila entre 18 meses y 4,5 años. Describen una inmunización máxima a los 7 meses y un progresivo descenso al final del seguimiento. Este dato unido a la duración de la vida sexualmente activa de las poblaciones analizadas, hace pensar en la posible necesidad de dosis de recuerdo.
• Si se realiza una vacunación a una población tan amplia se incluirá un número de mujeres (desconocido) que posiblemente no hubiesen contraído nunca la infección y de mujeres que habiendo contraído la infección no padecerán cáncer de cuello uterino.
• La titulación de anticuerpos protectores contra la infección del HVP asociado con protección contra la infección no ha sido definido y se realiza por comparación a la concentración de anticuerpos en el grupo control.
• La vacunación no supondrá de forma inmediata la reducción o eliminación de las medidas de diagnóstico precoz de cáncer de cuello uterino. Será necesario un seguimiento de la evolución de las mujeres vacunadas y detectar posibles cambios en la historia natural de los genotipos menos conocidos del HVP y de las mujeres sin vacunar que durante un tiempo coexistirán.
• Los resultados de eficacia real serán resultados a largo plazo, ya que, desde que se produce la infección hasta que se desarrolla el cáncer puede existir un periodo de latencia entre 10-20 años.

Informe PDF

Vacuna VPH


Gracias a Juan Gervas, Vicente Baos y un comentario de Julio Bonis Sanz, que en MyS: Mujeres y Salud nos han hecho saber a traves de lista MEDFAM-APS (España), de una serie de articulos que pueden leerse bajo el titulo global de un dossier que se llama “Vacuna papiloma: proteccion de las niñas o de la industria”.

Vacuna vph


¿Vacunación masiva de las niñas para una epidemia que no existe?
Leonor Taboada. 19
La vacuna desde el punto de vista de la atención primaria en España.
Juan Gérvas . 20
La vacuna contra el VPH resalta la necesidad de más citologías
Judy Norsigian y Heather Stephenson . 24
Información para madres y padres. ADIBS. 26
Papiloma humano. Preguntas y advertencias. Abby Lippman y Carolyn Shimmin. 27
Vacunar contra el VPH: implicaciones de una decisión
Ildefonso Hernandez y Miquel Porta. 31
Los pros y contras de una vacuna. Andreu Segura . 34
Revisemos la prevención de las enfermedades ginecológicas. Carme Valls Llobet. 36
Al cierre. 38

Intussusception After Administration of the Rhesus Tetravalent Rotavirus Vaccine (Rotashield): The Search for a Pathogenic Mechanism.


Maureen Lynch, Wun-Ju Shieh, Joseph S. Bresee, Kathleen M. Tatti, Jon R. Gentsch, Tara Jones, Baoming Jiang, Erik Hummelman, Christopher M. Zimmerman, Sherif R. Zaki, and Roger I. Glass Intussusception After Administration of the Rhesus Tetravalent Rotavirus Vaccine (Rotashield): The Search for a Pathogenic Mechanism. Pediatrics, May 2006; 117: e827 – e832.

OBJECTIVES. The rhesus tetravalent rotavirus vaccine (RRV) was withdrawn from the routine program for childhood immunization in the United States because of the rare and unexpected occurrence of intussusception in the 2-week period after
administration of the first dose.
METHODS. To search for the pathogenesis of this association, we compared the pathology of surgical specimens from infants who had surgical reduction of their intussusceptions within 2 weeks of receiving the vaccine (case patients; n _ 8) with the pathology of specimens from children who had surgery _2 weeks after
immunization (n _ 6) or who had never been immunized (n _ 26). Tissue was examined for evidence of the vaccine strain of rotavirus by reverse transcriptasepolymerase chain reaction (RT-PCR), in situ hybridization, and immunohistochemical
staining.
RESULTS. RRV was identified by RT-PCR in tissue samples from 7 of the 8 case patients and in 2 of the 6 children who received the vaccine at a more distant time (29 and 58 days before surgery), but it was not identified in samples from any of the nonvaccinated children. No evidence of rotavirus tissue involvement was
detected in any of the children by in situ hybridization or immunohistochemical staining. Pathologic evidence (for example, inclusion bodies, smudge cells) of adenovirus infection was present in 35% of the 37 specimens examined by routine
staining and immunohistochemistry.
CONCLUSIONS. The fact that RRV was detected by RT-PCR but not by either of the other assays could be explained by RRV being present in the lumen of the gut but not in the tissues of appendix, ileum, or Peyer’s patches. The Peyer’s patches were not hyperplastic, and we could not establish the pathogenic mechanism for this association.

Articulo Completo en PDF

Articulos relacionados

Número de mujeres que es necesario vacunar para prevenir un caso de enfermedad relacionada con el VPH


Brisson M, Van de Velde N, De Wals P, Boily MC. Estimating the number needed to vaccinate to prevent diseases and death related to human papillomavirus infection. CMAJ 2007; 177: 464-468.  R   TC   PDF

Introducción

Recientemente se ha aprobado el uso de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) para la prevención del cáncer de cérvix. Esta vacuna ha demostrado ser eficaz para prevenir las lesiones preneoplásicas del cuello uterino, sin embargo, hay menos estudios sobre la efectividad de la vacunación.

Objetivo

Estimar el número de mujeres que es necesario vacunar para prevenir las enfermedades relacionadas con el VPH.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Análisis económico

Área del estudio: Prevención

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

Los autores desarrollaron un modelo que seguía una cohorte de niñas de 10 años a través de diferentes estadios de infección cervical (susceptible, infectada, inmune, condilomas genitales, neoplasia cervical intraepitelial (CIN) grados 1 y 2 y 3 y cáncer cervical) para 4 tipos de VPH (16, 18, otros tipos altamente oncogénicos y tipos de bajo riesgo oncogénico). Los supuestos iniciales del modelo eran que no existía inmunidad cruzada entre los diferentes tipos de VPH, que podían ocurrir coinfeccioines por varios tipos de VPH, que las mujeres infectadas por los dos tipos de virus seguían el patrón evolutivo del más agresivo de ellos, que la vacunación sistemática se hacía a los 12 años y que se podía desarrollar inmunidad permanente tras la vacunación contra los VPH tipos 16 y 18 (eficacia inicial 95%). Para los datos demográficos, de cribado y de tratamiento se utilizaron los datos de Canadá (o de EEUU si los de Canadá no estaban disponibles).

Se analizó el impacto que podían tener sobre los resultados diferentes eficacias iniciales de la vacuna, diferentes duraciones de la protección y diferentes edades de vacunación.

Resultados

La tabla 1 muestra el número de mujeres a vacunar (NMV) para prevenir cada uno de los resultados sanitarios de interés.

  Duración de la protección de la vacuna Eficacia media
  Toda la vida 30 años 30 años + recuerdo 70% 100%
Condilomas genitales 8 (5 a 15) 14 (9 a 29) 9 (6 a 18) 9 (6 a 19) 7 (5 a 15)
CIN 1 5 (3 a 10) 13 (8 a 29) 6 (4 a 13) 8 (5 a 16) 4 (3 a 9)
CIN 2-3 8 (5-16) 18 (10-58) 10 (6-21) 13 (7 a 29) 7 (4 a 15)
Cáncer de cérvix 324 (195 a 757) 9.080 (1.040 a NP) 480 (254 a 1.527) 688 (329 a 5.010) 279 (178 a 648)
Muerte por cáncer de cérvix 729 (411 a 1.921) NP (2.881 a NP) 1.125 (556 a 5.178) 1.661 (715 a 27.270) 618 (364 a 1.459)
1 año de vida perdido 16 (10 a 41) 59 (27 a NP) 21 (13 a 56) 29 (16 a 108) 14 (9 a 34)
NP: No protectora

Si se considera que la duración de la protección es de por vida, el NMV es bajo para los condilomas porque se estima que un 10% de las mujeres los presentan a lo largo de su vida, pueden presentar más de un episodio a lo largo de ésta. El NMV para evitar 1 año de vida perdido también es bajo porque se muchas de las muertes por cáncer de cérvix se dan en mujeres jóvenes.

Sin embargo, en caso de que la duración de la protección se redujese en un 3% anual, el NMV aumentaba de forma importante, sobre todo en el caso del cáncer de cérvix. Una dosis de recuerdo mejoraba la situación. Si además, la protección inicial era inferior a un 70%, la vacuna pasaba a ser no protectora. Por encima de estas cifras de eficacia o la vacunación entre los 15-20 años tenían una escasa influencia sobre el NMV.

Conclusiones

Los autores concluyen que este modelo sugiere que la vacuna tetravalente contra el VPH puede reducir de forma significativa la incidencia de condilomas, lesiones tipo CIN 1-3 y cáncer de cérvix, aunque la eficiencia de la vacuna dependerá en gran medida de la duración de la inmunidad conferida por la vacuna, sobre la que se dispone de información limitada.

Conflictos de interés

Algunos de los autores han recibido honorarios de laboratorios farmacéuticos relacionados con el desarrollo de la vacuna contra el VPH.

Comentario

La infección por VPH es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes. Un 90% de las infecciones curan espontáneamente y en el 10% restante de los casos, la infección persiste. La presencia de una infección por VPH aumenta el riesgo de cáncer de cérvix (OR 30). El VPH de los tipos 16 y 18 es el responsable del 70% de los cánceres de cérvix. En cambio, el 90% de los condilomas genitales son causados por los tipos 6 y 11.

Recientemente se ha comercializado la vacuna contra el VPH. En varios ensayos clínicos esta vacuna ha demostrado desarrollar anticuerpos contra el virus en la práctica totalidad de las mujeres vacunadas, reducir de forma importante las infecciones por los tipos del virus incluidos en la vacuna y prevenir el desarrollo de lesiones citológicas incluyendo las CIN 2-3.

Basándose en estos resultados, los autores calculan que si la inmunidad se mantiene en el tiempo el NMV para prevenir un caso de cáncer e incluso para evitar un año de vida perdida es comparable e incluso inferior a las de otras vacunas incluidas en los calendarios vacunales, como la vacuna antigripal (NNT estimado para evitar una muerte: 5.000). Sin embargo, estas cifras aumentan de forma espectacular si esta eficacia no se mantiene en el tiempo, hasta llegar a hacerse no protectora.

Por todo ello, hay que tomar los resultados de este trabajo con suma prudencia, puesto que los estudios más largos publicados sobre la eficacia de la vacuna son a 4-5 años, y la eficacia sobre la prevención del cáncer de cérvix es una extrapolación de los estudios publicados. A todo ello hay que sumar otras incertidumbres como el efecto que puede tener la inrtroducción de la vacuna sobre el abandono de otras estrategias de prevención del cáncer de cérvix como los hábitos sexuales saludables o el cribado mediante citología. Si a ello añadimos que la infección por VPH y la incidencia de cáncer de cérvix son relativamente bajas en nuestro país, tal vez sea prudente esperar a que la eficiencia de la vacuna estuviese mejor estudiada antes de introducirla en los calendarios vacunales.

Bibliografía

  1. Harper DM, Franco EL, Wheeler CM, Moscicki AB, Romanowski B, Roteli-Martins CM et al. Sustained efficacy up to 4·5 years of a bivalent L1 virus-like particle vaccine against human papillomavirus types 16 and 18: follow-up from a randomised control trial. Lancet 2006; 367: 1247-1255.  R   TC (s)   PDF (s)  RC
  2. Baden LR, Curfman GD, Morrissey S, Drazen JM. Human Papillomavirus Vaccine — Opportunity and Challenge. N Engl J Med 2007; 356: 1991-1992.   TC   PDF
  3. Dawar M, Deeks S, Dobson S. Human papillomavirus vaccines launch a new era in cervical cancer prevention. CMAJ 2007; 177: 456-461.   TC   PDF
  4. Lippman A, Melnychuk R, Shimmin C, Boscoe M. Human papillomavirus, vaccines and women´s health: questions and cautions. CMAJ 2007; 177: 484-487.   TC   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.